lunes, 13 de julio de 2009

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Mentiras, sólo mentiras



De nueva cuenta, Toño (el príncipe que fenece), cuya estrella ve opacarse conforme se acerca su final, está furioso, porque no acepta que se le toque ni con el pétalo de una crítica. Toño, un individuo cuyo futuro político está poblado de nubarrones, está furioso porque se siente “atacado”; él, que (para sus adentros) “ha sido un buen gobernante”; él, que se ha sacrificado por este pueblo ingrato y malagradecido. ¿Por qué sus fibras se exasperan al menor rozón? ¿Por qué se le inflaman las arterias y le sube la presión cuando su “probidad” se pone en duda? ¿A quiénes protege, de qué tiene miedo, por qué estalla en furia en contra de quienes lo cuestionan? Su más reciente queja: un grupo de amigos utilizaron a “verdaderos profesionistas” integrados en Colegios, para perjudicar su “buena imagen” con fines políticos, al publicar a media plana a nombre del Consejo Coordinador Regional (CCR) “groseros señalamientos” sobre el gasto de 30 millones de pesos en las instalaciones de SAPAF. Desde la óptica de Toño, el CCR tomó prestada la palabra y reputación de los representantes de algunos colegios, sin contar con su autorización que respaldara la “publicación de falsedades” (sic) el domingo 21 de junio. Toño recalcó sobre la falta de responsabilidad de los integrantes del CCR, sobre todo de quien los representa, Juan Olivares Rocha, quien en tiempos políticos -¿qué tiempos no son políticos?- publica “una serie de mentiras y falsedades” para perjudicar a la actual administración. ¡Oh, cuán delgada tenéis vuestra piel querido Toño! ¿Cuánto le va a tocar de esos 30 milloncetes al buen Toñín? En su desplegado, el CCR llama al Ayuntamiento a detener la obra de remodelación y ampliación de las oficinas del SAPAF, porque “habiendo tantas otras necesidades de prioridad en la localidad, se van a gastar 30 millones de pesos”. Ya entrado, Toño se lanza contra el CCR: “hay una intencionalidad en ese grupo de amigos, que utilizaron el nombre y reputación de diferentes colegios para sus fines políticos. Además, ¿por qué no ha pedido su registro oficial como CCR, de manera que se tenga la certeza de que están debidamente registrados?”. Nótese lo truculento y morboso que es nuestro príncipe, no va al fondo del asunto que se plantea, es decir, sobre la inversión de esos 30 millones en SAPAF en tiempos crisis, de carencias y de malos servicios, sino que se va a la yugular del organismo que simplemente hace el señalamiento y que a sus planteamientos Toño les llama “falsedades”; sin ocuparse de desmentir punto por punto lo planteado por el CCR; además, para Toño, “los verdaderos profesionistas” son aquellos que son sus “amigos”, los otros, “tienen intereses partidistas y no les importa el progreso de San Francisco”. “Si el CCR quisiera ayudar al desarrollo de San Francisco y realmente contribuir a un beneficio -dice Toño-, ¿cómo es que desde el inicio sólo se la han pasado criticando, sin respaldar acciones (sic)?”. Y aquí sale el peine: Toño y sus secuaces no pueden prescindir de sus prejuicios a la hora de analizar cualquier asunto que se plantea, y en este caso, no podía ser la excepción: “Los que deben ser apolíticos, propositivos y sin dejarse llevar por apasionamientos, al pretender supuestamente ver por el desarrollo y el progreso de la región son los miembros del CCR, y sin embargo, en lugar de informarse y conocer de primera mano qué se hace en SAPAF, se lleva por efervescencias políticas, rompiendo su credibilidad”. O sea que, Toño termina “su” administración peleado con todos y por todo. ¡Cómo cambia el poder a las personas! ¿No fue este el mismo Toño que se presentó al inicio de la administración como un “alcalde sobrio, ecuánime, calculador y sensible a cualquier planteamiento o problema”? ¿Qué sucedió de entonces a la fecha? ¿Mucho dolor porque se acaba la ubre, o es por el exceso de prozac para mantenerse “en equilibrio emocional”, o es que está mal aconsejado por el perverso y torvo Ismamael Narizuela? Para apuntalar a su jefe en apuros, José Luis Chagoya López, director del SAPAF, declara sobre la “irresponsabilidad” de Juan Olivares Rocha y de Mayo del Moral, porque con personas o dirigentes así, “pierde San Francisco” (sic), debido a que confunde a la opinión pública. Juan Olivares, no se quedó callado: “Lástima de la investidura de alcalde, porque le faltan pantalones, al asegurar que tomamos nombres indebidamente, de contadores, ingenieros, arquitectos y que ha recibido llamadas de que no aceptaron la publicación, cuando la realidad es que tuvimos la aprobación de las respectivas instituciones y si trata de desacreditar echando mentiras, eso indica que le faltan pantalones… aunque no me extraña, porque la ignorancia la ha demostrado desde el inicio”. Toño, y su maquiavélico secretario particular, Ismamael Narizuela, rápido soltaron la jauría de rastreros y abyectos: consiguieron las aportaciones de dos panistas para echarle tierra al CCR: a) Juan Carlos Muñiz Felipe, supuesto presidente del Colegio de Médicos, que cobra en el DIF municipal y que fuera destituido del cargo de secretario de ayuntamiento en la administración 2000-2003 por su ineptitud, envió un oficio a Presidencia Municipal para “aclarar” que él no dio su firma para el citado desplegado: “el Colegio de Médicos es un órgano sin fines políticos o partidistas –dice en su escrito–, y que en ningún momento será factor de fricción entre autoridades y población. A la luz de los acontecimientos no estamos en condiciones de emitir un juicio adecuado en cuanto al caso del proyecto SAPAF”; b) Juan Gerardo Carranza, vocal del Club de Leones, personalmente habló con Toño para “explicarle” que, ellos no estaban de acuerdo con el desplegado porque “no se tenían los elementos suficientes para tomar una decisión de aprobación o desaprobación a la construcción del nuevo edificio del SAPAF”. Y, para cerrar la pinza, el también panista Miguel Ángel García Palafox –quien se va a llevar su buena tajada en la remodelación de las instalaciones de SAPAF–, presidente del Colegio de Arquitectos, lamentó el desprestigio a que ha llegado el CCR “porque en su conformación, siempre se tuvo la finalidad de proponer, desarrollar y hablar como un todo en beneficio de la sociedad, no por volver personales los conflictos con alguien”. Y abundó: “Yo, así como el Colegio de Arquitectos, jamás hemos emitido dictamen alguno sobre la construcción del nuevo edificio del SAPAF”. Además, “como consejero del CCR –dijo García Palafox–, he considerado proponer a los demás consejeros de los diferentes colegios, agrupaciones y clubes, que Juan Olivares Rocha sea cesado del cargo. Porque aparte la calidad y nivel de sus declaraciones contra el presidente municipal, no van acordes a un organismo que antes que nada respeta y busca el mecanismo correcto al diálogo y la información”. Finalmente, a los regidores panistas les tomó cinco días para responder a “las falsedades” del CCR; mezquinos e indignos, Marcelo Salas y Érica Aguirre le respondieron de manera personal a Juan Olivares (a.m., junio 26): “Así como a nombre del CCR, Juan Olivares Rocha pidió al Ayuntamiento que tomaran decisiones conforme a ‘su buen juicio, sereno y desapasionado razonamiento’, es que ahora los miembros del Cabildo le requieren que se informe y sea honesto con él mismo y con la gente, porque está visto que hizo una serie de suposiciones que no existieron”. ¿Por qué el enojo de Toño? En el fondo de la cuestión está el hecho de que el alcalde a) tiene un criterio muy chato, y una forma de razonar cuadrada y rígida, de ahí su ignorancia y su talante autoritario; b) desde un principio estuvo celoso de la actividad del CCR, de su poder de convocatoria, que, en su paranoia, el alcalde lo vio como un contrapoder; c) no soporta el señalamiento, venga de donde venga, por eso su reacción es desproporcionada y escandalosa; d) en su desesperación, se valió de sus amigos panistas para desprestigiar no sólo a Juan Olivares sino al CCR, que, parecía navegar con impulso propio, hasta que apareció el Führer Toño I; e) no toleraría que el CCR tuviera como cabeza visible a Juan Olivares, personaje que, aun no siendo panista, su reputación creció a tal grado que se convirtió en un referente obligado por sus opiniones basadas en cifras y tendencias relacionadas con la economía y políticas de gobierno principalmente, sustentadas no sólo desde su percepción, sino, derivadas de las que dan a conocer las propias autoridades. Creemos que una vez más, Toño mostró el cobre: intolerante, cerrado y prejuiciado. Peor no podía terminar la presente administración.
(Fuentes: a.m., junio 23, 24, 25, 26, 2009).

Voto: el desencanto ciudadano


Y el debate cobró fuerza: ¿se debe o no anular el voto? La primera de estas opciones –ampliamente promovida en Internet y en diversos espacios tanto electrónicos como impresos– ha ganado muchos adeptos, a grado tal que consejeros del IFE, si bien han reconocido el derecho de los ciudadanos a anular el sufragio, han tratado de aminorar el impacto que significa la difusión de los mensajes que promueven el voto en blanco.
Nosotros coincidimos con quienes sostienen que se trata de una forma válida de protesta y de castigo en contra de una partidocracia a la que se percibe totalmente alejada de las demandas y las necesidades de la población, y consagrada a la defensa de sus privilegios. La anulación del voto equivaldría, a asumir un papel crítico durante las elecciones, sin que ello implique desentenderse de la responsabilidad ciudadana de sufragar.
Por su parte, quienes están en contra de la anulación del sufragio, argumentan que la llamada “democracia” se fundamenta en instituciones y al día de hoy la ley no contempla otro medio de ejercer los derechos político-electorales que a través de los partidos políticos, convertidos en verdaderos nidos de mafiosos y de apátridas. Asimismo, sostienen que el anular el voto puede resultar contraproducente por cuanto acabaría por favorecer al llamado “voto duro” de los partidos, en detrimento de los ciudadanos independientes. En ese mismo sentido, no ha faltado quien concibe esa anulación como un mecanismo que terminaría por favorecer los intereses del grupo que detenta el poder, pues facilitaría la permanencia del statu quo. A estos señalamientos deben sumarse los hechos por el consejero del IFE Marco Baños, en el sentido de que el sufragio nulo equivale a “que los ciudadanos se excluyan de la integración de la Cámara de Diputados”. Totalmente falso, ¿qué tanto poder puede tener el voto ciudadano independiente en contra del voto de los poderes fácticos que son los que deciden a final de cuentas “la integración de la Cámara de Diputados”?
Lo cierto es que existe un desencanto ciudadano frente la institucionalidad política del país, que se explica, en buena medida, como consecuencia del cochinero durante el proceso electoral de 2006, que incluyó el entrometimiento ilegal de Vicente Fox en favor de Calderón, así como la intervención de las cúpulas empresariales y del alto clero en contra del ex aspirante presidencial López Obrador; la posterior negativa del órgano electoral a contar la totalidad de los sufragios, y el inverosímil fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, organismo que sostuvo, por decirlo en breve, que los comicios habían sido sucios, injustos e inequitativos, pero a fin de cuentas válidos. Estos elementos, en conjunto, sumieron a la institucionalidad electoral en un profundo descrédito, del cual todavía no se ha recuperado.
Alarmada la clase política, quiere que emitamos sufragios de adhesión para ungir representantes soberanos: que votemos por lo que tengamos enfrente, aunque no sepamos quién recibe nuestro voto ni qué hará con él. Hasta el clero presiona para acudir a votar por el menos malo, para continuar con una ficción que sólo aplaza pero no evita una crisis institucional. El voto nulo es el único instrumento de expresión pacífica que nos queda a los ciudadanos para decir a los partidos que, así, no nos gustan.
Sin importar la posición que cada partido ocupa en el espectro político, ninguno cumplió con su obligación, en el Congreso, de exigir información a las autoridades sanitarias con motivo de la reciente epidemia; ninguno ha defendido al Estado secular ante la ofensiva del clero; ninguno ha denunciado que avanzamos hacia un Estado policial; ninguno se ha vuelto a acordar de un asunto llamado reforma del Estado; ninguno ha rechazado con firmeza las restricciones a la libertad de las mujeres adoptadas por casi la mitad de los Congresos locales del país; ninguno ha impulsado el seguro de desempleo aunque todos dicen defender a la sociedad ; ninguno denuncia la guerra sucia que ejerce el Estado en contra de los luchadores sociales, al encarcelarlos, desaparecerlos y asesinarlos por disentir con los gobiernos en turno; ninguno ha pasado del discurso sobre la tragedia en la guardería de Hermosillo. Esos son sólo algunos ejemplos.
El abstencionismo o la anulación del voto cobran razón de ser, alarman a los políticos de oficio y a las camarillas de parásitos que viven del erario porque desenmascaran la democracia oligárquica, pero su mayor espanto es que muchos de los abstencionistas y los que están por el voto nulo son en su mayoría jóvenes que no ven como alternativa a ningún partido político y la condena política al régimen neoliberal representado hoy por el gobierno calderonista y el PAN-PRI. (Fuentes: Editorial, La Jornada, 6/VI/09; Diego Valadés, apro, 11/VI/09; Comunicado del EPR, cedema, 16/VI/09).

Tragedia y corrupción


La tragedia ocurrida el viernes 5 de junio en la guardería ABC –subrogada por el IMSS– en Hermosillo, Sonora, donde un incendio cobró la vida de 38 niños (48 hasta el 26 de junio) y dejó heridos a decenas más, así como a seis adultos, ha dejado tras de sí un profundo sentir de indignación y consternación en la sociedad sonorense y nacional, en cuya percepción los espacios destinados supuestamente al cuidado de los niños –y en particular, de los hijos de asalariados y de familias de escasos recursos– se han convertido, en cambio, en entornos que ponen en riesgo la salud e incluso la vida de los pequeños.
Aunque la Procuraduría General de la República (PGR) anunció una investigación orientada a deslindar responsabilidades y esclarecer estos dolorosos sucesos, hay razones de sobra para afirmar que esos acontecimientos no tienen un responsable único, sino que son consecuencia de una cadena de negligencias lamentables: la habilitación de una nave industrial como guardería, no obstante que el espacio carecía de las condiciones de seguridad necesarias –extintores, señalamientos, salidas de emergencia–; la ubicación del inmueble en las cercanías de una gasolinera; la presumible falta de capacitación del personal de la guardería para actuar ante una emergencia de este tipo y, por supuesto, las deficiencias en la supervisión del personal de protección civil de la entidad y de las propias autoridades del IMSS.
Esta tragedia pone en perspectiva –de manera por demás trágica– las enormes deficiencias y los riesgos que conlleva el sistema de subrogación adoptado por el propio IMSS, que otorga la operación de las guarderías a particulares, y que ha crecido de manera exponencial durante las dos administraciones panistas: entre 2000 y 2007, el número de guarderías del IMSS a cargo de particulares pasó de 757 a mil 426, mientras que el total de las que operan bajo el régimen de “prestación directa” sigue siendo el mismo que a inicios de la década (142). Tales cifras ponen de manifiesto la abdicación del Estado a cumplir con una de sus responsabilidades principales en materia de seguridad social –la de prestar servicios de calidad a los trabajadores y sus familias– mediante la imposición de un modelo que, para colmo de males, ha sido expandido por el gobierno calderonista a través de la aplicación del programa de “estancias infantiles”.
La subrogación ha derivado en un deterioro sostenido de la atención que se presta en esas instalaciones a cargo del IMSS, y ha acabado por convertir a éstas en establecimientos con fines de lucro, en donde lo que importa es maximizar las ganancias y abatir los costos, a pesar de que en muchas ocasiones esto opere en perjuicio de los infantes y sus familias.
A semanas del terrible suceso en la capital sonorense, nadie ha sido detenido, comenzando por los directamente responsables del funcionamiento y seguridad de la estancia infantil. Hasta el 23 de junio sólo se tenían unos cuantos chivos expiatorios, es decir, funcionarios menores, que salieron libres bajo fianza. Los dueños, intocables. Eso sí, el número de conferencias de prensa, deslindes públicos y privados, justificaciones, “argumentos” y conexos ha sido especialmente nutrido, aunque nadie se ha tomado la molestia de explicar quién y por qué autorizó el funcionamiento de dicha guardería en un lugar absolutamente inseguro, rodeada de obvios peligros que tarde que temprano –y no se requiere ser especialista para advertirlo– se harían efectivos.
Por su parte, la PGR ha tenido un comportamiento errático y equívoco con respecto al trágico suceso, especialmente con la exoneración anticipada, y a todas luces improcedente, formulada el 10 de junio por el propio procurador federal, cuando aseguró que “nadie iría a prisión” porque el incendio no había sido intencional. La credibilidad de la PGR ante los hechos de la guardería ABC es, pues, deficitaria.
Es significativo, al respecto, que a más de tres semanas del incendio no ha sido citado ninguno de los propietarios de la guardería ABC, entre quienes figuran familiares de ex funcionarios del gobierno sonorense y de la esposa de Calderón. No por nada el mercado de las guarderías subrogadas por el Seguro Social está valuado en 8 mil millones de pesos anuales. Una delicia para los invitados al banquete del saqueo.
En esta circunstancia, es lamentable la escalada de ataques mutuos en la que se han involucrado el secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont y el gobernador Eduardo Bours. La exigencia de acciones federales manifestada por Bours ha parecido a Gómez Mont una ofensa a la investidura presidencial: “Lo que no acepté ni le acepto al señor Gobernador es el tono altanero con que se refiere al Presidente de la República”, dijo el miércoles 24 de junio. Lo cierto es que hasta hoy, se sigue esperando la prometida publicación de las guarderías subrogadas.
(Fuentes: Editorial, La Jornada, 7/VI/09; Carlos Fernández-Vega, La Jornada, 11/VI/09; El Universal, 24/VI/09; Editorial, La Jornada, 25/VI/09).

Mal ejemplo de Chávez


Tarde que temprano tenía que pasar, ese empeño del gobierno venezolano y su presidente por nacionalizar empresas podía tener consecuencias todavía más graves que las hasta ahora lamentadas. El riesgo de que la fiebre nacionalizadora de Chávez se extendiera por el mundo aún con más rapidez que cualquiera de las pandémicas gripes existentes; así como que otros Estados se decidieran a intervenir y adquirir empresas, sólo era cuestión de tiempo.
La noticia saltó a las primeras páginas de todos los medios. La General Motors, la más emblemática empresa capitalista estadounidense, era nacionalizada por Obama y su gobierno.
“Hoy será un día histórico para la empresa: el fin de la ex General Motors y el comienzo de una nueva era”, declaraba regocijada la administración de Obama tras desembolsar 30 mil millones de dólares y hacerse con el 60% de su capital. El Estado canadiense y Ontario, también han acudido al rescate de la empresa automovilística con casi 10 mil millones de dólares para tomar el 12% del negocio. El fondo de gestión sindical encargado de financiar la cobertura médica de los jubilados manejará el 17.5%. Los actuales inversionistas de la empresa, según se ha publicado, perderán sus inversiones.
Triste destino el del más genuino símbolo empresarial del “american way of life” que, al cabo de los años, viene a acabar así, de tan cruda manera, nacionalizada, como si fuera una vulgar y bananera empresa del tercer mundo.
Y lo peor es que ni esta empresa es la primera en pasar a manos del Estado ni va a ser la última. De nada han servido las sabias orientaciones de los grandes medios de comunicación que han venido censurando al estado venezolano su perniciosa política nacionalizadora. Muy al contrario, ha cundido el ejemplo y Estados Unidos se alinea también con prácticas tan totalitarias.
Hasta hay quien ya comienza a temer que tras el amable y sereno rostro del presidente estadounidense se esconda realmente un peligroso y contumaz comunista decidido a no dejar nada sin nacionalizar: el negocio inmobiliario, las aseguradoras, la banca, la industria del automóvil…
Y todo por culpa de Chávez que lejos de atender las prudentes recomendaciones de los organismos financieros, de esos fondos internacionales y bancos mundiales que insisten en la necesidad de privatizar los recursos del país, sigue empeñado en hacer lo contrario y recuperar para el país los recursos nacionales puestos en manos privadas, sin hacer el menor caso de lo que puedan decir los medios de comunicación occidentales, de lo que opine Europa y los Estados Unidos, a contracorriente de la historia y por encima de cualquier razón y derecho.
Razón tenía Charles Wilson, ministro de Defensa de los Estados Unidos y ejecutivo de la General Motors cuando en 1953 llegó a decir: “Lo que es bueno para la General Motors es bueno para América”. Y Chávez, que no ignoraba la cita, simplemente, se dedicó a aplicarla.

Desesperación



En plena guerra sucia por la sucesión presidencial en el municipio, Toño Salvador despotrica en contra de quienes lo cuestionan, y se va de frente contra quienes osan poner en duda su pretendida honorabilidad. “En Presidencia Municipal, cuando se habla de proyectos es porque ya están sustentados, validados y con asignación de recursos”, declaró en días pasados. Contrario a José Velázquez, que “cuando fue alcalde, nada dejó documentado… lo que dejó fue incobrables varios documentos sin firma de funcionarios ni de los beneficiados con pavimentaciones”. Socarrón, Toño exhibe a los representantes de los medios –que actúan como virtuales agentes del Ministerio Público– documentos y más documentos para “probar” que José Velázquez, el candidato “con experiencia para gobernar”, no tenga claro que en esta administración son tan eficientes que hay dinero para todo: “lo que está en los bancos es para mí y mis amigos, es decir, para los programas que han sido la insignia de mi gobierno –dijo el siempre humilde Toñín– como es la atención a becas, las obras que están en proceso y las que están proyectadas, ¡Ah!, y lo que nos corresponde por haberles servido en estos tres años, etc.”. Enrojecido y molesto porque nuestro amigo Pepe Velázquez anda diciendo en su campaña que “dejó proyectos listos como el de servicio subterráneo en Infonavit San Francisco y lo único que tenía que completar (sic) el actual gobierno, era poner el dinero para la pavimentación”; Toño, sabedor que Pepe es un muy mal candidato, no duda en echarle cristiana y santa tierra cada vez que puede… y quiere: “invito al candidato del tres por uno –ahí le falló a Toño, porque el hecho de que vayan PRD y PVEM con el PRI no significa que tenga el triple de fuerza, más bien Pepe es el candidato del uno punto cero cero uno por uno–, a que le hable a la gente con honestidad y con la verdad, que no se la pase mintiendo con que dejó proyectos, porque son mentiras… no va a ganar ni más votos, ni va a ganar la elección”. ¡Órale! ¿Cómo sabe Toño que Pepe no va a ganar? ¿Será que es mago y clarividente? ¿Será que ha sido tocado de nueva cuenta por el manto divino de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro? ¿O simplemente será que le gusta hablar y echar bravata, máxime que ahora el priísmo está dividido, dolido y disperso? Pero Toño no sólo se mofó de Pepe, sino del “líder” priísta en el municipio, Francisco Fernández, que, como ventrílocuo, únicamente repite como perico lo mismo que dice su candidato. Porque Toño también anda en campaña, pues es muy conocido que Jaime Verdín nomás no levanta, tan no levanta que le dicen el candidato Viagra, debido a su flacidez y desgano para elevar el alarido del respetable. Por eso Toño le tiene que echar “una manita” a Verdín, porque éste se la pasa “papaloteando” moscas, pensando en sus citas socráticas y en cómo Aristóteles o Santo Tomás le entrarían a un debate con sus adversarios. Y como la Preparatoria Regional sigue siendo el filón precioso para cada campaña, Toño le pide a Pepe que no se haga pendejo y que hable con la verdad, que le platique a la gente la historia completa, que lo que intentó en su administración fue hacer una “triquiñuela” con el predio que aparentemente había comprado, porque hizo una simulación de compra por 5 millones de pesos (que nunca pagó), y lo que sí gastó del erario fueron 130 mil pesos para escriturar un terreno que nunca compró, y ese dinero se lo pagó a un Notario con el que fue mitad y mitad. ¡Santos óleos del Templo de la Santísima! ¡Toño, si no te quieres condenar y arder en las llamas eternas del averno, es mejor que te calles y dejes de infamar a las ánimas del purgatorio que, velan por la salud caciquil del Pepe! Mientras eso sucede en los sótanos nauseabundos de la conciencia de Toño, Pepe Velázquez sigue en su ruta de promesas: en su desesperación ante la incredulidad de la población, ha dado su palabra de que hasta en los postes van a crecer las matas de yerba y amapola para que el municipio se levante de la postración en que la han mantenido “los pinches yunquistas” –así dijo en su impotencia de que pocos son los que le hacen caso–; es tal la desmoralización en el “equipo” de nuestro amigo Pepe, que se aventó con esta perla: “las cerca de 145 comunidades de este municipio van a contar con una obra cada una, o con una gestión que los beneficie en su calidad de vida”. Lo que no explicó es que serán obras chatarra, como muchas que dejó en su administración. Y en efecto, promete que en los primeros cien días de su gobierno se generarán las primeras obras, desde luego las de más fácil ejecución, ¡Ah! ¡Cuán fácil es abrir el baúl de promesas para repartir ilusiones a diestra y siniestra! ¿Y el maquiavélico Ismamael Narizuela, por qué ha estado tan calladito en estas horas candentes de usurpación de personalidades, donde el déspota se ha tornado amable y sonriente, y el explotador e insensible se presenta como una blanca paloma? Por lo pronto, la autoridad municipal en voz de Juan Carlos Sáinz –Charlie para los cuates– acepta su fracaso en materia de capacitación y en el fomento del empleo en San Francisco: “no pudo concretarse el convenio suscrito con la Unión Europea para contrataciones temporales, porque los pocos interesados carecían de certificados de capacitación”, dijo en entrevista. Por ello, “en coor¬di¬na¬ción con la Uni¬dad de Cer¬ti¬fi¬ca¬ción y Ca¬pa¬ci¬ta¬ción pa¬ra el Tra¬ba¬jo (Unic¬cat) se proporcionó adiestramiento a aquellas per¬so¬nas que tengan vi¬sión de sa¬lir adelan¬te y quieran salir del mu¬ni¬ci¬pio pa¬ra afron¬tar nue¬vas opor¬tu¬ni¬da¬des… Eu¬ro¬pa es una bue¬na opción, en pri¬me¬ra se pa¬ga en eu¬ros, en se¬gun¬da hay bue¬nas ofer¬tas de em¬pleo, no es tan co¬mún y no es¬tá tan desgastado co¬mo Es¬tados Uni¬dos”, es decir, según el criterio de Juan Car¬los Sáinz, hay que capacitar a la gente para que se vaya de San Francisco, es decir, capacitarla no para que se quede siendo más productivo y creativo, aquí, en su propia tierra. ¿Cómo es posible que Sáinz vea como “normal” que sea el propio gobierno el que fomente la salida de la mano de obra joven? ¿No alcanza a percibir que el desgarramiento del tejido social es en parte consecuencia del aumento en el índice de familias separadas? ¿Qué le pasa a Sáinz: insensibilidad, ceguera, falta de claridad en su pensamiento? Claro, en tiempos de mediocridad como los presentes, cualquier cosa es posible. (Fuentes, a.m., 26/V/09; El Heraldo de León, 27/V/09).

Muy personal



Rafael Cardoso, director de Predial y Catastro, nervioso porque se acaba el huesito, responde a los señalamientos de Sergio Maldonado, individuo que no siente lo duro sino lo tupido, y que acusa a la autoridad municipal de evadir impuestos y simular una finca por otra: “se le olvida a Sergio que el Municipio no paga impuestos, que primero se ponga a leer la normatividad y después abra el hocicote”, dijo Cardoso, molesto. Y explica: “Si se hizo un cambio de imagen con photoshop en la parte externa del edificio que se compró para convertirlo en Teatro de la Ciudad, no fue por evadir impuestos, sino para limpiarlo de cartulinas y anuncios del exterior; además, la imagen no es lo importante, lo fundamental y central son los datos catastrales”. Cardoso, aprovechó la ocasión y se fue directo contra su rival: “Sergio Maldonado no es la persona más adecuada a quien se pueda calificar de honesto, ni que hable con la verdad, cualquier persona que lo conozca lo sabe, hay que preguntarle de qué institución se llevó el equipo que ahora trae en la promoción de su partido, mucha gente de aquí sabe quién es y lo que ha hecho este señor, que no es prototipo de honestidad”. La cosa no paró ahí, al fragor de las campañas electorales y el estercolero en que se han convertido, Cardoso abundó: “Si de lo que se trata es de enlodar la preclara figura de nuestro príncipe, pues está equivocado, aquí no va a poder. Hay que recordar que Gerardo López Montoya en la administración 2003-2006 se dedicó a cobrar por 3 años cuota mínima al actual dirigente del PRI, Francisco Fernández, simulando que la casa de la que pagaba el predial era de su papá… Eso sí es corrupción”. Pocos días después, Rafael Cardoso en carta al diario a.m.arillista, exhibe y “desenmascara” a Sergio Maldonado de la siguiente manera: “¿Por qué Sergio Maldonado fue expulsado del muy prestigiado Club de Leones? ¿Qué tan grande pudo ser el motivo para que se haya tomado la decisión de hasta retirar su fotografía de la galería de ex presidentes? ¿Qué miembro del mencionado club no recuerda la ocasión en que en una Noche Mexicana se suscita una pelea entre el hermano de Sergio con otras personas, y cuando Sergio ve que su hermano es tirado al suelo, se abalanza de manera muy cobarde sobre la espalda del rival de su hermano y con saña bestial le propina golpes con el codo, imposibilitando al otro repeler la agresión? ¿Cuántas personas saben del adeudo que tuvo a raíz de no pagar la renta por más de 30 meses del local donde se ubicaba su negocio, propiedad de sus primos, y que éstos se vieron obligados a demandar a Sergio Maldonado para presionarlo a que dejara el lugar? ¿Qué “león” no recuerda que cuando fue nombrado gobernador del club, Sergio Maldonado solicitó un préstamo de varios miles de pesos para hacer un viaje a Oriente, pagándolo con las colectas de la Cruz Roja? ¿Cuántos socorristas no recuerdan que de las instalaciones de la Cruz Roja se sustrajo equipo de rayos X y camas ortopédicas y fueron a para milagrosamente a las manos de Sergio? Con esto es suficiente para desenmascarar a Sergio Maldonado, abusivo en la oportunidad que se da a través de las páginas del diario a.m.arillista, donde lamentablemente (sic) se le ha dado espacio de crítica, el cual ha usado durante varios años para descalificar, injuriar a varias personas, por el solo hecho de no coincidir con sus ideas o intereses…”. Al día siguiente, el diario a.m.arillista da a conocer la respuesta de Sergio Maldonado en los siguientes términos: “Se me hacen una serie de señalamientos e imputaciones personales sin mayor justificación que una intención dolosa, chismosa y reactiva (sic). De Sergio Maldonado podrán decirse muchas cosas, pero hasta ahora nadie tiene pruebas sustentables ni las tendrá de falta de honorabilidad u honestidad –¡Uy, uy, uy!, ¿hace falta darse esos baños de pureza?–. ¿Por qué mi ‘desenmascarador’, ebrio consuetudinario, no menciona cuando le partió la cabeza a un tal Méndez? Es absurdo que se me impute que descalifico e injurio desde mi espacio de colaboración, puesto que el diario se reserva el derecho de edición. Es cierto que el aparato utilizado en el Club de Leones para graduar la visión está bajo mi resguardo, y va a regresar junto conmigo hasta que sea reivindicada mi persona por estos señores. Sobre lo del pleito, sí es cierto: ¿quién no reacciona al ver que un miembro de su familia está siendo golpeado abusivamente? Sobre el adeudo con mis primos, gran parte del mismo se ha compensado con servicios médicos de ‘alta especialidad’ y otra parte me fue obsequiada por mis queridos primos. Sobre la Cruz Roja, me puedo jactar al decir que la eficiencia y prestigio que se vive hoy es herencia nuestra”. Envuelto en una vorágine de perturbación y confusión, Sergio acude al diario a.m.arillista para hacer del conocimiento público que en la madrugada del domingo 7 de junio, su hijo intervino en una riña, “quien, inocente o no, intervino en ella por defender a su tío, quien había rentado el Club de Leones para una fiesta particular en la que efectivamente no se pagó servicio de seguridad… La fiesta se salió de control… comenzó a haber destrozos, hasta afuera del salón… Y, aunque había un policía en la calle, éste se negó a intervenir… mi hijo quedó con el ojo izquierdo muy dañado y aparte le quebraron dos costillas”. Pocos días después, Sergio Maldonado se ve envuelto en otro escándalo –¿qué necesidad hay de hacer todo público? ¿Será que en sus afanes de poder no le importa enlodar su “honorabilidad”? ¿Trastornado?–, éste, muy serio: personal de la Secretaría de Salud del estado, le clausura su negocio. En franco estado de paranoia, fuera de sí e irritado por que sabe que difícilmente puede entrar como regidor en la próxima administración, declaró: “Talibanes de los panistas mandan decir con gente de la Secretaría de gobierno que eso me pasa por no estar del lado de los buenos, y quieren callarme por haber señalado irregularidades de la administración municipal”. Por su parte, la Secretaría de Salud informó que, “se trata de una sanción administrativa, debido a múltiples irregularidades identificadas en la clínica durante cuatro años de verificaciones sanitarias realizadas en ese establecimiento”. Es decir, en cuatro años Sergio Maldonado no cumplió con las observaciones y requerimientos que en su momento la Secretaría de Salud le obsequió. Eso demuestra que hasta con la autoridad sanitaria en el estado se quiere poner a las patadas. En el acto de clausura de la clínica, se montó un desproporcionado operativo policiaco en el que Sergio Maldonado se cosió los labios en señal de protesta y anunció que comenzaba una huelga de hambre que duraría hasta el 5 de julio. ¿Quién apoyó a Maldonado aparte de sus hijos y empleados? Nadie, estuvo solo. No pasaron 24 horas cuando se tuvo que retirar las suturas, “debido a la falta de costumbre”. Claro, no es lo mismo andar de bocón, que soportar un sacrificio de esa naturaleza. En su locura, llegó a decir: “ya soy medio Gandhi”. Asimismo, su “huelga de hambre” la concluyó después de 72 horas de haberla iniciado. Egocéntrico, Maldonado tiene un enfermizo gusto por los reflectores, el pleito y el escándalo, que, parece no tener límites. Luego, vendría el incendio en el barrio de Santa Rita donde la fábrica del señor Juan Antonio López fue consumida por el fuego. Molesto porque los voluntarios de la Cruz Roja supuestamente regañan a la gente por mojar a las personas que están envueltas en llamas –en el incendio hubo seis personas con quemaduras de segundo y tercer grados–, Sergio Maldonado soltó esta chulada: “Mi punto a partir de esto es que cuando (yo) requiera el servicio de un paramédico, quisiera encontrarme con que no son soberbios, sino de trato congruente y agradecido a quien ayuda, no son sabelotodos, ni deben comportarse así, esto es ante todo, una llamada de atención a que pongan los pies en la tierra, independiente de su buena fe en cada servicio”. Para ilustrar su pedantería, agregó: “es incorrecto regañar a la gente por mojar a alguien que literalmente se quema… Nuestra piel tiene grasa, y si la piel se quema la grasa igualmente arde y penetra a más profundidad en tanto no se le enfríe, eso provoca que se dañe de manera más severa el cuerpo humano”. Sin morderse la lengua, lanzó esta perla: “los paramédicos se empiezan a sentir dueños de enfermos y tienen el síndrome del ‘yo sé más’, considerando que hacen más un escándalo al ‘ser héroes’ de la Cruz Roja”. Y, ojo, no pudo resistirse del tinte partidista por la visita de algunos funcionarios del gobierno estatal a las nuevas instalaciones de la Cruz Roja que están en construcción: “no ha sido agradable para mí que a la institución de la Cruz Roja se le esté utilizando como un parapeto de campañas políticas, cuando ‘todos hemos contribuido a que exista’”. Sin embargo, Maldonado demuestra ignorancia en cuanto al tratamiento de las víctimas de quemaduras. Dicen los expertos: “La manera como se atienda una quemada durante los primeros minutos inmediatamente después de que haya ocurrido, puede hacer una gran diferencia en cuanto a la gravedad de la lesión”. Sugieren los siguientes pasos: 1) “Parar, caer y rodar” para sofocar las llamas; 2) Quitar toda la ropa quemada. Si la ropa se adhiere a la piel, cortar o arrancar la tela alrededor del área quemada; 3) Quitar las joyas, los cinturones, ropa apretada, etc., que estén cerca de las áreas quemadas o alrededor del cuello de la víctima. Esto es muy importante, pues las áreas quemadas se hinchan inmediatamente (www.bt.cdc.gov/masscasualties/es/burns.asp). Al día siguiente, la Delegación estatal de la Cruz Roja emitió un escrito respecto de la molestia de Maldonado: “no es ético y correcto emitir una opinión u opinar sobre alguna situación en la cual no se estuvo presente, (pues) no le consta que los hechos ocurrieron (como) otras personas se lo platicaron”. Y abundó: “en el paciente quemado su lesión es en la piel y una de sus principales funciones de ésta es la regulación térmica, por lo tanto al estar lesionada, perderá temperatura mucho más fácil, por lo cual el paciente no debe ser mojado y mucho menos trasladado envuelto en sábanas, compresas o materiales húmedos a bordo de la unidad”. Aclaró que “los elementos de la Cruz Roja no son ni camilleros, ni cargadores ni socorristas, son Técnicos en Urgencias Médicas básicos, con certificados vigentes… (y) la actitud de los elementos nunca ha sido de soberbia o mucho menos sentirse dueños de un paciente o lesionado”. Habrá que esperar el siguiente capítulo de Pancho Pantera contra las momias de El Yunque. (Fuentes: a.m., 30/V/09; a.m., junio 9, 10, 13, 14, 17, 27y 28, 2009).

Guanajuato: corrupción y sangre


El gobierno municipal leonés pagó a Elías Villegas Torres, líder moral del PAN en el estado y cardenal del yunquismo, casi 7.5 millones de pesos por nueve despachos del edificio Montes de Oca, el cual será demolido para darle vista a la catedral. El monto representa 44% de los 17 millones de pesos presupuestados para comprar 54 oficinas. La Unidad Municipal de Acceso a la Información Pública puso bajo reserva –figura usada para justificar la negación de la información– el monto erogado por 26 inmuebles adquiridos, de los cuales nueve eran de la inmobiliaria Villet, del panista Elías Villegas: “Los recursos son escasos y la información debe manejarse con prudencia, para que se pague el precio que establezca un avalúo profesional, y no se ponga en riesgo la realización del proyecto”, señala el acuerdo de reserva ACR-2008-000020. Plaza Catedral es uno de los proyectos emblema del alcalde Vicente Guerrero, cuya administración ya compró 26 de las 54 oficinas alojadas en el edificio Montes de Oca. En abril pasado, el entonces secretario de Economía municipal, ex precandidato a alcalde y ahora director del Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato, Miguel Ángel Salim Alle, ofreció comprar a 4 mil pesos el metro cuadrado de los despachos y después elevó la cifra a 8 mil pesos. La Secretaría de Economía pagó en 714 mil pesos cada despacho de Elías Villegas, es decir, compró a 17 mil pesos el metro cuadrado. Es indudable que hubo tráfico de influencias para cumplir el capricho de Villegas, cuyo mayor sueño es el de comprobar la majestuosidad de la catedral, según palabras del regidor Fernando Ávila. Es más, los integrantes del ayuntamiento no son informados de los pagos hechos para el proyecto Catedral: en todo hay opacidad, es muy sospechoso que se reserve la información. Al fin panista, el alcalde Vicente Guerrero ha insistido que no se benefició a Elías Villegas, y ha defendido la decisión de ocultar la información de los pagos “hasta que se concluya el proyecto”. Elías Villegas no sólo es jefe en la entidad del grupo de ultraderecha El Yunque, vinculado al PAN; es, además, consejero del Instituto de Planeación de Guanajuato. Todo queda en la familia feliz. Sin embargo, no todo es color de rosa: en León, ciudad de contrates inmensos, de plazas comerciales para la clase media alta y de colonias marginales para los jodidos, fue escenario de la muerte de una joven de 15 años, que el domingo 24 de mayo se quitó la vida teniendo ocho meses de embarazo. Patricia Dávalos, presidenta del DIF municipal, se dijo “alarmada y preocupada”, porque esta es la primera ocasión que conocen de una chica embarazada que se quita la vida. Reconoció que de julio a diciembre de 2008, acudieron a 200 jóvenes que cruzan por una etapa de embarazo para ofrecer terapias y ayuda psicológica, pero sólo 20 han accedido a recibir el apoyo a través del Programa de Atención Integral a Embarazadas Adolescentes (PAIDEA). Acostumbrados a tapar las deficiencias con dinero, ciegos ante el dolor humano y, sin ir al fondo de las causas que orillan a una joven a, primero, embarazarse, y luego, a quitarse la vida, Patricia Dávalos dijo que ya están en acercamientos con los padres de familia de la joven a fin de brindarles ayuda psicológica: “Tendremos que revisar cómo vive la familia y los problemas a los que se están enfrentando para a partir de ahí, darles seguimiento y apoyo en las necesidades que tienen, necesitamos conocer su contexto social”. Pero, todo será inútil, los suicidios de adolescentes se dan en un contexto de descomposición y de violencia social e intrafamiliar. La hoy occisa, había dejado la escuela y sólo se dedicaba al hogar en donde vivía con su mamá y su padrastro. Hace algunos meses comenzó una relación amorosa con un chofer y posteriormente quedó embarazada, y a tan sólo un mes de tener a su bebé, la adolescente decidió ahorcarse en el interior de su hogar. Con su muerte, sumaron 33 suicidios en la ciudad de León hasta el 26 de mayo. Unos días después, las balas vuelven a zumbar en territorio guanajuatense: un mayor del Ejército fue ejecutado en la madrugada del 4 de junio en la carretera de Acámbaro a Tarandacuao, en el sur del estado. El cuerpo tenía un mensaje dejado por sus ejecutores conteniendo una amenaza para los militares de parte de Los Zetas, indicó una fuente de la policía acambarense. El militar presuntamente se dedicaba a actividades de inteligencia, aunque una versión extraoficial indica que había desertado. La víctima presentó dos disparos en la cabeza, estaba tapada con una bolsa de plástico, con los brazos atados a la espalda y una cartulina clavada con una navaja a la altura del abdomen. Se cree que este homicidio tiene relación con la desaparición de ocho integrantes de una familia radicada en Silao, el domingo 31 de mayo. Los ocho fueron levantados por sicarios en varias camionetas –algunas con torretas–, según testimonios de vecinos, quienes se quejaron de que a pesar de las insistentes llamadas, la Policía Municipal acudió una hora después. A raíz de este “levantón” masivo, agentes de la Policía Ministerial y del Ejército patrullan diariamente las calles de Silao, y mantienen resguardados edificios de gobierno y de la propia Procuraduría. Por otro lado, y teniendo como telón de fondo la mediocridad gubernamental que trasmina todos los poros de la vida pública, es que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tuvo que enderezar una sentencia de tres años de prisión –emitida el pasado 18 de enero– en contra del periodista José Sacramento Herrera, director del periódico Antorcha, de Acámbaro, acusado por el anterior presidente municipal Antonio Novoa Acevedo por haber publicado una entrevista con su ex chofer en la que éste dijo que el edil utilizó bienes municipales en beneficio propio. La protección de la intimidad y el honor de los funcionarios “es siempre menos extensa que lo habitual porque han aceptado voluntariamente exponerse al escrutinio público”, sostuvo la SCJN, la cual precisó que las denuncias relacionadas con afectaciones a la reputación de los servidores públicos deben ser ponderadas de manera diferente que los casos “ordinarios” de ciudadanos comunes. La primera sala del máximo tribunal resolvió lo anterior al conceder un amparo definitivo al periodista. El hoy ex alcalde Novoa Acevedo, argumentó, con base en seis artículos de la Ley de Imprenta de Guanajuato, que la nota violaba su honor y vida privada. Sin embargo, el dictamen elaborado por José Ramón Cossío, aprobado de manera unánime, determinó que la legislación referida es inconstitucional porque “criminaliza” la difusión de notas y comentarios en los medios de comunicación, lo que genera “autocensura” y otras restricciones a la libertad de expresión. Además, indica el texto, dicha ley pretende limitar la manifestación de las ideas de manera “innecesaria y desproporcionada”. La resolución, que aborda el derecho a la intimidad y la invasión del honor de los funcionarios públicos, precisa que quien alegue que la información afectó su honorabilidad, debe demostrar “que el daño es real y que efectivamente se produjo”. En tanto, la parte acusada puede defenderse de la acusación. La Corte señaló que la sentencia en favor del munícipe –que motivó el amparo del periodista– era ilegítima porque se basó en artículos inconstitucionales de la Ley de Imprenta guanajuatense. Lo anterior representa un severo revés no sólo para quienes diseñaron la mencionada legislación de imprenta, sino para los encargados de vigilar que los derechos humanos de cualquier ciudadano no sean vulnerados. Pero, no todo es malas noticias en el estado, en algo estamos destacando: aunque los niveles de competitividad son raquíticos y el índice de desempleo va a la alza en Guanajuato, nuestro estado va ascendiendo de manera paulatina y firme en la tabla que registra el número de muertes violentas a nivel nacional. Ya ocupamos el noveno lugar, superando incluso a las registradas en el Distrito Federal y en el Estado de México. Durante 2008 se registraron 48 y en lo que va del año van 79 (hasta el 18 de junio, es decir, sin contar los 14 asesinados en Apaseo el Alto y León el 26 de junio). Esta cifra mantiene a Guanajuato, tan sólo por debajo de los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa, Guerrero, Baja California, Michoacán, Coahuila y Sonora, donde los cárteles de la droga se encuentran plenamente asentados. En el país, el número de ejecuciones ha crecido año con año a pesar de que se intensificaron los operativos militares y de las fuerzas federales. Van 11 mil 483 muertes, desde que Felipe Calderón de manera espuria tomó las riendas del país. En el primer semestre de 2009, Chihuahua, donde los cárteles de Juárez y Sinaloa mantienen una guerra por el territorio, permanece como la entidad con más crímenes atribuidos al narco con mil 198 muertes, seguido de Durango con 351; Sinaloa con 313; Guerrero con 269; Michoacán con 165; Coahuila con 83; Sonora con 80 y finalmente Guanajuato con 79 decesos. En la mayoría de los casos, los cadáveres han sido encontrados con huellas de tortura, maniatados y con cartulinas con mensajes donde grupos criminales se adjudican la ejecución y refieren el presunto motivo del crimen.
(Fuentes: La Jornada, 26/V/09 y 18/VI/09; correo, 26/V/09 y 19/VI/09; Verónica Espinosa, apro, 4/VI/09).

Michoacán: ¿justicia o golpeteo?


Las detenciones de 28 funcionarios públicos –10 alcaldes, 17 funcionarios del gobierno estatal y un juez– efectuadas en Michoacán el pasado 27 de mayo, en el contexto de una supuesta acción en contra del grupo delictivo conocido como La Familia, han puesto en evidencia una serie de irregularidades cometidas al amparo de la política de seguridad del gobierno federal y han contribuido a enrarecer aún más el ambiente político en vís-peras de los comicios federales del 5 de julio.
Por principio de cuentas, y sin prejuzgar sobre la inocencia o la culpabilidad de los capturados, es claro que el operativo constituyó un flagrante atropello al pacto federal, a las leyes michoacanas y también, a disposiciones legales nacionales; la detención masiva estuvo plagada de deficiencias graves: a las denuncias en el sentido de que varios de los funcionarios fueron arrestados sin orden judicial de por medio –situación que, según el gobernador Leonel Godoy Rangel, sembró confusión sobre si habían sido capturados por las fuerzas públicas o levantados por alguna organización criminal– se suman las violaciones a las leyes estatales –como por ejemplo, los presidentes municipales aprehendidos debían ser sometidos previamente a un juicio de desafuero–, cometidas por elementos del Ejército y la Policía Federal.
Aunque Godoy Rangel acusó al gobierno federal de no haberle informado sobre la movilización policiaco-militar de ese día, y anunció que presentaría una protesta formal ante la Procuraduría General de la República por la irrupción “violenta e ilegal” de fuerzas federales en el Palacio de Gobierno, la debilidad y la tardanza de su respuesta no contribuye a preservar la soberanía michoacana, y contrasta con un antecedente ineludible: la durísima protesta que en 1985 presentó uno de sus antecesores en el cargo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, por el allanamiento violento del rancho El mareño por fuerzas federales que buscaban a los secuestradores del policía antidrogas estadounidense Enrique Camarena Salazar, acción en la cual fueron asesinados varios pobladores.
Adicionalmente, la opacidad con que el gobierno federal se condujo antes y durante el operativo es una clara muestra de desconfianza hacia el Ejecutivo estatal y da cuenta de una deplorable descoordinación entre los distintos niveles de gobierno.
Desde otro punto de vista, las acciones del gobierno federal dejan ver, si son ciertas las imputaciones contra los empleados públicos detenidos, una descomposición gravísima, generalizada y de alto nivel en las instancias gubernamentales, y sería iluso suponer que la penetración de la delincuencia organizada en las estructuras del poder público se circunscribiera únicamente a Michoacán; en esa medida, es válido preguntarse por qué las fuerzas federales no han actuado de la misma manera en otras entidades en las que el control de segmentos enteros de la administración pública por parte de los cárteles es un secreto a voces.
Surge la sospecha, entonces –ha sido expresada por diversos actores políticos, sociales y mediáticos– de que el operativo en tierras michoacanas careciera de los fundamentos jurídicos y de las certezas policiales necesarias y que tuviese la intención de posicionar electoralmente al PAN en detrimento del partido que gobierna en Michoacán, presentando a la administración calderonista y al PAN como un adalid en el combate a la delincuencia y, a las fuerzas partidistas adversarias, como proclives a dejarse infiltrar por ella, así como enviar un mensaje de autoritarismo y criminalización de las oposiciones.
Sea como fuere, el golpe militar asestado en tierras michoacanas significa el más descarado intento de Calderón de cancelar la viabilidad electoral y la representatividad civil, con lo que busca que avance el control castrense del país, se debilita de manera intencional la institucionalidad política y se hace una declaración extraoficial, por la vía de las armas, de que los partidos, las elecciones y la “pluralidad” carecen de sentido. Calderón ha pasado, conforme al calendario, al terrorismo de Estado a cuenta y cuento de la guerra contra el narcotráfico, con la vista puesta en la aprobación forzada de las reformas en materia de seguridad pública que encierran la intención de que se faculte a Felipe I a declarar estados de conmoción interior en los que se suspendan derechos y garantías y las fuerzas armadas abiertamente sustituyan a las autoridades civiles y las órdenes arbitrarias de la elite castrense a las leyes y sus procesos.
Seis días después (junio 1), le tocaría el turno a Nuevo León, donde fueron detenidos más de 30 policías estatales y municipales de ese estado, en el contexto de una investigación que involucra a cuando menos 70 elementos de corporaciones policiales de aquella entidad que, según las autoridades federales, podrían estar involucrados con el crimen organizado.
Lo ocurrido en Nuevo León alimenta la percepción generalizada de que estas medidas no obedecen a criterios de combate al crimen organizado y a una voluntad de esclarecer los vínculos entre éste y el poder público, sino que tienen la intención, una vez más, de posicionar electoralmente al partido en el poder.
Durante los últimos 29 meses, el gobierno calderonista ha insistido en demandar el respaldo de la sociedad a sus estrategias contra la delincuencia, pero le ha faltado, para conseguirlo, un mínimo soporte de credibilidad: la ciudadanía desconfía de todas las policías del país, y no sólo por los datos de corrupción y descomposición, sino también por los abusos, los atropellos y la falta de apego a la legalidad con que éstas han actuado, en distintos puntos del territorio nacional, en lo que a veces parece, más que un combate estructurado contra la delincuencia, un afán de lucimiento mediático y político y un programa para intimidar a la población.
(Fuentes: Editorial, La Jornada, mayo 28 y junio 2, 2009; Julio Hernández López, La Jornada, 29/V/09).

Soros y su hipótesis de la superburbuja


George Soros considera que su teoría de la reflexividad (TR), explica mejor la crisis actual que la teoría económica prevaleciente (que sostiene que todos los mercados, incluso los financieros, tienden al equilibrio). También sostiene que “la TR no aspira a constituirse en una teoría científica” en el molde de la física, como ha pretendido la teoría económica, porque no puede predecir los acontecimientos, ya que la presencia de la reflexividad (circularidad entre creencias de los actores y la realidad), introduce una incertidumbre que hace imposible predecir el futuro. Por ello sostiene que los eventos de los mercados financieros tienen que interpretarse como una forma de historia. Pero la historia “está tan sobrecargada que sería incomprensible a menos que los procesos y eventos singulares se puedan reducir a un número manejable” a través de una hipótesis. Ésta es la función que cumple, en su nuevo libro, la hipótesis de la superburbuja. (The Crash of 2008 and what it means, Public Affairs, Nueva York, 2009).
Paul Krugman sostiene que el estallido de la burbuja inmobiliaria llevó a la crisis generalizada actual porque no hubo una nueva burbuja de reemplazo, aceptando implícitamente que el capitalismo actual necesita tales medios artificiales para funcionar bien. Foster y Magdoff coinciden con Krugman, pero van más allá pues conciben la financiarización y las burbujas como factores de contrapeso de la tendencia al estancamiento crónico del capitalismo monopolista.
En contraste, Soros sostiene que la crisis actual se explica porque la ruptura de la burbuja inmobiliaria precipitó que la superburbuja de la expansión del crédito, que viene desde principios de los años 80, también se desinflara anunciando el fin de una era. Para él, “las burbujas surgen de la interacción reflexiva entre una tendencia prevaleciente y una concepción errada. En la superburbuja la tendencia son los métodos cada vez más sofisticados de creación de crédito, y la concepción errada es la confianza excesiva en el mecanismo de mercado: el fundamentalismo de mercado”. Y añade:
“Los mercados financieros no necesariamente tienden al equilibrio; dejados por su cuenta pueden pasar de extremos de euforia a los de desesperación. Por eso mismo no son dejados por su cuenta. Desde la Gran Depresión, las autoridades han sido muy exitosas en evitar una quiebra mayor en el sistema financiero internacional. Irónicamente, es este éxito el que ha revivido el fundamentalismo de mercado... bajo cuya influencia las autoridades financieras perdieron el control de los mercados financieros y se desarrolló la superburbuja”.
La superburbuja combina tres tendencias centrales, cada una de las cuales contiene al menos un defecto, dice Soros: 1) La expansión del crédito que se explica porque las autoridades rescatan a las instituciones financieras cada vez que están en peligro, lo que da lugar a la distorsión conocida como riesgo moral (realmente es un traslado de riesgo de la institución financiera a la sociedad), que Krugman analiza detenidamente y que genera el primer defecto: un incentivo asimétrico a la expansión crediticia. 2) La globalización de los mercados financieros, tendencia que conlleva el segundo defecto: su estructura es asimétrica y favorece a Estados Unidos y penaliza a los países menos desarrollados de la periferia. 3) Eliminación progresiva de las regulaciones financieras y el ritmo creciente de las innovaciones financieras, ambos basados en el tercer defecto: la creencia que los mercados financieros tienden al equilibrio. Mientras la primera tendencia viene desde los años 30, las otras dos se establecieron en los años 80, que es cuando se empezó a formar la superburbuja. La globalización de los mercados financieros fue un proyecto del fundamentalismo de mercado muy exitoso, señala Soros: “la libre movilidad internacional del capital financiero hace muy difícil para cualquier gobierno gravarlo con impuestos o regularlo, ya que se puede ir a cualquier otro lugar. Esto coloca al capital financiero en una posición privilegiada. Con frecuencia los gobiernos tienen que ponerle más atención a los requerimientos del capital internacional que a las aspiraciones de su propio pueblo. Por ello es que la globalización de los mercados sirvió tan bien a los objetivos del fundamentalismo de mercado.
Otra asimetría es que, dado que el dólar funciona como la divisa que aceptan todos los bancos centrales del mundo, Estados Unidos ha podido poner en práctica medidas anticíclicas (imprimiendo billetes) mientras que los países en desarrollo, argumenta Soros, fueron obligados a vivir sólo con sus propios medios (se les impuso el tabú del déficit, habría que agregar). Esto, explica, hizo más seguro mantener activos financieros en el centro que en la periferia y los ahorros del mundo fueron “succionados por el centro y redistribuidos de ahí. Además eso hizo posible, y necesario, que Estados Unidos incurriera en un déficit crónico de la cuenta corriente de la balanza de pagos que llegó a 6.6% del PIB en el tercer trimestre de 2006. El consumidor norteamericano se volvió el motor de la economía mundial”, concluye Soros. (Véase en la gráfica el creciente papel del crédito en el consumo en Estados Unidos).
La desregulación del sistema financiero en Estados Unidos acentuó la tendencia a la expansión del crédito. En su marco fue posible el diseño de nuevos instrumentos financieros y el apalancamiento de los bancos y de otras instituciones financieras. La hipótesis de la superburbuja señala que la crisis actual marca el punto de inflexión en la ampliación del crédito que se inició desde los años 80. Por eso la concibe como el fin de una era. La evidencia más fuerte en respaldo de esta hipótesis es el carácter generalizado de la crisis que abarca todo el mercado financiero y no sólo algún sector del mismo. Soros considera que la capacidad de las autoridades financieras de Estados Unidos para estimular la economía enfrenta severas restricciones. Una de ellas es que, a pesar de la liquidez enorme inyectada por los bancos centrales al sistema bancario, ésta no está transfiriendo la liquidez al público porque está preocupada por reducir su exposición al riesgo.
(Texto de Julio Boltvinik, La Jornada, 29/V/09).

OEA: rectificación e inoperancia


El pasado 3 de junio, en el segundo y último día de la 39 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada en San Pedro Sula, Honduras, el pleno de cancilleres congregados en ese cónclave aprobó, “por aclamación”, un documento que “deja sin efecto” la exclusión de Cuba del organismo hemisférico, decretada el 31 de enero de 1962 en una ignominiosa sesión celebrada en Punta del Este, Uruguay.
Con esta determinación los representantes de los países del continente ponen fin, después de 47 años, a un atropello en el que Washington empeñó todo su poderío para persuadir, chantajear o premiar a la mayor parte de los gobiernos latinoamericanos de la época para que apoyaran la expulsión de Cuba del organismo. Catorce países votaron en ese sentido, seis se abstuvieron (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México) y todos, salvo el nuestro, rompieron, a continuación, sus relaciones diplomáticas con el régimen revolucionario cubano. La maniobra no significó únicamente la marginación diplomática de La Habana: fue, sobre todo, una agresión económica terrible e injustificable para el pueblo cubano que cerró a la isla el acceso a créditos internacionales, la participación en intercambios comerciales para adquirir víveres, equipos médicos y otros bienes necesarios para su población, y la excluyó de diversos organismos hemisféricos, con excepción de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La exclusión impuesta a Cuba por la OEA implicó, en los hechos, una cobertura diplomática para el amago permanente de agresión bélica por parte de Estados Unidos: durante todo este tiempo, los cubanos han padecido el encono agresivo y las constantes provocaciones de la mayor potencia económica y militar del planeta, han enfrentado el asedio constante del Pentágono y las agencias de seguridad estadounidense y han sufrido en carne propia las acciones emprendidas desde Washington para hacer fracasar la cosechas y la producción ganadera de la isla.
La revocación del decreto que expulsa a La Habana del llamado sistema interamericano constituye una medida de desagravio que tendría que haber sido tomada desde hace mucho tiempo y que hoy es posible gracias, por un lado, al hecho de que un buen número de naciones en América Latina han optado por gobiernos progresistas que se han alejado, en mayor o menor medida, de las directrices políticas, económicas e ideológicas dictadas por la Casa Blanca y, por el otro, al arribo de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos, lo que ha significado un cambio en el acento y la retórica de la política exterior de ese país y un visible intento por redimensionar su proyección hacia el resto del mundo, especialmente hacia Cuba. Lo cierto es que, sin el segundo de esos factores, los gobiernos latinoamericanos no habrían podido lograr, ni por unanimidad, la derogación de ese añejo atropello.
Sin embargo, esa determinación no alcanza para reivindicar a la propia OEA, un organismo que se ha desempeñado, a lo largo de toda su historia, como instrumento de los intereses hegemónicos de Washington en la región, lo que se refleja en aberraciones como la disposición a mantener durante casi medio siglo una injusticia adoptada en el seno de ese organismo, a pesar de la oposición de la mayoría de los países que la integran. A mayor abundamiento, el vetusto organismo panamericano fue incapaz de evitar las múltiples agresiones bélicas perpetradas por Estados Unidos contra países del hemisferio en la segunda mitad del siglo pasado –Guatemala, República Dominicana, Nicaragua, Granada, Panamá–, lo mismo que de prevenir, aislar o contrarrestar cuartelazos militares y dictaduras sangrientas o de velar por la vigencia de los derechos humanos en el hemisferio. Adicionalmente, se pone de manifiesto la total inoperancia de la OEA como espacio de convivencia entre los intereses de Estados Unidos y los de los países latinoamericanos que históricamente han padecido las agresiones, las presiones y las imposiciones de Washington. A lo que puede verse, las autoridades cubanas son concientes de todo esto, y por ello mantienen su rechazo a reincorporarse a ese foro continental.
En suma, la derogación de la injusticia cometida contra Cuba expresa la bancarrota en que se encuentra inmersa la OEA, la cual hoy aparece, si ya no como el “ministerio de colonias” de Estados Unidos, sí cuando menos como un aparato burocrático costoso, obsoleto e inútil.
(Fuente: Editorial, La Jornada, 4/VI/09).

Irán y la prensa venenosa


Da vergüenza tener que repetir en 2009 la discusión de hace 30 años, cuando la caída del sha, el cual fue arrastrado por la ola de la revolución campesina que asumió la forma y el ropaje de una revolución islámica debido a que los únicos “intelectuales orgánicos” de los campesinos eran los mulás y ayatolas.
Entonces, como ahora, estudiantes y clases medias urbanas, ligados a los comerciantes importadores y exportadores del bazar, eran liberales y proccidentales (proimperialistas, modernizadores), mientras que el sha era proimperialista pero modernizador a la Bismarck, desde arriba, con el aparato estatal, y afirmaba su “modernización” tecnológica en la policía y el ejército y en el apoyo de los propietarios terratenientes y del capital extranjero.
La izquierda internacional dogmática, para la cual la religión es siempre y en cualquier circunstancia y país sólo una fuerza reaccionaria que quiere hacer volver al Medioevo, se alineó con el imperialismo para combatir la revolución “de los ayatolas” (en realidad, de los campesinos que se apoyaban en éstos para imponer un intento de reforma agraria). Una parte de esa izquierda (el partido comunista Tudeh ilegalizado en Irán) combatió incluso contra Irán del lado de Saddam Hussein en la guerra de ocho años fomentada por Estados Unidos y por Arabia Saudita y las monarquías árabes, para destruir un régimen islámico –el de Teherán– que predicaba la pobreza y la igualdad (banderas de los chiítas) y pretendía expulsar al imperialismo y a su marioneta, Israel, del Cercano Oriente, y derribar a los regímenes (sunitas) corruptos del mundo árabe.
El igualitarismo y hasta el comunismo religioso primitivos asustaban, al mismo tiempo, a los ricos de Irán, que habitan las ciudades, y a sus aliados árabes y europeo-estadounidenses que tenían grandes intereses y grandes ambiciones en ese rico país lleno de petróleo y de gas. Toda la gran prensa mundial, de modo coherente con los intereses de los grandes grupos capitalistas que la alimentan y con los de Israel, que tiene en Irán su principal enemigo potencial, atacó violentamente al régimen de Teherán, poniendo en primer plano las expresiones de atraso y barbarie del fundamentalismo islámico pero escondiendo el fondo progresista de la revolución iraní, al mismo tiempo que callaba el atraso y la barbarie del fundamentalismo judío o cristiano que marcó con sangre y fuego estas tres décadas de guerras internacionales y de ocupación colonialista y racista de Palestina.
Ahora, ante las elecciones presidenciales en Irán, nuevamente tergiversa, engaña, quiere crear las condiciones para una cruzada cuando en Irán se repitió, con una cobertura religiosa, lo que se ve en Venezuela: los barrios ricos y las clases urbanas ricas, minoritarias, no aceptan los resultados de las urnas y chocan contra la Venezuela popular, beneficiaria del proceso de desarrollo capitalista nacional dirigido desde arriba, verticalmente, por un aparato que, para enfrentar al capital extranjero y al gran capital nacional, se apoya en los trabajadores y en los más pobres.
Por su parte, Israel, que desde hace rato expone públicamente sus planes de bombardear Teherán, alimenta la jauría de los intervencionistas, entre otras cosas porque Obama, a diferencia de Bush, no alienta la colonización de Palestina ni una aventura militar antiraní y Tel Aviv quiere vencer esa resistencia produciendo hechos consumados.
Mirhosein Musavi no es un liberal laico. Aunque por él se manifiestan laicos, de izquierda, musulmanes liberales y otros opositores a Ahmadinejad, forma parte del régimen. Es musulmán, partidario del desarrollo nuclear iraní, es amigo de Rafsanjani (musulmán moderado) y fue primer ministro. Todos los candidatos presidenciales, por otra parte, deben ser aprobados previamente por el Consejo de Guardianes, compuesto por 12 personas, seis juristas religiosos y seis clérigos elegidos por Ali Jamenei, el líder supremo, que es jefe también de las fuerzas armadas y al cual se subordina Mahmud Ahmadinejad, el presidente y ganador de las elecciones por 11 millones de votos de diferencia. En un país donde todo tiene un aspecto religioso, la lucha de clases se da entre los comerciantes y capitalistas del bazar y los sectores explotados y oprimidos y se da dentro mismo del grupo de los mulás y ayatolas y en el Consejo de Guardianes, y cada grupo tiene su intérprete, fundamentalista o liberal, de los textos sagrados. Por eso es frívolo, patético y vergonzoso el título, por ejemplo, de Liberazione, órgano de lo que queda de Rifondazione Comunista, que, regocijándose con las manifestaciones opositoras en la capital, grita en su primera página “¡No pasdaran (guardianes)!”, queriendo insinuar que los islámicos fundamentalistas están todos del lado de Ahmadinejad y que los opositores quieren hacer de Irán un país como Egipto, “moderno” y ligado a Estados Unidos. Sin embargo, en Irán no existe sólo el fundamentalismo, que es repudiable aunque social e históricamente comprensible (y que, por otra parte, es doctrina oficial desde hace 100 años y fue doctrina del poder ya con el sha y el padre de éste). Por ejemplo, aunque los adeptos de las otras religiones “del libro” (cristianos, judíos, zoroastrianos) no pasan de 2% de la población, según la Constitución actual tienen garantizados cinco diputados (o sea, una representación que casi triplica su importancia numérica) y, así como hay curas y monjas católicos partidarios de la teología de la liberación, no faltan mulás y ayatolas para los cuales la revolución islámica debe ser social.
El centro y el centro derecha de los clérigos, bajo la presión popular y ante el temor al estallido de graves conmociones políticas, han respaldado ahora al presidente Ahmadinejad. La pelota bélica está, pues, en el campo de Tel Aviv que, sin embargo, para una solución de fuerza, necesita que la administración de Obama –dividida al respecto– le dé luz verde, lo cual sin duda provocará grandes discusiones en el gobierno de Estados Unidos.
(Texto de Guillermo Almeyra, La Jornada, 21/VI/09).

¿El primer golpe de Obama?


Un grupo militar protagonizó el domingo 28 de junio un golpe militar contra el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, quien ha llamado desde San José, Costa Rica, a las organizaciones sociales a salir a defender su democracia.
Honduras vive desde hace varios días una profunda crisis política a consecuencia de la iniciativa, lanzada por el presidente Manuel Zelaya y respaldada por amplios sectores de la sociedad, de realizar una encuesta con miras al establecimiento de una asamblea constituyente.
El pasado 24 de junio, el jefe del estado mayor conjunto de Honduras, Romeo Vásquez, se negó a acatar la orden presidencial de brindar apoyo logístico durante la consulta popular –que se realizaría el domingo 28 en esa nación centroamericana–, lo que provocó la destitución del funcionario y generó también la renuncia del ministro de Defensa, Ángel Orellana. La situación derivó en una confrontación entre la Suprema Corte de Justicia, que rechazó la destitución de Vásquez por considerarla infundada, mientras el Congreso –que calificó de “ilegal” la consulta– intentaba desde hacía días con declarar al mandatario “incompetente” para gobernar. A estas oposiciones se suman las de la Iglesia y las cúpulas de empresarios.
Estos hechos precipitaron el golpe de Estado, que ha sido rechazado por distintas instancias internacionales como la ONU, la OEA y el Grupo de Río, así como por los gobiernos que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba).
Lo que hoy se vive en Honduras es una repetición de lo que ha ocurrido en países como Venezuela, Bolivia y Ecuador: el rechazo y la embestida de los grupos privilegiados que buscan por distintos medios, legales o no, defender un status quo favorable a sus intereses.
Es consecuencia, también, de decisiones presidenciales que no han sido bien vistas por la oligarquía de ese país, como el convenio petrolero firmado con Venezuela y la posterior adhesión de su gobierno a la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba).
En los hechos, tales decisiones han desviado a Honduras –en mayor o menor medida– de su papel y su proyección histórica como punta de lanza de los intereses económicos y geoestratégicos de Estados Unidos en la región, y acercaron al gobierno de Zelaya –emanado de las filas de la derecha– a un conjunto de regímenes progresistas latinoamericanos que reivindican la defensa de la soberanía y la justicia social.
Otro elemento a considerar en la configuración del conflicto hondureño es la existencia de un movimiento amplio y creciente –integrado por organizaciones indígenas, sindicales, campesinas y estudiantiles–, que hoy por hoy constituye la principal base de apoyo a la creación de un nuevo constituyente, y cuyo respaldo a la presidencia de Zelaya ha sido decisivo en las últimas horas.
Ante tales elementos de juicio, la crisis política en Honduras es el producto del choque entre un poder político-económico anquilosado y vetusto y, una sociedad cada vez más organizada que demanda el cambio y la ampliación de las reglas democráticas en ese país.
(Fuente: Cubadebate, 28/VI/09).

Perú: los indígenas contra el Estado


Enfrentamientos entre indígenas amazónicos y fuerzas armadas dejaron decenas de muertos y numerosos heridos el viernes 5 de junio en el norte de Perú. Los nativos, que bloqueaban la ruta transamazónica, retuvieron como rehenes a varios policías. Las fuerzas del orden dispararon contra los manifestantes, utilizando helicópteros para ello, según algunas fuentes.
Estos enfrentamientos son resultado de un conflicto entre indígenas de la selva y el gobierno de Alan García, a causa de la explotación de las riquezas petroleras. Inmensas reservas han sido descubiertas en años recientes en la región. Un “milagro”, según el presidente García, que multiplican las iniciativas favorables a su explotación por las empresas extranjeras, incluido Perenco, un grupo franco-británico. Esto tiene consecuencias trágicas para las comunidades de cazadores-recolectores que obtienen sus recursos del bosque y de los caudales de agua.
Los indígenas agrupados en la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana se han movilizado contra la destrucción y la contaminación de su espacio vital y, después de varias semanas, la tensión no termina. Ellos han recibido el apoyo de numerosos sectores de la población en todo el país. Antes de los acontecimientos de los últimos días, una movilización general había sido programada para el jueves 11 de junio.
El gobierno manifestó su voluntad de pasar a toda costa, de abrir la vía a las compañías, burlándose de los derechos reconocidos a las comunidades desde los años 1970 (por parte del gobierno militar progresista de Juan Velasco Alvarado), protegidos por las convenciones de Naciones Unidas.
Esto que pasa en Perú es una ilustración dramática de un problema que se ha hecho crucial en toda América Latina: la explotación del subsuelo y la devastación del medio ambiente en detrimento de los pueblos autóctonos y de la biodiversidad. En Brasil, Chile, Colombia, Guatemala... los grupos indígenas se oponen a las empresas de explotación de recursos petroleros, mineros o forestales. En Ecuador, las comunidades amazónicas abrieron un proceso histórico contra la empresa trasnacional Texaco, que ha provocado un verdadero desastre ecológico en una vasta región. No se había visto jamás que las comunidades amazónicas intentaran un proceso contra una gran multinacional y todavía menos que los tribunales se mostraran sensibles a sus argumentos (la decisión final favoreció a los indígenas, y el Congreso dio marcha atrás a la pretensión gubernamental a favor de los intereses de las compañías petroleras).
Varios gobiernos latinoamericanos le han tomado la medida al problema y se esfuerzan por avanzar hacia las soluciones negociadas. Ese es el caso de Bolivia, donde el presidente indígena Evo Morales ha renacionalizado las reservas de hidrocarburos y renegociado con las empresas extranjeras las condiciones de su explotación, a fin de asegurar una redistribución más equitativa de los beneficios, notablemente por medio de programas de desarrollo, de educación y de salud para las poblaciones que lo requieren. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha propuesto, en tanto, congelar la explotación de una región entera de la Amazonia por razones ecológicas y a cambio de contrapartidas financieras de parte de la comunidad internacional. En Brasil, una decisión reciente de la Corte Suprema de Justicia ha venido a confirmar una orden del presidente Luiz Inacio Lula da Silva que reconoce un inmenso territorio de los grupos indígenas en el norte de la Amazonia y frena así la penetración de buscadores de oro o de traficantes de madera (en total, 13% de la superficie de Brasil está hoy constituida como territorio indígena).
Los movimientos indios que se han desarrollado en América Latina en las últimas décadas han obtenido avances importantes en nombre del país y han incluido el reconocimiento de los derechos territoriales. Sin embargo, el subsuelo queda como propiedad de la nación y la mayoría de las veces su explotación es confiada a compañías nacionales o multinacionales que pillan y saquean sin consideración de los ocupantes ni del medio ambiente.
(Texto de Yovn Le Bot y Jean-Patrick Razon, La Jornada, 7/VI/09).

Vargas Llosa & asociados en Caracas


Entre los demasiados libros” que circulan, sería fantástico encontrar algún estudio que trate acerca de escritores con obra perdurable, pero alineados con las peores causas de la humanidad: Ezra Pound, fascista; Louis F. Celine, antijudío; Camilo J. Cela, franquista; Knut Hamsun, nazi; Mario Vargas Llosa… ¿Liberal? ¿Derechista? No estoy para elogios.
Algunos tratan al peruano de “mercenario”. Negativo. La ética de Vargas Llosa se cotiza por debajo de los que, al menos, arriesgan la vida por la causa fascista, el aristocratismo guerrero, aventuras, o dinero sin más. ¿Egocentrismo literario? Aun en su lado enfermizo, lo egocéntrico no quita lo sensible. ¿Entonces?
Cuando el 12 de octubre de 1936, en la Universidad de Salamanca, Millán Astray gritó “¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!”, las cosas eran más claras. Sin temor a las hordas fascistas que acompañaban al coronel gallego, el rector Miguel de Unamuno le respondió: “… venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis porque convencer significa persuadir; y para poder persuadir, necesitaréis lo que no tenéis: la razón y el derecho en la lucha. Considero fútil exhortaros a pensar en España”.
Unamuno, el trágico. Pilar Franco, presente en el aquelarre, lo salvó del linchamiento. Sin embargo, las izquierdas mantienen aún posiciones encontradas. Se entiende: hasta julio de aquel año, el filósofo vasco creía que el pasado liberal y socialista de algunos falangistas ilustrados podía incidir en lo que él veía como “revuelta de la civilización”. No fue así. Dos meses después, Unamuno murió de tristeza. ¿Dónde hubiera estado don Mario en aquel momento que, como nunca, puso en su lugar a las bestias? ¿En el baño?
Naturalizado español para sortear la causa judicial abierta en Perú por encubrir el asesinato de ocho periodistas, panegirista del terrorismo de Estado en América del Sur y las masacres de Washington en América Central, exégeta de la invasión a Irak, socio de la terrorista Fundación Hispano-Cubana, hay que reconocer que Vargas Llosa es un tipo tenaz: sus declaraciones en aquella entrevista de 1970… ¿no son idénticas a las de 1980, 1990, 2000, o las del último fin de semana de mayo en Caracas?
En “Tres héroes” (La edad de oro, 1889), José Martí cuenta del viajero que apenas llegado a Caracas “… sin sacudirse el polvo del camino no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la estatua de Bolívar”.
Con afanes distintos, Vargas Llosa declaró en el aeropuerto de Maiquetía: “Un funcionario me dijo, con mucha amabilidad, que como extranjero no tenía derecho a hacer declaraciones políticas. Y yo también, con mucha amabilidad, le respondí que en la tierra de Bolívar nadie podía poner cortapisas al libre pensamiento” (Afp, 27/V/09).
¿A cuál Bolívar tenía en mente el autor de La ciudad y los perros?
Martí enseñó a los niños: “… libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía”. Como fuere, resulta interesante que un vocero del golpismo y el terrorismo de Estado no pueda ignorar a Bolívar.
La primera independencia se frustró con el asesinato y ostracismo de los libertadores. Luego, los señores de horca y cuchillo interpretaron a modo su legado político. En Miami, la mafia cubana habla de Martí, y en México los “desmitificadores” de la historia deploran que el cura Hidalgo haya alzado a los indios, en lugar de haber celebrado un seminario sobre gobernabilidad y democracia en el pueblo de Dolores.
En Caracas, Vargas Llosa fue el invitado estrella a otro aquelarre como el de Salamanca, organizado por el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico por la Libertad (Cedice), brazo empresarial del Departamento de Estado. Basta recordar que Rocío Guijarro, titular del Cedice, fue el personaje que en la intentona golpista de abril de 2002 firmó el decreto que disolvió las instituciones democráticas de Venezuela.
En acuerdo con sus anfitriones (Globovisión, embajada de Washington), el rebaño de “intelectuales libres” que entregan su prestigio a cuanta causa antipopular aparece en nuestra geografía política sólo cuenta con lo que no existía en la época de Unamuno: los grandes medios de comunicación, que han sustituido el antiguo fascismo de masas.
¿Y qué les subleva de Hugo Chávez? En los umbrales del bicentenario, Vargas Llosa & asociados andan preocupados porque el presidente de Venezuela consulta la brújula de Martí: “Lo que Bolívar no hizo, está todavía por hacer en América”. Por esto, creer (como los grandes medios dijeron a coro) que fueron a Caracas invitados por la “oposición” equivale a ver la realidad con ojos estrábicos.
Vargas Llosa & asociados representan al golpismo y son correa de transmisión del neofascismo. Ubicar a estos personajes en la “derecha” del arco político sería cumplido ideológico. No es grave que haya oposición y escritores de derecha. Lo grave es que la abyección sea plataforma de sus principios.
(Texto de José Steinsleger, La Jornada, 3/VI/09).

Nuestro Mario Benedetti

Ante la pérdida de nuestro Mario Benedetti estamos todos consternados, como escribía él cuando la muerte del Che. Nos quedamos sin Mario, pero su pluma nos deja el alma llena de versos sencillos, sencillos en la altura, como aquéllos del cubano José Martí que él tanto admiraba. Y nos deja ramas del mismo árbol fecundo, la novela, el cuento, el ensayo, la obra teatral, el periodismo, la canción. Una pluma mágica y multifacética que generó, sin premeditación, desde todos esos géneros, modelos de conducta, un rigor ético equilibrado con la belleza de lo estético. Como se sabe, ética cabe dentro de la palabra estética, eso nos lo demostró Mario desde su creación. Imposible separar al Benedetti persona de la obra generada, de la página nacida. En ese sentido, Mario es una unidad dialéctica difícil de encontrar en otros territorios de lo cultural.
Todos sabemos que era un ser ejemplar en su modestia, en su auténtica sencillez, en su valiente ternura, en su solidaridad.
Mario no necesita que lo idealicemos porque es un ideal en sí mismo, toda su obra está tocada por un horizonte utópico en que el arriba se inquieta y el abajo se mueve indócil.
Desde su coherencia nos ha enseñado cómo el humor puede ser fértil, cómo el amor y la lucha pueden ser cómplices, cómo la confianza en el hombre, en el otro, en la otra, tiene que anteponerse a toda desconfianza. Él creía en el prójimo sin necesidad de mayores pruebas. Creía, sin laberintos, en los otros y los traía cerca. A nadie le cabe duda de que, como en su poema, defendía la alegría a ultranza. Construía puentes de alegría para oponerse a la tristeza y a la muerte. Era un extremista del optimismo y de la esperanza, sin dejar de lado un agudo sentido crítico y una profunda preocupación por la gente. Un hombre, ya lo dijimos, de una modestia ejemplar, que su amigo Eduardo Galeano explica diciendo que Mario Benedetti no se daba cuenta de que era Mario Benedetti.
Los ríos de gente manifestaron su enorme cariño hacia Mario. Fue emocionante ver las largas filas de personas de diferentes generaciones y clases sociales, todo un pueblo subiendo las escaleras de entrada al Palacio Legislativo, llegando hasta las cercanías del cuerpo sin vida del poeta. ¿Sin vida? Su admirado César Vallejo decía: “Tanto amor y no poder nada contra la muerte”. Sin embargo, Mario logra sobrevivir en los demás por lo que ha pensado, por lo que ha escrito. Por lo que ha amado: recordemos a Luz, su compañera de toda una vida, tras cuya muerte Mario empezó a irse de a poquito. Por el cariño hacia su hermano Raúl, a quien tanto protegió siempre. Por la cantidad de amigos que fue abrazando aquí y en tierras lejanas.
Sobrevive en los demás también por su compromiso en la lucha política, antes y durante los años de plomo, cuando entre sus amigos contaba al paso del tiempo con Raúl Sendic, Zelmar Michelini, Líber Seregni.
Su permanente lucha contra la injusticia y la impunidad se manifestó recientemente en su solidaridad con familiares de detenidos-desaparecidos y su apoyo a la campaña por la anulación de la ley de caducidad.
Mario, como persona, se hacía querer con su rostro tierno, su bigote y jopo invencibles, su mirada limpia, su sonrisa que aun en medio de estos períodos de enfermedad afloraba, consolando o agradeciendo a Ariel, su leal secretario, y a los fieles, trabajadoras y trabajadores, que lo cuidaban sin falla.
Déjenme decir que he perdido a un amigo esencial que mucho me enseñó sobre la vida, sobre el arte, sobre la pasión del cambio. Un ser generoso como pocos. En lo cotidiano tendremos que acostumbrarnos a encontrar, en el recuerdo de su amistad, la fuerza y la calidez de su palabra.
(Texto de Daniel Viglietti, página 12, 26/V/09).