ANÁLISIS: Descripción somera de la reforma
social neoliberal
Si
bien la reforma económica neoliberal comenzó en 1983 con Miguel de la Madrid
(MM), la parte medular de la reforma social neoliberal tuvo lugar en los años
90, aunque MM comenzó su gobierno desapareciendo la estructura básica de
Coplamar y eliminando subsidios. La creación de la Secretaría de Desarrollo
Social (Sedeso), aunque hecha para operar el Programa Nacional de Solidaridad,
que contrarrestaba el abandono en que MM había dejado a la población pobre, es
la medida social neoliberal central de Salinas. Es neoliberal porque: a)
Concibe la política social como centrada (e idealmente reducida a) la lucha
contra la pobreza extrema. Se pregona la idea de que toda acción de política
social que no se dirija exclusivamente a los pobres extremos es regresiva. b)
Considera que la lucha contra la pobreza es una tarea sectorial que puede
llevar a cabo una secretaría. c) Promueve la separación de lo económico y lo
social para lo cual prohíbe a todas las dependencias económicas perseguir
objetivos de bienestar, que quedan reservados para las sociales.
La
firma del TLC (que establece la libre movilidad de mercancías y capitales pero
no la de los trabajadores), la autonomía del Banco de México y la reducción de
su misión a controlar la inflación, así como la reforma del artículo 27
constitucional que pone fin a la reforma agraria y permite la venta de las
parcelas ejidales conforman el núcleo de la reforma económica neoliberal
de Salinas. La última está ligada a lo que Farshad Araghi llama el
desmantelamiento del Estado de bienestar agrario1, que inició MM. Esta reforma
económica tuvo enormes impactos sociales, ató las manos al gobierno de México y
cedió autonomía y soberanía.
Zedillo
lleva a cabo, en primer lugar, la reforma del IMSS copiando la de Pinochet que:
elimina la solidaridad intergeneracional al introducir las capitalizaciones
individuales en remplazo del sistema de reparto; entrega los fondos de los
trabajadores a empresas privadas que se apropian de una parte significativa de
los intereses percibidos; y disminuye el nivel promedio de las pensiones. En
segundo lugar, acelera la contención del crecimiento del IMSS (iniciado por
Salinas) disminuyendo la fiscalización y tolerando la evasión del carácter
obligatorio de la afiliación.
En
segundo lugar, Zedillo elimina todos los subsidios generalizados que quedaban y
los sustituye por transferencias monetarias condicionadas dirigidas sólo
a los pobres extremos del medio rural a través del Progresa. Aunque se
mantienen algunos programas sociales de viejo cuño (desayunos escolares,
Liconsa, Diconsa), se empiezan a focalizar a la pobreza extrema. Se elimina
Conasupo, se privatiza (y se subsidia) la comercialización agropecuaria y se
transforma (desde 1994, con Salinas) el sistema de subsidios agrícolas con el
Procampo. El Estado abandona las políticas de fomento sectorial. En tercer
lugar, una parte importante del gasto social se descentraliza a estados y
municipios, excluyendo en muchos casos al DF. Aunque en educación y salud (la
mayor parte del gasto) las entidades federativas se convierten en meros operadores
de las escuelas y clínicas, mientras las políticas las define la federación, la
descentralización fortalece el poder político de los gobernadores. (La gráfica
muestra la importancia actual de las aportaciones, fondos descentralizados, en
las finanzas estatales.)
Durante
el gobierno de Fox se cambia el nombre del Progresa a Oportunidades, se
extiende su cobertura al medio urbano (aunque al DF casi se le excluye en los
hechos) y se amplían las becas hasta preparatoria. Se detiene la ampliación de
la cobertura del programa cuando se alcanzan 5 millones de hogares arguyendo
que éste es el monto de hogares pobres de capacidades existentes. Se
aprueba (casi sin la participación del Poder Ejecutivo) y promulga la Ley
General de Desarrollo Social (LGDS), ley pluralista en la cual el desarrollo
social es concebido como un derecho y en la cual la lucha contra la pobreza es
sólo una parte de una política de desarrollo social amplia basada en el enfoque
de derechos. Sin embargo, en la práctica de la Sedeso, desde antes de la
aprobación de la LGDS se adoptó lo que podría llamarse un enfoque de
focalización a ultranza hacia la pobreza extrema que se pretendió aplicar
incluso a programas con propósitos diferentes, como Fonart. Así, en el
reglamento de la LGDS se adoptó lo que la Cámara de Diputados llamaría el
modelo social único, que fue uno de los motivos de que ésta interpusiera
controversia constitucional contra dicho reglamento, misma que se resolvió (ya
en el periodo de Calderón) con la SCJN fallando a favor del reglamento y, por
tanto, del modelo social único. Uno de los frutos más conocidos de la LGDS es
la creación del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social).
También
durante el gobierno de Fox, y por iniciativa de su secretario de Salud, se creó
el llamado Seguro Popular en Salud (formalmente Protección Social en Salud) que
otorga a los afiliados, vía un prepago que en la práctica se ha estado
eximiendo a casi todos, el acceso a una parte de las necesidades de atención a
la salud (excluye la mayor parte del tercer nivel de atención). Una crítica
severa al Seguro Popular la ha hecho Santiago Levy, quien sostiene que la
interacción entre éste y el IMSS crea incentivos negativos para el trabajo
asalariado formal (que tiene que pagar una especie de impuesto) mientras el
Seguro Popular subsidia el sector informal. También dice que crea un incentivo
a evadir la legislación de seguridad social. Sea o no cierto lo que Levy
señala, el hecho es que crea un sistema de segunda calidad en salud y sin
seguridad social. La reforma del Issste, en líneas similares a las del IMSS, es
la reforma social más importante del gobierno de Calderón.
En
todos estos periodos gubernamentales se abandona la generación de empleos como
meta socioeconómica básica. En vez de buscarse el abatimiento de la pobreza por
la vía del crecimiento acelerado de la economía, la generación de empleos bien
remunerados y formales, con cobertura de seguridad social, la política
económica se pone al servicio del capital financiero, particularmente del que
invierte en pesos en el mercado emergente nacional y busca a toda costa
proteger sus ganancias evitando las devaluaciones, lo que mantiene sobrevaluado
al peso y daña la competitividad internacional de la economía mexicana. Estos
son los rasgos básicos de la reforma social neoliberal (y la separación y
subordinación de lo social a lo económico, de la política social a la política
económica) que cada vez muestra más evidencias, algunas ya reconocidas
oficialmente, de fracaso.
1
The Great Global Enclosure of Our Times: Peasants and the Agrarian Question at
the End of the Twentieth Century, en Hungry for Profit. The Agribusiness Threat
to Farmers, Food and the Environment, editado por Fred Magdoff, John Bellamy
Foster y Frederik Buttel, Monthly Review Press, 2000, p. 150.
(Texto
de Julio Boltvinik, La Jornada,
30/XII/11).
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