lunes, 19 de septiembre de 2011

PORTADA

EDITORIAL: Soldados en la calle

En el tramo presuntamente final de su macabra administración, con buena parte del país fuera de control y estando en desesperada búsqueda de tretas para mantenerse en el poder por sí mismo o mediante prolongaciones familiares o grupales, Felipe Calderón abre más la puerta a la intervención policíaca y militar estadounidense, promoviendo que agentes extranjeros actúen en suelo mexicano en faenas de abierta conducción y supervisión de fuerzas gubernamentales nativas y tratando de dejar como herencia envenenada tales avanzadas gringas.

Lo revelado el 7 de agosto por The New York Times en primera plana confirma que la extrema debilidad política del panista que fue impuesto en 2006 en Los Pinos ha sido ventajosamente aprovechada por tales patronos extranjeros. Apenas tratando de acomodarse en la silla principal del poder mexicano, Calderón ya estaba siendo instruido para que desatara una guerra de la que nunca habló en su campaña ni estaba en el horizonte real de las demandas y necesidades de la sociedad mexicana, pero sí en los planes de seguridad nacional del vecino país, que sigue consumiendo como si nada aquellas mercancías de estupefacción por cuya producción y distribución en México se viven diarias matanzas y una inseguridad social extrema.

Ahora, cuando teóricamente va de salida, ese mismo personaje de la derecha mexicana permite que cuando menos dos docenas de agentes de DEA, CIA y el Pentágono se asienten físicamente en una base militar del norte de México para participar codo con codo, minuto a minuto, en fases de operaciones delicadas contra narcotraficantes, según lo dado a conocer por el diario neoyorquino. Y no solamente eso: en busca coordinada de darle la vuelta a las leyes mexicanas, se planea la incrustación en las fuerzas mexicanas de ex militares y ex agentes estadunidenses en calidad de empleados de firmas privadas de seguridad que colaborarían como si no fuesen parte de proyectos oficiales diseñados en Washington.

Calderón dejará de herencia –si es que finalmente se va del poder– a los militares en las calles, constituidas esas fuerzas armadas en virtuales grupos de presión –Ejército, Marina y mandos castrenses en secretarías estatales de seguridad pública y en diversos niveles de las policías–, que no cederán fácilmente a las eventuales pretensiones de regresarlos a sus cuarteles y castigar sus abusos y delitos. Hoy ya es difícil diseñar el futuro del país sin considerar ese factor activo, suelto, que podría incluso tornarse amenazante, de las botas militares en las calles. Igual sucederá con la apertura de las puertas mexicanas al paso de agentes extranjeros para operaciones directas al estilo Colombia. La Iniciativa Mérida sabidamente es el caballo de Troya aceptado y deseado por un gobernante de facto que necesita contar con la protección y ayuda de sus patronos iniciales y terminales, los mismos que hoy se revuelven, alarmados, ante sus problemas económicos mayúsculos (generados, entre otras cosas, por el desmesurado gasto belicista, rubro que en México deberíamos poner en el centro de la discusión, pues el dinero público allá y acá es despilfarrado en aventuras militares de enorme costo que para ser sufragadas desplazan otros rubros de interés social).

En el proceso de rediseño del México a conveniencia de quienes ocupan el poder y saben que cada vez van quedando más distantes de la sociedad, Felipe Calderón necesita contar con poderes dictatoriales que le permitan decretar estados exprés de excepción, no solamente para enfrentar eventuales afectaciones a la seguridad interior a causa de narcotráfico o delincuencia desbordada, sino también protestas y movilizaciones de índole social, laboral, política o electoral.

(Julio Hernández López, La Jornada, 8/VIII/11).

EDITORIAL: Matanza en Noruega

El autor de la matanza que conmocionó Noruega no se llama Ben, Alí, Mohamed o López sino Anders Behring Breivik. No es negro o mestizo, de ojos oscuros, mirada torva e inquietante semblante, sino blanco de ojos azules y distinguida apariencia.

No vestía babuchas ni se ponía turbantes, sino impecables trajes europeos, incluyendo la imprescindible corbata. Tampoco calzaba sandalias sino elegantes zapatos de caros apellidos.

No comía quipes o dátiles, sino hamburguesas y patatas fritas. No veía Tele-Sur o Al Yazira sino la CNN.

No procedía de ningún suburbio de Yemen, Pakistán o Irak, sino de un acomodado sector de Oslo.

No fue estudiante meritorio de ninguna madraza talibana, sino de una universidad privada de su país.

No había permanecido oculto en ninguna remota cueva de Tora Bora, ni en un inexpugnable refugio de Kabul, sino en una apacible granja noruega.

No había peregrinado a La Meca sino al Estadio del equipo de fútbol FK Lyn.

No era miembro de Al Qaeda, ni de la Jihad Islámica o de Hamas, sino del derechista Partido del Progreso noruego.

No profesaba la religión musulmana o hinduista, sino la católica, apostólica y romana. Tampoco leía el Corán sino la Biblia.

No era antisemita sino proisraelí. “La lucha de Israel también es nuestra lucha», había escrito en su blog. Tampoco era un antisistema, se limitaba a odiar a musulmanes, comunistas y emigrantes. Era, obviamente, un “común y ejemplar noruego”, habitual de Facebook y Twitter que, en absoluto, como afirmara la propia policía noruega, había despertado nunca sospechas sobre sus intenciones.

(Texto de Koldo Campos Sagaseta, gara, 27/VII/11).

EDITORIAL: Cruce de cables

Más de medio millón de niños va a morir de hambre en Somalia en estos días. Mientras la Policía (en Noruega) llamaba a la población a mantenerse en sus hogares absteniéndose de salir a la calle, el primer ministro, se mostraba consternado por la tragedia, “la peor en la historia del país”.

Fuerzas de seguridad, atentas a cualquier movimiento sospechoso, acordonaron algunas calles céntricas de la capital, al tiempo que tropas del ejército participaron en el control de la situación y varios helicópteros militares sobrevolaban la zona.

Quinientos mil niños están muriendo de hambre en Somalia y se teme que la cifra de víctimas siga aumentando en los próximos días. Tanto el presidente Obama como el secretario general de Naciones Unidas han hecho saber su pesar y repulsa por lo sucedido y han externado su solidaridad con las víctimas.

El país ha quedado conmocionado por la noticia y todo el mundo se pregunta “¿por qué? “Parecía un paisaje de guerra”, relataba apesadumbrado un socorrista. “Conocía a muchos de los jóvenes y conocía a sus padres”, ha dicho el primer ministro, que ha acompañado a los supervivientes y se ha interesado por las víctimas.

Además de las ayudas que a nivel económico y psicológico se han apresurado a implementar las autoridades locales, también la comunidad internacional ha hecho saber su compromiso de socorrer a las familias de las víctimas y ayudarles a superar el amargo trance que están sufriendo.

En todas las capitales del mundo, desde que trascendió la noticia, millones de personas se han ido concentrando de manera espontánea condenando los hechos y exigiendo castigo para los responsables.

El gobierno español y el principal partido de la oposición han expresado sus condolencias a las familias de los afectados a la vez que comprometían sus esfuerzos para que nunca más vuelva a repetirse una tragedia semejante que, igualmente, ha merecido la atención y las oraciones de Benedicto XVI en Roma.

Cientos de miles de niños están muriendo en Somalia, pero el hambre que los mata no explota, no hace ruido ni aturde, no salpica, no conmociona al mundo, aunque los asesinos de los niños somalíes o noruegos, salvando las distancias, vengan a ser los mismos, engendros ambos de un demencial sistema que tanto en la isla noruega como en la aislada Somalia sólo apela al terror.

(Texto de Koldo Campos Sagaseta, rebelión, 25/VII/11).

EDITORIAL: Crisis siria: molesta a la comunidad internacional

La felicitación del presidente sirio, Bachar al-Assad, a sus Fuerzas Armadas por su “lealtad” coincide con el 66 aniversario de la creación de éstas, pero también con el recrudecimiento de la represión de las revueltas. Los muertos de los últimos días se cuentan por centenares. El empeoramiento de la situación ha provocado una nueva reacción de Occidente. La Unión Europea (UE) anunciaba el primero de agosto más sanciones de forma inminente contra el gobierno de Al-Assad y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió en Nueva York a puerta cerrada. La posibilidad de una intervención militar fue rechazada por el secretario general de la OTAN y por dirigentes europeos con el socorrido argumento de que Siria y Libia “son distintas”. Lo cierto es que el ejemplo libio -y la crisis- no animan precisamente a ser imitado.

Sin embargo, resulta inevitable la comparación de esta actitud de la comunidad internacional con la mantenida respecto a Libia, es decir, la inmediata y contundente reacción militar. Si en aquel caso la actitud rezumaba hipocresía y el supuesto objetivo de la intervención militar, la defensa de la población civil, sin tardar se reveló como la falacia que era, en éste la evolución de la crisis siria ha llevado a la comunidad internacional a una situación muy incómoda que pretende aliviar con medidas como las anunciadas por la UE. Esa incomodidad se debe precisamente a su doble vara de medir, que en ocasiones como ésta, con al menos 140 muertos recientes y unos 2 mil ya desde marzo, deja aún más en evidencia que sus intervenciones supuestamente humanitarias no obedecen sino a sus intereses económicos y geoestratégicos.

En Siria se recrudece la represión, pero las protestas no remiten y la situación es cada vez más incierta. La postura de Occidente, sin embargo, no ayuda a la resolución por medio de “un verdadero diálogo inclusivo”, sino que se limita a reaccionar por incomodidad.

(Editorial de gara, 2/VIII/11).

EDITORIAL: Barruntos de crisis y desatenciones

Los datos recientes sobre los descensos en el crecimiento de los sectores manufacturero y de servicios en Estados Unidos; las cifras sobre una disminución en la creación de empleos en el sector privado de ese país, y los indicadores que ponderan caídas en el poderoso mercado interno estadunidense saldaron el 3 de agosto con el reconocimiento, por parte de las autoridades de la Casa Blanca, de que su economía nacional enfrenta una desaceleración, aunque descartaron el peligro de una recesión. Menos eufemísticos resultan los señalamientos del influyente fondo de inversiones Pimco, cuyo director, Bill Gross, advirtió que la economía estadunidense está estancada y que la Reserva Federal podría incluso adoptar medidas para contrarrestar dicha pérdida de dinamismo.

Los malos augurios económicos que se prefiguran en el vecino país del norte –y que han provocado un impacto negativo en los mercados bursátiles del mundo y de nuestro país, donde la Bolsa Mexicana de Valores ha tenido varios días “negros”– se suman a las dificultades que enfrentan gobiernos de naciones europeas, como Italia y España, ante los temores de que sus economías se vean en la necesidad de recurrir a planes de rescate como los puestos en marcha en Grecia.

El riesgo de una nueva crisis de escala planetaria no puede descartarse; por el contrario, y en la medida en que el clima económico no mejore, el escenario podría resultar incluso peor que el que se vivió con la crisis financiera de 2008 y 2009, con gobiernos nacionales mermados en su capacidad de paliar, mediante el gasto público y medidas contracíclicas, los efectos devastadores de una eventual recesión. El escenario vuelve a poner en evidencia la irracionalidad y precariedad del modelo económico aún vigente en buena parte del planeta, que hace dos años hizo agua como resultado de su voracidad y contradicciones, y que, a pesar de que debió ser reformado hace dos años, hoy vuelve a amenazar los precarios equilibrios en que se sustenta la economía mundial y coloca a millones de seres humanos ante el riesgo de una nueva ruina social.

Al mismo tiempo, las adversidades externas obligan a voltear hacia el punto más vulnerable de nuestro país ante un posible desarreglo económico y financiero internacional: la alarmante dependencia de las exportaciones petroleras y de las remesas de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos. Una mayor desaceleración en el país vecino podría incidir, en lo inmediato, en una menor demanda de mano de obra extranjera y disminuir con ello el flujo de dólares, que constituye una fuente principal de divisas del país. Asimismo, los temores por una eventual recesión comienzan a reflejarse en una presión a la baja en las cotizaciones petroleras internacionales. Un correlato preocupante de ello, por lo demás, es la reciente estampida registrada en el precio mundial del oro, a la cual el gobierno de México se ha sumado en forma tan entusiasta como poco responsable: la conversión de nuestro país en el principal comprador de ese metal en lo que va del año obliga a recordar que dicho fenómeno constituye un serio obstáculo para la recuperación económica, en la medida en que equivale retirar grandes recursos monetarios que podrían ser destinados a la inversión productiva para buscar refugio especulativo en los metales preciosos.

Es pertinente insistir que, en la hora presente y ante los atisbos de nuevas turbulencias económicas, lo peor que puede hacer el gobierno calderonista es mantener su postura de minimizar los peligros que eso representa para la economía nacional. La desatención gubernamental a las señales enviadas desde los centros del poder político y económico mundial y a las afectaciones ya registradas en la economía real estadunidense y europea, podrían conducir a un estado de vulnerabilidad económica similar o peor al que concluyó en 2009 con la peor caída del PIB nacional desde que se tiene registro de ese indicador, con la diferencia de que el gobierno se encuentra en una posición de debilidad institucional incluso mayor a la que enfrentó hace dos años. La reiteración de la insensibilidad que mostró entonces el calderonismo para comprender y atender los impactos de una crisis económica severa podría traducirse ahora en un acto de sabotaje por mano propia.

(Editorial de La Jornada, 4/VIII/11).

EDITORIAL: La mecha de la historia

“Son aves que no se asustan/ de animal ni policía,/ y no le asustan las balas/ ni el ladrar de la jauría.

Caramba y zamba la cosa,/ ¡que viva la astronomía!” (Violeta Parra)

Los jóvenes en las calles sacuden al mundo. Inquietan. Conmueven. Llenan de interrogantes. Despiertan miedos al tiempo que van tajeando con libertades nacientes las grietas del sistema. Destrozan certezas con su paso danzante mientras rappean: “no tengo mucha plata pero tengo cobre, aquí se baila como bailan los pobres”. Echan luz con el desparpajo de los años sobre el camino calcificado por adultos que tejieron un mundo que desprecian.

Hoy es Chile como ayer y mañana Francia, Túnez, Inglaterra, Libia, Egipto o Puerto Rico. La vida es hoy. El futuro llegó a mí. Es subirse al puente de la insurrección o quedarse a esperar que la vida transcurra.

Chile sigue ofreciéndose –en tiempos de promesas electorales– como el lugar paradisíaco de destino. El espejo en el que quieren que nos reflejemos como utopía trasandina. Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial sitúan el crecimiento económico de Chile próximo al 6%. E indican además que “el país seguirá a la cabeza en Producto Bruto Interno en Sudamérica hasta al menos 2014. Su posicionamiento se mantendría hasta 2014, cuando su PIB per cápita alcanzaría a 18 mil 659 dólares”.

Andrés Zahler Torres, investigador y profesor del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, de Santiago, publicó en la web del Centro de Investigación e Información Periodística (Ciper) que “el 10% de los chilenos tiene ingresos promedio que superan los de Noruega, mientras que los ingresos del 10% más pobre son similares a los de los habitantes Costa de Marfil. La gran mayoría tiene, en promedio, menos ingresos que los angoleños. Pese a que el PIB de Chile superó los 200 mil millones de dólares el año pasado, los niveles de desigualdad demuestran que no basta con el crecimiento para alcanzar el desarrollo”.

En detalle plantea: “El 10% más rico de los chilenos vive de hecho como en un país muy rico. El ingreso promedio de este grupo (más de 60 mil dólares per cápita, en términos comparables) es superior al promedio de Estados Unidos, Singapur y Noruega. El segundo grupo vive levemente mejor que Hungría, con ingresos similares a Eslovaquia y Croacia, países de ingreso medio-alto. Este 20% es el Chile que vive bien o muy bien”.

Pero qué pasa con el otro Chile. El de cobre y mineral que suda en las minas y se desangra sin techos ni libros entre las manos. “El tercer 10% de la población vive como el promedio de Argentina y México. El cuarto grupo como Kazajstán. Todavía nos queda el 60% de la población. Allí nos encontramos con ingresos equivalentes al de Perú en el 5º grupo; similar a El Salvador en el 6º grupo; Angola en el grupo 7°; Bután y Sri Lanka en el 8º; similar a la República del Congo (9º); y, finalmente, similar a Costa de Marfil en el 10º grupo. En la práctica, el 60 % del país vive con ingresos promedio peores que Angola”.

Que los jóvenes estudiantes salgan a las calles y arremetan con su rebeldía descarnada, que griten que quieren hoy su porción de futuro y no en un mañana inasible y lejano, nació de semillas que fueron asomando desde las entrañas de la tierra.

“Le digo a los magallánicos que no hay nada que temer, porque hay buenas razones para que el precio del gas, que es un elemento tan vital en una región que tiene tantas dificultades y frío, se mantenga en condiciones más favorables para la gente de Magallanes que para el resto del país”. Así les había hablado a fines de 2010 Sebastián Piñera a los pobladores que en 2009 le habían entregado el 55% de sus votos.

Tres meses más tarde les anunció que las tarifas para la distribución del hidrocarburo aumentarían en un 16.8%. Apenas unas horas bastaron para que los magallánicos llenaran los caminos de rebelión y de rabia.

En mayo los chilenos salieron a las calles a rechazar la construcción de Hidro Aysén: cinco centrales hidroeléctricas en el sur de Chile con impacto directo en la naturaleza y en las comunidades.

Hoy son los jóvenes los que toman los espacios públicos dispuestos a redoblar la apuesta. Sus voces se adueñan de veredas y calles con su utopía de humanidad: educación gratuita, renacionalización del cobre y la caducidad de la constitución que Pinochet perpetró en 1980.

Carabineros pertrechados para la guerra, gases lacrimógenos, tanquetas de batalla militar, 10, 36, 150, 500, 800 jóvenes engullidos como trofeos.

Lluvia de represión que ellos responden con pancartas que claman “agitá tus alas y habrás ganado el derecho a volar. No es sólo elevarte al cielo, sino también traer el cielo a tu interior”. Interpelan.

Cuestionan. Exigen.

A miles de kilómetros de distancia, meses atrás los jóvenes franceses habían gritado a su vez “no queremos que nuestros padres se mueran trabajando, y nosotros no nos queremos secar bajo el sol buscando casa y trabajo”.

Derriban certezas al sistema. “Estamos hartos del cinismo, de la arrogancia del gobierno, de las injusticias permanentes, de ver cómo hacia arriba se viola la ley y hacia abajo nos ponen presos por cualquier insignificancia”, decían.

40 mil estudiantes y docentes ingleses a fines de 2010 rugían: “¡Impuestos a los ricos, no a los estudiantes! ¡La educación es un derecho! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas, no los estudiantes! ¡Universidad para todos! ¡Educación gratuita, ya!”.

Indignados. Rebeldes. Utópicos. Destructores de un presente de inequidades. “Nos habéis quitado demasiado, ahora lo queremos todo”, vociferaron los jóvenes italianos ante los aumentos a las cuotas educativas.

La prosperidad capitalista deja demasiados heridos. Cicatrices que no cierran. Lujos que tienen contracaras de violencia. Una violencia que desnuda hambrientos, desposeídos, saqueados.

Jóvenes aquí y allá lanzan su insurrección al viento. Se alzan, ganados por la desilusión y el hastío de un mundo que no eligieron. Que sienten que no les pertenece. Que es necesario destruir y sabotear para empezar de nuevo.

Desprecian un sistema vetusto y excluyente. No quieren etiquetas. Desean sacudirse las telarañas que la historia les asestó, que sedujo a otros jóvenes como ellos para prometerles paraísos vacíos.

Ellos nacieron a la vida en un país que despreció la vida con cementos y estadios opresores. Bebieron de esa miel amarga de un sistema que no lanzó por ellos cohetes y serpentinas. Deglutieron los venenos de la inequidad.

Y hoy asoman sus cuerpos con la certeza de que cada corazón es una célula revolucionaria. Que hay que sacudir el sopor del aplastamiento. Y con la convicción de que apenas son la mecha que –el tiempo lo dirá– podrá encender la historia.

(Texto de Claudia Rafael, argenpress, 11/VIII/11).

MUNICIPAL: Miseria, consecuencia de la explotación

Introducción. Según la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), la pobreza por bajos ingresos se ha extendido y profundizado durante este gobierno. Los más pobres ganan menos y los más ricos ganan más. Guanajuato, entre 2008 y 2010, fue la segunda entidad federativa que mostró el mayor aumento en el número de personas en situación de pobreza, pasando de 2.4 a 2.7 millones de personas pobres.

Tratando de maquillar la debacle, el secretario estatal de Desarrollo Social y Humano, el yunquista Miguel Márquez Márquez, aceptó que sí ha crecido en Guanajuato el índice de pobreza, pero “no es para tanto”, pues aseguró que la pobreza extrema creció “apenas” el 0.2%. Aclaró que en los rubros de pobreza moderada, población vulnerable por ingresos (desempleados) y pobreza extrema, los indicadores aumentaron 4.2, 1.2 y 0.2%, respectivamente. Agregó que la población catalogada dentro del rubro vulnerable por ingreso, “es donde más nos ha pegado en Guanajuato, donde no podemos negar que sí hay una pobreza, sí, sí la hay, pero sobre todo es en el ingreso” (a.m., 2/VIII/11).

1. En México, nueve de cada 100 habitantes vive de las transferencias que recibe de instituciones del gobierno, privadas o de otros hogares; en tanto que sólo 4.7% de su población percibe más de seis salarios mínimos, indicó el Inegi (La Jornada, 19/VII/11). En cambio, un puñado de inversionistas con intereses en el mercado accionario mexicano incrementó el valor de sus activos a una cantidad que equivale a 45% del valor de la economía nacional, es decir, el valor de los activos de 203 mil 23 inversionistas con recursos invertidos en la Bolsa Mexicana de Valores, que en términos comparativos equivalen a 0.18% de la población total del país, sumó en junio 6 billones 122 mil 632 millones de pesos, reportó el 2 de agosto la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Para los inversionistas particulares, empresas o instituciones financieras con acceso al mercado bursátil, los últimos han sido años de constante ganancia, aun con una crisis en medio que minó temporalmente la rentabilidad de sus activos (La Jornada, 3/VIII/11). Lo anterior como producto del entorno globalizado, en que la economía mexicana pretende incorporarse a un sistema de mercado que somete y doblega a las soberanías nacionales, que, anteponiendo como premisa la ética del lucro, tergiversa las funciones del Estado: ahora el gobierno es una mega agencia de negocios internacionales, depende de los consorcios comerciales y oficializa el criterio que define a la población como mano de obra explotable y como un sector inmenso de consumidores manipulables. Los resultados son contundentes: los beneficios de la economía de mercado se concentran en los estratos superiores donde no existe sensibilidad social, y que exhibe la escasa retribución de los consorcios internacionales al erario y al nivel de vida de los habitantes (Laura M. López Murillo, argenpress, 2/VIII/11).

2. En toda la geografía nacional, el panorama es el mismo, con sus matices, dependiendo de la región que se trate: un desarrollo sin justicia, con un gigantismo urbano y anárquico, no porque la ciudad llame, sino porque el campo expulsa, agregado a una falta de oportunidades y al avance de la tecnología que desplaza obreros, esa es la fórmula de la marginación. Luego, si la marginación es consecuencia de la explotación, que se inscribe en lo económico en un primer plano, entonces, la solución no solamente es económica, sino social y política; y sólo será posible a partir de condiciones concretas del potencial humano. La desigualdad representa uno de los problemas más graves de México.

Las grandes mayorías depauperadas, han sido engañadas con falsas promesas de progreso instantáneo, trampeadas en el ejercicio de sus derechos básicos (fraude) y usadas con ramplón cinismo para fines diversos a los declarados. Los dos titulares panistas del Ejecutivo federal son los directamente responsables. Uno de ellos frívolo, tonto, resentido e ignorante. El otro, mentiroso, inepto y faccioso. Esa dupla ha dejado en peores condiciones a los mexicanos que lo vivido durante el decadente priismo de finales de siglo.

Pero nada de lo que actualmente acontece ha sido gratuito. Como resultado del modelo socioeconómico impuesto a la sociedad mexicana, las clases medias acomodadas (esa porción que ingresa más de 10 mil pesos mensuales) se han regodeado en su individualismo con fiereza inaudita. Piensan, con dosis de inocencia pueril, que poco o nada de lo negativo que acontece a su derredor habrá de tocarlas o perturbarles su remanso, tan artificial como precario. Y, cuando son rozados por la mirada de los miserables, los deplorables servicios públicos, el desempleo, la intranquilidad por el futuro o la violencia desatada, se declaran, con voces de lamento, sorprendidos, aterrados, heridos, burlados por sus liderazgos. Buscan entonces el repuesto inmediato a sus arraigados temores sólo para caer en salidas engañosas: claman por la vuelta del priismo al que suponen con recambios de actitud, cierta maestría y una imagen atractiva de candidato manipulable. En el extremo, se aferran a la mano dura y la fuerza providencial (Luis Linares Zapata, La Jornada, 3/VIII/11).

3. En San Francisco, según el dueño de la franquicia local de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), el ya legendario Ricardo Venegas Murillo, expriista, converso en un primer momento al panismo y hoy voz de la “sociedad civil organizada”, férreo defensor del status quo en la época de los gobiernos “emanados de la revolución”, se lamenta de las condiciones sociales a las que nos ha llevado el modelo socioeconómico impulsado desde el gobierno de Miguel de la Madrid y continuado y profundizado durante la mal llamada “alternancia”. Curándose en salud, este conspicuo personaje afirma que la causa de que haya más pobres es porque “no hay administración pública, están un buen (sic) de buenos para nada en el gobierno a los que les pagamos los mejores hoteles, guaruras, comidas y más privilegios, y mientras ellos hablan de pobreza, viven bien”. Miope, pide que no se confunda pobreza extrema con pobreza, porque en San Francisco no existe la primera, pero sí hay pobreza, pero vista desde el punto de la falta de equidad entre gobierno y sociedad (a.m., 2/VIII/11). En concreto, para el señor Venegas Murillo, la pobreza se reduce a “la falta de equidad entre gobierno y sociedad”, frase críptica que nos recuerda a aquellas emitidas por Fidel Velázquez: vagas y parabólicas; sin embargo, no hay que olvidar que él, como líder “histórico” y “moral” de la Canacope, llamaba a votar por los candidatos del PRI durante el salinismo y el zedillismo, como parte del engranaje de la maquinaria de opresión del corporativismo priista. Patético, señor Venegas, muy patético.

Otro que también se rasga la sotana como artículo vestuario es el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago, quien dijo en la homilía dominical del 31 de julio que la humanidad no puede cerrar los ojos ante las realidades de pobreza y miseria que existen en el país y que se deben de buscar soluciones a las necesidades más apremiadas: “Hay gente en los tambos de la basura buscando pan o verdura o algún tipo de alimento que puede ser aprovechado, hay hambre, hay necesidades”. Sin un asomo de autocrítica –recordemos que el sector más conservador y retrógrado de la Iglesia católica apoyó a los gobiernos priistas y a los candidatos de la “alternancia”, y que en Guanajuato, Martín Rábago de manera abierta apoyó la guerra sucia emprendida por el entonces candidato Felipe Calderón en contra de López Obrador– y con la hipocresía que caracteriza a la clerigalla, Martín Rábago señala que debe de haber una respuesta inmediata de parte de la sociedad, ofreciendo lo que pueda para quienes están en esa situación, así como la reestructuración del tejido social para contar con una organización que permita vivir con mayor dignidad, “tenemos responsabilidad todos, desde las políticas públicas que aplica el gobierno del estado y la manera en como los empresarios manejan sus empresas, todos tenemos que ser solidarios”. Entre contradictorio y cantinflesco, Martín Rábago se muestra condescendiente hacia sus acólitos en el gobierno del estado: “vivimos en una sociedad donde todos podemos aportar algo y ser solidarios; no tomemos la actitud paternalista que papá gobierno solucione los problemas, sí el gobierno tiene una responsabilidad pero no tomemos una actitud condenatoria y pasiva” (correo, 1/VIII/11); ¡uy, uy, uy, qué moderado en su lenguaje señor arzobispo!

4. Sin embargo, la miseria no se ataca con discursos y buenos deseos, siendo que es un complejo macrocosmos que crece a una velocidad que desborda las previsiones económicas. El marginalismo simboliza la debilidad de nuestras herramientas para enfrentar la explosión demográfica, en espacios reducidos, condiciones ecológicas lamentables y viejos vicios de centralismo, corrupción, autoritarismo, etc. En ciudades como León, Irapuato, Celaya y, en menor medida en San Francisco y Purísima, los excluidos se desbocan en cinturones de miseria, en las afueras de las ciudades donde además de miseria, se encuentran otros iguales a ellos, pero al mismo tiempo verdaderos extraños. La posibilidad de comunicarse es fundirse en una identidad en miseria, frente al rechazo de la ciudad, que enfrenta, afrenta y quiebra sus valores. Pérdida de todo lo aprendido, y la búsqueda forzosa de una nueva identidad en el refugio del tugurio, que es un cartón petrolizado, donde la cotidianidad consiste en vivir relaciones incestuosas, drogadicción, abortos, muertes infantiles, violencia. Lo que le da al menos imaginación a la defensa; lo mismo de golpes de autoridades que de criminales, que luchan con su pobreza, explotando las necesidades. Las invasiones y desalojos son despedidas y encuentros de un negocio que da millones a algunos y desaliento a muchos.

En esas ciudades perdidas se encuentra el rostro del marginal. ¿Cuántos marginales hay en estas ciudades del llamado corredor industrial? Su número es difícil de precisar, pero determina un fenómeno de contaminación ambiental, social y sicológico, que apenas empieza a hacerse consciente. Se trata de una situación desconocida que obliga a innovar métodos, ante el fracaso de las soluciones tradicionales.

La miseria como un marco inmenso destaca la diminuta pintura de una burguesía aterrorizada, clamando a todos los cielos por una solución “entre todos”, con llamados inútiles a la “solidaridad”, y con desgastados discursos de “unidad entre sociedad y gobierno”. La respuesta tendrá que ser nueva y tendremos que encontrarla en un nuevo conocimiento que armonice lo espiritual y lo científico, como orientación, método y norma de una nueva política.

5. Abonando a lo anterior, y como refiere Rogelio Ramírez de la O: La pobreza hoy es más grave, y es el resultado de la política que aplicó el gobierno para sortear el gran desplome económico de 2009: “Una política que requiere, para cumplir sus metas, de aumentar impuestos en medio de una recesión no es eficiente porque magnifica la recesión. Además contribuye a los conflictos, entre otros, el crimen, la informalidad e invasión de calles por ambulantes y el achicamiento de mercados para las empresas… Tampoco se trata de seguir repitiendo el llamado a ‘las reformas’, como recetario universal que por sí mismo puede reducir la pobreza… La recaudación debió siempre haberse impulsado con mejoras al ISR y no con nuevos y distorsionantes impuestos” (El Universal, 3/VIII/11).

Si de consuelo sirve, agregaremos que Marcia Pally, docente en ciencias culturales de la Universidad de Nueva York; describe, en un escrito titulado “Hurto famélico en Manhattan”, cómo la gente sin trabajo, en Estados Unidos, va a los parques estatales a buscar alimentos. Escribe: “No son gente sin techo. No, son de clase media: Y no revuelven la basura, sino que se llevan hojas, plantas y frutas de los árboles de los parques para la cena. Gente vecina al Parque Kissena, de Queens, informó que ha desaparecido un árbol entero de cerezas y se llevaron los peces y las tortugas de las fuentes. La búsqueda de alimentos ha alcanzado niveles increíbles. El gobierno podría acabar con los sueldos extra que se paga a la policía y repartir ese dinero entre la gente. Mejor se los mete presos y por lo menos comen la comida de la prisión”. Ironías plenas de rabia en el país que tiene tropas en todo el mundo y que es el máximo exportador de armas, el 34.6% de todas esas exportaciones provienen de Estados Unidos, cuyas empresas ganan miles de millones de dólares en un país que ahora se descubre que no puede ni alimentar a todos sus habitantes. No, ni siquiera en una novela podría ser creíble esto. Pero es la realidad. Claro, los economistas del sistema le quitan importancia señalando con voz grave: “No, se trata sólo de una crisis”. Y la pregunta es: ¿Cómo no es posible prevenir las crisis en el país más rico del mundo? No, la verdadera respuesta es: se trata de la irracionalidad del sistema.

Asimismo, y en relación al contexto de lo hasta aquí narrado, Harald Welzer, director del Center for Interdisciplinary Memory Research en Essen, ha escrito un texto sabio sobre derechos humanos. Comienza con una cita. La declaración general sobre Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948. Repetimos, 1948. Recorrámosla una vez más en toda su sabiduría: “Cada uno de los seres humanos tiene derecho a un nivel de vida que le asegure a él y su familia salud y bienestar, inclusive alimentos, vestuario, vivienda, atención médica y servicios sociales, así como el derecho a seguridad en el caso de falta de trabajo, enfermedad, invalidez o viudez”. En contraposición a eso, Welzer muestra la realidad: “Una séptima parte de la humanidad está desnutrida, dos mil millones de personas no tienen atención médica alguna, mil millones no tienen acceso a agua limpia, 200 millones de niños son soldados, o están prostituidos, o son trabajadores nómadas o trabajan 18 horas por día tejiendo alfombras. Enfrente, las estadísticas dicen que 1200 personas poseen más del 3% de la fortuna privada mundial, mientras que la mitad de la humanidad apenas cuenta con el dos por ciento de esos bienes”. Todo esto en un mundo sin soluciones: con poblaciones hambrientas, niños que mueren por falta de comida, un planeta infectado por el mal uso de las materias de la naturaleza, con cada vez más autos de lujo y menos trabajo. La cantidad de ropa nueva comprada en el mundo occidental se ha duplicado en la última década, para no hablar de los aparatos técnicos de consumo, y en Europa y en Estados Unidos el 40% de la comida sobrante es tirada a la basura. Además, el armamentismo crece. Basta un ejemplo: en los Emiratos Árabes Unidos se está formando un ejército mercenario que está costando 500 millones de dólares. Lo organiza una empresa norteamericana. Los soldados contratados provienen en su mayoría de Alemania y Colombia, con muy buenos sueldos. Los oficiales provienen de Estados Unidos, Francia, Sudáfrica y Alemania. Todo esto a pocos kilómetros de Somalia, donde mueren niños de hambre (Osvaldo Bayer, página 12, 6/VIII/11).

6. En Guanajuato, y, particularmente en San Francisco, las autoridades agradecen a todos los dioses que estas tierras sean el paraíso de la quietud social. Aquí no importa que las evidencias del quiebre entre el sistema dominante, financiero, global, y los pueblos del mundo que lo padecen, se acumulen hasta llegar a lo grotesco. El miedo inoculado en la población permite que no hagan mella las aristas más filosas del modelo explotador que se ensaña sobre un grupo específico de ciudadanos: las juventudes. Éstos, llámense chilenos adolescentes agobiados por lo caro de una educación que se les escapa, ninis mexicanos ignorados durante décadas que ya no pueden emigrar, españoles indignados que no encuentran un sitio decente donde habitar y convivir, desclasados ingleses de las barriadas londinenses (como antes fueron franceses) que, de pronto, irrumpen con impulsos destructivos, o los sirios, egipcios y libios que siguen la ruta del martirio por un cacho de dignidad, salen, en tropeles, a las calles para dar testimonio de sus incandescentes corajes. Juventudes que ya no aguantan más dentelladas de la injusticia que los ahoga en la desesperación. Su futuro ha caído en la oscuridad total y, desde sus distintas postraciones, quieren aliviar, de mil ocurrentes maneras, sus deprimentes condiciones de vida. Aquí en Guanajuato, hasta hoy, mejor se recurre a la droga o al alcohol o al suicidio. (Luis Linares Zapata, La Jornada, 10/VIII/11).

En San Francisco, el incremento en la cantidad de suicidios y de enfermos mentales, nos revela que el tejido social está rompiéndose por sus hilos más delgados: personas jóvenes que acuden al ahorcamiento o a los somníferos como método de escape a una realidad que les resulta brutal y apabullante, no digna de ser enfrentada. La autoridad, fingiendo alarma ante este fenómeno, simplemente se rasca la cabeza y dice: “sabemos que hay personas con depresión o riesgos suicidas, pero no llevamos un seguimiento puntual sobre cada caso; tenemos varias personas en lista, pero no podemos hacer más por falta de recursos” (a.m., 11/VIII/11). Así de fácil.

7. El 8 de agosto, la UNAM presentó la propuesta de combate a la inseguridad pública, en la que señala que, “la confrontación entre los partidos termina por reducir las posibilidades de la acción colectiva”. En pocas palabras, la ciudadanía está harta de ver día tras día los dimes y diretes de los políticos y su enorme egoísmo al momento de encontrar soluciones para nuestros problemas. Han prevalecido los intereses políticos y los proyectos de corto plazo, por encima del interés público y las visiones de mediano y largo plazo. Los resultados están a la vista. En San Francisco, las últimas semanas han sido pródigas en dimes y diretes de parte de la “oposición” priista y el actual gobierno municipal; ¿la razón? Se acercan los tiempos electorales y cada uno se balconea como puede, aprovechando cualquier resquicio que le permita el contrario para saltar de inmediato a las primeras planas de los diarios locales.

Pero, la verdadera pelea está entre los distintos poderes caciquiles en el municipio y la región. La propuesta de la UNAM señala que el 10% del sistema financiero opera con dinero proveniente del narco. Éste mueve casi 30 mil millones de dólares al año. Frente a este fenómeno, el gobierno no parece haber reaccionado. ¿Qué dicen las autoridades federales del dinero que se lava en bancos, en la compra de inmuebles y vehículos, en la apertura de empresas con giros más que dudosos? En San Francisco, ¿cuánto dinero se lava en bancos y cajas de ahorro que han surgido como hongos? ¿Cuánto en construcción de plazas comerciales, casinos clandestinos, palenques “particulares”, casas de cita, centros botaneros y restaurantes “familiares”, préstamos hipotecarios leoninos, etc.? ¿Cuánto en negocios aparentemente inocuos como marisquerías, tiendas de abarrotes, taquerías, pizzerías, etc., que funcionan como centros de distribución de estupefacientes? (Miguel Carbonell, El Universal, 11/VIII/11). No se sabe, no hay datos oficiales. Y si se sabe, la autoridad no hace nada; que nadie haga olas; es mejor seguir así.

8. Hay un horror gelatinoso que amenaza cada vez más la vida cotidiana. En muchas zonas de San Francisco ya no se puede salir a la calle a ciertas horas. Que lo digan quienes viven en las colonias consideradas como “foco rojo” por las autoridades. Ese toque de queda no declarado marca límites y orienta el comportamiento. En una variedad de esferas, sin embargo, no hay siquiera toques de queda que delimiten lo que podemos o no hacer. No sabemos ya dónde se hallan peligros a menudo mortales.

El deterioro y paulatino desmantelamiento de las estructuras de la institucionalidad y la acelerada descomposición de las clases políticas, es decir, el estado de cosas que se generaliza en el mundo y en el que México tiene el dudoso honor de estar a la vanguardia, afecta observaciones e interpretaciones. Las categorías convencionales se quedan vacías; los anteojos a través de los cuales vemos y experimentamos el mundo se vuelven opacos; las evidencias que golpean la mirada no encuentran acomodo en nuestras maneras de percibir la realidad… Miopías y cegueras de esta índole resultan peligrosas ante los riesgos del momento, cuando es imperioso actuar con lucidez y pulso firme.

Según Foucault, la arbitrariedad del tirano es licencia para el crimen: mientras más despótico sea un poder, más numerosos serán los criminales. Además, intuiciones que hace tiempo considerábamos marginales adquieren de pronto centralidad. Manuel Rozental apunta que la mafiosidad es cada vez más general. La mafia es ya una forma generalizada de organización social y política. En política, abarca desde el último cacique de pueblo hasta Los Pinos; desde el pequeño burócrata, el empleado de ventanilla o el funcionario medio hasta los secretarios de Estado, el presidente y cuadros o militantes de todos los partidos; en la vida social, caracteriza la operación de medios, bancos y grandes empresarios lo mismo que el funcionamiento social en barrios y comunidades alejadas, desde boleros y franeleros hasta los hombres más ricos del mundo.

Al plantearnos desde abajo y a la izquierda qué hacer ante todo este horror, al pensar cómo enfrentarlo con nuestra propia energía y capacidad organizativa, desde el tejido social desgarrado en que vivimos, no hay que olvidar que existe otra dimensión: bandas y mafias que han nacido como signos de resistencia y algunas pueden estar expresando la rebeldía radical de quienes padecen las formas más agresivas y oprobiosas del capitalismo. Entre los inempleables, los jóvenes ninis, las personas que antes se arrojaban al grupo de los mendigos y poco a poco van formando mayoría, están surgiendo grupos que cobran conciencia de la naturaleza del sistema y deciden enfrentarlo. En esta hora de emergencia nacional, cuando necesitamos actuar con decisión y entereza, debemos reconocer que en esta noche oscura no todos los gatos son pardos. (Gustavo Esteva, La Jornada, 25/VII/11).

9. En todos los sectores sociales de San Francisco las amarras se van soltando poco a poco. Veamos algunos ejemplos recientes: a) Ma. de los Ángeles Moreno, a propósito de las “alarmistas” declaraciones de Juan Olivares Rocha, representante de la Asociación de Empresarios del Rincón (AER) acerca de que la industria sombrerera “está acabada”, dice que el sector sombrerero necesita verdaderos líderes, no especuladores; por que soltar una afirmación así a la ligera y sin sustento que la apoye, lejos de beneficiar, perjudica: “Es lastimoso que, en lugar de atender al sector (sombrerero), divulgue la idea de que los empresarios sombreros ‘no se unen’, sin precisar exactamente a qué se refiere”. Ahora –continúa Moreno–, “si el sector sombrerero está en estado crítico, que nos informen las autoridades cuándo se interesaron por evitar que esto se diera, porque el representante de Desarrollo Económico si acaso ha convocado en dos ocasiones a reuniones, pero nunca para tratar el asunto de un estado crítico para el sombrero” (a.m., 8/VIII/11). El licenciado Verdín nomás se hizo a un lado para dejar pasar la pedrada; b) en la pasada reunión con motivo de dar seguimiento al Plan de Ordenamiento de la Zona Conurbada, por San Francisco, sólo asistieron el alcalde Verdín y su grupito, al que las malas lenguas llaman “Club de Tobi”, y, la regidora Orozco, esposa del señor magistrado propietario de la Sexta Sala Civil del STJEG, además de los regidores priistas que más le rezongan al “señor licenciado” (a.m., 9/VIII/11); c) como lo ecológico está de moda, es que el alcalde se ha subido al carro de todo lo que tenga que ver con arbolitos y plantitas –¡Ay, son tan hermosas las puestas del sol cuando se observan desde la quietud del bosque!, dice con tono melancólico nuestro príncipe–. Y sí, hay un área de ocho hectáreas con la intención de convertirla en bosque gracias a que se plantaron 3 mil 200 plantas de diferentes especies de árboles. Dubitativo, dijo Verdín: “Ojalá que este sea sólo el principio de muchos bosques que podamos plantar en San Francisco, y que aprendamos a cuidarlos, pero también a aprovecharlos”; chin, o sea que, como sabe que no va a haber seguimiento, no está seguro de los resultados que tendrá (El Heraldo de León, 23/VII/11); d) convertido en merolico, sin pensar en lo que dice, el alcalde –quien dice tener estudios en Filosofía– se aventó la siguiente puntada: “Hasta el más ateo ha volteado a ver el cielo” (a.m., 23/VII/11), lo anterior, con motivo de la entrega de “apoyos” a la gente del campo por las pérdidas derivadas del cambio climatológico. En la misma tónica celestial, con sus ojitos arrobados por los humos despedidos por el incensario de la labia de Verdín, el neocristero Juan Carlos Sáinz Lozano, les dijo a los campesinos ahí reunidos: “Esta noche no vayan a la cama sin antes pedirle a dios que haga buen temporal”, ¿por fin? ¿El cambio climatológico es consecuencia del enojo divino o de las acciones humanas en el planeta? Como dijo el filósofo de El Llano: “la sabiduría de dios está fuera de toda comprensión humana”, tá güeno, pues; e) como todo lo que inicial mal, termina mal, ahí tenemos que el Ayuntamiento se ha convertido en un campo de lodo, todos contra todos, además de que la administración en su conjunto se ha visto empequeñecida ante el reto de gobernar un municipio en el que los problemas saltan por todos lados; que si no hay proyecto ejecutivo para la construcción del complejo administrativo, que cuándo chingados lo licitaron (El Gallo, dixit), que Eulogio Valerio es un desvergonzado lamesuelas del “licenciado”, que es un arribista y un “pobre diablo” que nomás habla por hablar (a.m., 11/VIII/11); que si la Preparatoria Regional funciona como si fuera particular por los altos costos en uniformes, “cuota de recuperación”, inscripción y libros, más lo que se agregue en cada semestre, que dónde está eso de que se trata de “una institución gratuita y accesible para los que menos tienen” (a.m., 29/VII/11); que si el segundo informe de Jaime Verdín será “gris” porque a casi dos años de este gobierno existe una evidente falta de proyectos de obra pública (a.m., 7/VIII/11), que eso es falso, que en este 2011 habrá “23 obras en total, de todos los tipos, y abarcarán mancha urbana y comunidades rurales”, que 2012 será mejor aún, que, la mera neta, esos pinches priistas (Verdín, dixit) “le están apostando al fracaso de esta administración, no es cierto que les interesa San Francisco, les interesa su partido” (El Heraldo de León, 10/VIII/11), que la riegan los del PRI, porque yo, el director de Obras Públicas, soy “bien chingón” (Agustín López Franco, dixit), es más, “el que los regidores del PRI no estén enterados ni se interesen en acercarse para estarlo, no quiere decir que la dirección que dirijo no haga su trabajo, yo seguiré esforzándome” (a.m., 10/VIII/11); que ni madres, que no es cierto, que “la realidad gramática y objetiva es que al día de hoy, no ha habido obra” y que “yo sí me ensucio mis zapatitos” (Samantha Dávalos, dixit) porque me doy cuenta de las carencias en el municipio, y que mejor se calme el alcalde, pues “hasta la barba va a perder dentro de un año” (a.m., 11/VIII/11); que la Canacope otra vez “levanta la voz” en labios de su eterno “dirigente” para decir que ¡ya basta!, ¡no somos sus pendejos!, que “la Feria del 2010 no tuvo el atractivo y la solidez que se hubiera esperado, debido a que las personas que forman parte del Patronato, no conocen lo que se debe hacer, no están involucradas y en contacto con el resto de los grupos y representantes sociales, como tampoco han tenido la identidad, ni comunicación” (a.m., 10/VIII/11). ¿Qué falta? Que se suelten los madrazos. Las amarras se van soltando…

10. ¿No que el PAN es el partido del cambio? La conclusión de un análisis elaborado por el PAN tras su debacle electoral de 2009 es contundente. El PAN es un desastre: “En el comportamiento de los panistas no se aplica la fuerza de las ideas, sino la fuerza del interés, la nómina y el poder”, “no hay agenda para y con la sociedad”, “se han tolerado actos de corrupción de funcionarios y militantes”, “se han privilegiado el arribismo y el oportunismo”, “se permite la democracia simulada” y se impone “la aplicación discrecional de estatutos y reglamentos”. También hay “manipulación de los procesos internos”, “la onda grupera divide al partido, la autoridad no lo remedia y a veces es factor de parcialidad al tomar decisiones”, “desechamos gente valiosa”, “los dirigentes se reciclan” y “la cultura y mentalidad corporativa persiste: derechos, antigüedades, cacicazgos”. ¡Ahora queda claro el por qué del desmadre en el país y en San Francisco! (Álvaro Delgado, proceso.com, 31/VII/11).

(Basado en José Cueli, La Jornada, 22/VII/11).

ESTATAL: Retroceso

1. “Se trata de una obscenidad”, dijo el coordinador de los regidores priístas, Salvador Ramírez Argote: están beneficiando a los más poderosos, mientras hacen a un lado peticiones de primarias públicas que necesitan mantenimiento o piden apoyo para mejorar la educación pública. El gobierno panista de León firmó un convenio con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y la Universidad Iberoamericana (Uia) para entregarles 30 millones de pesos de los que ya les dio 7 millones para la construcción de centros tecnológicos.

El 24 de marzo, el ayuntamiento aprobó dos dictámenes de la Comisión de Economía en los que autoriza firmar dos convenios con el ITESM y la Uia para que de la partida presupuestal 2110-400-4451 les aporten recursos por 3 millones 750 mil pesos a cada una, con la finalidad de apoyarlas para que construyan un parque de innovación y transferencia tecnológica, y una unidad de innovación, aprendizaje y competitividad.

En tales dictámenes el gobierno leonés se compromete a gestionar recursos presupuestales para el presente ejercicio fiscal por 11 millones 250 mil pesos para cada una. La Comisión de Economía justificó la transferencia de recursos porque quieren lograr que León se posicione como el centro universitario y de investigación más importante de la región.

En el dictamen y convenio con universidades privadas, se estipula que éstas deben colaborar con el municipio en los análisis de oportunidades que tienen las áreas de servicios geriátricos y de telemedicina, en cursos de alfabetización digital para adultos, en la generación de proyectos de diagnóstico y promoción del turismo y calzado.

A los 30 millones de pesos para el ITESM y la Uia se suman los 25 millones de pesos de un terreno que el cabildo adjudicó a la Universidad La Salle Bajío. (Nota de Carlos García, La Jornada, 21/VII/11).

2. Con una lona a la entrada de diversos templos de León se exhibe a mujeres con ropa “provocativa y sexy”. En dicha lona se puede leer: “Respeta la casa de Dios, no puedes entrar si vienes vestida así: escotes, falda con abertura, strapless, minifalda y/o mallones o shorts”. De esta forma es como la Iglesia Católica les niega el ingreso a dichos recintos: “¡evita ser molestada!”, advierte.

Pese a que en la actualidad las mujeres leonesas tienen mayor participación en los diferentes sectores económicos, todavía hay exclusión desde el núcleo religioso y en esta ocasión se critica la forma de vestir de las mujeres.

Ejemplo de ello es en el templo de Nuestra Señora de La Merced, pues al ingresar es inevitable encontrarse con la lona que mide dos metros de alto por metro y medio de ancho, la cual claramente especifica que no pueden ingresar las mujeres que visten con ropa ajustada o ceñida al cuerpo.

El vocero de la iglesia local, Raúl Villegas, reconoció que la arquidiócesis de León hizo una serie de recomendaciones a los católicos, pero con la finalidad, dijo, de recordar “que el espacio sagrado tiene cierta dignidad; además, hay curas que nomás ven unas lindas piernas y unos pechos fogosos, y, ¡que dios me perdone –dijo Villegas–, pero parecen burros en primavera, ya luego no saben lo que dicen en la celebración de la sagrada eucaristía!”.

Por ello, agregó, “la vestimenta, la actitud y los actos que hagamos ahí deben ser de acuerdo al espacio sagrado en que nos ubicamos. No nos importa que nos tachen de talibanes”.

Ángeles López, titular del Centro de Derechos Humanos Victoria Díez, dijo que ese tipo de actos es un insulto, además de violentar los derechos humanos de las mujeres leonesas, y calificó de hipócrita a la Iglesia Católica pues dijo que lo único que hacen es denigrar a las personas.

Manifestó que son los grupos religiosos los que deberían de encargarse de ayudar a la gente pobre, así como aportar apoyo en cuestiones espirituales, haciendo énfasis en que esta es su función y no calificar a las mujeres como si fueran objetos y no personas. Asimismo, dijo que con esto la Iglesia Católica sólo está reforzando el tipo de rol que quiere para las mujeres en la sociedad, concluyó Ángeles López. (Nota de Jazmín Castro, correo, 21/VII/11).

3. Las autoridades de Salud del Distrito Federal han recibido en cuatro años a 134 mujeres guanajuatenses que decidieron abortar.

De acuerdo con un informe obtenido a través de Transparencia, Guanajuato es el octavo estado del que acuden más mujeres a la capital del país a interrumpir su embarazo. ¿Por qué? Porque gracias al régimen talibán en Guanajuato, cualquier tipo de aborto excepto cuando el embarazo sea por violación está prohibido por la ley, mientras que en el DF se legalizó desde 2007 y se practica a cualquier mujer que lo solicite en unidades públicas de Salud.

El Código Penal del Estado castiga hasta con 3 años de cárcel a las mujeres que aborten. Tan sólo en lo que va de 2011, catorce mujeres 3 de ellas de León han sido acusadas por haber abortado. Contra ellas se iniciaron averiguaciones previas para sancionarlas o encarcelarlas.

El año pasado se abrieron otras 21 investigaciones por aborto, revela un informe de la Procuraduría estatal. Entre 2010 y 2011, la Procuraduría de Justicia del Estado abrió 35 expedientes contra mujeres que cometieron el delito de aborto (a.m., 12/VIII/11). Entonces, por un lado la Iglesia las reprime, y por otro, las mujeres buscan ayuda en otros lugares.

NACIONAL: El poeta del perdón

El poeta Javier Sicilia ha convertido un movimiento social de exigencias en un vehículo personal de traslado y transferencia de emociones individuales. Ambivalente, contradictorio, centrado y concentrado en sí mismo y en un pequeño grupo que le rodea, asesora y conduce, el padre de uno de los jóvenes asesinados meses atrás en Cuernavaca ha ido derivando la suerte de mandato colectivo que en un principio tuvo hacia meros ejercicios espirituales, retóricos y fotográficos que están siendo aprovechados gozosamente por diversos personajes de la elite política nacional.

Del perdón como demanda ética a una clase política inmoral, al reparto entusiasta de besos y abrazos como una especie de comunión expiatoria. Sicilia ha colocado en el centro de su estandarte eclesiástico la demanda de que los políticos pecadores pidan perdón, como si el simple hecho de expresar determinadas palabras convirtiese a los cínicos oficiantes del poder en entes redimidos y, a partir de esa conversión verbal, el mundo pudiese cambiar. No es perdón lo que este México reclama, sino justicia y eficacia: justicia para castigar a los responsables de tantas muertes impunes, olvidadas o menospreciadas, y eficacia para restaurar al Estado como fuente de seguridad pública y protección de los ciudadanos.

La indulgencia puede ser exigida o concedida como un acto personalísimo, de índole y satisfacción íntimas, pero no debe ser elevada a una categoría central de discurso político y movilización social, a menos que el abanderado de esa doctrina de la remisión civil de los pecados sea movido exclusivamente por resortes personales y no por un plan sensato y eficaz de lucha política, y entonces se diluya conscientemente el interés colectivo y las metas concretas por los ceremoniales de Amor y paz (ya no está solo el otro predicador romántico, Andrés Manuel López Obrador) como palancas para la transformación del mundo, según las misas sicilianas que terminan con los participantes dándose la paz (sobre todo por la vía oscular), en un remolino de pasiones que en sus primeras partes pareció contar con fuego desatado por la parte cívica contra los malvados legisladores a los que se trató con un látigo oratorio que en el mismo escenario, el castillo de Chapultepec, no fue usado contra otro poderoso, individual, no colegiado, aquel Felipe Calderón cuyo discurso de satanización del oficio legislativo fue reproducido ayer por Sicilia aunque, al final, esos corresponsables de los crímenes nacionales, esos diputados y senadores que aprueban los presupuestos para la maquinaria de guerra y no ponen controles ni exigen cuentas verdaderas, fueron besados, abrazados y apapachados en algunos de sus representantes notables por el poeta compasivo.

Desgaste y confusión de aquel movimiento original no solamente por el hecho de que el líder Sicilia ha decidido imponer su visión y métodos, sin que haya consulta o decisiones compartidas con algún segmento representativo que no sea el de quienes forman parte de su comité central, sino, sobre todo, porque las escenografías hasta ahora montadas solamente están consolidando al mismo sistema supuestamente combatido o al que presuntamente se exigen cuentas y correcciones, mismas que le son prometidas pero sin seriedad procesal ni compromisos de calendario, en algo parecido a jugar el dedo en la boca a sabiendas de que los tiempos electorales están encima y nada de lo que hoy se diga o jure habrá de tener espacio para cumplimiento real sino después de las elecciones de 2012, cuando los reacomodos que haya, de ese segmento de poderosos, dejarán muy atrás a este movimiento que ahora simplemente sobrellevan, torean y, políticamente, desangran y aprovechan.

Un punto altamente demostrativo de la confusión y miopía que se ha impuesto a ese movimiento desde su cúpula directiva es el relacionado con el inconsulto apoyo que se ha dado al remedo de reforma política que Calderón ha acordado con Beltrones (quien ese día vivió uno de los momentos difíciles de su templada carrera, a la hora de enfrentarse al hecho en curso de ser besado por el poeta del perdón) y que Peña Nieto ha frenado en San Lázaro. De manera acrítica, apresurada y simplista, Sicilia ha decidido por sus puras estrofas que ese texto taimadamente propuesto por especialistas en el engaño político constituye una llave de esplendorosa transformación nacional que debe ser ardorosamente empujada. La república del beso y el perdón aplaude y concelebra, decidida a sacrificarse en aras del amor que todo lo puede. Amén.

(Texto de Julio Hernández López, La Jornada, 29/VII/11).

INTERNACIONAL: Turquía e Irán se coordinan sobre Siria

La dinámica regional –las dos palabras claves del momento– han tomado mayor velocidad.

Las intervenciones foráneas en el mundo árabe se han destapado sin rubor y han descompuesto de maloliente manera la fragancia extática de la revolución del jazmín del paradigma tunecino.

¿Podrán existir genuinas revoluciones nacionales sin flagrantes intromisiones extranjeras, a inicios del siglo XXI?

Caída la mayor potencia militar del mundo árabe (Egipto: todavía presa de sus demonios internos), las otras dos potencias regionales no árabes (Turquía e Irán) avanzan sus piezas en el tablero de ajedrez –ya no se diga las medianas potencias europeas (Francia y Gran Bretaña) y las superpotencias nucleares (Estados Unidos y Rusia)–.

Con la multiplicidad de las fronteras de Irán en sus cuatro puntos cardinales –en particular, con Irak, Turquía, el Golfo Pérsico, el Kurdistán virtual, Afganistán y Pakistán– los súper fuegos del mundo árabe y del subcontinente indio se empiezan a conectar ominosamente cuando antes habían permanecido relativamente focalizados.

El enésimo bombazo en Mumbay, centro financiero de India, ocurre después del asesinato en Kandahar (feudo de la etnia pashtún y de los talibanes) del medio hermano de presidente afgano Hamid Karzai cuando las relaciones del eje sunita de Pakistán-Arabia Saudita (AS) se enfrían dramáticamente con Estados Unidos.

A mi juicio, el límite de la guerra de sunitas y chiítas –tan publicitada y anhelada por los multimedia israelí-anglosajones, pero que todavía no se desata abiertamente– lo constituyen Pakistán (en el flanco oriental del Golfo Pérsico) y Turquía.

Pakistán, la única potencia islámica dotada con 100 bombas nucleares, le brinda su paraguas atómico a AS, que le financió sus ojivas. El acercamiento de Pakistán con Irán ha congelado las tensiones en Bahrein entre AS e Irán.

Por lo visto, ninguno de los grandes actores regionales está a salvo. Ya Kissinger había señalado la probabilidad de una tercera guerra mundial a partir del tríptico de Afganistán-Pakistán-India.

El mismo día de la celebración en Estambul de la reunión del grupo de contacto sobre Libia –que engloba a 30 países, donde destacan Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, es decir, quienes iniciaron los bombardeos de la OTAN que ya no saben cómo concluir después de su estrepitoso fracaso, y a la que conspicuamente no asistieron Rusia ni China–, el factor kurdo recrudecía: su guerrilla asesinaba a 13 militares del ejército otomano, mientras una ONG se atrevía a proclamar la autonomía democrática del pueblo kurdo en el seno de Turquía.

Ese mismo día, Irán movía su ejército en la frontera del norte de Irak, donde los kurdos gozan de autonomía.

Uno de tantos factores que acercan a la sunita Turquía con la teocracia chiíta de Irán es justamente su santa alianza frente a las veleidades independentistas de los sunitas kurdos.

Existen otros transcendentales factores convergentes entre Turquía e Irán que rebasan el aldeanismo de la abultada lucha religiosa entre sunitas y chiítas que azuza el eje israelí-anglosajón.

En varios rubros existe una complementariedad geoeconómica (energía, comercio y finanzas) entre Ankara y Teherán que obliga a su realismo geopolítico y a la necesidad imperativa de buscar una solución común sobre el contencioso sirio sin que dañe a ninguno.

La diplomacia turca, a riesgo de sobreextenderse, ha estado muy hiperactiva con su solvente canciller Ahmet Davutoglu, quien después de visitar Libia, Egipto y AS, acudió espectacularmente a Irán (noticia deliberadamente boicoteada en Occidente).

La dinámica regional –palabras claves del momento– irá asentando a cada quien en su verdadero sitio y en su justa dimensión.

Mientras el portal israelí Debka (un monumento de la desinformación, presuntamente vinculado al Mossad) incita descabelladamente a una invasión de Siria por Turquía –tesis a la que se han adherido halcones militaristas de la prensa turca como Soner Cagaptay, Hurriyet, 10/VII/11), lo cual, a mi juicio, no le conviene en absoluto al admirable país otomano, que obtiene más con su diplomacia creativa–, pues nada menos que Ahmet Davutoglu visitó Irán para cooperar y coordinarse sobre Siria, según la prensa de las dos capitales.

El rotativo turco Today’s Zaman (12/VII/11) comenta una frase del canciller turco que tendrá impacto en el porvenir de la región: un proceso de transformación muy dinámica en Medio Oriente debe ser dirigido (sic) e implementado (sic) a través de la dinámica regional (léase: la correlación de fuerzas de las partes y sus intereses naturales e intangibles).

Davutoglu reconoce la necesidad de tener consultas estrechas con países amigos y vecinos (léase: Irán) que pudieran tener influencia en los sucesos regionales.

Si la característica de la dupla Erdogan-Davotoglu es el pragmatismo de corte turco-sunita, los chiítas persas no la van a defraudar.

Davutoglu reconoce implícitamente la caja de Pandora que representa Siria, donde los desarrollos preocupan a todos. Recalcó que la compleción de la reforma política por métodos pacíficos debe realizarse sin crear riesgos a la seguridad.

El problema con Estados Unidos a estas alturas no tiene un sustituto creíble para Bashar –y tampoco la heteróclita oposición siria–, que se encuentra todavía en su fase embrionaria.

No están en tela de juicio las legítimas e inalienables demandas de la oposición siria –siempre y cuando sean patriotas y no degeneren en el entreguismo supino con máscara democrática–, sino la identidad de quien las apadrine geopolíticamente. Tampoco hay que ser tan cándidos.

No hay que olvidar que Siria es frontera con Israel, que tiene todavía ocupadas las Alturas del Golán. Por fortuna, la oposición siria no lo olvida, como tampoco Turquía e Irán.

(Texto de Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada, 17/VII/11).