domingo, 1 de abril de 2012

EDITORIAL: Viene por todo




Benedicto XVI viene al país en año electoral, no obstante el escenario de violencia descontrolada, porque viene por todo: las reformas que le garanticen a la Iglesia católica poder y capacidad de acción absolutos. No es coincidencia, por tanto, que la visita ocurra cuando el Senado se apresta a revisar las reformas al artículo 24 de la Constitución en materia de libertad religiosa. El nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, confirma la intencionalidad política de la visita al respaldar las exigencias del clero mexicano para que se eliminen las restricciones constitucionales que le impiden impartir instrucción religiosa en las escuelas públicas, intervenir en política y poseer medios de comunicación (Rodrigo Vera, proceso, 11/III/12).
Lo dicho por el nuncio desmiente las declaraciones del gobierno de Felipe Calderón en el sentido de que la visita papal no tendrá tintes políticos, pues afirma claramente sobre la posibilidad de incidir como nunca antes en la naturaleza misma del Estado mexicano, laico por definición constitucional.
Christophe Pierre dice estar “muy consciente de la historia de México”, marcada por “luchas y confrontaciones” entre la Iglesia y el Estado, pero señala que “no podemos ser prisioneros de la historia” sino construir una verdadera sociedad democrática. Y recomienda: “No debería partirse del miedo de que el clero o la Iglesia ‘tomen el poder’ o ejerzan poder político. En la actualidad esto, en mi opinión, nace más del prejuicio que de una amenaza real”.
Pierre, dice que la misión que le confió Benedicto XVI es el “diálogo, con paciencia y sin cansancio, para disminuir los prejuicios y favorecer la mutua comprensión”. El encuentro que el Papa sostendrá con Calderón en la ciudad de Guanajuato el 24 de marzo, será aprovechado por ambos “para abordar temas importantes y de verdadero interés para el país y para la Iglesia”.
Roberto Velázquez Nieto, investigador y especialista, asegura: “Entre estas libertades el acuerdo incluirá la instrucción religiosa en las escuelas públicas, la creación de una partida presupuestal para apoyar económicamente al clero, la creación de una diócesis exclusiva para las Fuerzas Armadas mexicanas y, por último, el permiso para que la Iglesia pueda poseer medios de comunicación masiva” (a.m., 13/III/12).
Para el escritor Francisco Martín Moreno (Reforma, 4/III/12) la incorporación del concepto de “libertad religiosa” al artículo 24 constitucional, tiene objetivos perversos… el clero católico, voraz e insaciable históricamente, pretende desmantelar el Estado laico.

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