¡Se cumple un viejo anhelo!

Des¬de el sá¬ba¬do 1º de agosto, Juan Car¬los Sáinz hizo realidad uno de sus más caros anhelos: ser pre¬si¬den¬te mu¬ni¬ci¬pal de San Fran¬cis¬co. Aunque lo será de manera interina por sólo dos meses y nueve días, se le vio feliz, porque la mayoría de regidores afines a la “corriente ideológica” de Toño Salvador –y del mismo Sáinz–, le otorga-ron su voto de confianza. Ese 1º de agosto, en se¬sión ex¬traor¬di¬na¬ria de ayuntamiento, Toño Salva¬dor so¬li¬ci¬tó li¬cen¬cia por tiem¬po indefinido pa¬ra con¬ten¬der por una ma¬gis¬tra¬tu¬ra en el Su¬pre¬mo Tri¬bunal de Justi¬cia del Es¬ta¬do (ST¬JE). Cosa que logró el pasado 27 de agosto en sesión del Congreso local. ¿Habrá mayor aberración que ver a Toño Salvador, individuo de ideas retrógradas, de criterio chato, revanchista y prejuiciado, ocupar una silla como magistrado en una de las Salas del Supremo Tribunal de Justicia? Sin embargo, estos tiempos de panismo así son: el cinismo y la desvergüenza al desnudo, el tráfico de influencias a todo lo que da, y el dedazo, que privilegia no a los más aptos, pero sí a los más rastreros, como símbolo de que la división de poderes en nuestro país es un mito más. En la citada sesión de ayuntamiento, la votación a favor de Sáinz no fue tan holgada como hubiera querido el hoy exalcalde y magistrado: seis votos a favor y cuatro en contra. Votaron en contra los dos regidores priístas y los panistas Alejandro Rodríguez Lara “Chinitas” y José Guadalupe Pérez “Peñuelitas”. Después de la votación, y sin mediar palabra alguna, molesto, y sintiendo que la silla ya le quemaba las posaderas, Toño Salvador se levantó, creyéndose liberado de la pesada carga que le significaba el cargo que ocupó por casi tres años. Apenas balbuceó: “Señores, gracias”. Tomó sus papeles y salió de la Sala de Cabildos con paso apresurado. En su toma de protesta, Sáinz asumió “el compromiso de cumplir y hacer cumplir las leyes, en el cargo de alcalde interino”. Luego, pidió “el me¬jor de los es¬fuer¬zos al equi¬po de tra¬ba¬jo pa¬ra ce¬rrar fuer¬te la admi-nistra¬ción”. Sáinz, quien ya lleva buen rato mamando de la ubre del presupuesto público –igual que Toño Salvador–, se dijo sorprendido por la decisión de sus correligionarios: “Fui favoreci¬do, pe¬ro no me es¬pe¬ra-ba es¬ta de¬ci¬sión. Acep¬to el re¬to con gus¬to y agra¬de¬ci¬mien¬to”. Sobre las expresiones de inconformidad de Alejandro Rodríguez Lara “Chinitas”, quien aparentemente había sido propuesto por Toño Salvador para ocupar el interinato, pero que fue rechazado por la mayoría de la propia fracción panista, Sáinz manifestó: “Necesito a Alejandro Rodríguez Lara, nadie es más, (ni es) menos, voy a trabajar de cerca con todos, eso debemos tenerlo claro todos, porque no es para alguien o en lo personal (sic) por lo que estamos en el cargo de funcionarios, el trabajo es por y para la sociedad, y así debemos continuar el ritmo”. Sin hacer cambios del personal adscrito al despacho del alcalde, Sáinz se queda con el nefasto y maquiavélico Ismamael Narizuela como se¬cre¬ta¬rio par¬ti¬cu¬lar, así como el guardaespaldas, el cho¬fer y la se¬cre¬ta¬ria: “no hay ne¬ce¬si¬dad de ha¬cer cambios, mas bien les pe¬di¬ría que fue¬ran sen¬si¬bles con la ciu¬da¬da¬nía y dar¬le agi¬li-dad a los procesos”, di¬jo. Claro, si es la gente que el insensible Toño Salvador colocó en esos puestos, ¿cómo podría Sáinz tocar con el pétalo de una remoción a esos cómplices de aventuras? Dijo además: “Mal haría yo si en este momento me pongo a cambiar de equipo, al contrario, si asumí el compromiso es porque ahora es cuando más hay que apretar el camino, y cerrar a tambor batiente”. Y, como si fuera el comienzo de un periodo de tres años, Sáinz se comprometió a todo y a nada. Como muestra, este bello botón: sobre Seguridad Pública, afirmó que, “en el Consejo de Honor y Justicia hay casos que están sin resolver, por lo que les dará priori¬dad pa¬ra agi¬li¬zar resolu¬cio¬nes y dar re¬sul¬ta¬dos”. No sólo eso, sino que “se da¬rá a la ta¬rea de ‘ha¬cer una ra¬dio¬gra¬fía’ a la di¬rec¬ción de Seguridad Pú¬bli¬ca para po¬ner¬se al tan¬to de los pendien¬tes que hay”. Los días han pasado, ya asesinaron a un primer comandante, y la dirección de Seguridad Pública apesta. La pudrición, la corrupción y los abusos en esa dirección, están a la orden del día. Por eso es que, como muestra de su impotencia ante el fenómeno de inseguridad que se vive en la región, y a raíz de los últimos acontecimientos en San Francisco y municipios cercanos –desde ejecutados hasta detonaciones de granadas y armas de grueso calibre en León, Silao e Irapuato–, Juan Carlos Sáinz pide “a los padres de familia que no dejen ir, que no pierdan la comunicación con sus hijos”. Para ganar o recuperar el espacio de seguridad, “necesitamos tener la unidad de manera permanente, (porque) de manera aislada o solos, es imposible”. También, y para alejar todo tipo de especulaciones y presentarse como “el nuevo jefe”, el pasado 6 de agosto, en reunión con todos los miembros de su gabinete, Sáinz les planteó que hay que “tener la personalidad, la cultura y la formalidad para atender a cada uno de los ciudadanos que acuden en busca del servicio de Presidencia Municipal. Todas las dependencias deben trabajar en la amalgama correcta de trabajos…”. Y agregó: “Si todos trabajáramos atendiendo a estos principios, no habría necesidad de la existencia o trabajo de una Contraloría Municipal interna, si la dependencia existe, es porque no hemos sabido responder al cuidado correcto de lo que la ciudadanía nos encomendó”. Sin mencionarlo por su nombre, Sáinz se refería a los casi 82 mil pesos que el Centro de Atención contra las Adicciones (CATA), dependiente de la dirección de Salud Municipal, no ingresó en Tesorería Municipal, según el reporte del contralor municipal Carlos X. Gamiño, hecho delictuoso considerado como un desfalco que afecta a las arcas municipales. ¡Órale! Sáinz confirma lo que muchos hemos señalado: en esta administración 2006-2009, se ha trabajado con irregularidades, arrastrando vicios y favoreciendo a unos y perjudicando a otros. Se agradece la aclaración señor Sáinz. (Fuentes: El Heraldo de León, 2/VIII/09; a.m., agosto 2, 7, 8 y 28, 2009).