domingo, 3 de enero de 2010

MUNICIPAL: Espaldarazo


“Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez, como farsa”: Carlos Marx

En algún recoveco del relieve, sobre el mismo camino donde se proclamaron las victorias, en el mismo sendero de los regresos sin gloria, en ese mismo suelo, han transitado los especímenes de la humanidad, y en la misma atmósfera, se han esparcido las versiones del pensamiento. Dicen los que saben, que el tiempo es relativo, que el único elemento inconmensurable es la estupidez humana, y que la historia es una espiral excéntrica de ciclos repetitivos hacia el infinito, que por eso, cuando las tragedias se repiten lo hacen como una vulgar comedia. Invariablemente, en las transiciones históricas se producen cambios irreversibles, se altera la puntada del tejido social, se rompen dogmas y costumbres y se hilvanan modelos alternos. La posmodernidad ha sido una época de intermitencias y emergencias, de advenimientos y rupturas. Hoy por hoy, cuando la inseguridad y la violencia amenazan la vida y la integridad de los ciudadanos, resulta insuficiente la capacidad de adaptación a un entorno hostil y caótico, y por eso, se ha reactivado el instinto de conservación. Y, precisamente por ese instinto de conservación, los regidores del PRI se han convertido en los principales soportes y apoyos morales de las acciones de Jaime Verdín. Así como apoyan los anticonstitucionales operativos policiacos y la militarización de la vida pública en el municipio, asimismo ofrecen su respaldo a las “dolorosas medidas de austeridad” implementadas por la autoridad municipal, como medida para “eficientar el manejo de recursos”, dado que, según ellos, “están ciertos que la difícil condición económica no es responsabilidad del Municipio, sino de los recortes desde la Federación”. ¡Oh, sí, sí! ¡Que viva la armonía entre el alcalde y la “oposición”! Modositos y con harta labia, Israel Hermosillo y Samantha Dávalos, regidores priístas, reconocieron que a falta de un plan de gobierno que contemplara los efectos de la recesión económica que, hay que decirlo, no se generó este año, sino que ya se pronosticaba desde hace más de dos años, “nunca es tarde para empezar”. En otras palabras, los regidores priístas –al menos estos dos– son tan propositivos y obsequiosos que les da pesar que la actual administración municipal sea un reverendo desgarriate y que el alcalde sea ninguneado por sus propios regidores de partido; tan es así, que ya le solicitaron a Su Excelencia, el MCF J. Salvador Jiménez Longoria, contralor municipal, que trabaje sobre “la integración de un estudio concreto, de cómo es que trabajan las dependencias”, con el fin de hacer recorte de personal donde estén sobrados. Inspirados, sugirieron que dicho “estudio integral” sea elaborado tanto por el personal de Contraloría, como de Tesorería y Recursos Humanos. ¡Se vale soñar señores regidores! ¿Cómo esperan que entre esas tres dependencias –antagónicas por su propia naturaleza– hagan un estudio de cómo funciona la administración municipal, nada más porque a los regidores se les ocurrió? ¿Y la dirigencia priísta en el municipio avala las ocurrencias de sus regidores? Oh, lo olvidábamos, la estructura cupular del PRI la conforman ellos mismos, por lo tanto, no hay quien les jale la rienda. En este ambiente de confusión, la clase gobernante y las élites elevan sus voces pidiendo calma y paciencia ante el hervidero en que se ha convertido el ambiente social. Insensible la autoridad ante la crispación social que se respira en el ambiente, es que se llevan a cabo operativos no con el fin de “disminuir accidentes en que se han visto involucrados motociclistas”, como dijera el represor Héctor Rosiles, cabeza de la desacreditada Dirección de Seguridad Pública, sino con fines recaudatorios. Lo que quieren es sacar dinero de donde sea y como sea. Lo dijo la tesorera Érica Aguirre, quien advirtió que los recursos no van a alcanzar para fin de año: “necesitamos aplicarnos en la recuperación de recursos municipales, porque las participaciones federales serán escasas”, dijo. En ese contexto fue que, efectivamente, la noche del sábado 7 de noviembre –y días subsecuentes–, elementos de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, se ubicaron en puntos estratégicos de la mancha urbana donde existe mayor circulación de vehículos para llevar a cabo un “operativo sorpresa de uso de casco así como de verificación y documentación a motociclistas”. Como cada quien hace lo que le venga en gana, sin que Jaime Verdín ponga orden en la casa, es que Rosiles se tomó la libertad de coadyuvar a incrementar los ingresos a Tesorería Municipal no infraccionando a quienes contaminan el aire con la quema de desechos de material usado en talleres o fábricas de calzado y de sombrero, o a quienes en sus empresas emplean a menores de edad, o a quienes venden bebidas embriagantes a menores de 18 años, o a los proxenetas que regentean carne humana fresca y disponible para los mejores paladares; no, lo que hizo Rosiles fue desarrollar un operativo en el que en un solo día levantó más de cien infracciones: desde la falta de casco, pasando por la falta de licencia para conducir hasta por no portar tarjeta de circulación. Asimismo, y en una acción paralela a lo anterior, la Se¬cre¬ta¬ría de Finan¬zas nom¬bró co¬mo se¬de regio¬nal a San Fran¬cis¬co pa¬ra ins¬truir en ma¬te¬ria de al¬co¬ho¬les a fun¬cio¬na¬rios públi¬cos de ocho mu¬ni¬ci¬pios. ¿Cuál es el propósito? Fácil: como las finanzas municipales están muy desnutridas, Edith Az¬pei¬tia, di¬rec¬to¬ra de Fis¬ca¬li¬za¬ción y Con¬trol, solicitó una ca¬pa¬ci¬ta¬ción inten¬si¬va a las au-to¬ri¬da¬des es¬ta¬ta¬les, “pa¬ra uni¬fi¬car los criterios con los que tra¬ba¬jan, para, de ese modo, ope¬rar de ma¬ne¬ra si¬mi¬lar en ca¬da uno de los mu¬ni¬ci¬pios de Guanajua¬to, pa¬ra evi¬tar malos en¬ten¬di¬dos y apli¬car la ley co¬mo se de¬be”. Es decir, la extorsión y la presión sobre los que comercian con bebidas embriagantes –tan solicitadas en toda época– será con “mano suave y cálida”, “de acuerdo a lo que marca la normatividad”. El propio Verdín reconoció que la labor de los ins¬pec-to¬res de fis¬ca¬li¬za¬ción “es un pa¬que¬te”, ya que siem¬pre son los “malos de la película”, pues tie¬nen que adap¬tar¬se a la idio¬sin¬cra¬sia de ca¬da uno de los co¬mer¬cian¬tes que vi¬si¬tan, “a ve¬ces por que se hacen las co¬sas y en otras por que no se ha¬cen, pe¬ro nun¬ca que¬dan bien”. Y todavía agregó: “Si uno se su¬je¬ta¬ra úni¬ca¬men¬te al re¬gla¬men¬to, se¬ría to¬mar de¬ci¬sio¬nes frías y de¬más, pe¬ro tenemos la disposición a ser flexibles”. Lo que quiso decir el licenciado es: “mano dura a los que no se alineen y trato amable a los amigos, a los que se portan bien”. ¿Por qué Jaime Verdín ha iniciado su administración con la espada desenvainada en contra de la ciudadanía cautiva? Pues porque no tiene un proyecto de gobierno, no cuenta con un plan elaborado y consensuado con todos los integrantes del Ayuntamiento. Todo se está haciendo al puro estilo del “ái se va”, del “vamos a ver qué sale”.
(Fuentes: Laura M. López Murillo, argenpress, 10/XI/09; a.m., noviembre 9, 10 y 12, 2009; El Heraldo de León, 25/XI/09).

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