lunes, 31 de octubre de 2011

PORTADA

EDITORIAL: “El Año de Hidalgo”

Como una tradición muy arraigada, fomentada e impulsada tanto por los gobiernos autoritarios, como por los gobiernos humanistas, el “Año de Hidalgo” ha de celebrarse en este municipio con todas las de la ley, como debe ser, sin medias tintas, y con las uñas bien agarradas a todo lo que huela a billete, a cuenta bancaria o a transacción. Después de dos años de nulidad de parte de quien conduce las riendas de San Francisco –es un decir–, la tradición llegará a su destino. En este reino del caos, donde el cambio es una ilusión, todo el estercolero pasa de una administración a otra y, la única novedad, son los nombres que estarán en los diferentes puestos como funcionarios públicos en la administración por venir.

El “Año de Hidalgo” es el último en que los funcionarios salientes del municipio elevan las manos al cielo, con una única consigna: “Chingue su máuser el que deje algo”, y, otra vez, como en un carrusel, la familia feliz festeja: ¡El rey ha muerto, Viva el rey! Práctica ritual de los dueños del poder de este municipio, herencias que pasan de generación en generación: que se vaya el actual príncipe, que venga el nuevo amo, tan rapaz y ambicioso como todos. Una tradición que ha sido institucionalizada a fuerza de ser repetida una y otra vez. ¿Cuentas claras? No hombre, las distintas administraciones se cubren las espaldas unas a otras, aquí nadie es delincuente, todos los que se van son seres angelicales que, aunque dejen las finanzas temblando, serán respetados por honestos y brillantes, con obras infladas donde ni el valor, mucho menos el costo es lo que importa. En San Francisco quedarán inconclusos muchos proyectos, después de dos años perdidos en los que abundaron los planes, las promesas, los discursos y los berrinches; es decir, esta administración ha sido pura saliva y bilis; sin embargo, las cifras son alegres y cuadran.

En este “Año de Hidalgo”, de manera soterrada, para no hacer olas, ya se balconean dentro de sus respectivas facciones, los suspirantes a ocupar el máximo puesto burocrático en el municipio; donde por la gracia de los caciques en San Francisco, podrán ocupar ese anhelado puesto. En pocos meses más, se anunciará la nueva buena: ¡Que comience la farsa electoral! ¡Que la ciudadanía exprese libremente su deseo de llevar al mejor hombre o mujer a ocupar el puesto de la ilusión! Y así será, el reloj marcará la hora en que el nuevo príncipe cargará con la responsabilidad de llevar a cuestas el progreso de este caótico municipio, sumido en el desorden, el ambulantaje, la inseguridad, el analfabetismo funcional, la explotación infantil en los centros de trabajo, el hacinamiento en un alto porcentaje de las viviendas, el clandestinaje de bebidas alcohólicas, prostitución, laboratorios procesadores de drogas, tráfico de menores y el desempleo, los pésimos servicios, así como el rezago en el campo.

Tarea titánica la de componer este municipio, y más aún, con la plaga endémica consistente en tanta rata metida a político, simples burócratas que por tráfico de influencias llegaron al puesto que ocupan. Esta mediocre administración sólo generó una nueva camada de gente vividora.

EDITORIAL: Moralina sublevada

En la Corte, las armas oscurantistas se cubrieron de escoria mientras en San Lázaro los afanes neoporfiristas fueron diferidos para ser resueltos después de las elecciones de 2012. Escaramuza conservadora en dos pistas, con los personeros de Felipe Calderón asumiendo roles protagónicos sin careta: el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo definiendo con su voto clave el desenlace del litigio sobre el aborto y el diputado Alberto Becerra Pocoroba presionando a una frágil perredista para que apoyara las pretensiones releccionistas.

No te hago ministro para que votes en mi contra, sería la adecuación felipista de la famosa frase de José López Portillo referida al control de la prensa mediante la asignación de publicidad gubernamental. Dos veces batalló Calderón para hacer ministro de la Corte a Pardo Rebolledo. La primera, fallida, fue en 2009; la segunda, exitosa, en 2010. El 28 de septiembre, en un escenario incendiado por el oportunismo electoral del promovente Felipe, el ministro Pardo respondió a las expectativas puestas en su contratación, y con una jugada ampliamente prevista impidió que se juntara el número de votos necesario para frenar las modificaciones constitucionales en Baja California que establecen el derecho a la vida desde el momento de la concepción, conforme a los criterios clericales y conservadores en lucha por blindar entidades federativas (ya llevan 18) contra el ejemplo liberal de la ciudad de México.

Fue una victoria ajustada y apagada de la moralina insurrecta. Conforme a las reglas, los opositores a las letras bajacalifornianas reformadas no alcanzaron la mayoría calificada (ocho, de 11 votos posibles) y por tanto la normativa impugnada se quedó tal cual, a pesar de que siete ministros se esforzaron en demostrar la improcedencia de lo legislado en la entidad norteña largamente dominada por el PAN (aunque ahora está pintada de tres colores, apenas con un simbólico personaje panista, al que llaman gobernador, rodeado de opositores en el congreso y las alcaldías).

El resultado final del forcejeo sobre el aborto es favorable al impúdico ocupante de Los Pinos, que movió cuanto pudo para presionar a la Corte hacia posiciones conservadoras y para predisponer a la opinión pública en contra de los ministros si estos actuaban “contra la vida”. Es probable que la ganancia neta del episodio quede más en las cuentas políticas de la señora Margarita (especialmente dedicada a mantener vínculos con las comunidades religiosas influyentes, no sólo con las cristianas sino sobre todo con la católica) que en las del estresado y cada vez más solitario Felipe. También es posible que el saldo acabe siendo más favorable para las poses de beatitud política de Josefina Vázquez Mota (que en la cúpula de la iglesia dominante hace descansar buena parte de sus esperanzas presidenciales) que para el inexpandible Ernesto Cordero. Pero, sin duda, el freno a la intención de enmendar planas conservadoras en Baja California constituye un triunfo para el panismo calderonista, que tratará de ser convertido en moneda electoral en el tramo que culminará en julio del año entrante.

Ese día, en San Lázaro, sin embargo, el proyecto panista de consolidación de las elites políticas mediante la relección no pudo avanzar en una de las dos comisiones que deben analizar lo que con exageración es llamada reforma política. El dulce cuento panista de la democracia todopoderosa que premia y castiga a los políticos dándoles o quitándoles la posibilidad de seguir en el cargo mediante límpidas y respetabilísimas elecciones fue apoyado por el PRD y el PT, pero el PRI se negó a consolidar tal historieta aunque sin echarse en contra abiertamente al activismo ciudadano que impulsa la agenda blanquiazul de neoporfirismo: que sea el pueblo el que decida, declaró Poncio PRIlatos, agarrándose del clavo ardiente de la consulta popular que esa misma comisión aprobó. Con plazo y cuotas: que sea después de las elecciones de 2012 y que vote más de 40 por ciento de la lista nominal de electores.

Ante la marrullería tricolor, surgió una impensada heroína al revés: la diputada perredista por Zitácuaro, Michoacán, Dina Herrera Soto, que de manera tragicómica dejó ejemplo de la débil textura de lo que es llamado la representación popular. A pesar de que el chuchismo-ebrardismo, en sabida alianza con el PAN, había decidido apoyar la relección inmediata, la diputada Herrera decidió abstenerse y, con ello, permitió que el PRI, más un diputado del Verde Dolarista, tuvieran un sufragio de más y ganaran la votación. En resumen: esa comisión no aprobó la relección inmediata.

(Texto de Julio Hernández López, La Jornada, 29/IX/11).

EDITORIAL: ¿Rescate financiero o alineamiento político?

El carácter insólito del acuerdo alcanzado entre el gobierno de Coahuila y diversas instituciones bancarias para refinanciar la astronómica deuda pública de esa entidad –que en el pasado lustro pasó de 300 millones a casi 34 mil millones de pesos–, a menos de un año de la contienda electoral de 2012 y en medio de los duros señalamientos formulados en contra del ex gobernador y dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, obliga a preguntarse por la lógica que subyace en semejante operación.

La inquietud sobre este tema es ineludible, en primer lugar por la hipoteca que supone para las finanzas públicas de esa entidad fronteriza. Debe recordarse que, en el contexto de las negociaciones para la restructuración de la deuda del gobierno de Saltillo, el congreso coahuilense autorizó, el pasado 28 de septiembre, el uso total del impuesto sobre nómina como garantía a los acreedores, en lo que constituyó una decisión impresentable: el Legislativo local no sólo no corrigió la actitud de voraz endeudamiento con que se condujo el gobierno de ese estado durante la administración de Humberto Moreira, sino que comprometió por dos décadas un recurso que constituye el principal ingreso fiscal de la entidad –fuera de las participaciones federales–, con el único fin de garantizar el pago y, en consecuencia, la ganancia de los bancos.

Es conveniente detenerse, por lo demás, en la dimensión propiamente política de esta circunstancia. La estratosférica deuda pública en Coahuila se había convertido en un tema incómodo, por decir lo menos, para el PRI y su actual dirigencia –se recuerdan, por ejemplo, los ataques emprendidos en contra de Moreira por el extitular de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, y la reciente denuncia interpuesta ante la Procuraduría General de la República por esa misma dependencia– y un punto de golpeteo y de conflicto entre ese partido y el gobierno federal y la dirigencia del PAN.

En tal contexto, resulta relevante que las instituciones bancarias del país decidan respaldar financieramente a la administración priista en Coahuila –actualmente encabezada por Jorge Torres–; que den, con ello, un espaldarazo tácito al propio Moreira, y que lo hagan en un momento político prelectoral. La lectura resulta inevitable: en medio de la pugna entre la dirigencia priista y el partido que aún detenta el poder, los banqueros parecen haber tomado partido en favor de la primera, y ello sería indicativo, a su vez, de un desplazamiento de las simpatías del sector privado del panismo al priismo, con miras a reforzar posiciones de intereses a corto y mediano plazo. A fin de cuentas, los dueños de los capitales en México no suelen dar pasos en falso, y en política no hay favores, sólo intercambios.

Con tales antecedentes, la operación de salvamento del gobierno coahuilense, más que una decisión de índole financiera pareciera el anuncio del realineamiento de los grandes capitales que hace seis años fueron los más resueltos promotores de la candidatura presidencial de Felipe Calderón. La perspectiva insoslayable es una nueva oleada de pagos de favores recibidos y facturas pendientes entre los dueños del poder y los amos del dinero, y de las consecuentes afectaciones para la sociedad mexicana.

(Editorial de La Jornada, 1/X/11).

EDITORIAL: Palestina, ante la inmoralidad de Washington

El 21 de septiembre, en un discurso pronunciado ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que no existe atajo para la solución del conflicto palestino-israelí, que la paz no llegará mediante declaraciones y resoluciones en la ONU, y que son los israelíes y los palestinos, no nosotros, los que deben llegar a un acuerdo en los temas que los dividen. Tales declaraciones se suman a la decisión, anunciada en días previos por el gobierno de Washington, de vetar, en su calidad de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, la solicitud del reconocimiento de un Estado palestino.

Los señalamientos formulados por el mandatario estadunidense dejan ver la miseria moral y el doble discurso de Washington y sus aliados, que apenas unos días antes aceptaron, sin ningún trámite de por medio, la incorporación a la ONU del Consejo Nacional de Transición en Libia –conformado por fuerzas opositoras al régimen de Muamar Kadafi– y en cambio siguen regateando el derecho del pueblo palestino a constituir un Estado soberano, como demandan las resoluciones 242, 338 y 3236 del organismo multinacional.

La negativa pertinaz a que Palestina ocupe el sitio que le corresponde en la comunidad internacional plantea, por lo demás, una perspectiva lamentable, pues, lejos de abonar al cumplimiento de las reivindicaciones legítimas de ese pueblo, parece parte de un plan destinado a borrar del mapa a ese grupo nacional. Resulta indignante que el actual ocupante de la Casa Blanca recurra a argumentos pueriles, como la insistencia en la negociación bilateral como única salida al conflicto y la afirmación de que la resolución del mismo no se alcanzará mediante resoluciones de la ONU, cuando el belicismo y la unilateralidad del régimen de Tel Aviv han cancelado esa vía y han demostrado que la pacificación en Medio Oriente difícilmente se conseguirá fuera del ámbito de Naciones Unidas y el derecho internacional.

La falta de solución del añejo conflicto entre Israel y Palestina plantea, la perspectiva de una fractura de la comunidad internacional, de un mayor aislamiento de Tel Aviv en la región y en el mundo y de un aumento de tensiones en Medio Oriente. Si tal perspectiva se concreta, el principal responsable será el gobierno de Washington.

(Editorial de La Jornada, 22/IX/11).

EDITORIAL: Los hombres de negro

Actúan en 70 naciones del mundo –por ahora– y no precisamente en la TV. Son comandos de las fuerzas de operaciones especiales de los EE.UU. que así visten y en este minuto mismo están haciendo algo de lo suyo en alguna parte: ejecuciones extrajudiciales, secuestros, espionaje, construcción de bases y prisiones secretas, financiación y entrega de armas y entrenamiento en prácticas idénticas a nacionales de numerosos países del planeta. Entre otras cosas, enseñan cómo matar a civiles paquistaníes o somalíes con aviones no tripulados (nationinstitute.org, 12/VII/11). El manto de clandestinidad que los envuelve empezó a rasgarse con el operativo que terminó con Osama bin Laden.

El Comando de Operaciones Especiales de EE.UU. (Socom, por sus siglas en inglés) se estableció en 1987, su misión consiste en combatir al terrorismo en todo el mundo y es una fuerza combinada de marines, comandos de la fuerza aérea, boinas verdes, rangers, asesores y militares de otras ramas. No ha cesado de crecer desde su creación: de 37 mil efectivos a comienzos de los ‘90 pasó a unos 60 mil, su presupuesto se ha cuadruplicado y asciende hoy a 9 800 millones de dólares (bloomberg.com, 7/VI/11) y, sobre todo, se ha convertido en una suerte de Pentágono dentro del Pentágono. Goza de independencia para adquirir armas y puede organizar sus propios equipos de tareas, prerrogativas en general reservadas a instancias de mayor jerarquía, como el Departamento de Marina y el Departamento de Ejército.

La criatura preferida de ese hijo preferido del Pentágono es el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC, por sus siglas en inglés): su misión fundamental es perseguir y asesinar a sospechados de terrorismo. Informa y responde directamente a Obama, y en su lista de candidatos a difunto figuran ciudadanos estadounidenses (washingtonpost.com, 27/I/10). Para John Nagel, ex asesor de contrainsurgencia del próximo director de la CIA, el general David Petraeus, el JSOC es “una máquina contraterrorista de matar casi a escala industrial” (pbs.org, 17/VI/11).

El Socom tenía presencia en 60 países al concluir la era W. Bush y Obama aumentó su despliegue a 75 (washingtonpost.com, 27/I/10). El 85% de sus efectivos opera en veinte países del Gran Medio Oriente, desde Afganistán, Yemen y Egipto, hasta Siria, Jordania y Turkmenistán (armedservices.house.gov, 3/III/11). El resto, desde el sudeste asiático hasta el Cono Sur pasando por Centroamérica. Pero esto no ha de quedar así: el coronel Tim Nye, vocero del Socom, anunció que los hombres de negro estarán a fines de este año operando en 120 países, el 60% de las naciones de la Tierra. En fin, no es el mundo entero todavía.

El periodista Ron Suskind recuerda en su libro The One Percent Doctrine (Simon & Schuster, Nueva York, 2006) el plan destinado a llevar a cabo “operaciones detalladas contra terroristas en 80 países” que preparó la CIA en el 2001. Casi al mismo tiempo, el entonces jefe del Pentágono Donald Rumsfeld declaró que EE.UU. estaba embarcado en “un amplio esfuerzo conjunto que probablemente englobe a 60 países” (news.bbc.co.uk, 16/IX/01). Obama, por lo visto, le duplica la apuesta.

El mandatario estadounidense ha aumentado además el número de bases militares, secretas y no, en la región del “arco de inestabilidad”, que llega hasta las fronteras con China. Se ha convertido en un eficaz vendedor de armas a esos países y “documentos del Pentágono y de otras fuentes públicas indican que los organismos militares y de inteligencia de EE.UU. operan en todas las naciones del arco, sin excepción” (tomdispatch.com, 3/VIII/11). En este campo, Obama no sólo ha vencido a W. Bush: también se ha derrotado a sí mismo, al Obama que se opuso a la guerra de Irak aun antes de que comenzara.

(Texto de Juan Gelman, página 12, 22/IX/11).

MUNICIPAL: San Francisco: en busca de tierra firme

Introducción. Vivimos en un lodo social y político en que no es posible distinguir el mundo de lo legal y el de lo ilegal, el mundo de las instituciones y el del crimen. Hace cuatro décadas Foucault abrió una línea de reflexión sobre el poder que no quisimos seguir. Mostró, entre otras cosas, que en vez de separar lo legal de lo ilegal la ley no hace sino gestionar ilegalismos como privilegio de clase. No es un estado de paz, sino una batalla perpetua. Únicamente una ficción puede hacer creer que las leyes están hechas para ser respetadas, que la policía y los tribunales están destinados a hacer que se las respete. No basta saber que las leyes están hechas por unos e impuestas a los demás. Hay que descubrir, además, la falacia inherente al Estado de derecho. El ilegalismo, que atraviesa toda la estructura gubernamental, desde la federal hasta la municipal, no es accidente o imperfección, sino elemento central del funcionamiento social. Todas las leyes articulan espacios en los que la ley puede ser violada, con otros en que puede ser ignorada, con otros en los que las infracciones pueden ser sancionadas. En el límite, se puede decir que la ley no está hecha para impedir tal o cual tipo de comportamiento, sino para diferenciar las maneras de vulnerar a la misma ley (Foucault, Un diálogo sobre el poder, 2008, p 12). (Tomado de Gustavo Esteva, La Jornada, 19/IX/11).

1. Según datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, realizada por el Inegi, cuyos resultados fueron difundidos el pasado 20 de septiembre, 24% de la población mayor de 18 años en nuestro país fue víctima de la criminalidad durante 2010, año en el que se registraron 22 millones 714 mil 927 delitos del fuero común, de los cuales la mayoría –más de 92%– no fueron denunciados ante las autoridades competentes. Tales cifras se inscriben en un clima caracterizado por el colapso de la seguridad pública y el avance de un sentimiento de temor y zozobra generalizados en la población, que, derivan, fundamentalmente, de las expresiones de violencia y criminalidad relacionadas con la estrategia de seguridad emprendida por el gobierno federal hace casi un lustro. En nuestro estado, en el rubro de procuración de justicia para el periodo enero-agosto de 2011, hubo 55 mil 624 averiguaciones previas, y de ellas, solamente 5 mil 849 fueron consignadas, es decir, un poco más del 10% (guanajuato.gob.mx). Más aun, la delincuencia organizada dispersó sus células por los 46 municipios de Guanajuato dejando huellas de sangre principalmente en 29 localidades en los últimos cuatro años, con un repunte en los delitos de alto impacto como el secuestro, que creció 900%. Celaya, León, Irapuato, Salamanca, San Francisco del Rincón, Silao, Guanajuato, Moroleón, Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende se encuentran entre la treintena de puntos disputados por la delincuencia organizada (El Universal, 23/III/11). A la luz de esos datos, es evidente que nos encontramos ante una escandalosa impunidad, una fracasada política de seguridad y un quebranto generalizado del Estado de derecho.

El auge de la actividad delictiva es achacable a la incapacidad, la actitud omisa y la corrupción que campean en todos los niveles de gobierno y en los distintos órdenes del poder político. En San Francisco, existen problemas que se magnifican por la falta de tacto político de gente cercana al alcalde, como el impresentable y nefasto Pascual Sánchez, secretario particular del barbado jefe; quien, lejos de dar cumplimiento a la normatividad que rige las relaciones entre autoridad y gobernados, impide la aplicación de la ley en contra de quienes la infringen, abonando al clima de impunidad en que se vivimos. Para colmo, el incumplimiento de las autoridades respecto de su labor fundamental no sólo redunda en la pérdida de vidas, de bienes materiales, de certeza jurídica, de salud institucional y de paz pública, sino también conlleva una afectación considerable a la economía de las familias. (Tomado de Editorial de La Jornada, 21/IX/11).

2. En el contexto narrado anteriormente, y de acuerdo al secretario de Salud estatal, las cifras de suicidio se han incrementado 12% en Guanajuato, con respecto al año pasado, con un registro de 240 casos. Según el Inegi, para 2005, Guanajuato ocupaba el sexto lugar a nivel nacional con mayor número de suicidios (a.m., 23/IX/11). En San Francisco, van 12 casos de suicidio en lo que va del año, según el Caises. Su directora, Catalina Guerrero López, da un diagnóstico: “gente desempleada, compromisos económicos con deudas que no se pueden pagar ante la falta de ingresos, y la inmovilidad económica sentida en la ciudad, es al parecer el principal factor que tiene deprimido a un fuerte sector de la población económicamente activa” (a.m., 23/IX/11). “Este fenómeno no se manifiesta en todos los estados, sólo en algunos, pero definitivamente la violencia y la inseguridad social han sido un indicador importante”, opina la doctora Ana María Chávez Hernández, presidenta de la Asociación Mexicana de Suicidiología y académica en la Facultad de Psicología de la Universidad de Guanajuato (correo, 3/I/08). Además, cada vez es más frecuente que se suiciden sujetos menores de edad. A esto se añade el hecho de que la migración ha venido a modificar los patrones de suicidio en la población por el aumento de las mujeres que se suicidan y el uso más frecuente de las armas de fuego. Una posible explicación a lo anterior puede encontrarse en el choque cultural propio de la migración. También se observa la elevada frecuencia del uso de drogas por parte de los suicidas y aunque es difícil explicar un fenómeno en función del otro, ésta es una circunstancia que aumenta la complejidad del suicidio (redalyc.uaemex.mx/pdf).

3. En una sociedad alienada como la nuestra, los objetos desaparecen para dar paso a las marcas. Es un mundo traspasado por la preeminencia de lo simbólico. Si un objeto no es “de marca”, se considera chafa. Por eso, hay quienes no se sienten completos si no usan ropa o utensilios “de marca”. Pero, ¿qué es una marca y, más específicamente, cuál es su valor? Se trataría de una especie de capital simbólico acumulado que permite la transmisión de un conjunto de ideas o sensaciones ligadas a producir una necesidad, no a satisfacerla, y esto es muy interesante porque la marca como producto social de la sociedad postmoderna está dirigida a perpetuar la insatisfacción. La marca no se basa en el valor de uso de un objeto, la marca es una promesa, da la posibilidad de asumir las cualidades ideales que ella ofrece pero que efectivamente nunca llega a cumplir, porque esa es su lógica, el deseo permanente. Sin embargo, la marca llega a ser un suplemento de la identidad fragmentada de las personas que viven en una sociedad hecha para las cosas. De ahí que, por ejemplo, las campañas electorales sean construidas a partir de conceptos mercadotécnicos, con el fin de satisfacer lo que no ocurrirá en el mediano plazo: la idea de que las cosas van a mejorar.

La política construida desde las marcas, es decir, la política marketizada, pierde su cualidad orgánica para convertirse en un imaginario. La política así entendida es producida y administrada en última instancia por la industria del marketing, una industria de los imaginarios. La industria del marketing responde a los intereses de la oligarquía, administrando los imaginarios colectivos bajo un criterio universal: mantener el control de la población mediante mensajes que le sean funcionales a los intereses y propósitos de los grupos oligárquicos. Lo anterior explica el desinterés de la población debido al sin sentido que representa cuando desde el poder se pide participación si nunca participamos, cuando se habla de democracia a sabiendas de que nos conformamos con el espejismo de la democracia. ¿Por qué? Porque nuestra ignorancia y nuestra exclusión son consoladas por esa linda propaganda. Ya hemos visto lo que sucede cuando la propaganda tiende a polarizar los puntos de vista, cuando habla a nombre de todos, generalizando las cosas hasta el absurdo. (Sebastián Endara, rebelión, 27/IX/11).

4. La noche del 4 de octubre, el teólogo de El Yunque, José Guadalupe Martín Rábago, ante un auditorio cautivo, habló, como buen propagandista del oficialismo, de valores en la familia, de paz y esperanza: “El afán del dinero nos hace violentos. Nuestra patria vive una terrible violencia, nos estamos acostumbrando a ver espeluznantes imágenes y responsabilizar a unos cuantos de todo esto; habría que atrevernos a ver en nuestro interior cuánto es cada uno de nosotros responsable de este estado (¿lo ha hecho él?, ¿será capaz de reconocer su responsabilidad?)”. Mordiéndose la lengua, pidió lo imposible: “No tener una dualidad de identidades, porque eso es lo que causa la crítica o cisma. La familia debe ser formadora, en ella no se debe vivir la violencia, sino la unidad y la felicidad… Me duele decirlo y reconocerlo, pero hay que hacerlo, nuestra Iglesia atraviesa una fuerte tormenta por la cultura de la secularización; se ha dicho que son los últimos tiempos de la Iglesia, que está amenazada por la ruina. Voltaire en su momento dijo que el último Papa sería Pablo VII. Sacerdotes han cedido al pecado ante niños y jóvenes. Vemos a quienes han decidido cambiar sus pasos ante grupos de sectas... y lo que tenemos que hacer es solidificar la unión y la fuerza en la familia para recuperar lo que estamos perdiendo” (a.m., 5/X/11).

Nada dijo sobre la reciente asonada contra la libertad de las mujeres. Nada sobre la autonomía del ser humano, condición que le es innata. Nada sobre las mujeres que quieran interrumpir su embarazo, sobre todo antes de las 12 semanas, mujeres que tienen derecho de ejercer su autonomía. Nada acerca de que México es adalid mundial en el tema de la injusticia y sus sucedáneos: corrupción, pobreza, sistemas de salud ineficientes, impunidad y un larguísimo etcétera. País en que la mayoría de los niños y niñas en situación de calle, por citar un ejemplo, son producto de hogares desarticulados, de embarazos no deseados y de la tenaz y perpetua ineficacia de nuestros gobiernos. Nada dijo acerca de que si hubiese menos pobreza habría menos embarazos no deseados. Nada sobre la contradicción de los grupos antiabortistas, afines a la Iglesia católica, todos proclives a los regímenes políticos, que han proclamado su compromiso de brindar hogar y educación a los hijos. No lo hizo porque sabe que mienten: basta caminar por las calles de cualquiera de nuestras ciudades para constatar esa falacia.

La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de aprobar las leyes antiaborto de Baja California y San Luis Potosí no proviene del azar, sino de una política planeada. Amnistía Internacional ha expresado que es vergonzoso que el Estado obligue a continuar la gestación a niñas o mujeres embarazadas como consecuencia de violación. En La moralidad del aborto (Editorial Siglo XXI, 2009), Gustavo Ortiz Millán escribe: Quienes defienden la penalización a sabiendas que no se va a ejercer la ley, ni se van a ejercer recursos públicos para perseguir a toda esta gente y que, por lo demás, la ley no tiene ningún efecto en la reducción del número de abortos, simplemente son cómplices del sistema de simulación e hipocresía que está detrás de esta ley. (Arnoldo Kraus, La Jornada, 5/X/11).

En El laberinto de la soledad, Octavio Paz nos regaló una frase tremendamente cierta: La mujer nunca ha sido dueña de sí. Su ser se divide entre lo que es y la imagen que se hace de ella dictada por la familia, escuela, amigas, religión y amante. Es terrible que sigan existiendo en nuestro país zonas de excepción jurídica en contra de las mujeres; que sectas religiosas y políticas que ven en la mujer a un ciudadano de segunda decidan sobre el destino de las más. Esos cristeros modernos, esos talibanes nacidos en México, esos mesías tropicales de sotana o traje sastre confunden sus razones con la razón, sus pecados con los delitos, sus credos con la ley, su voluntad, con la voluntad de los demás. (Javier Aranda Luna, La Jornada, 5/X/11).

Pocos días después, el Arzobispo habría de darnos a conocer lo que él entiende por paz y armonía sociales, cuando en la sección editorial del semanario gaudium (no. 403, p 2), órgano que expresa el punto de vista del arzobispado, dice, en palabras de Mariano González-Leal: “Se apruebe o no se apruebe el monstruoso proyecto de un sujeto que despacha con toga, birrete y pretensiones de sabio en el edificio de la Suprema Corte con el visto bueno de siete señores de la misma ralea que lo respaldan –y la oposición de algunos Señores Ministros que cumplen a cabalidad su deber–, lo cierto es que la mayor parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación está hoy en manos de gente que no merece el nombre de Ministro; y que podrá saber mucho de triquiñuelas judiciales no sólo para absolver de crímenes, sino para fomentarlos aun invadiendo la jurisdicción de Estados que sólo son ‘libres y soberanos’ en teoría, pero a quien de la formación ética, del sentido del deber, del compromiso con los valores que le fueron encomendados, se le da un soberano ardite.

“Hay que asumirlo con vergüenza y con dolor: en esas manos está la justicia en México.

“¿Qué de raro tiene que la delincuencia prospere como ha prosperado, si los primeros delincuentes, y los peores, son los señores togados que tienen en sus manos la protección de la vida y de los valores fundamentales, y que usan su potestad para infringirlos?

“¿Dónde están los derechos humanos de los que todo el día se habla; y dónde el respeto a la inmensa mayoría de los mexicanos que nos oponemos a la institucionalización del crimen, si por la voluntad de una minoría de asesinos con poder y de otra porción de intelectualoides y de gente del llamado ‘círculo rojo’ se fomenta el más ruin de los crímenes y hasta se le denomina ‘derecho’?

“Pues sí, señores, en esas manos estamos”. ¡Cuánta hipocresía señor Arzobispo!

5. Ante la mediocridad de la administración municipal, el alcalde de Purísima astutamente aprovechó el momento prelectoral y, “creó división en El Maguey, territorio de San Francisco, porque Purísima reclama una franja de tierra que bautizó con el nombre de ‘Tablas del Maguey’” (a.m., 6/X/11). Ante el despojo del que ha sido víctima nuestro municipio, el alcalde Jaime Verdín, junto con su titiritero Rodolfo Aguirre, pidieron “prudencia para evitar confusión entre la gente”. ¿Prudencia, responsabilidad, respeto ante semejante atropello? ¿Por qué, a sabiendas de que tres semanas atrás, Purísima ya preparaba este golpe a la legalidad, el alcalde de San Francisco y el Ayuntamiento no hicieron nada? ¿En verdad Verdín es tan estúpido e ingenuo como para esperar que sea el Congreso del Estado el que resuelva el conflicto? Él sabe que eso no va a suceder. Y no va a suceder porque, según Verdín: “desafortunadamente las bases de conteo que tomó el Inegi en donde tiene en cuenta a población de El Maguey para Purísima, ahora desencadena a que incluso el IFE les dé credenciales de población para el Municipio vecino, cuando es territorio local”. Entonces, no hay vuelta de hoja, porque hay un consentimiento tácito de parte del alcalde.

Ahora, vea usted cómo se justifica el alcalde de Purísima: “No estamos invadiendo ningún otro municipio ni moviendo límites. Sólo estamos dando atención a la gente de Purísima; eso es todo, que no se confundan… Reconozco que hemos tenido un poco olvidada a la gente de la comunidad (Nuevo Maguey), pero es como todo, llega el momento en que la gente pide atención y nos exige servicios al participar con su pago (de predial) en nuestra localidad” (El Heraldo de León, 7/X/11). Por lo pronto, y sacándole al parche, Verdín se va de vacaciones a Francia, durante una semana “para firmar un convenio de participación en asesoría de trabajo de las zonas metropolitanas” (a.m., 9/X/11). ¡Verdín, de verdad, es una vergüenza que seas alcalde de San Francisco!

6. Eusebio Padilla, director de Mercados, coronó su actuación en esta administración con un viejo sueño: desunir al gremio de tianguistas con el fin de darle impulso a uno de sus protegidos. En efecto, los tianguistas que cada fin de semana se instalan en Calzada San Miguel, destituyeron a su hoy exdirigente José Padilla. La traición se estuvo fraguando desde hace varios meses: el taimado Eusebio Padilla inoculó una versión envenenada, consistente en que “José Padilla, por así convenir a sus intereses, estuvo negociando ante Presidencia Municipal, a espaldas de sus representados, que serían reubicados en el Macro Tianguis de San Miguel”. Y sí, en asamblea extraordinaria, Eusebio Padilla de inmediato reconoció al nuevo dirigente: “yo no vine aquí a destituir a nadie, simplemente vine a darme por enterado de las decisiones de la agrupación, y mantener las reglas de trabajo en la vía pública” (a.m., 3/X/11). ¡Más claro ni el agua!

Pero, la mañana del 9 de octubre, José González Padilla, “presidente interino” de tianguistas, no pudo trabajar en el tianguis, porque, según su testimonio, durante la noche-madrugada del día anterior, alguien vació un montón de tepetate en el lugar donde acostumbra armar su puesto de ropa. Dicha acción la atribuyó al exdirigente José María Padilla y a la gente que trae “de su lado”, quienes “han venido actuando de manera ilegal”, después de la destitución de José María. Es más, dice el dirigente impuesto por el director de Mercados: “No soy el único, hay más gente que tiene miedo de ser expulsados del tianguis, y que han recibido supuestos oficios donde intentan amedrentarnos. Pero nosotros somos mayoría, queremos trabajar como siempre, sin problemas ni incertidumbres, solo que no podemos solos, necesitamos que las autoridades nos ayuden” (El Heraldo de León, 10/X/11). ¿Las autoridades? ¿Cuáles autoridades?

7. La noche del martes 27 de septiembre se dio a conocer la ya sabida imposición de parte del barbado Príncipe: “Por mis güesos –dijo Verdín–, aquí se construirá el Complejo Administrativo… Ya no tiene reversa, la primera piedra se colocará en los próximos días”. Se dijo respetuoso –eso dicen todos los tiranitos– de aquellos que se oponen al cambio de sede de la Casa de Gobierno. “Me vale madres lo que digan”, sería el lenguaje coloquial a la citada expresión del siempre amado jefe de negra barba. Puntilloso, dijo que comprende a los que se resisten “al avance del municipio”, sobre todo a los ciudadanos mayores de edad –Órales, así que todo aquel que se manifieste en contra de los designios de este déspota son considerados como ancianos, es decir, antimodernos, es decir, prediluvianos–, que consideran que es parte de la “cultura o tradición” ver el Palacio Municipal en la Zona Peatonal. Luego, destilando harta baba discursiva, se aventó con esta puntada: “Soy sensible a las necesidades sociales (¿qué tal si no lo fuera?), sé que no todos tienen vehículo y que hay gente a la que le resultará complicado desplazarse del Centro al lugar que albergará el Complejo Administrativo; razón por la que ya se han pensado diversas opciones: una es la apertura de espacios para cobro por servicios en bancos o en las tiendas OXXO –buen comercial–, como lo recomendó uno de los regidores del Ayuntamiento, otra es la compra de un camión de pasajeros que pueda hacer un recorrido turístico por la ciudad, en lo que llevan o traen de regreso a la gente” (a.m., 29/IX/11). Demagogia pura.

Verdín, tan sensible y tan demócrata como presume que es, también desoyó la opinión del exalcalde Juan Manuel Dávalos, quien manifestó cosas interesantes: “Nunca en una Administración se había dado la imposición que ahora ratifica el alcalde Jaime Verdín Saldaña con ‘no hay marcha atrás’… Si ya el Municipio compró el terreno para el Complejo Administrativo, que lo deje, y que mejor compre otro terreno hacia el sur, que es hacia donde San Francisco tiene el crecimiento y sus principales comunidades… El terreno en cuestión está pegado a Purísima, lugar en donde no se han definido los límites territoriales… que se forme un fideicomiso para planear bien el proyecto y no se pierda el recurso” (a.m., 29/IX/11). ¡Uy, uy, uy! ¿Un fideicomiso señor Dávalos? Si de lo que se trata es de soltar la billetiza a los amigos que van a entrar a la farsa de la licitación para la ejecución de la obra. Verdín y sus cuates van por su mochada. Un fideicomiso paralizaría sus planes en el “Año de Hidalgo”. Ni pensarlo, ¿qué es más importante: el interés de un grupo de trasnochados que nomás se están a queje y queje, o, “el avance y progreso de San Francisco”? La respuesta es obvia.

8. Un día antes de rendir su II Informe, Verdín, sabedor de la repulsa en su contra, se soltó con el siguiente chistorete: “Industriales de San Francisco podrían ser proveedores de empresas automotrices que han llegado a Guanajuato. Empresarios de la localidad tienen maquinaria, capacidad en infraestructura, la visión de impulsar la economía, y además, vialidades que conectan con diversos destinos industriales de la entidad, y del país, que acortan distancias… Aquí hay máquinas inyectoras de poliuretano, y de haber el acercamiento podrían fabricar asientos, coderas, manijas y más. Hay gente que está metida en la cuestión del plástico, aunque lo aplica en el calzado, y serían proveedores potenciales… Esto sería el beneficio indirecto que podríamos tener con la llegada de la industria automotriz a nuestro estado. De momento no hay proveedores, pero puede catapultarse el desarrollo y puede significar una oportunidad de diversificar la industria a nivel regional”. ¿Y qué espera usted, como alcalde, para iniciar ese acercamiento del que habla? –se le preguntó–, ¡Ah, pos, nosotros como gobierno damos las condiciones, pero el empresario debe hacer lo que le toca! (El Heraldo de León, 29/IX/11).

9. Para quienes asistieron al II Informe de Gobierno, se dieron cuenta que para el alcalde, todo lo que él decida, trae y traerá, beneficios para la población de San Francisco: seremos uno de los municipios más beneficiados el año entrante con el programa de Zonas Metropolitanas; familias de escasos recursos que buscan el alimento diario y servicios, cuentan con pavimentación, con un apoyo en becas para sus hijos y más; en el seno del Ayuntamiento se dan los debates, pero eso no significa que peleemos o discutamos, yo soy un demócrata convencido, y cuando tenga que tomar una decisión, lo haré; hemos impactado a todos los sectores, por eso tenemos obras por toda la ciudad (a.m., 30/IX/11); todo eso dijo, sin ruborizarse. Con un repugnante servilismo, el diario El Heraldo de León, citó en su crónica (septiembre 30): “Este 2011 (Jaime Verdín) entra a su último año de gobierno. Y con ello la oportunidad de seguir trabajando para afianzar el desarrollo y superar obstáculos. Esto por que ha tenido caídas y tropiezos de los que se ha levantado con coraje, humildad, y con la ayuda del equipo que lo respalda”.

Eso sí, Verdín ya se dispone a seguir mamando del presupuesto cuando en su tiempo libre se dedica a hacer proselitismo a favor de Ernesto Cordero, formando parte del equipo de coordinadores del denominado proyecto “Unidos con Ernesto”, el mismo que es impulsado por el gobernador Oliva (a.m., 10/X/11).

ESTATAL: Temacapulín

¿Alguien creyó que Vicente Fox, su caritativa esposa y los hermanos Bribiesca se habían dado por bien servidos después de apoderarse de todo lo que estuvo a su alcance durante el sexenio anterior? Pues no. En los Altos de Jalisco hay un pueblo maravilloso llamado Temacapulín, donde la gente no usa calentadores en sus baños porque vive sobre 21 manantiales de aguas termales, a la orilla del río Verde, rodeada de tierras fértiles que le proporcionan los alimentos necesarios para subsistir.

Temacapulín fue fundado por los españoles en 1531, al norte del valle donde hoy se asienta Guadalajara. En 1540, los indios caxcanes y zacatecos, encabezados por Francisco Tenamaztle, el Señor de Nochistlán, se rebelaron contra los europeos y asolaron Guadalajara hasta 1542, cuando al frente de 50 mil hombres –entre mexicas y tlaxcaltecas– el virrey Antonio de Mendoza aplastó la insurrección e inauguró la Guerra Chichimeca, que llegaría a su fin en 1594, en Cerro de San Pedro, a 8 kilómetros de San Luis Potosí.

Hoy, Cerro de San Pedro está sometido a la canadiense Minera San Xavier, que lo destruye poco a poco mientras le arranca hasta el último miligramo de oro, a la vez que Temacapulín, joya arquitectónica y ecológica, poseedora de un templo edificado entre 1734 y 1759, que en 1959 fue consagrado como basílica por Juan XXIII, está a punto de caer en manos de los hermanos Bribiesca.

Durante el sexenio pasado, cuando gobernaba Jalisco el rupestre Francisco Ramírez Acuña, por órdenes de Fox, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) decidió construir una presa en los Altos, con una cortina de 80 metros de alzada, que inundaría el valle de El Zapotillo. Mientras se hacían los estudios preliminares se fueron Fox y Ramírez Acuña y llegaron Felipe Calderón y Emilio González Márquez. Y de pronto Conagua anunció que la cortina de la presa tendría una altura de 105 metros y el espejo de agua se extendería sobre una superficie de 60 kilómetros cuadrados y, por desgracia, inundaría y desaparecería no sólo Temacapulín sino los pueblos aledaños de Acasico y Palmarejo.

¿Para qué? Hombre, hasta la pregunta ofende: para tender un acueducto de 140 kilómetros de longitud, que desembocaría (¿por casualidad?) en León, Guanajuato, a tiro de piedra del rancho de Fox y de las tierras donde el ex presidente y los suyos cultivan y exportan brócoli a Estados Unidos. Además, el agua irrigaría el puerto seco de Silao, a donde serán enviadas por carretera las mercancías que recibirá el puerto marítimo de Manzanillo, junto al cual Pemex instala una estación regasificadora, que procesará el gas natural que Repsol nos vende a precios de oro, desde Perú, gracias a los contratos absolutamente desfavorables a México pero excelentes para él, que en su momento gestionó Juan Camilo Muriño.

Para doña Abigail Sandoval y don Alfonso Íñiguez, líderes de la resistencia de Temacapulín, las órdenes de aprehensión giradas contra ellos, las amenazas de muerte (una de éstas obliga a vivir lejos de Jalisco al cura del pueblo), el hostigamiento policiaco y demás formas de presión para que abandonen sus casas y sus tierras no son más que puros engaños.

“Según mediciones hechas desde un satélite, aunque la cortina de la presa tenga 105 metros de altura, Temacapulín quedará de todos modos a 26 metros sobre el nivel del agua. Por eso quieren sacarnos, para convertir el pueblo en un desarrollo turístico. ¿Y sabes quiénes están planeando ese negocio? Los hermanos Bribiesca”, contó la señora Abigail, en el mesón de doña Juanita, a donde todas las noches, entre los guiños de las luciérnagas, atraído por el aroma del pozole, se acerca el espíritu de Francisco Tenamaztle.

En la esquina de Morelos Oriente y Porfirio Díaz, un muro ostenta una manta que reúne las fotos de varios niños contentos y su mensaje: Esta casa es de nuestros abuelos y no dejaremos que la destruyan porque aquí fuimos felices y aquí están nuestros recuerdos. De algunas paredes cuelgan insistentes carteles que repiten: Esta casa no se vende, no se traspasa, no se destruye, no se inunda. ¡Váyanse a otro lado! ¡No se metan con lo que no es suyo!

(Texto de Jaime Avilés, La Jornada, 1/X/11).

NACIONAL: Código Gestapo

La propuesta calderonista de nuevo código de procedimientos penales forma parte del rediseño autoritario que el asediado ocupante de Los Pinos quiere instalar en el país justamente en el tramo delicado en que la opción electoral de relevo del poder y la continuidad institucional están bajo fuego (literalmente) y cuando avanzan planes cupulares retorcidos que requieren de la disponibilidad discrecional de mayor fuerza represiva legalizada para enfrentar oposiciones previstas.

Los años de terror y sangre han sido un cruento ejercicio preparatorio para abrir paso a la conformación de un estado policiaco-militar que por necesidad de supervivencia no puede depender de vaivenes electorales o veleidades partidistas. Durante el priismo se desarrolló la tesis del fraude patriótico que justificaba la delincuencia electoral en razón de cerrar el paso a la derecha reaccionaria y antipopular; ahora está en curso la tesis de la represión patriótica, que justifica la funeraria limpia social de presuntos delincuentes, la imposición de virtuales estados de sitio, el control de la colectividad mediante el mecanismo fabricable a conveniencia de las denuncias anónimas y la sujeción ostentosa del ciudadano a las nuevas reglas jurídicas que consistirían simplemente en la conversión del ánimo policiaco y militar en motivo de allanamientos, detenciones y encarcelamientos a gusto de la autoridad ejecutora.

El código Gestapo que Calderón impulsa constituye la máxima confesión pública de intencional atropellamiento de la letra constitucional y de imposición de criterios y procedimientos dictatoriales. En una sociedad que no estuviera anestesiada, como la mexicana, esas revelaciones crudas del ánimo verdadero que mueve al personaje encaramado en el máximo poder generarían protestas y movilizaciones. Abiertamente, sin tapujos, Felipe Calderón confirma su condición de comandante deseoso de redadas, castigos y mano durísima. El disparate procesal penal no es una excepción, sino que forma parte del conjunto de normas con que a fin de sexenio se pretende blindar el comandante feliz y, de serle posible, forzar la instalación de un paniaguado sucesor aborregado, haiga de ser como haiga de ser, e instalar, de esa u otra forma peor, un control transexenal fundado en el poder de las armas y su utilización politizada.

Con las reformas a la Ley de Seguridad Nacional, el comandante feliz busca formalizar los movimientos de tropas que actualmente realiza, y trata de contar con autorización plena para decretar personalmente estados de excepción. Con el código Gestapo se tendría la libertad absoluta de activar los mecanismos policiacos y judiciales contra cualquiera y por cualquier razón. Ni siquiera estamos frente a ingeniosas novedades, sino frente a simples trámites legislativos en busca de consolidar lo que ya existe. Los militares y Calderón ya hacen lo que ahora buscan reglamentar con la LSN. La policía y los soldados ya actúan como el nuevo código les permitiría. Simplemente hay que darle formalidad a lo que ya es la diaria realidad.

(Texto de Julio Hernández López, La Jornada, 23/IX/11).

NACIONAL: Los Matazetas

El 29 de septiembre, por segunda vez en menos de 48 horas, la vocera gubernamental Alejandra Sota rechazó la existencia de agrupaciones paramilitares en el país. A raíz de la ejecución de 35 personas en Boca del Río, reivindicada por un grupo autodenominado Los Matazetas, dijo que los indicios que tiene el gobierno federal no apuntan en esa dirección. La realidad la contradice. Existen múltiples evidencias sobre diversas modalidades de paramilitarismo en México. Además, la irrupción de escuadrones de la muerte y grupos de exterminio o limpieza social no es de ahora ni tiene epicentro en Veracruz. Tampoco son el único indicador del terrorismo de Estado instaurado por Felipe Calderón a partir de 2007, cuando comenzó la última fase de un proceso de militarización que busca imponer un nuevo tipo de Estado policial, autoritario y clasista.

Encubierto por una amplia campaña de intoxicación propagandística estelarizada por Felipe Calderón, el paramilitarismo cobró amplia visibilidad en 2009 en el marco de sendas operaciones conjuntas de las fuerzas armadas y las distintas policías (federal, estatal y municipal) en varias regiones del país. En la coyuntura, la retórica de Los Matazetas dice respetar al Poder Ejecutivo, al Ejército y la Marina y velar por el patrimonio de los mexicanos. La aparatosa operación en Boca del Río no es creíble sin protección oficial. La Marina tiene tropas de élite aerotransportadas que habrían podido llegar al lugar en minutos; es inexplicable que no lo hicieran.

El paramilitarismo forma parte de la institucionalización del orden autoritario. Su función es exterminar opositores y/o a la escoria social –a los mugrosos, externaron Los Matazetas– y paralizar al movimiento de masas por el terror, conservando al mismo tiempo las formas legales y representativas caducas, al hacer clandestina la represión estatal. La estética de la discriminación es parte de la estrategia paramilitar, que no se trata simplemente de un proyecto armado de guerra sucia, sino de la consolidación de un modelo de sociedad. Ante la mirada cómplice de muchos –incluidos empresarios, políticos, parlamentarios y miembros del Poder Judicial– y la pasividad de las mayorías, los cuerpos seccionados, degollados, lacerados con sevicia, colgados de los puentes, buscan garantizar la eficacia simbólica del mensaje enviado al colectivo social: la alteración del cuerpo del enemigo, en función del sometimiento de la población civil al control y la subordinación, a través del miedo, como principio operativo.

El paramilitarismo no es un actor independiente, a la manera de una tercera fuerza que actúa con autonomía propia. A partir de la experiencia histórica podría conjeturarse que la actual guerra sucia está en manos de una élite criminal, que agrupa a miembros de los servicios de inteligencia, militar y policial, bajo el mando de jefes de zona institucionales, que practican un desdoblamiento funcional.

El Informe Sábato (1983) sobre el caso argentino alude a la nocturnidad como una característica del momento de la detención-desaparición, y revela que mientras algunos oficiales y suboficiales dormían en sus domicilios o en los casinos militares, la tropa lo hacía en las cuadras y las patotas salían a operar, secuestrar y saquear (botín de guerra), tabicando a las víctimas. En el piso o cajuela de los Falcon sin placas, los prisioneros ingresaban luego a las tumbas (los centros clandestinos de detención). Con el nuevo día, todos recuperaban su rostro angelical, disponiendo en sus unidades el patrullaje en las zonas urbanas y el control de rutas.

(Texto de Carlos Fazio, La Jornada, 3/X/11).

NACIONAL: La piel es el mensaje

Hoy que todo es lenguaje. Que los lenguajes entablan despiadadas batallas entre ellos, y los emergentes amenazan con la extinción a otros, milenarios a veces como el que se alimenta de la lectura, o las lenguas cucapá, yidish o secoya. Hoy que el habla y la escritura crecen en extensiones inimaginables hace menos de una generación, que el contacto y la comunicación humanas son eficazmente virtuales y la distancia no importa, que los términos de la relación social tienden a prescindir de la presencia física. Hoy que como anunciara Marshall Mcluhan el medio es el masaje, la piel ha ganado importancia a contracorriente de las nuevas tendencias, como un espacio de lenguaje en sí mismo, ya no sólo materia de la dermatología y el racismo.

Por más dispositivos y botones que se impongan, en la piel empieza desde siempre el mundo exterior, físico, perceptible. Sólo la piel toca y es tocada. Para la cultura occidental, finalmente globalizada en el presente, la piel era una página en blanco que podía verse blanca, negra, roja o amarilla. Y con sólo esas nimias diferencias se montaban ideologías, guerras, fobias, delirios de superioridad.

Ahora la gente se pinta o interviene el cuerpo con mayor soltura que nunca. Sean los hinchas futboleros que se empastelan el rostro con los colores primarios de sus respectivas banderas patrias. Sean los manifestantes antisistema que usan cuerpo y pellejo como lugar de representación y materialización del grito. Sean, de modo radical, los cada día más frecuentes tatuajes en las pieles de las nuevas generaciones. Gracias a sus calidades fotogénicas, la piel decorada triunfa en la esfera mediática, donde una imagen dice más que mil palabras mientras la gente se la pasa hablando a solas por el celular o escribiendo urbi et orbi frases cortas, triviales y continuas.

Cualquier mensaje o contenido puede convertirse en simulación y montaje: manipulado, borrado, restringido, amplificado, fotocopiado. Ante ello, tatuarse es una osadía, por irremediable. La generalización del tatuaje entre la gente que anda por la calle, y su avance progresivo en cada cuerpo que lo lleva, dan nuevos pretextos para la semidesnudez sugerente o descarada. Las celebridades nos convencen de su amor difundiendo sus tatuajes, pues el hombre ilustrado cuenta con legiones de herederos que Ray Bradbury no previó. Ya no hace falta ser viejo lobo de mar, mercenario, sobreviviente de un campo de concentración o miembro de una secta criminal para llevar ilustraciones indelebles en el cuerpo. La piel es el mensaje. El documento manuscrito.

Pero así de público y exhibicionista como se presenta el mapa personal de los tatuados, también es el límite último de la intimidad. Hasta la gente más pintada posee un último recinto tatuado que, si alguien más consigue mirarlo es que ya llegó a todas y cada una de las partes de ese cuerpo, en el cual fue recibido y mereció la recompensa más secreta.

En un mundo surcado de mediaciones extracorporales, puentes inalámbricos, transcripciones automáticas y decodificaciones, donde el envío de mensajes a cualquier parte del planeta humano es instantáneo, ilustrarse el cuero resulta absurdo, provocador, acaso atávico. Tantos pueblos ancestrales usaron la piel para decirse y significarse. Tantos lo siguen haciendo: los indígenas amazónicos se trazan grecas cuando quieren, los maoríes se tatúan del rostro en adelante y para siempre, hay tribus africanas que se labran cicatrices con fines rituales.

Con el piercing, la piel deviene escaparate y experiencia, donde se instalan pequeñas joyas perforando los márgenes de la vulva, el glande, la lengua, el pezón, el labio inferior o las inmediaciones lagrimales. Es decir, en el borde de las mucosas, donde comienza el cuerpo adentro.

La piel ha multiplicado sus aplicaciones. Las protestas ambientales se pintan de verde. Si son contra la violencia, de rojo. Por los derechos de los animales se pintan de cebra o gato. Y los tatuajes, arte supremo, cuentan la historia de un sueño, un símbolo, un tótem que envejecerá, olvidará y morirá con el cuerpo que lo lleva, hablando sin tregua con quien lo toque y vea.

(Texto de Hermann Bellinghausen, La Jornada, 26/IX/11).

INTERNACIONAL: Estado palestino: histórico momento

No voy a remontar 5 mil años a los orígenes de los habitantes históricos de la tierra de Canaán –rebautizada Palestina por la ocupación romana y reformulada Cercano Oriente en la semiótica colonial francesa, ubicada entre el mar Mediterráneo y el río Jordán, que abarcaba parte de la franja sirio-fenicia (el Creciente Fértil, en la semántica colonial británica)– habitada por pueblos diferentes: amorreos, jebuseos, filisteos (antecesores de los palestinos), fenicios, arameos (estos dos últimos antecesores de sirios y libaneses) y hebreos. Estos últimos conquistaron varios de estos pueblos y se apoderaron de sus territorios.

Con mente abierta a la negociación creativa, tampoco regresaré 63 años (fecha de la creación de la entidad sionista gracias al apoyo determinante de los esclavistas banqueros Rothschild en Gran Bretaña), y para avanzar el proceso de paz entre palestinos e israelíes –que se ha negociado infructuosamente desde hace 20 años– considero justo y necesario ubicarnos en los Acuerdos de Oslo a inicios de 1991 y a la propuesta de paz de la Liga Árabe, con la bendición del rey saudita Abdalá en 2002.

El magnicidio en 1995 del laborista premier israelí Yitzhak Rabin –militar respetable y estratega visionario– por el ultrafundamentalismo sionista jázaro, descarriló todo el loable proceso de paz.

Más allá de la identidad del ocupante de la Casa Blanca, EU hoy llegó al histórico momento de la verdad cuando debe definir su postura ante el reclamo legal palestino en la ONU para obtener su independencia y la ley del retorno de sus refugiados expulsados por Israel.

Dejando de lado los estériles discursos de Obama en Ankara y El Cairo para reconciliarse con el mundo islámico –ultrajado desinformativamente por el choque de las civilizaciones de Huntington, el bushismo bélico aliado al neoconservadurismo straussiano, y el montaje hollywoodense del polémico 11/9–, ¿con qué cara podrá vetar en el Consejo de Seguridad (CS) el inevitable advenimiento del Estado palestino independiente cuando hace exactamente un año la cuarta parte de su retórica –cada vez mas eviscerada de contenido y congruencia, ya no se diga de coherencia– ante la misma Asamblea General (AG) fue dedicada a la justa resolución del contencioso israelí-palestino, donde brilló intensamente una indeleble frase que lo atormentará hasta el final de sus días?

La frase: Cuando regresemos aquí el año entrante, podremos tener un acuerdo que llevará a un nuevo miembro de la ONU, un Estado independiente y soberano de Palestina, viviendo en paz con Israel. El problema es que el Israel de la dupla ultrafundamentalista Netanyahu-Lieberman del sionismo jázaro no desea convivir en paz con nadie: ni con los palestinos ni con los vecinos árabes ni con los no-árabes (Turquía e Irán).

La aplastante mayoría de la verdadera comunidad internacional (126 países, incluidos los BRIC) se ha pronunciado por el Estado palestino.

Mientras la postura de la apabullante mayoría de Latinoamérica, encabezada por el gigante brasileño, es entusiasta al Estado palestino –con la decepcionante excepción del itamita México neoliberal secuestrado desde el zedillista Joseph-Marie Cordoba por el financierismo del sionismo jázaro, lo cual se ha acentuado con Calderón–, China Daily (17/IX/11), rotativo de la mayor población mundial, expone que si “EU escoge huir ante la cara de la opinión pública y bloquea la solicitud palestina…, no solamente Israel estará más aislado, sino que las tensiones en la región aumentarán. La mayoría de la comunidad internacional juzga un Estado independiente como un derecho inalienable de los palestinos”.

Anna Fifield expone que Obama está atormentado por el asunto palestino y debe estar perfectamente consciente de qué tan hipócrita se verá cuando expresa su apoyo a las transiciones democráticas en todo Medio Oriente y al mismo tiempo hunde las aspiraciones palestinas para su reconocimiento (Financial Times, 18/9/11).

Un veto de EU en el CS y/o un voto negativo en la AG le infligirá un enorme daño a su política exterior en todo el mundo.

¿Habrán sopesado en Washington los inherentes daños y perjuicios?

¡La intifada legal palestina está en el corazón de las revoluciones árabes!

(Texto de Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada, 21/IX/11).

INTERNACIONAL: EU: ¿Indignados?

Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, acaba de advertir que si la crisis nacional de des empleo no se resuelve pronto, podrían ocurrir tumultos callejeros: Tenemos muchos recién graduados de universidades que no encuentran empleo. Eso es lo que pasó en El Cairo. Eso es lo que pasó en Madrid. Uno no quiere este tipo de alborotos aquí.

Analistas de distintas posturas concuerdan, desde Thomas Kocham, del MIT, hasta Immanuel Wallerstein, de Yale. Al primero le sorprende que todavía no se hayan dado hechos más visibles de descontento. Nuestro público es muy tolerante. No se inclina al desorden civil, pero con esta economía, los tiempos ya se agotaron.

Para Wallerstein, la incertidumbre y el caos rondan por doquier. Plantea que es irreversible el deterioro del dólar como moneda de reserva mundial: era el último poder serio que mantenía Estados Unidos, dijo a Sally Burch (alainet.org), y agregó que los daños son hechos concretos, la situación de Estados Unidos es grave y no es recuperable. En lo doméstico señala que pequeñas urbes están entrando a la bancarrota y, por ejemplo, no pueden pagar las jubilaciones, al tiempo que con rapidez se deteriora la situación de la clase media: quienes perdieron su empleo no hallan otro, en especial las personas entre 40 y 60 años, que llegan incluso a perder sus casas.

Para Wallerstein la situación en Estados Unidos va a empeorar por el freno republicano al gasto público. Se gesta un deterioro mayor: “La fantasía del Tea Party –advierte– está llevando a Estados Unidos, y por lo tanto a todo el mundo, en dirección de un crack”.

El desgaste económico-social interno es agudo: por más de 36-40 meses el desempleo crónico ha permanecido muy alto, en 9%, según se refleja en las cifras del Bureau of Labor Statistics (BLS), cuya metodología, que considera ajustes estacionales y otros manipuleos, maquilla la realidad para que no luzca tan mal. La permanencia del desempleo de largo plazo no se registra a estos niveles desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y es equiparable al de la Gran Depresión.

Según John Williams (Shadowstats.com) la extraordinaria severidad y duración del embate económico en Estados Unidos durante los últimos tres a cuatro años ha desestabilizado los ajustes estacionales utilizados en las cuentas mensuales del BLS de ciertas series estadísticas. Después de 1994 se hicieron ajustes a la metodología. Williams recuerda que según el procedimiento estadístico utilizado ahora, después de que alguien ha estado desempleado por más de un año, ¡deja de estar incluido en las cuentas gubernamentales!, por lo que si el desempleo fuera computado como se hacía antes de 1994, entonces la cifra verdadera de desempleados sería de 22.2%.

Pero además de que el desempleo es crónico y en realidad muy alto, un estudio de Lawrence Mishel, del Economic Policy Institute (EPI), muestra una sustancial declinación en el patrimonio de la clase media y otros grupos como los afroamericanos, cuyos hogares son su principal riqueza: el valor de los bienes familiares es ahora más bajo de lo que era en 1983, hace una generación, mientras la riqueza de los sectores de altos ingresos tuvo gran expansión (epi.org). Téngase presente que esta es una tendencia de largo plazo y que con ello permanece y se agudiza la polarización social. Mishel muestra que 5% de las familias más ricas captaron cerca de 82% del crecimiento total de la riqueza registrado entre 1983 y 2009, mientras 60% de los hogares contaban con menos recursos que en 1983. Peor aún, otros estudios de EPI muestran que el crecimiento de los salarios se está frenando, de una tasa de 3.8% en 2007 a 1.8% en mayo de 2011.

Los datos y eventos respaldan la prognosis de Wallerstein: Yo veo guerras civiles en múltiples países del norte, sobre todo en Estados Unidos, donde la situación es mucho peor que en Europa occidental, aunque allá también hay posibilidades de guerra porque hay un límite hasta el cual la gente ordinaria acepta la degradación de sus posibilidades.

(Texto de John Saxe-Fernández, La Jornada, 22/IX/11).

OPINIÓN: Pablo Neruda: a 38 años de su fallecimiento

El pasado 23 de septiembre se cumplieron 38 años del fallecimiento de Pablo Neruda (Parral, 12 de Julio de 1904 - Santiago de Chile, 23 de septiembre de 1973). Fue un comunista chileno y un poeta, considerado entre los mejores y más influyentes de su siglo, Siendo llamado por el novelista Gabriel García Márquez “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971.

Fue un destacado activista político, Senador de la República, integrante del Comité Central del Partido Comunista de Chile y precandidato a la Presidencia.

Fue victima de persecución política, militó en la clandestinidad. Y conoció la vida del exilio. Además fue un incansable defensor de la paz. Participó en la clausura del Primer Congreso del Movimiento Mundial de Partidarios de la Paz y fue nombrado miembro del Consejo Mundial de la Paz.

En el II Congreso del Movimiento Mundial, recibe junto con Pablo Picasso, Paúl Robeson y otros, el Premio Internacional de la Paz.

Unos días antes de su muerte, su casa de Isla Negra fue arrasada por el ejército de Pinochet. Los soldados le advirtieron al poeta que sabían que en su casa ocultaba armas. Neruda admitió que, efectivamente, tenía un arma muy poderosa, aunque no podrían llevársela; que su arma era la palabra.

Su funeral fue la primera gran manifestación de protesta contra la dictadura que había derrocado al presidente constitucional Salvador Allende.

La poesía Nerudiana está presente hoy como siempre.

Cuatros poemas a Pablo Neruda

I

Su arma era la palabra

Sobre la sangre derramada/ en ciudades y pueblos de la patria,/ sobre pirámides de libros cuyas palabras/ murieron en la hoguera.

Sobre el destino truncado de presos políticos,/ de desaparecidos, de los asesinados,/ sobre las almas desterradas a tierras/ sin nombres.

Construyó el general de mercenarios/ el gobierno militar de la incultura,/ la dictadura de los halcones de la guerra.

Pablo, cuando tu alma se fue a morar/ a las alturas de Machu Picchu,/ comenzó una época terrible.

Tus palabras libertarias./ Tus versos quedaron clandestinos/ en las conciencias y en las palabras silentes.

Pero el verbo sobreviviente del holocausto/ comenzó a renacer.

El día de tus funerales./ Modestas mujeres, hombres de trabajo/ la gente, el pueblo obrero/ y el pueblo campesino,/ estudiantes y cantantes,/ poetas y artistas,/ gritaron tu nombre,/ tus versos eran un grito de combate,/ bajo la mirada atenta de soldados armados.

Con llanto en los ojos y coraje en el alma,/ el pueblo comenzó a cantar La Internacional./ Y se agitaron las almas combatientes.

Ese día pusiste en el pecho del pueblo/ la palabra y los cuchillos/ que yacían enterrados.

Y el pueblo los fue afilando/ paso a paso,/ golpe a golpe,/ por todo el territorio de la patria prisionera.

II

Vengo a cantar contigo

Yaces poeta insomne,/ en tu lecho de elementos terrenales.

Ojos de futuro, cantos prolongados/ en la historia del tiempo.

Vengo a cantar contigo./ Traigo del sur las lluvias/ y las vegetaciones exuberantes.

Traigo rayos y truenos/ para que sembremos tempestades,/ para que germine un nuevo día/ amaneciendo en una roja alborada.

Vengo a cantar contigo,/ vengo de montes y quebradas/ vengo del Valle del Elqui.

Por esos lares dejé el arado/ esperando en las semillas.

Dejé las cabras y las ovejas/ tras las huellas que dejaron mis pasos.

Estoy aquí para cantar contigo,/ y hundir las manos, la mirada y el ser/ en las profundidades de la tierra,/ y desde ahí reencender el horizonte/ con la fuerza y el oficio del verbo.

Estoy a aquí, vengo a cantar contigo/ y desenterrar las palabras/ sepultadas en el silencio de los cementerios.

III

Ven a renacer en la semilla

Vienes desde el vientre del pueblo,/ desde las profundidades de la vida,/ desde socavones dormidos en lechos minerales,/ desde caminos rurales por los que la brisa de los días/ van besando la piel de los senderos.

Vienes desde las alturas de los andamios proletarios.

Vienes desde las grandes ciudades/ de carreteras de asfalto y cemento,/ de rostros fríos, indiferentes,/ ausentes como el amor en fuga.

Vienes desde el campo con olor a madre tierra/ en la que los labradores depositan semillas germinales.

Vienes desde territorios de alfareros,/ manos de arcilla y greda/ de las que salen ollas, jarros y vasos/ como pájaros del nido.

Vienes desde mares/ reflejados en la luna de tus ojos,/ desde los continentes/ perpetuados en los versos de tu poesía.

Vienes volando desde las alturas de/ cordilleras milenarias,/ testigos del paso de la cruz y la espada/ testigos del paso de la sangre y el fuego/ que invadieron de norte a sur nuestras tierras.

Vienes desde territorios de habitantes indomables/ renaciendo en la raza templada por el fuego de los volcanes.

Vienes desde la serenidad de las noches/ silenciosas del desierto. /Desde todos los rincones de la patria,/ viene tu voz, tu canto, tu poesía.

Pablo Neruda, camarada poeta,/ en las grandes alamedas de la patria/ cerradas aún para el pueblo,/ entre banderas incendiarias y consignas,/ la gente grita e invoca tu nombre.

Pablo Neruda, camarada poeta,/ ¡Ven a renacer en la semilla!

IV

Canta, canta poeta del pueblo

Desde la altura/ baja la poesía nerudiana,/ en estos tiempos aún vital,/ vigente, convincente.

Trae las lluvias torrenciales del sur/ en sus pupilas.

Sus pies van reconociendo los caminos,/ rebautizando las tierras con nombres y recuerdos/ renacidos de los tiempos antiguos,/ antes de que las botas, fusiles y bayonetas/ las dividieran en regiones.

Sus pasos van reencendiendo fuegos dormidos/ años centenarios, siglos milenarios.

Pablo aire y agua,/ Pablo fuego y tierra./ Tu poesía se contiene en todos los elementos./ Tu poesía conjuga la esencia de la vida.

¡Canta, canta poeta del pueblo!/ ¡Canta, canta poeta de raza indomable!/ Lautaro y Caupolicán cantan contigo.

¡Canta, canta poeta de los enamorados!/ ¡Canta, canta poeta de amantes fortuitos!

Tu poesía de corazón rebelde,/ canta en las voces del viento.

El pueblo hace suyo tu canto,/ sus manos buscan la lámpara que dejaste encendida.

Capitanes del pueblo la encontrarán,/ y tu canto iluminará la patria/ desde el norte hasta la Araucanía.

(Texto de Norton Contreras Robledo, argenpress, 23/IX/11).