EDITORIAL: ¿También sin estrés?
El
estadunidense Jason Russel, uno de los fundadores de la ONG Invisible Children
y creador de la campaña “Kony 2012”, que se propone la captura del guerrillero
ugandés Joseph Kony, ha sido detenido en San Diego, Estados Unidos, luego de
que se paseara en calzoncillos por una calle de esa ciudad, interrumpiera el
tráfico, aporreara coches, insultara a la gente y terminara masturbándose en
público.
“Iba
bebido y, probablemente, bajo la influencia de algo” ha declarado la policía.
Los medios de comunicación, así como Ben Kessey, presidente de la Invisible
Children, han atribuido el “desafortunado accidente” a la presión vivida por la
amplia difusión del vídeo “Kony 2012” que “nos ha cobrado una gran factura
emocional a todos”. La culpa es del estrés.
Robert
Bales, el sargento estadunidense que asesinara a 16 personas en Afganistán, la
mayoría mujeres y niños, mientras dormían, en otro caso más del viejo y
conocido expediente de “hombre perturbado que actúa solo y al servicio de
nadie”, también había estado bebiendo alcohol y padecía estrés, aseguran sus
altos mandos y reiteran los medios de comunicación, ya que, el condecorado
militar, además del desgaste emocional que provoca la guerra, había tenido
tensiones con su esposa la noche de la matanza, se supone que por teléfono, y
se hallaba muy afectado, casualmente, por las heridas que había sufrido la
noche anterior un soldado de su unidad militar.
Un
alto funcionario de Estados Unidos ya ha anticipado los resultados de la
investigación que se ha dispuesto: “Cuando todo salga a la luz, será una
combinación de alcohol, asuntos domésticos y estrés”.
¿Afectarán
también los asuntos domésticos a Joseph Kony? ¿Beberán alcohol los talibanes?
Millones
de seres humanos sin trabajo, hipotecados, sin vivienda, sin ahorros, sin
derechos, sin expectativas ni esperanzas… ¿También sin estrés?
(Texto
de Koldo Campos Sagaseta, rebelión,
23/III/12).
No hay comentarios:
Publicar un comentario