Expresión
de la desigualdad que prevalece en la sociedad mexicana, 22.6 millones de
personas que se ubican en la parte baja de la pirámide de ingreso, que
representan una quinta parte de la población total del país, participan sólo
con 3.8% del consumo nacional de bienes, reveló un nuevo informe del Banco
Mundial publicado el 29 de febrero.
En
el otro extremo, 20% de la población de mayor ingreso en el país realiza un
gasto en bienes que equivale a 56.7% del consumo total en la economía, añadió
el reporte.
Las
cifras divulgadas mostraron los dos extremos en que se mueve la desigualdad en
el país, una relación que hace de México una de las naciones más desiguales de
América Latina, que es, por sí misma, la región más desigual en cuanto a
distribución del ingreso en el mundo.
La
proporción en que los distintos estratos de ingreso participan en el consumo de
una nación “ilustra el grado de desigualdad dentro de cada país”, expuso el
organismo multilateral, al dar a conocer una actualización de sus cifras sobre pobreza, elaboradas a partir de encuestas en 135 países.
Para
la presentación de los datos sobre ingreso y consumo, el organismo dividió el
total de habitantes del país, que calcula en 113.4 millones para finales de
2010, en diez grupos iguales. Esto es, 11.3 millones de individuos en cada
grupo, desde los que captan la menor proporción del ingreso nacional hasta el
último grupo, de los que concentran la mayor proporción del total.
En
México, mientras el 20% más pobre de la población sólo realiza 3.8% del
consumo, el segundo grupo de 20% de personas que se ubica en la siguiente
escala de la pirámide realiza 9% del gasto; el grupo posterior, también en
dirección ascendente, aporta 12.54% del consumo; el cuarto grupo, 19.48%, y el
último, el de mayor ingreso, 56.17% del total.
La
concentración que se observa en México en el estrato de población de mayor
ingreso es comparable con la que se observa en países de la región, donde la
quinta parte de los habitantes de Guatemala en la punta de la pirámide realizan
58% del consumo, mientras que en Nicaragua, Panamá o Paraguay, la punta de la
pirámide realiza el 57% del consumo.
Mientras
la desigualdad se ha mantenido elevada, el número de personas que viven en
pobreza en la región ha disminuido en los últimos años, según la información
divulgada por el Banco Mundial. En América Latina y el Caribe, 28.2 millones de
personas vivían en extrema pobreza, con un ingreso hasta de un dólar por día,
en 2008 (último año para el que hay datos disponibles de todos los países, pero
que no considera los efectos de la crisis de 2008-2009). Ese universo era
equivalente a 5% de los habitantes de la región. Al comienzo de la década, en
2002, el número de latinoamericanos en esta condición era de 47 millones, 8.9%
de la población.
(Nota
de Roberto González Amador, La Jornada,
1/III/12).
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