domingo, 3 de enero de 2010

ESTATAL: Más de 150 ejecutados en 2009


Al menos 24 disparos recibió el comandante de la Policía Municipal de Moroleón, Juan Calderón Huerta, acribillado el domingo 8 de noviembre por la mañana cuando, en compañía de un grupo de elementos de esa corporación, viajaba a Valle de Santiago al concluir su turno. Con la ejecución de Calderón Huerta sumaron 146 las víctimas de la delincuencia hasta ese día en lo que va del año en Guanajuato. En los hechos, Calderón Huerta es el segundo jefe policiaco asesinado en los primeros días de los nuevos gobiernos municipales, luego de que el director de la Preventiva de Cuerámaro, el capitán del Ejército José Refugio Pedroza Barrón, fuera ejecutado junto con su hijo a mediados de octubre pasado. Como la industria de la matanza humana está en su apogeo, un día antes, la madrugada del sábado 7 de noviembre, los cuerpos de cinco hombres acribillados fueron encontrados en un taller mecánico de vehículos de transporte de carga, ubicado a un costado del libramiento carretero Valle de Santiago-Celaya; uno de ellos era el propietario. En tanto, ese mismo día, el cuerpo sin vida de una mujer de 27 años, originaria de León, apareció en los límites de Salamanca y Villagrán, en el camino a la comunidad Sotelo. Recibió dos disparos. Junto al cuerpo había una cartulina con un mensaje. Aunado a lo anterior, las nuevas administraciones municipales enfrentan serios desajustes económicos que, ponen en riesgo el funcionamiento operativo de los cuerpos policiacos. A la crisis de ejecuciones de directores de Seguridad Pública en los municipios, se suma el hecho de que en ocho de ellos (hasta el 10 de noviembre) los alcaldes no habían nombrado directores de seguridad, Irapuato y Celaya entre ellos. Todos los nuevos alcaldes buscan apoyo del estado y federación para fortalecer sus respectivas direcciones de Seguridad Pública con aumento de personal, mejores salarios, armas, patrullas, sistema de video vigilancia, capacitación y profesionalización de los elementos. Lo anterior, a raíz de que Guanajuato se ha convertido en santuario del narco. Lo dice la percepción de inseguridad en la población del estado. En efecto, la encuesta realizada por el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad (ICESI) revela que en 2008 el 34% de los guanajuatenses calificó al estado como inseguro, mientras que para 2009 el porcentaje subió a 62%. Por eso la población está adoptando nuevos hábitos: el temor a ser víctima de algún delito provocó que un 56% de los encuestados decidiera que sus hijos menores ya no salgan a la calle; el 51% evita usar joyas y el 49% ya no sale de noche. La encuesta reveló que Guanajuato es la entidad federativa líder en impunidad: De cada 100 delitos, 91 no se investigan. ¿Por qué? Porque, una de dos: el afectado no acude a denunciar por temor a que no le hagan caso o, porque a pesar de que hay denuncia, la autoridad no inicia la averiguación previa del caso: el 40% de las víctimas de un delito confesó que no habían acudido a denunciar al considerarlo una pérdida de tiempo. El 14% se abstuvo de acudir a las autoridades porque les tienen desconfianza. Hace unas semanas, el titular de la Secretaría de Seguridad en Guanajuato, Baltazar Vilches Hinojosa, reconoció que las cifras en delitos como robo, lesiones, secuestros, violaciones y delitos sexuales se habían disparado, a niveles considerados como “históricos” para la entidad.
(Fuentes: apro, 9/XI/09; correo, 10/XI/09; a.m., 27/XI/09).

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