domingo, 1 de enero de 2012

EDITORIAL: “El PRI, semillero de todos los cárteles”




En su discurso al recibir el Premio Feria Internacional del Libro de Literatura (FIL) y Lenguas Romances, el escritor colombiano radicado en México, Fernando Vallejo, describió al PRI como “el semillero de todos los cárteles” en el país. También hizo alusión a la “siniestra policía” que anidaba en los gobiernos del PRI. También, Vallejo criticó a Felipe Calderón y lo calificó como “un hombre indigno del puesto que ocupa”.
Con sus declaraciones el escritor se ganó la ovación y aplausos de los presentes en la inauguración de la FIL Guadalajara 2011, a excepción del nobel Mario Vargas Llosa, quien se abstuvo de aplaudirle.
Previo a la inauguración de la FIL en su edición 25, la directora del Conaculta, Consuelo Sáizar, entregó el reconocimiento al autor, que suscitó la controversia en su discurso de agradecimiento: “Hoy me piden que hable, pero como México calla, yo tampoco pienso hablar”, comenzó Vallejo.
“Para mí, México es música”, dijo del lugar en que vive desde 1971, y del que anotó: “Si me hubiera educado en la escuela del PRI ya sería millonario, pero en Medellín no había PRI”. Este partido, agregó, cantó durante 70 años: “ahí te dejo estos dos pesos, pagas la renta, el teléfono y la luz”.
Sobre Fox, dijo: “Mi gallo era un gallo con botas. No bien subió al poder y se instaló en los Pinos, se infló de vanidad y se transformó en un pavorreal, y el pavorreal en un burro, y la quimera de gallo, pavorreal y burro empezó a rebuznar, a rebuznar, a rebuznar, día y noche sin parar, hasta que ajustó seis años, cuando se le ocurrió, como a Perón con Evita o con Isabelita, que podía seguir rebuznando otros seis a través de su mujer. No se le hizo, no pudo ser. Hoy de vez en cuando rebuzna, pero poco, y lo critican. ¡Por qué! Déjenlo que rebuzne, que se exprese, que él también tiene derecho. Yo soy defensor de los animales. Yo quiero a los burros, a los pavorreales, a los perros, a los gallos. Cuando estoy cerca de ellos se me calma unos instantes el caos de adentro y creo sentir lo que llaman la paz del alma”.
Además Vallejo, de 69 años, autor de La virgen de los sicarios y El desbarrancadero, habló de la muerte inescapable: “No es tan terrible como se cree. Yo no la pienso llamar pero cuando llegue y llame a mi puerta con gusto le hablo”, apuntó. Finalizó su discurso: “Nadie tiene la obligación de hacer el bien, todos tenemos la obligación de no hacer el mal. Y diez mandamientos son muchos, con tres basta:
“Uno, no te reproduzcas que no tienes derecho, nadie te lo dio; no le hagas a otro el mal que te hicieron a ti sacándote de la paz de la nada, a la que tarde que temprano tendrás que volver, comido por los gusanos o las llamas.
“Dos, respeta a los animales que tengan un sistema nervioso complejo, como las vacas y los cerdos, por el cual sienten el hambre, el dolor, la sed, el miedo, el terror cuando los acuchillan en los mataderos, como lo sentirías tú, y que por lo tanto son tu prójimo. Quítate la venda moral que te pusieron en los ojos desde niño y que hoy te impide percibir su tragedia y su dolor. Si Cristo no los vio, si no tuvo ni una palabra de amor por ellos, ni una sola (y búscala en los evangelios a ver si está), despreocúpate de Cristo, que ni siquiera existió. Es un burdo mito. Nadie puede probar su existencia histórica, real. Tal vez aquí el cardenal Sandoval Íñiguez…
“Y tres, no votes. No te dejes engañar por los bribones de la democracia, y recuerda siempre que: no hay servidores públicos sino aprovechadores públicos. Escoger al malo para evitar al peor es inmoral. No alcahuetees a ninguno de estos sinvergüenzas con tu voto. Que el que llegue, llegue respaldado por el viento y por el voto de su madre. Y si por la falta de tu voto, porque el día de las elecciones no saliste a votar un tirano se apodera de tu país, ¡mátalo!” (proceso.com, 26/XI/11).
En conferencia de prensa posterior, Vallejo dijo que Calderón es un hombre indigno del puesto que ocupa, él no puede presidir el destino de 110 millones de personas porque no es nadie ni ha hecho nada por México, sino un vivo de la política. Y él, como Fox, se apoderaron de un partido limpio que era el PAN, de sus posibilidades electorales. Dejaron impunes todos los delitos, el saqueo y envilecimiento del PRI a México (La Jornada, 27/XI/11).
A Vallejo le indigna la Iglesia como institución, la de los sepulcros blanqueados, la de la doble moral que señala con el dedo flamígero la paja en el ojo de los otros y trata de ocultar las vigas que dan cuenta de su pasado criminal, la que ha convertido en santos a delincuentes y terroristas como San Cirilo de Alejandría que con una horda de 500 monjes violó, descuartizó y lanzó al fuego los despojos de Hipatia, una mujer que, según Sócrates Escolástico –el historiador más cercano de los hechos– había logrado tales conocimientos en ciencia y literatura que sobrepasaba en mucho a los filósofos de su tiempo.
No es una casual que Fernando Vallejo haya escrito La puta de Babilonia, un ensayo agudo y lleno de ironía sobre la historia criminal de la Iglesia. El cristianismo, apunta Vallejo, ha derramado la sangre de hombres y animales durante mil 700 años y creó la institución más monstruosa de la humanidad: la Inquisición. Aunque esa institución duró siete siglos, la secta que administró su horror aún existe: la de los dominicos, y eso, nos dice el escritor, resulta indignante (Javier Aranda Luna, La Jornada, 30/XI/11).

No hay comentarios:

Publicar un comentario