lunes, 16 de noviembre de 2009

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El incongruente



El incongruente sonriente que hoy pasea su arsenal de verborrea por los pasillos de Presidencia Municipal habla de austeridad, pero también de aumentar los sueldos a sus más íntimos, a sus adeptos e incondicionales. El incongruente habla de democracia mientras mantiene congelada su absurda sonrisa. El incongruente se ha rodeado de gente que ha demostrado su ineptitud en anteriores y foráneas administraciones municipales, como su siniestro director de Seguridad Pública, que tuvo que ser traído desde los fangosos terrenos de la represión y la corrupción en la vecina Purísima –“el tra¬ba¬jo que ha de¬sem¬pe¬ña¬do co¬mo direc¬tor de se¬gu¬ri¬dad, du¬ran¬te va-rios años, en va¬rios mu¬ni¬ci¬pios de nues¬tro es¬ta¬do es excelente”, declaró el incongruente días antes de tomar posesión del cargo de alcalde–. Eso, no tiene rostro. La tranquilidad social que busca el incongruente es la paz de los macanazos, de los gaseados, de los levantones, de los ejecutados. El incongruente cree que el mundo sigue detenido en aquellas épocas oscuras donde si no es por las buenas, será por las malas, de acuerdo a los mandamientos cristianos del catecismo yunquista. Ante la cruenta realidad, el único recurso que le queda al incongruente es el autoritarismo, la impunidad, el mal trato, la insidia para quien no piense igual que ellos, ni se someta a sus designios. Cuando no hay argumentos para convencer sólo resta la cobardía de la mentira, la falsedad, el ultraje. Eso sí, con la cara tapada y desde los oscuros sótanos de los acuerdos con quienes comparten su proyecto de perversión, es decir, con la burguesía local, beneficiaria de sus estrategias de muerte. Cobardes. Mil veces cobardes. Pero el pueblo, en su infinita nobleza, recuerda la propia y larga historia de opresión. Recuerda las pasadas administraciones, tan llenas de rastreros, de gusanos babeantes arrodillados ante el tirano en turno, irremediables saqueadores del erario municipal, parias sin futuro. Son los buitres revoloteadores sobre las ruinas que dejaron los brutales ladrones que los precedieron. No es casual que el incongruente, en un derroche de palabrería, caiga en la demagogia y la contradicción al proponer en su Misión de gobierno que “El modelo de gobierno que queremos fundar parte de la base de una necesidad de transformación tanto al interior de la administración municipal como al exterior en el (sic) práctica de las políticas públicas que repercuten de manera decisiva en la vida de cada uno de los habitantes de San Francisco”. ¿Cómo pretende que se le crea en su pretendida “transformación al interior de la administración municipal” si se ha rodeado de gente que viene con los vicios y mañas de las pasadas administraciones municipales tanto de San Francisco como de Purísima? Demagogia. Demagogia pura. Entre tanto, los flamantes funcionarios de la administración municipal 2009-2012, rostros viejos de tan conocidos que son, cual si fueran golpistas, sonríen apoltronados en los sillones que hoy los tienen de huéspedes por un tiempo, mientras sus militarizadas bestias, oscuras y cobardes, rastrillan el municipio. Camino a camino. Calle a calle. Esos “nuevos” funcionarios desnudan sus miserias y rencores gozando con ese festival de represión que los hace sentir poderosos. San Francisco tiene ya en su contabilidad lustros y lustros de orgías de políticos venales. San Francisco tiene lustros y lustros padeciendo a las mismas bestias, que cada tres años sólo cambian de máscara; políticos que no conocen la palabra dignidad, porque su vida está atravesada por la palabra “intereses” y desde allí todo es mezquino, tenebroso, maloliente. No entienden, porque desconocen el sentido del distinto, que más allá de una lucha de clases lo que está germinando en este tiempo es una cultura de liberación, contra una cultura de dominación. (Fuente: Virginia Giussani, argenpress, 1/X/09).

¡No te mueras nunca, Negra!


¿Flores...? Flores para los muertos, fragancia de flor muerta para unos ojos muertos que ya no pueden ver.
¿Rezos...? Rezos para los muertos, plegaria de amor muerta para unos labios muertos que ya no pueden ser.
¿Llantos...? Llantos para los muertos, fulgor de vida muerta, para unos pasos muertos que no podrán volver.
Para Mercedes Sosa, la memoria agradecida, la voz enamorada, la mano abierta, sólo el eterno beso de la vida.
Y en vez de flores, alas; en vez de rezos, aire; y en vez de llantos, risas.
“¡No te mueras nunca!”, dicen en Argentina cuando alguien es demasiado grande, demasiado necesario, demasiado importante como para perderlo. Demasiado grave sería que deje de hacer lo que hace, o de ser como es.
“¡No te mueras nunca!”, es el grito para los personajes de la cultura popular, de la música, del tango, del fútbol, que son, ante todo y sobre todo, necesarios.
La negra Mercedes, la cantora entre todas las cantoras, la voz latinoamericana de décadas, escuchó miles de veces ese grito partir de multitudes emocionadas aquí y allá, de este lado y del otro lado de todos los océanos y los mares.
Lo escuchó en 1983, cuando regresó a su Argentina desde el exilio impuesto por la dictadura, y llenó 13 veces el teatro Ópera de la ciudad de Buenos Aires, convirtiéndose ella misma y su regreso en un icono de la recuperación democrática.
Después, su música de ayer y hoy fue siempre bandera de cambio, de lucha, de reivindicación y de resistencia en toda América Latina.
Y mientras la vida pasaba y a las peleas de siempre se sumaban otras nuevas y se recuperaban otras pendientes, a la Negra le pidieron cientos de veces que no se muera nunca, que desafiara lo inexorable y se quedara con nosotros. Y no por egoísmo, no. Por necesidad.
Por la necesidad de escuchar el próximo CD, como el que salió hace poco, doble y con invitados, “Cantora”, una dulce y definitiva apropiación de melodías que, tamizadas por la voz entrañable de la Negra, serán para siempre “esa canción que canta Mercedes Sosa”.
Y es que como Gardel, que cada día canta mejor, o como Maradona, al que cada día le sale más lindo el gol aquel a los ingleses, la Negra nunca va a dejar de cantar. Nunca va a dejar de emocionar.
Porque, vamos a decirlo, de Mercedes no se podrá hablar nunca en pasado. Porque la Negra no se va a morir nunca. (Textos de Koldo Campos, rebelión, 6/X/09 y Marcos Salgad, rebelión, 5/X/09).

Presa por aborto espontáneo

Zac Nicté, mujer de 22 años de origen maya, madre de una niña de año y medio y de un niño de cinco años, quien hasta los primeros días de octubre tenía un embarazo de seis meses, sufrió un aborto espontáneo y hoy se encuentra presa en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Chetumal, acusada de aborto y homicidio culposo. La condena: tres décadas de prisión por abortar, algo que reconforta y fortalece la fe de la Iglesia en México.
En abril pasado, Quintana Roo se convirtió en el octavo estado que modificó su Constitución para proteger la vida desde el momento de la concepción (sic). Zac Nicté es la primera víctima de esta reforma. Zac Nicté, víctima de un caso aberrante, digno de Torquemada.
Zac Nicté vivía en el poblado de Los Sabidos, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo. En días pasados hizo algunos cambios de muebles en su casa, lo cual le causó una hemorragia que le provocó un aborto involuntario.
“Lo raro es que nadie la acusa. El Ministerio Público (MP) está actuando con saña”, dicen defensores de los derechos humanos. El MP tuvo conocimiento de que llegó desangrándose al hospital. A pesar de la hemorragia, fue detenida y se le dictó auto de formal prisión. Apenas el 19 de octubre se le permitió una visita de su madre, quien le llevó medicamentos.
Ella es una mujer de origen humilde y ni siquiera sabía que se había aprobado esa ley. Por el momento, sus hijos se encuentran bajo el cuidado de su abuela.
La muerte materna por aborto inseguro es la cuarta causa de mortalidad de la población femenina del estado. (Texto de Paulina Rivas Ayala, argenpress, 20/X/09).

Saqueo e insensatez fiscal


En una votación dividida, el grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados decidió avalar, como parte de la Ley de Ingresos para el año entrante, un incremento de uno por ciento a la tasa del IVA –que pasaría de 15 a 16%–; un alza del impuesto sobre la renta (ISR) de 28 a 30%, y un tributo adicional de 3% a las telecomunicaciones, además de la aplicación de más gravámenes a los licores importados y al tabaco. Aunque posteriormente, los senadores echaron abajo ese 3% contra el Internet.
Pese a que se dejó de lado la pretensión gubernamental de gravar con 2% medicinas y alimentos –cuya aprobación hubiera constituido un fuerte agravio–, la contrapropuesta fiscal del PRI reviste, al igual que el paquete económico presentado por el calderonismo, elementos altamente regresivos y da continuidad a la política de ensañamiento contra los contribuyentes cautivos y los sectores mayoritarios de la población.
Resulta difícil imaginar una medida más improcedente que el incremento a los impuestos en plena recesión económica: como han señalado diversos especialistas en la materia, la ampliación de los gravámenes encierra componentes inflacionarios, desincentiva el consumo y merma el mercado interno, obstaculiza la reactivación de las inversiones productivas y reduce, en suma, las perspectivas de salir de la actual crisis económica y superar los rezagos sociales que recorren al país.
El alza tributaria tendría algún sentido si los ciudadanos percibieran a cambio un mejoramiento en los servicios a cargo del Estado y en la gestión que éste hace de las finanzas públicas. Sin embargo, en los años recientes los contribuyentes han recibido, como contraprestación a sus impuestos, un sistema de salud pública abandonado; ciclos de enseñanza estatal sometidos a la astringencia presupuestaria y al poder de una cúpula sindical mafiosa y corrupta; un raquítico desarrollo en infraestructura, un desempleo creciente y una manifiesta incapacidad estatal para manejar en forma transparente y eficaz no sólo los recursos públicos, sino también los que pertenecen a los asalariados y sus familias, como quedó de manifiesto con la entrega de los fondos para el retiro a operadores privados e intereses especulativos.
Por lo demás, que los cambios a la propuesta calderonista se hayan concretado sin plantear alternativas sensatas y deseables, como el fin de los regímenes fiscales especiales o la aplicación de impuestos a las operaciones bursátiles, confirma el carácter oligárquico del binomio bipartidista PRI-PAN que ha monopolizado el poder en los últimos años, y hace que cobren especial relevancia los señalamientos realizados el 19 de octubre por el premio Nobel de Economía, James J. Heckman, de que el país enfrenta los estragos de una cultura política y económica de capitalismo de amigos.
El intento de la bancada priísta en la Cámara de Diputados por trasladar el costo político de estas alzas impositivas al partido en el poder es impresentable, pues el PRI cuenta con la capacidad legislativa suficiente –es la primera fuerza en San Lázaro y controla la Comisión de Hacienda– para desempeñarse como contrapeso del Ejecutivo, corregir los errores de la propuesta calderonista y dotarla de sensatez y viabilidad.
En suma, el paquete de medidas comentado no sólo es dañino para el país en términos económicos: también pone en perspectiva elementos deplorables en el ámbito de la política y confirma la insensibilidad social de la coalición política de facto que gobierna este país.
(Editorial, La Jornada, octubre 20 y 28 de 2009).

La guerra y el Nobel de la Paz


Apabullante el saber que a Barack Obama le dieron el Premio Nobel de la Paz. Es un golpe, realmente, pensar que a un presidente que lleva adelante dos guerras se le otorgará el Premio Nobel. Sin embargo, hay que recordar que Woodrow Wilson, Theodore Roosevelt y Henry Kissinger recibieron, todos, sendos premios Nobel de la Paz. El comité del Nobel es famoso por sus apreciaciones superficiales, porque les gana la retórica y los gestos vacíos y por ignorar las flagrantes violaciones a la paz mundial.
Sí, Wilson se llevó el crédito por la Liga de las Naciones –ese ineficaz organismo que nunca hizo nada por evitar la guerra–. A pesar de que bombardeó la costa mexicana, envió tropas a ocupar Haití y la República Dominicana y metió a Estados Unidos al matadero que fue Europa en la Primera Guerra Mundial, con toda seguridad una de las más estúpidas y mortíferas guerras de la lista.
Y claro, Theodore Roosevelt gestionó una paz entre Japón y Rusia. Pero fue un amante de la guerra: participó en la conquista estadunidense de Cuba haciendo creer que la liberaba de España mientras le apretaba las cadenas estadunidenses a esa pequeña isla. Y como presidente encabezó la sangrienta guerra para subyugar a los filipinos, al punto de felicitar al general estadunidense que justo acababa de masacrar a 600 pobladores indefensos. El Comité no le dio el Premio Nobel a Mark Twain, quien denunció a Roosevelt y criticó la guerra, ni a William James, líder de la liga antimperialista.
Pero, al comité le pareció bien otorgarle el premio de la paz a Henry Kissinger, porque firmó el acuerdo final que terminó la guerra en Vietnam, de la cual fue uno de los arquitectos. Kissinger, que obsequioso le siguió la línea a la expansión de la guerra que Richard Nixon promovió, con los bombardeos a las comunidades campesinas de Vietnam, Laos y Camboya. Kissinger, que encarna con mucha precisión la definición de lo que es una guerra criminal, a ése le dan el Premio Nobel de la Paz.
No deberían otorgar el premio de la paz sobre la base de las promesas hechas –como ocurre con Obama, un elocuente fabricante de promesas– sino sobre la base de logros reales encaminados a poner fin a una guerra, y Obama continúa con acciones militares letales e inhumanas en Irak, Afganistán y Pakistán.
El comité del Nobel de la Paz debería retirarse tras entregar sus enormes fondos a alguna organización internacional de la paz que no se amilane ante el estrellato y la retórica, y que tenga algún entendimiento de la historia. (Texto de Howard Zinn, La Jornada, 17/X/09).

“Su Dios no es de fiar”


El escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, arremetió de nuevo el pasado 21 de octubre contra la Biblia por su “violencia” y contra su Dios “que es mala persona”, avivando la polémica levantada por sus comentarios con motivo de la publicación de su libro Caín. La nueva novela de Saramago, de unas 180 páginas, aborda de manera nada religiosa la figura bíblica de Caín y otros personajes y episodios del Antiguo Testamento. El escritor portugués, conocido por sus posiciones izquierdistas, había calificado el domingo 18 de octubre a la Biblia de “manual de malas costumbres” con motivo de la presentación de su último libro que cuenta, no sin ironía, la historia de Caín, el hijo de Adán y Eva que mató a su hermano Abel.
Estas declaraciones fueron criticadas por un portavoz de la Conferencia Episcopal lusa y por figuras de la comunidad judía y cristiana. Incluso un eurodiputado del Partido Social Demócrata luso (PSD), de centro-derecha, pidió a Saramago renuncie a la nacionalidad portuguesa. El episcopado lo acusó de haber ofendido a los católicos y de llevar a cabo una “operación publicitaria”. Sin embargo, el Premio Nobel metió de nuevo el dedo en la llaga el día 21: “El Dios de la Biblia es vengativo, rencoroso, mala persona y no es de fiar”, persistió el escritor de 86 años. “En la Biblia hay crueldad, incestos, violencia de todo tipo, carnicerías… No existiría esta novela si el episodio de Caín y Abel no estuviese en la Biblia, donde se muestra la crueldad de Dios. No hay que tener confianza en el Dios de la Biblia. Esto no se puede desmentir; pero bastó con que yo lo dijera para suscitar esta polémica”, aseguró. “Hay incomprensiones, ya sabemos que sí, resistencias, también sabemos que sí, odios viejos”, declaró Saramago durante una conferencia de prensa a las afueras de Lisboa.
“Soy una persona que genera anticuerpos en mucha gente, pero me da igual. Sigo haciendo mi trabajo”.
El autor de Terra do pecado reconoció que mientras escribía Caín tenía la “clara noción de que iba a agitar las aguas, era imposible que no tuviese un efecto revulsivo”, pero no esperaba que “la Iglesia se pronunciase con el libro todavía en el horno”. Agregó que “no esperaba reacciones de los católicos porque ellos no leen la Biblia” y se preguntó: “¿Quién va a leer un libro de ese tamaño?”.
Saramago reconoció que Caín le acompañaba “desde hace mucho tiempo” y agregó que la “cuestión” de este personaje bíblico siempre le pareció “un poco extraña”. “¿Por qué Dios acepta el sacrificio de Abel y rechaza el de Caín cuando ambos le presentan sus ofrendas? Ahí se creó la envidia, Caín se sintió humillado”, indicó.
Saramago reconoció que el asunto le interesaba porque a pesar de ser ateo no ha podido escapar a los valores cristianos, y dijo que “no hay un ateo absoluto, sólo podría serlo aquel que viviera en una sociedad en la que no hubiese penetrado Dios”. “Dios y el demonio no están en el cielo ni en el infierno, están en nuestra cabeza. Primero creamos a Dios y luego nos esclavizamos a él”, argumentó el escritor.
Y volvió a la carga contra la Iglesia: “Lo que ellos quieren y no consiguen es poner al lado de cada lector de la Biblia un teólogo que dijese a la persona que aquello no es así, que hay que hacer una interpretación simbólica, a esto lo llaman exégesis”, estimó. Pero, “el derecho de reflexionar sobre eso es de todos nosotros”, insistió, denunciando “la intolerancia de las religiones organizadas”.
En 1992 Saramago ya había levantado ampollas en Portugal con su Evangelio según Jesucristo, en el cual mostraba a un Jesús que perdió su virginidad con María Magdalena. El escritor se marchó luego de su país y se instaló en Lanzarote, en el archipiélago español de las Canarias. “A veces dicen que soy valiente. Tal vez sea valiente porque hoy no hay inquisición. Si la hubiese, tal vez no habría escrito este libro. Me apoyo en la libertad de expresión para poder escribir”, confesó el escritor que dice estar preparando un nuevo libro para el año que viene sobre un tema completamente distinto.
“Espero que no sea tan polémico. No ando detrás de las polémicas. Tengo convicciones y las expreso”, soltó el autor de Ensayo sobre la ceguera, para beneplácito de sus lectores.
Caín ya está a la venta en cuatro ediciones, una en español, otra en catalán y dos en Portugués. (Fuentes: La Jornada, 21/X/09; apro, 22/X/09).

Contradicciones


Dos días antes de dejar el efímero cargo –dos meses de duración apenas–, Juan Carlos Sáinz declaró que no habría deudas para la adminis¬tra¬ción de Jaime Verdín, “si¬no un ban¬co de pro-yec¬tos en la di¬rec¬ción de Obras”. No sólo eso, sino que, según Sáinz, Jaime Verdín recibiría una administración “fuer¬te, or¬de¬na¬da y lis¬ta”. También, el hoy alcalde, envuelto en una nube de optimismo, declaraba, dos días antes de tomar posesión y después de haberse reunido con el Con¬se¬jo Coor¬di¬na¬dor Re¬gio¬nal (CCR): “tenemos el compromiso de mejorar la atención ciuda-da¬na, ba¬jar suel¬dos de ‘algunos’ di¬rec¬to¬res y escu¬char opi¬nio¬nes de los em¬pre¬sa¬rios pa¬ra me-jorar la ima¬gen ur¬ba¬na”. Engolosinado como todos los que comienzan su trienio, dijo: “uno de los cam¬bios sustan¬cia¬les que se ha¬rán de ma¬ne¬ra inmediata, una vez es¬tan¬do en fun¬cio¬nes, es la ca¬li¬dez (sic) y ca¬li¬dad de la aten¬ción ciu¬da¬da¬na, por lo que la di¬rec¬ción de Co¬mu¬ni¬ca¬ción So-cial, se¬rá modifica¬da a Coordinación de Comu¬ni¬ca¬ción, Re¬la¬cio¬nes Pú¬bli¬cas y Even¬tos Es¬pe-cia¬les… que¬re¬mos dar¬le un ex¬ce¬len¬te servi¬cio a la ciuda¬da¬nía, voy a es¬tar pen¬dien¬te de que to-dos sean aten¬di¬dos y se so¬lu¬cio¬nen los pro¬ble¬mas que nos com¬pe¬tan”. Vea usted el tamaño del compromiso que se echó a cuestas: “voy a estar pen¬dien¬te de que to¬dos sean aten¬di¬dos y se solu¬cio¬nen los pro¬ble¬mas que nos com¬pe¬tan”. Es claro que sólo habla por hablar, como la realidad se ha encargado de confirmar en estos escasos días que lleva el actual “gobierno”.
En su toma de posesión, Jaime Verdín expuso que su gobierno será “de puertas abiertas, donde lo importante son las prioridades primarias a ser atendidas en el justo reclamo de los ciudadanos”. Y más aún: “en este trienio se va a trabajar conforme a los principios que marquen el desarrollo de los habitantes de San Francisco donde todos tengan las mismas oportunidades, buscando los apoyos extraordinarios, dando la posibilidad de respaldo a las capacitaciones, (así como) por (la búsqueda de) nuevas inversiones (que) generen el equilibrio que todos esperan como ciudadanos habitantes de San Francisco”. Pues sí, cuando se trata de verborrea todo es muy bonito.
Y como el que habla mucho, pronto cae en contradicciones. Enumeramos algunas a continuación. Va la primera: la Ley Orgánica Municipal establece en su artículo 70, las atribuciones del presidente municipal. En su fracción primera dice que el alcalde tendrá que “ejecutar las determinaciones del Ayuntamiento”. Sin embargo, en el caso de los sueldos, Jaime Verdín se fue por la libre, sin consultar a los demás integrantes del Ayuntamiento sobre ese asunto. Así como así, determinó que Juan Carlos Sáinz tendrá un incremento de 24.35%; mientras que los titulares de Desarrollo Organizacional y Jurídico se les disminuirá en un 24% su salario; el de Servicios Públicos una disminución de 8.70%; el de Reglamentos un 6.86%. ¿Por qué? ¿Cuál fue el criterio que se tomó? Preguntó el regidor Ismamael Narizuela, en esa que fue la primera sesión de Cabildo. Azorados, Verdín y Fabián Zamudio –flamante secretario de Ayuntamiento– sólo se miraron, contestando este último: “todo está previsto y los nuevos sueldos son brutos”. Los regidores priístas –entre quienes se encuentra Israel Hermosillo, asesor jurídico del Comité Municipal del PRI– se quedaron pasmados, mostrándose nerviosos y demasiado cautelosos. ¿Miedo? ¿Ignorancia?
Va la segunda: Jaime Verdín tuvo desde el día 6 de julio hasta el 9 de octubre –tres largos meses– para enterarse del funcionamiento de la administración que le antecedió. Lo anterior viene a cuento porque luego de la sesión de instalación del Cabildo, con los reflectores y micrófonos encima, declaró: “lo que sigue ahora es revisar las diferentes dependencias, para analizar cómo está la estructura operacional en cada dependencia, y determinar si igualmente hay que hacer ajustes”. Es decir, apenas iba a “analizar cómo está la estructura en cada dependencia”, lo que indica que ha empezado su administración a base de improvisaciones y ocurrencias.
Va la tercera: La actual administración está compuesta por gente entrelazada por intereses familiares, maritales y extra maritales, lo cual habla mal de quien lo preside. Es decir, el nepotismo está a todo lo que da. Varios ejemplos ilustran lo anterior: la tesorera Érica Aguirre es hermana del síndico Rodolfo Aguirre, y, ambos, son primos hermanos del contratista Jorge Iván Enríquez, quien después de haber laborado en dos administraciones municipales ya cuenta con su propia constructora; el secretario particular Pascual Sánchez B. es padre del regidor Pascual Sánchez; Juan Carlos Sáinz, director de Desarrollo Social es esposo de la regidora Patricia Hernández; la primera regidora Patricia Orozco es esposa del exalcalde Toño Salvador, puesta ahí por capricho de éste; Jaime Verdín impuso a su amiguita Leticia Ochoa como directora de la Unidad de Acceso a la Información Pública, sin antes haber consultado al consejo de esa instancia; Carlos Hernández, director de Casa de la Cultura, tiene a su hija y a su yerno laborando en Presidencia desde la anterior administración; Rafael Cardoso, director de Predial es tío político de Alan Reyes, director de Protección Civil; Marcelo Salas, presidente del comité municipal panista, responsable de Atención Ciudadana, también le entró a la feria de la colocación de parientes y recomendados en la actual administración municipal. Más los que se acumulen. Lo anterior, no va en consonancia con la Misión de Gobierno de esta administración, que dice: “el quehacer de la Administración se fundamenta en el principio del desarrollo humano sustentable, que considera a la persona y a los factores que le permiten su desarrollo como el elemento primordial; lo cual exige gran capacidad y visión hacia la construcción de una sociedad que se desarrolle en un marco de libertad, justicia, democracia y solidaridad”. Los anteriores preceptos aplican perfectamente no a la sociedad en general, sino a la sociedad que entre ellos han decidido formar: libertad para brincarse los principios de la ética política que prohíbe el conflicto de intereses y el tráfico de influencias; justicia para sus familiares, cónyuges y amigos; democracia para aplicar el dedazo que beneficie a sus protegidos y recomendados; solidaridad entre quienes forman esa sociedad de cofrades que, con toda seguridad, será en perjuicio no sólo de la administración municipal, sino de la sociedad de San Francisco.
Va la cuarta: A pesar de que se dijo que Verdín recibiría una administración “ordenada y lista”, éste ha tenido que enfrentar el terrible problema de la falta de recursos para concluir las obras del llamado Distribuidor Vial. Mientras que Sáinz hablaba de que “sólo” faltaban siete millones de pesos para concluirla, el alcalde Jaime Verdín habla de que son ocho millones, y no sabe de dónde los va a sacar. ¿Por qué no le cuadran las cuentas? ¿Será que entre tanto manoseo a esos recursos ya no se supo cuánto le tocó a cada quien? Estamos hablando de una diferencia de un millón de pesos. ¿Dónde quedó?
Va la quinta: A raíz de una recomendación del Congreso de la Unión en el sentido de congelar las dietas en los ayuntamientos, el alcalde aseguró que las decisiones que se tomen en el Ayuntamiento o la Presidencia Municipal (sic, Jaime Verdín confunde una cosa con la otra) no van a ser atendiendo a “quedar bien convenientemente en política” o por sólo crear “demagogia”; por lo que pidió tiempo para revisar “la conveniencia de comprometerse a algo”. Luego, en la misma entrevista con el diario a.m. (octubre 16), se olvidó de lo anteriormente dicho, en el sentido de que se le diera tiempo para “revisar la conveniencia de comprometerse”, y señaló en sentido contrario: “Comprometer la congelación de dietas es imposible, porque por lo menos se debe dejar abierta la posibilidad a que tengan el incremento conforme a la inflación, y de las condiciones en que se esté viviendo... De pronto parece que mucha gente tiene la idea que ser funcionario público es ganar mucho dinero, cuando de una jornada de producción de zapato se puede ganar mucho más al colocar en venta el producto”. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿Es válido comparar la actividad de un empresario cuya actividad primordial es vivir del trabajo ajeno, con la de un funcionario público cuya función tiene que ver precisamente con la cosa pública? ¡Qué rápido se ha venido descarando el señor Verdín! Más le vale que sus asesores empiecen a preocuparse por lo que declara. Al parecer vive en un estado de confusión que no le permite tener claridad acerca del gravísimo papel que se comprometió a asumir. ¿Dónde quedó aquello de que “en la Administración 2009-2012 tenemos como misión constituir un gobierno honesto, serio, comprometido y con vocación de servicio por San Francisco”? ¿Quién va a creerle a este farsante cuando aparentando una humildad que no tiene, en esa misma entrevista dice que “nunca me he puesto a ver cuánto es que se gana en el cargo, pues apenas me vengo enterando de cuánto es que voy a ganar”? ¿Se excede en su cinismo el señor Verdín o es que todavía cree que está en campaña electoral?
Va la sexta: En entrevista con El Heraldo de León (octubre 21), Jaime Verdín volvió a resbalar. Dijo que “al mo¬men¬to en que to¬mó po¬se¬sión la nue¬va ad¬mi¬nis¬tra¬ción, se die¬ron cuenta de que ha¬bía di¬rec¬cio¬nes que te¬nían un suel¬do ‘mi¬se¬ra¬ble’ de acuer¬do con las fun¬cio¬nes que desempeñaban y los ho¬ra¬rios a los que te¬nían que so¬me¬ter¬se; por ello, a ma¬ne¬ra de incentivar y re¬co¬no¬cer el tra¬ba¬jo de es¬tos nue¬vos funcio¬na¬rios, se ha¬rá un rea¬jus¬te de suel¬dos pa¬ra la pri¬me¬ra quin¬ce¬na de 2010... A quienes de seguro se les va incrementar es a las directoras de Sa¬lud y Edu¬ca¬ción”. Es decir, ni Verdín ni quien lo asesora tuvieron la más mínima precaución en revisar los salarios que percibían los directores de área en la administración 2006-2009 y que puede ser consultado en su página electrónica (www.sanfrancisco.gob.mx). Lo anterior confirma lo aquí dicho: Jaime Verdín tomó posesión del cargo de alcalde sin saber a lo que se metía, de ahí que el desbarajuste sea más que evidente. Y, pretendiendo quedar bien con la alta burocracia municipal, dijo: “tendremos que es¬pe¬rar al pró¬xi¬mo año pa¬ra co¬no¬cer si hay más in-fla¬ción, de¬va¬lua¬cio¬nes o in¬cre¬men¬to despropor¬cio¬nal de im¬pues¬tos (sic), ya que ello im¬pac¬ta¬rá el bol¬si¬llo de to¬dos, y el mu¬ni¬ci¬pio se ocu¬pa¬rá en que sus em¬plea¬dos no sal¬gan tan las¬ti¬ma¬dos”. ¡Oh, cuán generoso es Verdín con los dineros públicos! Nos preguntamos si esa misma generosidad la tuvo con sus empleados en su actividad como empresario del calzado. ¡Por supuesto que no! En varias ocasiones se vio envuelto en denuncias penales en contra de extrabajadores suyos como arma para disuadirlos para que se desistieran de su demanda laboral.
Va la séptima: Para confirmar que es un incongruente y contradictorio irremediable, Jaime Verdín se lanzó a opinar sobre el espinoso asunto de los nuevos impuestos, él, que fue diputado federal, y que, en su momento, votó a favor del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU): “La aprobación que se ha tomado en la Cámara de Diputados en el incremento al IVA como a otros impuestos, es poco conveniente en la temporada de crisis que se vive, porque desmotiva aún más la generación de empleos… Desde luego que no estoy en posición de criticar, ni lo voy a hacer (sic, ya lo hizo, ¿no se dio cuenta?), se respeta la decisión que se ha tomado, pero no es el momento más conveniente para hacer esto. Obviamente el nombre de impuestos lo dice todo, no se va a consensuar porque son impuestos, se quiera o no”.
(Fuentes: El Heraldo de León, octubre 8, 16 y 22 de 2009; a.m., octubre 11, 17 y 22 de 2009).

Mal comienzo


Veinticuatro horas después de tomar posesión del cargo de alcalde, Jaime Verdín recibió la primera señal de lo que será su sangriento trienio: durante los primeros minutos del domingo once de octubre, un joven de 20 años murió baleado mientras salía de un local de mariscos, localizado en el bulevar María de la Luz Bravo, a unas dos cuadras al sur de las instalaciones de la Universidad de León. Verdín, sintiendo que el piso se hundía a sus pies, nervioso y con sus tics altamente revolucionados, intentó primero tranquilizarse a sí mismo, y luego dar un mensaje que pudiera transmitir calma a la población: “hay definitivamente una comunicación cercana y estrecha (entre) las instancias de Seguridad (sic, suponemos que estatales y federales) con la propia Dirección de Seguridad Pública local… Aunque definitivamente sí será necesario estar en la comunicación permanente con las instancias adecuadas, las autoridades (sic) de vigilancia especializadas, que puedan respaldar en acciones y procedimientos a (la) Policía Municipal, (que atiendan) sin alterar a la población en los asuntos de delincuencia”. Luego, se hizo evidente el enredo y la falta de oficio político: “A este momento no ha habido algún llamado, o acuerdo de reunión para definir estrategias o acciones compartidas entre (el gobierno del estado) y el municipio, pero por obviedad, tras el cambio de gobierno municipal, existe el interés para que en próximas fechas se vayan haciendo (rectificaciones) o nuevas definiciones en formas de trabajo”. Es decir, acepta que no hay, repetimos, no hay, un plan o una estrategia en materia de seguridad pública que mitigue el grave problema de inseguridad que padece San Francisco, tal y como lo reconoció el propio director de Seguridad Pública,
Héctor Rosiles, quien se justificó con la siguiente perla (octubre 12): “estamos haciendo un diagnóstico de la corporación para saber con qué contamos y qué es lo que podemos hacer”; y agregó: “me estoy integrando al equipo de trabajo de la corporación, para que con más esfuerzo podamos alcanzar las metas ya establecidas, y plasmaremos nuevas metas”. La falta de planeación en cuanto a seguridad pública quedó de manifiesto ante el secretario de Seguridad Pública en el estado, Baltazar Vilches, quien vino a tratar de poner orden en la casa, tras su reunión con Jaime Verdín el pasado 22 de octubre.
Levantón y liberación. Casi siete días después de su toma de protesta, Verdín enfrentaría otro hecho delictivo: el agiotista W. Padilla –empresario, lo llamaron los medios impresos de comunicación locales– fue levantado la tarde del viernes 16 de octubre, aparentemente frente a su esposa y su menor hijo, después de que una persona, supuestamente interesada en rentar una casa propiedad de la víctima en la Colonia Cuauhtémoc, fuera citada para darle a conocer la vivienda en mención. Setenta y dos horas después, y tras un enfrentamiento a balazos con agentes de la Policía Ministerial en una casa de seguridad en la comunidad de Rancho Seco, en Silao, en donde tenían secuestrado al citado “empresario”, éste fue liberado. En el tiroteo, el supuesto jefe de la banda murió de varios balazos dentro de la casa de seguridad.
Lavado de manos. Oportunista y demagogo, como ya se viene perfilando en su actuación pública –que hoy más que nunca está expuesto ante la mirada de todos–, Jaime Verdín volvió a soltar la lengua y, asumiéndose como el héroe del rescate, dijo: “el gobierno municipal se congratula de que el empresario que estuvo secuestrado, esté de nueva cuenta con su familia; sin embargo, ‘no es para conformarnos ante el resultado’”. Según Verdín, que, como ya dijimos, pareciera que sufre de un estado de confusión que no le permite tener una visión clara de la realidad, “el rescate del empresario marca dos condiciones que no se pueden pasar por alto: una es que no se olviden de estos delicados hechos, (porque) al hablar de olvido hay que referirse al común y total de la gente, porque luego lo vemos como hechos que ‘de pronto pasan’, cuando lo necesario es que se mantenga en la mente para evitar que se sigan sucediendo enfrentamientos delictivos”; es decir, y tratando de adivinar el significado de lo anteriormente vertido, lo que el alcalde quiere es que la población de San Francisco conserve en la mente, a modo de morbosa fijación, los sucesos delictivos (balaceras, ejecutados, secuestrados, decapitados, encajuelados, etc.) para que no vuelvan a suceder. ¿Mera ocurrencia? ¿O de veras cree el alcalde que la técnica del miedo funcione? Encarrerado, agregó: “Esto es una lección a todos aquellos que viven dentro de la delincuencia, porque han de reconocer que ellos solos se exponen, porque las autoridades están en la posición de defender a la población”. ¡Uy, uy, uy! Los delincuentes deben estar temblando de miedo ante los tamaños del primer panista del municipio. En seguida, soltó otra recomendación: “Debe haber una cultura de cambio, la nueva faceta que le dé respiro y oxigenación a la convivencia social, sobre todo la nueva cultura debería ser más del interés y trabajo de las familias que sin ser necesariamente ricos, tengan una solvencia económica que les permite vivir sin preocupaciones día a día, como para quienes viven en una condición económica alta”. O sea que, desde la óptica de Verdín, la sana convivencia social depende de que la población tenga solvencia económica. ¿Y por qué no explica cómo se logra llegar a niveles en donde la población tenga una buena solvencia económica, si él, como diputado federal, sólo se dedicó a vivir del erario como vulgar parásito, avalando como borrego las medidas del gobierno espurio, que es continuidad del de Fox, del de Zedillo y de Salinas? ¿Cómo le explica a la gente que vive con una o dos comidas al día que “tenga más interés y viva en un ambiente de armonía” porque esa es parte de la nueva cultura que le “va a permitir vivir sin preocupaciones día a día”? Pero no terminó ahí la perorata del alcalde, sino que se dio tiempo para hacer recomendaciones que, francamente, ni al caso: “deberían comenzar a invertir en su propia seguridad con capacitaciones y cursos de autocuidado, o por lo menos comenzar con lo básico de no acudir por la noche solos, hacerse acompañar por alguien más al banco, no ser ostentosos, y cada uno de los detalles que hay que cuidar en la persona, en la familia”. ¡Uf! Y apenas lleva tres semanas como presidente municipal. (Fuente: a.m., octubre 12, 13, 18, 20, 21 y 23 de 2009).

Década perdida


El pasado 29 de septiembre, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL), organismo que tiene la responsabilidad de medir la pobreza en México, mediante un comunicado de prensa dio a conocer los datos sobre los niveles de pobreza por entidad federativa, con base en los datos de 2008. Estos datos muestran cómo Guanajuato tendrá prácticamente una década perdida en materia de desarrollo social y humano, y con ello, una década con raquíticos avances en materia de combate a la pobreza.
El documento señala que de los 46 municipios del estado, sólo en 14 de ellos se logró reducir de manera significativa la pobreza alimentaria (carencia de ingresos suficientes para poder comer). En los 32 municipios restantes hubo disminuciones, pero fueron calificadas por el CONEVAL como “poco significativas”.
En materia de pobreza de capacidades los resultados son aún más reducidos: de los 46 municipios, sólo se logró una disminución significativa en 6 de ellos; mientras en lo que respecta a pobreza de patrimonio se consiguieron “avances significativos” en sólo 3 municipios.
Frente a lo anterior, si bien la pobreza alimentaria en el estado se redujo de 18.9% de la población en el 2005 (lo que equivalía a más de 924 mil 182 personas con hambre), a 15.5% en 2006; con los datos al cuarto trimestre de 2008 proporcionados por la Encuesta Nacional de Ingreso y gasto en los Hogares (ENIGH, 2008), el porcentaje de población en pobreza alimentaria repuntó para situarse en el 17.4%, que equivale a 872 mil 953 personas con hambre. Esto significa que en 4 años sólo se ha conseguido que 53 mil personas superen el umbral de la pobreza alimentaria. A este ritmo, tardaríamos 64 años en abatir este nivel de pobreza en el estado.
Lo mismo ocurre con la pobreza de capacidades, la cual pasó del 26.6% al 23.3% de la población entre 2005 y 2006; mientras que para 2008 registró un repunte para situarse en 24.7%. En términos absolutos se está hablando de un millón 301 mil 624 personas en 2005 frente a un millón 238 mil 733 personas en 2008.
En lo que respecta a la pobreza de patrimonio, estamos por arriba del dato registrado en 2005, pues en ese año fue de 51.6%, mientras que en 2008 el porcentaje subió ligeramente a 51.9%. Con esto, el número absoluto de pobres en Guanajuato creció de dos millones 526 mil 507 a dos millones 608 mil 363. El saldo para la presente administración es de un incremento de 81 mil 856 pobres adicionales a los que había en 2005; lo que sitúa a Guanajuato como una de las cuatro entidades del país en las que ha habido incremento en el número de pobres en términos relativos y absolutos.
Asimismo, las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo para el Estado de Guanajuato muestran que desde 2008 los niveles de “desocupación” han crecido significativamente con respecto a años anteriores: al segundo trimestre de 2007 había en la entidad 55 mil 790 personas desocupadas, al segundo trimestre de 2008 la cifra creció a 77 mil 982, mientras que para el mismo trimestre en 2009 la cifra alcanzó 99 mil 908 personas desocupadas. Es decir, hay un nivel de empleo similar al de 1993.
Simultáneamente, ha crecido el número de personas que perciben ingresos por debajo de un salario mínimo: en el segundo trimestre de 2007 eran 212 mil 659 que percibían menos de 50 pesos diarios; al segundo trimestre de 2008 la cifra registrada fue de 220 mil 494 personas; y en el segundo trimestre de 2009 llegó a 266 mil 726.
Un comportamiento similar se observa para quienes ganan entre 1 y 2 salarios mínimos, es decir, entre 49 y 98 pesos diarios: en el primer trimestre de 2007 la cifra era de 412 mil 781 personas, disminuyó en el segundo trimestre de 2008 a 367 mil; pero repuntó al segundo trimestre de 2009 para alcanzar 435 mil 451 personas. (Fuente: correo, 1/X/09).

Intolerancias


Primera. Antes de despedirse del cargo, pero a tiempo de ganarse el cielo, el alcalde panista de Celaya, Gerardo Hernández Gutiérrez, con lágrimas en las pupilas, inauguró una estatua de 10 metros consagrada a la Virgen de la Purísima Concepción, patrona de la ciudad fundada por los españoles en el siglo XVI. Realizada por el escultor Ricardo Motilla, la obra formará parte de un ciclópeo monumento que incluirá dos puertas de 25 metros con los nombres de los héroes de la Independencia y la Revolución, más las efigies de los fundadores que dan nombre a la glorieta que, de aquí en adelante, será el nuevo símbolo de Celaya.
Ante noticias como éstas, no se sabe qué será peor: si el arte monumental patriótico religioso traspapelado en el siglo XXI; la pretensión de restaurar cierta visión conservadora sobre la historia concebida a partir de valores confesionales, o la impunidad con que la derecha pasa sobre la Constitución, inmiscuyendo a autoridades civiles en manifestaciones de culto o de fe a todas luces ilegales.
Para los celayenses no hay misterio sobre la fe de su ex alcalde, pero sí lo hay, y muy grande, en torno a la absoluta falta de transparencia sobre el gasto realizado en la obra que será su legado. Ya se sabe que en esta materia (el arte de repoblar espacios públicos, y a veces privados) hacer negocio es norma general. Sin embargo, hacer una obra de claro tinte religioso con los dineros del Estado no sólo es un abuso, sino una violación impune a la ley que dispone la nítida separación entre las iglesias y el Estado.
Segunda. En León se llevó a cabo un acto que nos vino a recordar cómo la pretensión de imponer ciertos postulados morales lastra la inteligencia de quienes los aceptan y degrada, así sea simbólicamente, la convivencia. Alguien podría argüir el pensamiento de este o aquel filósofo o la fidelidad a determinado código moral o religioso para justificar la defensa furiosa de algunos principios, pero la quema de libros es un viejo acto de intolerancia extrema, así provenga del fanatismo religioso, del temor secular a la diferencia, de la irracionalidad de los individuos o del poder persecutorio del Estado totalitario. Y eso ha ocurrido en León, Guanajuato, hace unos días, cuando un grupo de personas pertenecientes a la Asociación Estatal de Padres de Familia, así como a las organizaciones Suma tu Voz y Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida (Cofavi), conocidas por su cercanía con las posiciones más reaccionarias de la Iglesia católica, exigieron la restitución del libro de texto del gobierno de Guanajuato, quemando el capítulo de higiene y enseñanza sexual del texto vigente elaborado por la Secretaría de Educación Pública.
Mientras las llamas consumían las páginas donde aparecen los órganos reproductores del hombre y la mujer, las mujeres coreaban ¡Huele muy mal! ¡Huele muy mal! Apagada la pira, en declaraciones sin desperdicio, la presidenta de Cofavi, Beatriz Rodríguez, hizo esta vibrante denuncia: “La SEP, mediante los libros, está obligando a mis hijos a usar condón (sic) cuando yo quiero que ellos no hagan nada hasta el matrimonio”. Sea. Pero las palmas se las llevaron a dúo la representante de Suma tu Voz, Lourdes Cázares, y la regidora panista Hortensia Orozco Tejada. La primera al señalar el horizonte de la protesta: “Expresamos nuestro apoyo a la educación sexual basada en valores, y nos manifestamos en contra de imposiciones ideológicas y sin perspectiva de familia”; la segunda, al pedir, con la hoguera encendida, respeto a la soberanía de Guanajuato, el fin de la genitalización del ser humano y la cancelación de los libros, ya que promueven la perversión, la ideología y el disfrute sexual, aunque, para curarse en salud, admitió que no estaba allí ni como edil ni panista, sino en calidad de ciudadana, excusa que ya había usado Vicente Fox para saltarse las mismas trancas legales. Tanta ausencia de valor civil nunca va sola. El señor Alberto Diosdado, secretario de Educación, a quien toca en parte investigar el asunto, declaró a la prensa que ni rechaza ni respeta la determinación de las integrantes de la asociación Suma tu voz y que buscaría un acercamiento con ellos para saber qué pasó.
En definitiva, cuando se trata de quebrantar el Estado laico, así uno de los involucrados sea miembro del ayuntamiento y el otro un secretario del gobierno estatal panista, lo que importa es la comprensión, vale decir, garantizar la impunidad disfrazada de valores.
Estos dos casos, que a muchos parecerán insignificantes o anecdóticos, son reveladores del estado de ánimo que priva en ciertos sectores de la derecha, cada vez más envalentonados desde el triunfo panista de 2000. A partir de ellos se puede seguir la gestación de ese fascismo cotidiano que se nutre, entre otros males presentes, del vacío ideológico, de la crisis de la escuela pública como gran formadora de conciencia nacional, pero también del estancamiento del pensamiento progresista –por no hablar de las izquierdas–, incapaz de ofrecer un proyecto ilustrado vivo, dispuesto a contrarrestar al mismo tiempo el efecto devastador del individualismo capitalista, la ofensiva contra los derechos sociales y los delirios fundamentalistas que fluyen hacia la sociedad desde los grupos de poder religioso y económico.
La indiferencia ante estas manifestaciones de intolerancia, sólo porque ocurren en las regiones y ciudades más tradicionalistas, impide sopesar la urgencia de replantear el tema del laicismo como un componente esencial del Estado democrático mexicano, es decir, como un Estado cuyas fuentes son inseparables de las Leyes de Reforma y sus consecuencias.
El Estado laico no es tema de la historia oficial o un problema derivado de la calidad de las interpretaciones. Es un elemento constitutivo del Estado moderno sin el cual es imposible la democracia y la igualdad, objetivos que nadie se atreve a denunciar como erróneos.
La ausencia de crítica al poder, el conformismo o la complicidad tanto en asuntos morales como históricos, cuya discusión está a la orden del día, propicia la regresión conservadora, tal como se advierte en el voto a favor de la vida, donde la alianza ignominiosa entre el PRI y la derecha en numerosos congresos locales es razón suficiente para hacernos pensar que estamos ante algo más que una señal de la creciente intolerancia de la derecha histórica. No olvidemos que fue el gobierno federal el que impugnó ante la Corte la constitucionalidad misma de la ley sobre la interrupción del embarazo aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
¿Qué sigue? ¿Guanajuatizar México? (Texto de Adolfo Sánchez Rebolledo, La Jornada, 8/X/09).

Fuerza e ilegalidad


El atropello contra el SME constituye, a juzgar por los elementos disponibles, un acto de venganza política del calderonismo ante una organización gremial que se ha caracterizado por su independencia, así como el primer capítulo de un proyecto que apunta a desmantelar y privatizar Luz y Fuerza del Centro, en concordancia con los dictados empresariales del momento y con los dogmas económicos que siguen orientando a la administración en curso. Empero, surgen algunas preguntas: ¿Puede ser liquidada por el patrón una empresa pública o privada que tiene un contrato de trabajo con un sindicato? Además, ¿puede, unilateralmente, el Poder Ejecutivo modificar el capítulo del presupuesto del año en curso para liquidar a la compañía, sin autorización del Congreso? Y todavía más: ¿le está permitido disponer de 20 mil millones de pesos del presupuesto federal para el pago de indemnizaciones, como lo anunció, sin autorización del mismo Poder Legislativo?
Luego del asalto a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC), y de la forma subrepticia en que el gobierno federal decretó la extinción de la paraestatal, Felipe Calderón ensayó un intento de justificación, durante un mensaje (octubre 11) en cadena nacional en el que recurrió a argumentos demagógicos (equiparó los recursos absorbidos por la empresa con el gasto que se destina al combate a la pobreza a través del programa Oportunidades) y al chantaje (señaló que para seguir manteniendo a la empresa hubiera sido necesario subir desproporcionadamente las tarifas eléctricas o aumentar constantemente los impuestos). Además insistió en rechazar que con la liquidación de LFC el servicio de luz vaya a privatizarse, y manifestó un insospechado interés en los trabajadores afectados, a los que ofreció respetar plenamente todos sus derechos y prestaciones.
Tales alegatos no alcanzan para ocultar que se trata de una provocación calculada. Los tutores estratégicos de Calderón creen que la debilidad de la izquierda y el clima de linchamiento al SME claramente instruido a los medios oficializados, dejarán el camino abierto a la derecha prianista para la instauración largamente anhelada del Estado policiaco que mediante una represión institucionalizada permita el saqueo secuencial de la riqueza colectiva. El golpe al SME es el golpe político y social más relevante del felipismo: si la izquierda (social, partidista, electoral) es derrotada en este lance, habrán quedado instaladas las condiciones para una nueva era sombría, con supresión cínica o manipulación discrecional de lo que quedara de derechos y libertades, con manipulación televisiva impune y reforzada, privatización descarada y delincuencial de los bienes nacionales y mano dura en el manejo del país doblegado.
No es el SME ni es un problema laboral: es el intento de establecer, usando al devaluado Calderón de parapeto, una tiranía mediática y empresarial. El triple play buscado es éste: des-hacerse de una organización políticamente adversa, abrirle el camino a futuros negocios priva-tizados de amigos, socios y acreedores, y acelerar el proceso de marginación y criminalización de la protesta pública, en especial la relacionada con el lopezobradorismo. Nadie debe engañarse: las historietas cándidas de lo electoral y el 2012 no tendrán sentido si hoy triunfa la intentona fascistoide. La clave del futuro, si se desea que haya futuro, está en la defensa inmediata del SME como derecho de asociación y de Luz y Fuerza del Centro como patrimonio nacional.
Pero Felipe Calderón no la tiene fácil en su nueva aventura bélica. El Sindicato Mexicano de Electricistas no está manco: cuenta con muchos recursos para enfrentar el desafío gubernamental, a pesar de su disidencia interna y de la campaña mediática en su contra. El SME es un organismo gremial con gran experiencia de lucha, tradición y memoria histórica. Nacido en 1914 después de diversos intentos de organización, es el sindicato industrial más antiguo de México. Su presencia nacional es relevante.
El asalto policiaco y militar contra los trabajadores electricistas es un grave retroceso en la precaria vida democrática del país. Establece un precedente nefasto. Pretender resolver por medio de la violencia un conflicto creado por el mismo gobierno nos retrae a las más negras etapas del autoritarismo. A tres años de gobierno, el desgaste de Felipe Calderón es severo. Su última aventura laboral lo profundizará aún más.
Ya desde el último presidente priísta, Ernesto Zedillo, la burguesía y el gobierno habían decidido privatizar la industria eléctrica. La enérgica y militante respuesta del SME desde 1998 se los había impedido. Se constituyó un frente de resistencia contra la privatización que movilizó a cientos de miles, millones de trabajadores y del pueblo en general durante la última década. Fue una batalla que precedió y preparó las grandes jornadas contra la privatización de PEMEX en los años siguientes de 2007 y 2008.
El primer presidente panista, Vicente Fox, a pesar de sus deseos, tampoco pudo realizar esta urgente tarea que el capital de las grandes empresas energéticas exige al gobierno mexicano. Para Calderón, después de más de tres años de gobierno, de fracaso en fracaso, sin poder realmente legitimarse ante las amplias masas nacionales y habiendo sufrido la humillación de las elecciones intermedias de julio pasado en que su partido salió vapuleado, perdiendo millones de votos, llegó la hora de las decisiones duras. Eligió confrontarse con el SME, en un lance preñado de desafíos. El equipo gobernante venía preparando el golpe desde meses antes. La necesidad de actuar para detener su debacle como paria político, ha sido lo que determinó la decisión de Calderón, frente al peligro no sólo de perder ante el PRI, fortalecido en la batalla de imponer un sucesor en las elecciones presidenciales de 2012, sino de aislarse desde hoy de sus apoyos capitalistas que quieren ganancias más concretas en su gobierno.
La extinción de LFC es, por supuesto, un paso en el proceso en marcha hacia la privatización de la Comisión Federal de Electricidad, que se verá fortalecida con la administración de los haberes de la primera, según el decreto de Calderón. Por más que éste repita que no intenta privatizar la industria, la mentira y el engaño consustanciales en los políticos burgueses apuntan hacia allá. Son los capitalistas los que así lo exigen. Como exigen igualmente que seamos nosotros los trabajadores y nuestras familias las que paguemos la crisis que ellos y su sistema han provocado.
Las corruptas burocracias del otro sindicato electricista, el SUTERM, del SNTE de Elba Esther Gordillo y de los archicorruptos charros del sindicato petrolero, apoyos fundamentales del gobierno, son también sus cómplices en la operación liquidadora del SME. La burguesía quiere que sea el SUTERM, con un contrato colectivo mucho menos favorable para los trabajadores electricistas que el del SME, el que defina las relaciones de trabajo en la industria. El golpe contra el SME busca también fortalecer a los charros como los agentes privilegiados de las políticas patronales en el seno de los trabajadores.
Ciertamente hoy es necesario recurrir a los sectores más amplios. Pero esta es una batalla que se ganará ante todo en las calles, en movilizaciones cada vez más amplias y radicales. Una lucha que deberá ir preparando un GRAN PRIMER PARO NACIONAL EN MEXICO, como la prueba de fuerza capaz de doblegar la soberbia de los pretendidos dueños del país, así como la perfidia de su gobierno panista y sus cómplices priístas. (Fuentes: Editorial, La Jornada, octubre 9 y 12 de 2009; Julio Hernández López, La Jornada, 12/X/09; Enrique Galván Ochoa, La Jornada, 12/X/09; Luis Hernández Navarro, La Jornada, 11/X/09; Declaración de la Liga de Unidad Socialista (LUS), 12/X/09).

Sueños y pesadillas


Su política para Medio Oriente está colapsando. Los israelíes se burlan de él ignorando por completo sus pedidos de detener la construcción de asentamientos en territorio palestino. A su enviado especial, George Mitchell, Tel Aviv le dice sin rodeos que un acuerdo de paz global llevará muchos años. Ahora él quiere que la dirigencia palestina se siente a negociar la paz sin ninguna clase de precondiciones. Por si fuera poco, hace algunos días presionó al presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abbas, para que se olvide del informe del relator de la ONU –el juez Goldstone– sobre los crímenes en Gaza al mismo tiempo que su secretario de Estado Adjunto descalificaba al informe por considerarlo imparcial.
Tras romper su promesa de campaña de llamar a las masacres de armenios en 1915 por parte de la Turquía otomana “genocidio”, ahora urge a los armenios a normalizar sus relaciones con Turquía, nuevamente sin precondiciones. Su Ejército aún enfrenta una insurgencia potente en Irak. No puede decidirse acerca de cómo encarar la guerra en Afganistán. Y la situación en Pakistán empeora cada día que pasa.
Ahora el presidente Barack Obama acaba de ser distinguido con el Premio Nobel de la Paz. Tan sólo ocho meses después de asumir el cargo. Con razón afirmó sentirse “asombrado” cuando se enteró de la noticia. Debería haberse sentido humillado. Pero quizá la debilidad y la falta de resultados sean la nueva clave para ganar este Nobel. Al israelí Shimon Peres también se lo dieron y nunca ganó una elección en su país. Yasser Arafat también lo obtuvo. Y miren lo que le sucedió. Por primera vez en la historia, el comité noruego del Premio Nobel le otorgó el premio a un hombre que no logró absolutamente nada con la vana esperanza de que logre algo en un futuro. Así de mal están las cosas. Así de explosivo está el asunto en Medio Oriente.
Y encima Irán. Después de intentar congraciarse con Teherán hace tan sólo unas semanas en Ginebra, Obama redescubrió las garras del felino cuando, un comandante de la Guardia Revo-lucionaria volvió a advertir que Irán destruiría Israel si este país o Washington osaban atacar-los. Lo dudo. Si destruyen Israel, destruyen Palestina. Son más inteligentes, y su política en caso de apocalipsis es otra: si los israelíes los atacan, los iraníes se limitarán a atacar intereses estadounidenses: tropas y bases en Irak y Afganistán, bases norteamericanas en los países del Golfo y buques de guerra en el estrecho de Hormuz. No harían nada contra Israel, y, de ese modo, según Teherán, Washington conocería el precio por arrodillarse ante sus amos israelíes.
Pero por favor, nada de ataques el 10 de diciembre. Ese día Barack Obama irá a Oslo a recibir su premio por logros que todavía no alcanzó y por sueños que se convertirán en pesadillas.
(Texto de Robert Fisk, rebelión, 11/X/09).

La prensa diaria se muere


El siniestro es descomunal. Decenas de diarios están en quiebra. En Estados Unidos ya han cerrado no menos de ciento veinte. Y el tsunami golpea ahora a Europa. Ni siquiera se salvan los otrora “rotativos de referencia”: El País en España, Le Monde en Francia, The Times y The Independent en el Reino Unido, Corriere della Sera y La Repubblica en Italia, etc. Todos ellos acumulan fuertes pérdidas económicas, derrumbe de la difusión y hundimiento de la publicidad (Inés Hayes, “En quiebra los principales diarios del mundo”, América XXI, Caracas, abril de 2009).
El prestigioso New York Times tuvo que solicitar la ayuda del millonario mexicano Carlos Slim; la empresa editora de The Chicago Tribune y Los Angeles Times, así como la Hearst Corporation, dueña del San Francisco Chronicle, han caído en bancarrota; News Corp, el poderoso grupo multimedia de Rupert Murdoch que publica Wall Street Journal, ha presentado pérdidas anuales de 2 mil 500 millones de euros...
Para recortar gastos, muchas publicaciones están reduciendo su número de páginas; el Washington Post cerró su prestigioso suplemento literario Bookworld; el Christian Science Monitor decidió suprimir su edición de papel y existir sólo en Internet; el Financial Times propone semanas de tres días a sus redactores y ha cercenado drásticamente su plantilla.
Los despidos son masivos. Desde enero de 2008 se han suprimido 21 mil empleos en los periódicos estadounidenses. En España, “entre junio de 2008 y abril de 2009, 2 mil 221 periodistas han perdido su puesto de trabajo” (Según la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, Madrid, 13/IV/09).
La prensa escrita diaria de pago se halla al borde del precipicio y busca desesperadamente fórmulas para sobrevivir. Algunos analistas estiman obsoleto ese modo de información. Michael Wolf, de Newser, vaticina que el 80% de los rotativos norteamericanos desaparecerán (The Washington Post, 21/IV/09). Más pesimista, Rupert Murdoch pronostica que, en el próximo decenio, todos los diarios dejarán de existir...
¿Qué es lo que agrava tan letalmente la vieja delicuescencia de la prensa escrita cotidiana? Un factor coyuntural: la crisis económica global que provoca una mengua de la publicidad y una restricción del crédito. Y que, en el momento más inoportuno, ha venido a acrecentar los males estructurales del sector: mercantilización de la información, adicción a la publicidad, pérdida de credibilidad, bajón de suscriptores, competencia de la prensa gratuita, envejecimiento de los lectores...
En América Latina se añaden a esto las necesarias re-formas democráticas emprendidas por algunos gobiernos (Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela) contra los “latifundios mediáticos” de grupos privados en situación de monopolio. Lo cual desencadena, contra esos gobiernos y sus Presidentes, una sarta de calumnias difundidas por los despechados medios de comunicación dominantes y sus cómplices habituales (en España: el diario El País, que de paso carga contra el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero); (léase Doreen Carvajal, “El País in Rare Break With Socialist Leader”, The New York Times, 13/IX/09. Versión en español: www.internautas.org/html/5722.html).
La prensa diaria sigue practicando un modelo económico e industrial que no funciona. El recurso de construir grandes grupos multimedia internacionales, como se hizo en los años 1980 y 1990, ya no sirve frente a la proliferación de los nuevos modos de difusión de la información y del ocio, vía Internet o los teléfonos móviles (Luis Hernández Navarro, “La crisis de la prensa escrita”, La Jornada, 3/III/09).
Paradójicamente, nunca han tenido los diarios tanta audiencia como hoy. Con Internet, el número de lectores ha crecido de manera exponencial (Léase el informe: “Newspapers in Crisis”: www.emarketer.com/Reports/All/Emarketer_2000552.aspx). Pero la articulación con la Red sigue siendo desdichada. Porque establece una injusticia al obligar al lector de kiosco, el que compra el diario, a subvencionar al lector de pantalla que lee gratuitamente la edición digital (más extensa y amena). Y porque la publicidad en la versión de la web no cunde, al ser mucho más barata que en la versión de papel (en 2008, la audiencia del New York Times en Internet fue diez veces superior a la de su edición impresa, pero sus ganancias por publicidad en la Red fueron diez veces inferiores a las de la edición de papel). Pérdidas y ganancias no se equilibran.
Dando palos de ciego, los rotativos buscan desesperadamente fórmulas para afrontar el hipercambio, y sobrevivir. Siguiendo el ejemplo de iTunes, algunos piden micropagos a sus lectores para dejarles acceder en exclusiva a las informaciones on line (Léase: Gordon Crovitz, “El futuro de los diarios en Internet”, La Nación, Buenos Aires, 15/VIII/09). Rupert Murdoch decidió que, a partir de enero de 2010, exigirá pago por toda consulta del Wall Street Journal mediante cualquier tecnología, ya sean los teléfonos Blackberry o iPhone, Twitter o el lector electrónico Kindle. El buscador Google está pensando en una receta que le permita cobrar por toda lectura de cualquier diario digital, y revertir una fracción a la empresa editora.
¿Bastarán esos parches para salvar al enfermo terminal? Pocos lo creen (léase artículo de Serge Halimi “El combate de Le Monde diplomatique”). Porque a todo lo anterior se suma lo más preocupante: el desplome de la credibilidad. La obsesión actual de los diarios por la inmediatez les lleva a multiplicar los errores. La demagógica solicitud al “lector periodista” para que cuelgue en la web del periódico su blog, sus fotos o sus videos, incrementa el riesgo de difundir engaños. Y adoptar la defensa de la estrategia de la empresa como línea editorial (cosa que hacen hoy los diarios dominantes) conduce a imponer una lectura subjetiva, arbitraria y partidaria de la información.
Frente a los nuevos “pecados capitales” del periodismo, los ciudadanos se sienten vulnerados en sus derechos. Saben que disponer de información fiable y de calidad es más importante que nunca. Para ellos y para la democracia. Y se preguntan: ¿dónde buscar la verdad? Nuestros asiduos lectores conocen (una parte de) la respuesta: en la prensa realmente independiente y crítica; y, obviamente, en las páginas de Le Monde diplomatique en español.
(Texto de Ignacio Ramonet, Le Monde Diplomatique, rebelión, 4/X/09).

Miguel Enríquez: a 35 años de su muerte

Al Pueblo de Chile:
A la Juventud Chilena:

Hermanos y hermanas de Chile.

Les hablo a nombre de las mujeres, hombres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, indígenas mayas en su inmensa mayoría, que resistimos en las montañas del sureste mexicano contra el neoliberalismo y por la humanidad.
Reciban todos y todas, jóvenes chilenos, nuestro saludo zapatista.
Agradecemos a los hermanos y hermanas que hoy nos dieron la oportunidad de que nuestra palabra llegue hasta el Chile rebelde.
Pedimos para ésta nuestra palabra, un lugar en su rabia de ustedes, en su dolor y, sobre todo, en su esperanza.
No voy a hablarles de los zapatistas mexicanos, de nuestra lucha, de nuestros anhelos, de nuestros sueños, de nuestras pesadillas, de nuestra resistencia. Después de todo, comparados con los hombres y mujeres, particularmente los paridos por estas tierras, que han iluminado los cielos de Latinoamérica, los zapatistas seguimos siendo aún una lucecita débil y lejana.
No, nuestra palabra es ahora para unir nuestro saludo y nuestro homenaje a un latinoamericano, a un chileno del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, caído en combate contra la dictadura pinochetista el 5 de octubre de 1974.
Hoy nuestra palabra es para saludar a Miguel Enríquez Espinosa.
Y lo saludamos hoy, hoy que bajo los cielos de América Latina, ésa que duele del Bravo a la Patagonia, los poderosos nos ponen en las manos un puñito de polvo y nos dicen: “Esto es lo que queda de tu patria”.
Y hoy, esos mismos, los de arriba, nos muestran las imágenes de la geografía que han impuesto en parte de nuestros suelos:
Donde había una bandera, hoy hay un centro comercial./ Donde había una historia, hoy hay un puesto de comida rápida.
Donde florecía el copihue, hoy hay un páramo./ Donde había memoria, hoy hay olvido.

En lugar de justicia, limosna./ En lugar de Patria, un montón de escombros.

En lugar de memoria, inmediatez./ En lugar de libertad, una tumba.

En lugar de democracia, un spot publicitario./ En lugar de realidades, cifras.

Ellos, los de arriba, nos dicen: “Éste es el futuro que te prometimos, disfrútalo”./ Eso nos dicen y mienten.

Este futuro se parece demasiado al pasado.
Y, si miramos con atención, tal vez veamos que ellos, los de arriba, son los mismos de ayer.
Los que, igual que ayer, hoy nos piden paciencia, madurez, sensatez, resignación, rendición.
Esto ya lo hemos visto, lo hemos oído antes.
Los zapatistas recordamos. Sacamos la memoria de nuestras mochilas guerrilleras, de nuestros bolsillos de los uniformes de campaña.
Recordamos.
Porque hubo un tiempo en que toda la América Latina estaba aquí nomasito.
Bastaba estirar la mano y se tocaban los corazones de los pueblos latinoamericanos.
Bastaba voltear un poco la mirada y ahí estaban el relámpago desparramado del Amazonas, la cicatriz indeleble de los Andes, el soberbio estar del Aconcagua, la interminable Tierra de Fuego, el siempre inquieto Popocatépetl.
Y con ellos estaban los pueblos que les dieron nombre y vida.
Porque hubo un tiempo en que Chile y todos los países de la América Latina quedaban más cerca de México que el imperio que, desde el norte geográfico y social, impone lejanías a quienes compartimos la vecindad de la historia.
Hubo un tiempo./ Tal vez todavía es ese tiempo.
Hoy, como ayer, el dinero hermana soberbias.
Hoy, como ayer, de la mano de las poderosas transnacionales, el poder militar extranjero pretende hoyar nuestros suelos, a veces embozado en uniformes de ejércitos locales, o con asesores, embajadas, consulados, agentes encubiertos.
Hoy, como ayer, esos dineros intentan comprar certificados legales de impunidad para los gorilas que les sirvieron y que, siempre lo supimos, cuando decían “Patria” no hablaban de Chile, de Argentina, de Uruguay, de Bolivia, de Brasil. No, la bandera que saludaban era la de las barras y las turbias estrellas.
Hoy, como ayer, el norte revuelto y brutal cerca y pretende asfixiar esa solitaria estrella de dignidad que brilla en el Caribe.
Hoy, como ayer, los gobiernos de algunos de nuestros países le sirven de triste comparsa en el innoble empeño de doblegar al pueblo de Cuba.
Hoy, como ayer, el imperio que se abroga el papel de policía mundial y atropella leyes, razones, pueblos, es el mismo.
Hoy, como ayer, quien pretende desestabilizar a gobiernos legales y legítimos, pero que no le son subordinados (ayer Chile, hoy Venezuela, siempre Cuba), es el mismo.
Hoy, como ayer, aquel sistema que se erige sobre la mentira, el engaño, el fraude, la dictadura del dinero, pretende damos lecciones de democracia, de libertad, de justicia.
Hoy, como ayer, quien democratiza el dolor, la miseria, la muerte para los pueblos de nuestra América, es el mismo.
Hoy, como ayer, quien persigue, quien tortura, quien encarcela, quien mata, es el mismo.
Hoy, como ayer, se nos hace la guerra, en veces con balas, en veces con programas económicos, siempre con mentiras.
Hoy, como ayer, el terror real, el que de arriba viene, llama al dios para justificarse.
Hoy, como ayer, se pretende ocultamos que sí, que es un dios quien los alienta, pero es el dios del dinero.
Hoy, como ayer, en algunos países los pusilánimes son gobiernos.
Hoy, como ayer, las claudicaciones se disfrazan con argumentos complejos, encuestas, trajes de marcas exclusivas, espejos vueltos del revés.
Tal vez todavía es ese tiempo./ Tal vez no.
Porque hoy, el nuevo y complicado ropaje con el que se viste la brutalidad de la ganancia para los menos, a costa de la pérdida para los más, lleva adelante una verdadera guerra mundial contra la humanidad.
Naciones enteras son devastadas./ Se conquistan territorios.
Se reordena la geografía mundial./ Se derrumban las fronteras para los dineros y se alzan para los pueblos.
Las culturas históricas de nuestros pueblos tratan de ser suplantadas por frivolidades instantáneas.
En algunos países, en lugar de gobiernos nacionales hay gerencias regionales.
Se malbaratan los recursos naturales, la tierra, la historia; y sobre las cordilleras que zurcen y unen América desde el sur del Bravo hasta la Tierra de Fuego, quieren plantar un letrero que anuncia, que advierte, que amenaza: “Se vende”.
Los pobres, los desposeídos, es decir, quienes forman la inmensa mayoría de la humanidad, son confiscados y clasificados.
Confiscados de su dignidad, clasificados en las periferias de las grandes ciudades, en las orillas de los programas gubernamentales, en los rincones del futuro que ahora se decide, en algunos países, no en los parlamentos o en las casas nacionales de gobierno, sino en las juntas de accionistas de las multinacionales.
Hoy la explotación es más brutal que nunca antes en la historia de la humanidad, hoy el cinismo es credo filosófico de quienes pretenden gobernar el planeta, es decir, de quienes tienen todo, menos vergüenza.
Hoy la guerra contra la humanidad, es decir, contra la razón, es más mundial que nunca antes.
Hoy la guerra es en todos los frentes y en todos los países.
Si ayer era un deber oponerse, luchar, resistir frente a la estúpida lógica de la ganancia, hoy es, simple y llanamente, un asunto de supervivencia individual, local, regional, nacional, continental, mundial.
Hermanos y hermanas de Chile:
Hubo un tiempo en que toda la América Latina quedaba aquí nomasito.
Tal vez todavía es ese tiempo.
Tal vez la memoria colectiva que, como latinoamericanos nos da identidad, tome nombres y fechas en el calendario para decir, para decimos, que hay una patria más grande que la que nos da bandera.
¿Con cuántos nombres se viste el calendario del dolor de nuestras tierras?
Si en nuestra América, Ernesto Che Guevara es uno de los nombres con el que Octubre se levanta, el calendario de los de abajo que somos se ilumina cuando se llama Turcios Lima y Yon Sosa en Guatemala, Roque Dalton en El Salvador, Carlos Fonseca en Nicaragua, Camilo Torres en Colombia, Carlos Lamarca y Carlos Marighela en Brasil, Inti y Coco Peredo en Bolivia, Raúl Sendic en Uruguay, Roberto Santucho en Argentina, César Yáñez en México.
Y sólo nombro a algunos de los muchos que decidieron en nuestra América Latina, en su tiempo y en su modo, ponerle un gatillo a la esperanza y que, a la dosis de ternura que nos exige Latinoamérica para amarla, agregaron una cierta dosis de plomo... y de sangre... su sangre.
El problema con todos esos que duelen en el calendario, es que no se van así nomás. No, al contrario, se van dejándonos como una deuda, como algo que debemos saldar para poder nombrarlos sin vergüenza, sin pena.
Hay quien señala que aquellos hombres y mujeres que tomaron y toman como camino la rebeldía armada tuvieron, o tienen, una fascinación por la muerte, vocación para el martirio, ansias mesiánicas; que sólo desean un lugar en las canciones de protesta, en las poesías, en los corridos populares, en las camisetas juveniles, en los puestos de souvenirs del turismo revolucionario.
Hay quien piensa y dice que las causas se derrotan cuando mueren quienes las luchan, es decir,

quienes las viven.

Hay quien dice que el doloroso octubre latinoamericano rompió en pedazos la esperanza en Chile, en Uruguay, en Argentina, en Bolivia, en México, en toda la América Latina.
Pued
e que sea así./ Pero puede que no,

Puede ser que quienes, como Miguel, se armaron para decir “No”, en realidad estaban diciendo “Sí” a un mañana entonces lejano.
Puede ser que quienes, como Miguel, pusieron fuego a su palabra, no lo hicieron para incendiar con la muerte, sino para iluminar la vida.
Puede ser que quienes, como Miguel, pensaron y dispararon, no lo hicieron para tener un lugar en el museo de la nostalgia revolucionaria, sino para que los pueblos, todos, tuvieran un lugar en el mundo.
Puede ser que el calendario en el que transcurra el mañana no tenga nombres o, mejor aún, tenga todos los nombres.
Porque puede ser que para eso fue que las ausencias que dolemos en cada mes latinoamericano, pusieron una crucecita en el calendario, como la que duele este 5 de octubre.
Puede ser, porque esas ausencias, en lugar del hueco, dejan las ganas de luchar la esperanza, que es así como nosotros los zapatistas decimos “cambiar el mundo”.
Puede ser./ Puede ser que la esperanza se alimente, como nuestra América, de la memoria.
Y puede ser que la memoria no sea otra cosa que el pegamento para volver a unir la esperanza que se ha roto en el calendario que nos imponen.
Puede ser que esa memoria, la que hoy nos convoca y vuelve a poner a la América Latina aquí nomasito, no sea una herencia que esos dolores nos legaron, sino un deber que nos marcan.
Puede ser./ Tal vez para saberlo es que estamos aquí, incluso los que no estamos.
Porque puede ser que el hoy no sea igual al ayer.
Un revolucionario chileno, de ésos que hacían temblar cuando empuñaban una guitarra, Víctor Jara, tal vez pensando en los tiempos que hoy cargamos, dijo, nos dijo, nos dice que “Es difícil encontrar en la sombra claridad, cuando el sol que nos alumbra descolora la verdad”. Y dijo, nos dijo, nos dice: “Ojalá encuentre camino para seguir caminando”.
Y fue en tierras chilenas, hace mucho tiempo, que Manuel Rodríguez dijo, nos dijo, nos dice, como mostrando el camino, “Aún tenemos Patria ciudadanos”.
Y otro uno, también chileno, aquí nomás cerca y bajo la metralla que le buscaba el corazón, tuvo la entereza y sabiduría para decir, para decirnos, “más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”.
Puede ser que el hoy no sea igual al ayer.
Puede ser que se hayan aprendido las lecciones y, pronto, donde antes se emborronaban cuartillas en la historia latinoamericana, se enmendará la letra y terminará por leerse, con la claridad de quienes miran desde abajo, que “democracia”, “libertad” y “justicia” son palabras graves y que se acentúan en el corazón, es decir, en el lado izquierdo del pecho colectivo que somos.
Quisiera decir que venceremos, que no nos moverán, que el futuro será nuestro, que romperemos mil cadenas, que la libertad es un horizonte cercano; pero nosotros los zapatistas creemos que no será así porque lo depare un destino oculto o manifiesto, sino porque trabajemos y luchemos por ello.

Hermanos y hermanas:
Esto quiere decirles nuestra palabra:
Bien haya la vena abierta de América Latina que se llama Chile y que tiene en la sangre no a la ITT, no a la Anaconda Copper, no a la United Fruit, no a la Ford, no al Banco Mundial, no a Pinochet, ni a los nombres con los que ahora se visten unas y otros, sino a sus obreros, sus campesinos, sus estudiantes, sus mapuches, sus mujeres, sus jóvenes, su Víctor Jara, su Violeta Parra, su Salvador Allende, su Pablo Neruda, su Manuel Rodríguez, su Miguel Enríquez, su memoria.
Hermanos y hermanas de Chile:
Reciban todos y todas el saludo de quienes los admiramos y queremos, nosotros, los zapatistas mexicanos.
¡Salud Chile!

Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos. México, Octubre del 2009

P.D. Disculpen si mis palabras no han sido una arenga, como si lo fue la vida y la muerte de quien, treinta y cinco años después, hoy nos llama. En realidad nosotros sólo queríamos aprovechar este acto para pedirles a todos ustedes, humildemente, respetuosamente que, en nuestro nombre, pongan un rojo copihue en la tierra que lo guarda, y que le digan a él que acá, en las montañas del sureste mexicano. Octubre también se llama Miguel.˜

(Texto de Subcomandante Insurgente Marcos, noticias de la rebelión, 8/X/09).

Palabras para las vísperas

EDUARDO GALEANO

Falta muy poquito para que el pueblo uruguayo elija nuevo gobierno.
Al mismo tiempo, en las mismas urnas, se somete a plebiscito la posibilidad de liberarnos de dos palos metidos en la rueda de la democracia.
Uno de esos palos es el que impide el voto por correo de los uruguayos que viven en el extranjero. La ley electoral, ciega de ceguera burocrática, confunde la identidad con el domicilio. Dime dónde vives y te diré quién eres. Los uruguayos de la patria peregrina, en su mayoría jóvenes, no tienen derecho de voto si no pueden pagarse el pasaje. Nuestro país, país de viejos, no sólo castiga a los jóvenes negándoles trabajo y obligándolos al exilio, sino que además les niega el ejercicio del más elemental de los derechos democráticos. Nadie se va porque quiere. Los que se han ido, ¿son traidores? ¿Es traidor uno de cada cinco uruguayos? ¿Traidor o traicionado?
Ojalá los uruguayos acabemos de una vez con esta discriminación que nos mutila.
Y ojalá acabemos también con otra discriminación todavía peor, la ley de impunidad, Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado, bautizada con ese nombre rocambolesco por los especialistas en el arte de no llamar a las cosas por su nombre.
La Corte Suprema de Justicia acaba de dictaminar que esa ley viola la Constitución. Desde mucho tiempo antes se sabía que también viola nuestra dignidad nacional y nuestra vocación
democrática. Es una triste herencia de la dictadura militar, que nos ha condenado al pago de sus deudas y al olvido de sus crímenes.
Sin embargo, hace 20 años, esta ley infame fue confirmada por un plebiscito popular. Algunos de los impulsores de aquel plebiscito estamos reincidiendo ahora, y a mucha honra: perdimos, por muy poco pero perdimos, y no nos arrepentimos. Creemos que aquella derrota nuestra fue en gran medida dictada por el miedo, un bombardeo publicitario que identificaba a la justicia con la venganza y anunciaba el apocalipsis, larga sombra de la dictadura que no quería irse; y creemos que nuestro país ha demostrado, en estos primeros años de gobierno del Frente Amplio, que ya no es aquel país que el miedo paralizaba.
Eso creemos, digo, y ojalá no me equivoque.
Ojalá triunfe el sentido común. El sentido común nos dice que la impunidad estimula al delincuente. El golpe de Estado en Honduras no ha hecho más que confirmarlo. ¿Quién puede sorprenderse de que los militares hondureños hayan hecho lo que han venido haciendo desde hace muchos años, con el entrenamiento del Pentágono y el visto bueno de la Casa Blanca?
La lucha contra la impunidad, impunidad de los poderes y los poderitos, se está desarrollando en los cuatro puntos cardinales del mundo. Ojalá nosotros podamos contribuir a desenmascarar a los defensores de la impunidad, que hipócritamente ponen el grito en el cielo ante la inseguridad pública, aunque bien saben que los ladrones de gallinas y los navajeros de barrio son buenos alumnos de los banqueros y los generales recompensados por sus hazañas criminales.
Ojalá el próximo domingo confirme nuestra fe en una democracia sin coronitas, ni las coronitas del uniforme militar, ni las coronitas del dinero.
Ojalá podamos envolver esta ley en papel celofán, en un paquete bien atado, con moña y todo, para enviársela de regalo a Silvio Berlusconi. Este gran mago de la impunidad universal, que ha atravesado más de 60 procesos y no conoce la cárcel ni siquiera de visita, nos agradecerá el obsequio y seguramente sabrá encontrarle alguna utilidad.
Ojalá.
Lo único seguro es que pase lo que pase, la historia continuará, y continuará el incesante combate entre la libertad y el miedo.
Yo suelo invocar una palabra, una palabra mágica, una palabra abrepuertas, que es, quizá, la más universal de todas. Es la palabra abracadabra, que en hebreo antiguo significa: Envía tu fuego hasta el final. A modo de homenaje a todos los fuegos caminantes, que van abriendo puertas por los caminos del mundo, la repito ahora:

Caminantes de la justicia,
portadores del fuego sagrado,
¡abracadabra, compañeros!

(Versión del discurso pronunciado en el Obelisco de Montevideo, en el cierre de la campaña contra la ley de impunidad, la noche del 20 de octubre, cinco días antes de las elecciones del domingo 25). (Tomado de La Jornada, 21/X/09).