La construcción en los asentamientos judíos en Cisjordania ocupada continuó durante la moratoria de diez meses decretada por el Gobierno israelí y que expiró el pasado 26 de septiembre, dijo el 20 de octubre en Madrid el activista palestino Dawood Hamudeh.
“En Cisjordania se advertía este verano a simple vista esa edificación, sobre todo, en las carreteras especiales para los colonos judíos, pero también en las zonas industriales”, añadió Hamudeh, miembro de la ONG “Parar el Muro”, en una rueda de prensa en la capital española, a invitación de la “Plataforma 2015 y Más”. Durante la moratoria “se construyeron cuatro mil casas, además de infraestructuras. Muchas de esas viviendas están vacías”, indicó Hamudeh, experto en economía israelí y residente en Jerusalén Este.
“Lo que pedimos como palestinos no es congelar los asentamientos, sino pararlos. Eso supone también cesar la consiguiente edificación de escuelas, supermercados y carreteras. Toda esa infraestructura que los convierte en pequeños pueblos”, manifestó.
En cuanto a la disputada zona, el representante de “Parar el Muro”, cuya sede central está en la ciudad cisjordana de Ramala, comentó: “Existe una lucha por cada metro cuadrado de tierra en Cisjordania entre los colonos judíos y la población palestina”. Esa lucha deriva “del hecho histórico de que desde 1948 ha habido diferentes divisiones de la Palestina histórica que la han convertido a día de hoy en un terreno muy fragmentado”, explicó.
Recordó que en la actualidad el muro, que Israel prevé tenga 710 kilómetros, “cuenta con unos 287 guetos”, y que no se puede edificar a menos de 150 metros de él en Cisjordania por razones de seguridad. En cuanto al objetivo de esta barrera, admitió la efectividad que ha tenido para los planes israelíes. “Si Israel cree que el muro puede bloquear a los (terroristas) suicidas, vale. Pero no ocurrirá así con la resistencia palestina”, precisó.
No obstante, Hamudeh insistió en que “el objetivo de la valla es controlar la tierra. Separar a los palestinos, pero sobre todo, controlar el agua”, un bien escaso en la zona. “Israel controla todas las carreteras e infraestructuras”, agregó y precisó que existen 200 mil colonos judíos en Cisjordania y 200 mil en Jerusalén oriental, donde los palestinos aspiran a proclamar su Estado.
Sobre la diferente percepción del muro, Hamudeh aseguró que “los israelíes no lo ven”. “En la parte donde es más frecuente el paso de la población israelí la barrera está camuflada inteligentemente con plantas. O como ocurre en Jerusalén están pintados artísticamente con ‘grafitis’”. En la parte palestina es más visible el “hormigón”, relató.
“En 2002 cuando comenzó a construirse, la población palestina desconocía su alcance. En 2005 cuando su impacto empezaba a ser considerable comenzó a organizarse. Ahora se ha dado cuenta de que la protesta sirve más que las negociaciones”, indicó. “Por ello, hay una esperanza en que la resistencia popular pacífica sirva para algo”, dijo sin atreverse a poner una fecha imaginaria a su demolición.
Sobre las actuales negociaciones de paz palestino-israelíes Hamudeh declaró: “la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Al Fatah, ambas presididas por Mahmud Abás, intentan forzar un acuerdo”. “No puede forzar a la sociedad palestina a creer que esto es por su bien. Esa sociedad tiene que empatizar con él. De lo contrario, la siguiente “Intifada podría ser contra la ANP”, concluyó.
(Tomado de cubadebate, 20/X/10).
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