domingo, 3 de enero de 2010

ESTATAL: Sacerdote abusador


José Luis de María y Campos López, el sacerdote acusado y encontrado culpable de cometer abusos eróticos sexuales y corrupción de menores en agravio de tres niños, fue puesto en libertad al obtener el beneficio de la liberación anticipada desde el pasado 27 de octubre. En marzo del 2005, las mamás de tres monaguillos de la cuasiparroquia María Auxiliadora situada en Santa María de Cementos, en León, denunciaron al sacerdote. El Ministerio Público encontró responsabilidad en el inculpado por lo que turnó la averiguación previa a un Juez Penal, quien giró orden de aprehensión en su contra. El sacerdote estuvo recluido en el Cereso en León durante cuatro años y siete meses. Por observar buena conducta, fue preliberado a solicitud de su defensa. Raúl Villegas, vocero de la Arquidiócesis de León, declaró que el sacerdote continuará con su cargo en la Iglesia, ya que el proceso eclesiástico aún continúa para determinar el futuro de José Luis de María y Campos. Tras su liberación, el sacerdote acudió a la parroquia de Las Crucitas en el barrio del Coecillo en León, donde se ofició una misa en su honor. Al evento acudieron más de 200 personas, quienes mostraron su apoyo incondicional al religioso. En esa ceremonia se le vio recibiendo la comunión. Durante el evento, algunos feligreses agredieron a los representantes de los medios de comunicación, ordenando que salieran de manera inmediata del templo: “usted no es católico, usted no viene a misa, no se ha hincado, salga de aquí”, en clara muestra de apoyo incondicional a José Luis de María y Campos López, que cabizbajo se mantuvo al margen de las discusiones y en su momento evadiendo los disparos de las cámaras fotográficas. Por su parte, el Arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, aseguró que “no debe” emitir ninguna opinión respecto al caso, “pues primero deberá ser juzgado por las autoridades religiosas, luego de haber cumplido su sentencia por las leyes del hombre”. Según Martín Rábago, será hasta que se realice el proceso canónico a cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que se podrá determinar si el sacerdote continuará o no ejerciendo su labor sacerdotal, “porque al momento, la Iglesia no tiene la certeza de que sea realmente culpable”. Sin embargo, valen las siguientes reflexiones: a) ¿Cómo es posible que la jerarquía eclesiástica siga protegiendo a sacerdotes pederastas? Si el sistema de impartición de justicia encontró que el sacerdote es culpable y ya purgó su condena, entonces, ¿por qué se deja abierta la posibilidad de que José Luis de María y Campos López vuelva a ejercer “el ministerio sacerdotal”, en caso de que el resultado del proceso canónico lo encuentre inocente? A eso se le llama impunidad; b) ¿Cómo es posible que haya mexicanos que defienden a los pederastas de una religión que los ha vejado siempre? ¿Será, como dicen algunos, que el clero ha inoculado tanto temor del infierno que muchos les ofrecen a sus hijos incondicionalmente?
(Fuentes: correo, noviembre 1y 3, 2009; a.m., 2/XI/09).

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