VENTANAS: El móvil que interrumpió a Mahler
Graham
Bell patentó el teléfono un 14 de enero de 1876. La cita a Bell tiene su porqué
en la noticia que el 13 de enero saltó a los medios y que retrata la
incontinencia sonora de esos aparatitos de tecnología avanzada, imprescindibles
en la sustanciosa cuenta de resultados de las grandes compañías telefónicas.
Según cuentan, el director de la Filarmónica de Nueva York cortó la
interpretación de la Novena Sinfonía de Mahler para bajar al patio de butacas y
exigir a un espectador que apagase su iPhone. En 170 años de historia era la
primera vez que la Filarmónica interrumpía un concierto y también la primera
que se interceptaba la obra de Mahler con el sonido de la marimba, instrumento
guatemalteco que en los 80 sedujo al cantante Tom Waits. Dejando a un lado las
anécdotas, lo cierto es que el móvil ha perdido el respeto a Mahler y al pudor
de la conversación privada. El espacio público es ahora una inmensa cabina
telefónica, en la que se desmenuza la vida y se puede escuchar desde un saludo
amistoso hasta una riña familiar, pasando por un llanto de ruptura, el
ultimátum de algo, una cita o el “dónde estás”, “cuándo vienes” y “no tardes”
que además de banalizar el control cotidiano, resulta carísimo y queda grabado
en otra sofisticada tecnología, para que si un día nos hartamos y nos portamos
mal los que mandan conozcan nuestra vida de pe a pa.
(Texto
de Amparo Lasheras, gara, 14/I/12).
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