MUNICIPAL: San Francisco: el hundimiento
Introducción. ¡Vaya! Ahora resulta que hasta el
edificio que alberga la Presidencia Municipal se está hundiendo (a.m., 10/I/12), lo que obliga a realizar
pruebas urgentes de mecánica de suelo para evitar que nuestros queridos
burócratas vayan a caer con todo y secretarias desde sus adorables oficinas.
Por lo pronto, el secretario particular del alcalde, el protervo Pascual
Sánchez, se la pasa con rosario en mano, rezando a las santas ánimas para que
lo protejan en caso de “dar el changazo”. Un hundimiento de tierra es una
depresión producida por el derrumbamiento de alguna estructura interna, como
una cueva –no de ladrones, no sean mal pensados– o un túnel –como los tan
mencionado pasadizos secretos que supuestamente forman una red subterránea que
conectan la Presidencia Municipal con otros lugares–; suceden sin previo aviso
y en algunos casos no se sabe qué tan profundos son y qué hay al fondo.
También, un hundimiento de suelo es un movimiento de la superficie terrestre en
el que predomina el sentido vertical descendente y que tiene lugar en áreas de
muy baja pendiente, como el caso del Palacio Municipal. Este movimiento puede
ser inducido por distintas causas y se puede desarrollar con velocidades muy
rápidas o muy lentas según sea el mecanismo que da lugar a tal inestabilidad.
Si el movimiento vertical es lento o muy lento (centímetros o milímetros/año) y
afecta a una superficie amplia, con frecuencia se habla de subsidencia. Pero sea cual sea la causa, ¿se trata de una
señal de naufragio de la actual administración? ¿Mera justificación para
comenzar cuanto antes a desalojar tal edificio que, según las creencias de
muchos de estos funcionarios, está
infestada de “malas vibras”,
víboras prietas, arañas peludas,
tepocatas y fantasmas del pasado dinosáurico priista que amenaza con pegar
tremendo coletazo en las mismas entrañas del panismo local? Ahí tiene usted al
regidor priista Israel Hermosillo, con una amplia sonrisa gritando a diestra y
siniestra que “ora sí, méndigos: vamos a arrasar el primero de julio de este
año”. ¿Qué hay detrás de la versión de tal hundimiento que vuelve a inyectar
pánico en nuestro barbado alcalde y sus amigos? ¿Quién será el primero en
saltar del navío que conduce los destinos de este dolido municipio?
¡Salvavidas, salvavidas!, grita Jaime Verdín, al ver que las aguas putrefactas
de la corrupción invaden el buque que mal dirige.
1.
Pero no sólo se hunde
el Palacio Municipal y los funcionarios que ahí pululan, sino también los
intereses de San Francisco: la población de Purísima crece a pasos agigantados,
mientras que la de San Francisco se estanca (a.m., 4/I/12). Lo que nada tiene de malo en sí, puesto que de
cualquier manera la población recibe los servicios de una u otra manera, y a
mucha gente no le importa si pertenece a uno u otro municipio; sin embargo, el
problema está en que, dependiendo de la cantidad de población que un municipio
tenga, es la cantidad de recursos económicos que recibirá tanto del estado como
de la federación; y eso es lo que le duele a la pésima administración 2009-2012
de San Francisco: los recursos que recibe cada vez se achican, y eso significa
tener que sacrificar porcentajes en el presupuesto para ciertas áreas
administrativas, lo que a final de cuentas se traduce en votos. ¿Por qué se
tiene ese problema? Por la incertidumbre provocada ante la falta de definición
en los límites territoriales de ambos municipios. Situación paradójica, si
consideramos que hace apenas algunos años, el actual alcalde de San Francisco
fue uno de los principales impulsores de la definición limítrofe, y que hoy,
está en menos que punto muerto. Hay zonas habitacionales en las que según el INEGI
o el IFE pertenecen a San Francisco, pero que los servicios de limpia o de
alumbrado son proporcionados por Purísima, o viceversa. Un ejemplo: las
personas que viven en el Fraccionamiento Villas de Santiago, pertenecen al
municipio de Purísima según el IFE, pero, pertenecen al municipio de San
Francisco, según los recibos de pago por servicio eléctrico de la CFE y,
también, de acuerdo a la Central de Actuarios de los Juzgados con sede en San
Francisco.
Rafael
Cardoso, director de Impuesto Predial y Catastro en San Francisco, reveló que
del 2000 al 2005 la población de Purísima creció en 24.86% según el INEGI,
mientras que San Francisco apenas alcanzó un crecimiento del 2.97%: “Es ilógico
que si en la localidad han surgido varios nuevos desarrollos habitacionales,
registrados o dados de alta en la localidad, las autoridades de conteo (INEGI)
lo estén dando para Purísima, siendo caso concreto los fraccionamientos
desarrollados en la Ex Hacienda de Santiago”. Razonable la queja del
funcionario; pero, la misma debiera dirigirla más bien a Jaime Verdín y al
Ayuntamiento, quienes han sido en exceso negligentes en atender y defender los
intereses del municipio.
Según
Cardoso, hay gente que tenía registrado su predial y registro público en San
Francisco, y ahora están pidiendo su liberación para cambiarse a Purísima. Es
más, hay notarios públicos que están expidiendo la escrituración en Purísima
mientras el Registro Público está dado para San Francisco: “Desconocemos qué
les ofrecen para cambiar su registro de domicilio –dijo–, considerando incluso
que el cobro de impuesto predial es más alto en Purísima que en la localidad”.
Si se ha llegado a tal extremo, entonces lo que procede es que se enderece una
acción de tipo legal en contra de la autoridad responsable del vecino
municipio. Porque, a punta de periodicazos no va a resolver el problema, al
contrario, Abraham Collazo ha de estarse riendo por la falta de agallas de nuestras autoridades.
2. Y hablando de hundimientos, en eso
está la credibilidad del PAN municipal, que determinó –por instrucciones “de
arriba”, según palabras del decorativo Pedro R. Murillo– rechazar las tres
planillas registradas en busca de la candidatura a la Presidencia Municipal,
porque ninguna de ellas reunió los requisitos de la convocatoria (a.m., 7/I/12). La determinación se hizo
“sin apasionamientos, sin preferencias y guardando tanto la transparencia como
la equidad”, dijo el siempre simpático Pedro R. Murillo –Pietro, le dicen sus
compas–. Por lo que, Chevín Moreno, del grupo de Gerardo Mosqueda Martínez,
integrantes ambos del ala más radical de El
Yunque; Enrique Valadez López, peón y amigo íntimo de Antonio Salvador “El
Güero” García, considerados como yunquistas moderados y, Antonio Marún –joven
con excelentes credenciales en cuanto a credibilidad y honestidad–, a la cabeza
de la planilla propuesta por Jaime Verdín y Robolfo Aguirre, quienes apoyan al
precandidato Miguel Márquez, y que pretendían imponer a sus consortes como
parte de esa planilla, vieron frustrados, momentáneamente, sus sueños hacia la
Presidencia Municipal. Con criterios legalistas y argumentos propios de una
autoridad inquisitoria, y con una cerrazón sólo explicable por venir de quien
viene –el aludido Pietro– a todos les dieron palo, con la finalidad de que sea
Juan Manuel Oliva a través de la instancia correspondiente del PAN, el que
imponga candidato y planilla. Se vuelve a repetir “el dedazo democrático”,
pues. Por lo pronto, Chevín y Enrique Valadez –quien días después desistió,
aduciendo que se mantiene firme en sus convicciones y que no es un oportunista,
en clara alusión a Jaime Verdín (a.m.,
11/I/12)– pueden sentirse satisfechos de truncar el camino libre que tenía
Antonio Marún, personaje que concitó una amplia simpatía tanto en sectores
panistas como no panistas.
Si
antes se aventó la puntada de una huelga de hambre como forma de presión para
obtener una candidatura al Senado de la República, cuanti más ahora, que ya no
hay dejo de vergüenza, Chevín Moreno
interpuso recurso de inconformidad –igual que Antonio Marún– (a.m., 10/I/12), –los voy a hacer
batallar, le dijo el siempre generoso Chevín al licenciado Murillo–. Pietro
–del latín Petrus, que significa piedra–, recibió con una sonrisota tirando a
burla, tal inconformidad de manos de Chevín. ¿Por qué se ríe, licenciado? Le
preguntaron al tal Pietro, “No mano, es que este cabrón no tiene madre; si ya
sabe que él no es el bueno, ¿qué pretende?”. Pero Chevín siguió con la farsa:
“la convocatoria es muy clara –dijo–, y yo me ajusté a la misma, no tienen
razón en anular la propuesta que yo represento”. Señores panistas: Un favor:
dejen que Chevín llegue a la candidatura, en una de esas y hasta gana; imaginen
tres años de gobierno de este sátrapa: pura risa y felicidad.
3.
También en el PRI se
cuecen habas. Para aparentar que hay “unión, fortaleza y principios”, y que
ellos no están en proceso de hundimiento, es que crearon el membrete denominado
Unidad Revolucionaria (a.m.,
13/I/12). Sí, ese es el “nuevo PRI”, usando los mismos y viejos métodos del
“viejo” PRI corrupto, manipulador y experto en la simulación. El regidor
Gerardo López Montoya, tomó la presidencia de dicho membrete, como antes lo
hicieron Alberto Cano y Jaime Verdín, quienes de la misma manera utilizaron
sendos membretes, para de ahí saltar a alguna candidatura. Si no fuera porque
en la toma de protesta todos los presentes estaban muy serios en su papel de
“revolucionarios del siglo XXI”, cualquiera pensaría que se trataba de una
pesada broma –sólo les faltó una enorme foto de Fidel Velázquez, Carlos Romero
Deschamps y Carlos Salinas, la “divina trinidad”, para engalanar aun más, dicho
evento–. Pero no, “Unidad Revolucionaria, Revolución presente”, que es el lema
con que se identifica este membrete, tiene como objetivo “preservar y promover
en todos los ámbitos los principios de la Revolución, sea por medio de foros,
apertura de bibliotecas, difusión de contenidos y otros”. El PRI, dijo López
Montoya, “es un partido popular, democrático, progresista e incluyente (¿en
serio?), comprometido con las causas de la sociedad (¡ja, ja, ja! Perdón, pero
no podemos aguantarnos la risa)... los principios de la Revolución Mexicana y
sus contenidos ideológicos plasmados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos”. ¡Híjole! ¿Habrá quien se crea toda esa verborrea? ¿Usted,
querido lector, les cree?
4. Lo de siempre: el Ayuntamiento de San
Francisco autorizó un aumento del 20% al pasaje del transporte público con
votos en contra de los regidores Samantha Dávalos e Israel Hermosillo; éstos,
no quedaron satisfechos con el dictamen realizado por la llamada Comisión Mixta
Tarifaria, la cual basó su determinación en el aumento que han sufrido los
combustibles y las refacciones; sin considerar nada acerca de los compromisos
asumidos por los concesionarios del transporte en 2008, en cuanto a
capacitación de choferes en educación vial, mejora de unidades, sustitución de
los vehículos chatarra, respeto a los tiempos de salida y lugares de parada y
trato a los usuarios. Los regidores no tuvieron respuesta a sus inquietudes:
“El transporte público se concesiona a un particular para que lo preste y en
esencia es el municipio quien tendría que prestarlo, es decir, que el
Ayuntamiento tendría que ver primero lo que favorece al usuario antes que al
transportista… Los transportistas nunca pierden, ya que es su negocio, nada más
exigen que el Ayuntamiento vea por sus intereses pero no por los de la
ciudadanía” (El Heraldo de León,
14/I/12). El barbado alcalde guardó silencio.
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