domingo, 11 de marzo de 2012

OPINIÓN: Siria: ¿intervención armada de EEUU-OTAN?




Rusia y China han vetado la propuesta de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria basándose en la existencia de grupos armados implicados en acciones terroristas, incluido el asesinato de civiles. Estos grupos armados han estado actuando desde que estalló el “movimiento de protesta” en Daraa, al sur de Siria, en marzo de 2011.
La declaración del enviado ruso ante la ONU, Viktor Churkin, permanece dentro de los parámetros de la diplomacia internacional. No menciona quién está detrás de estos grupos armados ni el hecho de que la OTAN está apoyando una insurrección armada.
Irónicamente, la decisión de veto de Rusa es coherente con el informe de la Misión de Observadores de la Liga Árabe en Siria, que confirma la existencia de una “Entidad armada”.
Sin embargo, de  forma  inesperada ni Washington ni la  Liga Árabe, que fue  la  primera  en encargar la Misión de Observa-dores en Siria, han aceptado el informe presentado por la Misión.
¿Por qué? Porque la Misión (que estaba formada por observadores independientes de países de la Liga Árabe) ofrece una valoración equilibrada y objetiva de lo que está ocurriendo sobre el terreno en Siria. No sirve a los intereses de Washington y a los gobiernos de los Estados árabes.
Señala la existencia de una “Entidad armada”; reconoce que “grupos de oposición armados” están envueltos en actos criminales y terroristas: “En algunas zonas, esta Entidad armada reaccionó atacando a las fuerzas de seguridad y a ciudadanos sirios, lo que provocó que el gobierno respondiera con más violencia. Al final, ciudadanos inocentes pagaron con sus vidas y con mutilaciones”.
En Homs, Idlib y Hama, la Misión de Observadores fue testigo de actos de violencia cometidos contra las fuerzas del gobierno y contra civiles que provocaron varios muertos y heridos. Ejemplos de estos actos incluyen el bombardeo de un autobús de civiles, lo que ocasionó la muerte a ocho personas e hirió a otras, incluyendo mujeres y niños, y el bombardeo de un tren que transportaba diesel. En otro incidente en Homs estalló un autobús de policía y murieron dos oficiales. También se bombardeó un oleoducto y varios puentes pequeños.
Aunque la Misión no identifica a las potencias extranjeras que están detrás de “la Entidad armada”, su informe disipa las mentiras e invenciones de los medios de comunicación dominantes utilizadas por Washington para presionar en favor del “cambio de régimen” en Siria.
La Misión de la Liga Árabe también insinúa que altos funcionarios de Estados de la Liga Árabe han ejercido presión política para que apoyara sin reservas la postura de política de Washington. Además, también se presionó a la Misión para que confirmara las mentiras e invenciones de los medios de comunicación dominantes, que habían sido utilizados para demonizar al gobierno de Bashar al Assad:
“Algunos observadores faltaron a sus deberes y rompieron su juramento. Se pusieron en contacto con altos cargos de sus países y les ofrecieron un relato exagerado de los acontecimientos. A consecuencia de ello, estos altos cargos hicieron un retrato funesto e infundado de la situación”.
Grupos armados dentro de Siria. Hay amplias pruebas de que Turquía, Israel y Arabia Saudí están apoyando de forma encubierta a los grupos armados, entre los que se incluyen tanto salafistas y milicias afiliadas a al-Qaeda como los Hermanos Musulmanes.
La insurgencia en Siria tiene características similares a la de Libia. Según el ex agente de la CIA, Philip Giraldi:“La OTAN ya está comprometida clandestinamente en el conflicto sirio y Turquía actúa a la cabeza como representante de Estados Unidos. El ministro de Ankara, Ahmet Davitoglu, ha admitido abiertamente que su país está preparado para invadir (Siria) en cuanto los aliados occidentales lleguen al acuerdo de hacerlo. La intervención se basaría en principios  humanitarios, para  defender a la  población  civil  basándose en  la doctrina de la “responsabilidad de proteger” que se esgrimió para justificar (la intervención en) Libia.
Aviones de guerra de la OTAN sin distintivos están llegando a bases militares turcas cerca de Iskenderum, en la frontera siria, y están entregando armas de los arsenales del difunto Muammar Gadafi; lo mismo que (están llegando) voluntarios del Consejo Nacional de Transición libio expertos en hacer frente a voluntarios locales con soldados adiestrados, una habilidad que adquirieron enfrentándose al ejército de Gadafi.
El papel del embajador estadounidense Robert Stephen Ford. El embajador estadounidense Robert Stephen Ford, que llegó a Damasco en enero de 2011, desempeñó un papel fundamental en crear el marco para una insurrección armada en Siria. Como “número dos” en la embajada estadounidense en Bagdad (2004-2005) bajo el mando del embajador John D. Negroponte, Ford desempeñó un papel clave en implementar la “Opción El Salvador Iraq” del Pentágono, que consistía en apoyar a escuadrones de la muerte y a fuerzas paramilitares iraquíes inspiradas en la experiencia en América Central a principios de la década de 1980.
Varios informes apuntan al desarrollo de una insurgencia armada en toda regla y bien organizada, adiestrada y equipada por la OTAN y el Alto Mando turco.
Según fuentes de la inteligencia israelí:
Una intervención de Estados Unidos-OTAN, que inevitablemente implicaría a Israel, ya está en el tablero del Pentágono. Según fuentes militares y de inteligencia, la OTAN, Turquía y Arabia Saudí han estado discutiendo la forma que adoptaría esta intervención (en Siria)”.
(Texto de Michel Chossudovsky, la haine, 9/II/12).



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