lunes, 30 de enero de 2012


VENTANAS: El móvil que interrumpió a Mahler

Graham Bell patentó el teléfono un 14 de enero de 1876. La cita a Bell tiene su porqué en la noticia que el 13 de enero saltó a los medios y que retrata la incontinencia sonora de esos aparatitos de tecnología avanzada, imprescindibles en la sustanciosa cuenta de resultados de las grandes compañías telefónicas. Según cuentan, el director de la Filarmónica de Nueva York cortó la interpretación de la Novena Sinfonía de Mahler para bajar al patio de butacas y exigir a un espectador que apagase su iPhone. En 170 años de historia era la primera vez que la Filarmónica interrumpía un concierto y también la primera que se interceptaba la obra de Mahler con el sonido de la marimba, instrumento guatemalteco que en los 80 sedujo al cantante Tom Waits. Dejando a un lado las anécdotas, lo cierto es que el móvil ha perdido el respeto a Mahler y al pudor de la conversación privada. El espacio público es ahora una inmensa cabina telefónica, en la que se desmenuza la vida y se puede escuchar desde un saludo amistoso hasta una riña familiar, pasando por un llanto de ruptura, el ultimátum de algo, una cita o el “dónde estás”, “cuándo vienes” y “no tardes” que además de banalizar el control cotidiano, resulta carísimo y queda grabado en otra sofisticada tecnología, para que si un día nos hartamos y nos portamos mal los que mandan conozcan nuestra vida de pe a pa.
(Texto de Amparo Lasheras, gara, 14/I/12).

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