domingo, 1 de abril de 2012
EDITORIAL: Viene por todo
Benedicto
XVI viene al país en año electoral, no obstante el escenario de violencia
descontrolada, porque viene por todo: las reformas que le garanticen a la
Iglesia católica poder y capacidad de acción absolutos. No es coincidencia, por
tanto, que la visita ocurra cuando el Senado se apresta a revisar las reformas
al artículo 24 de la Constitución en materia de libertad religiosa. El nuncio
apostólico en México, Christophe Pierre, confirma la intencionalidad política
de la visita al respaldar las exigencias del clero mexicano para que se
eliminen las restricciones constitucionales que le impiden impartir instrucción
religiosa en las escuelas públicas, intervenir en política y poseer medios de
comunicación (Rodrigo Vera, proceso,
11/III/12).
Lo
dicho por el nuncio desmiente las declaraciones del gobierno de Felipe Calderón
en el sentido de que la visita papal no tendrá tintes políticos, pues afirma
claramente sobre la posibilidad de incidir como nunca antes en la naturaleza
misma del Estado mexicano, laico por definición constitucional.
Christophe
Pierre dice estar “muy consciente de la historia de México”, marcada por
“luchas y confrontaciones” entre la Iglesia y el Estado, pero señala que “no
podemos ser prisioneros de la historia” sino construir una verdadera sociedad
democrática. Y recomienda: “No debería partirse del miedo de que el clero o la
Iglesia ‘tomen el poder’ o ejerzan poder político. En la actualidad esto, en mi
opinión, nace más del prejuicio que de una amenaza real”.
Pierre,
dice que la misión que le confió Benedicto XVI es el “diálogo, con paciencia y
sin cansancio, para disminuir los prejuicios y favorecer la mutua comprensión”.
El encuentro que el Papa sostendrá con Calderón en la ciudad de Guanajuato el
24 de marzo, será aprovechado por ambos “para abordar temas importantes y de
verdadero interés para el país y para la Iglesia”.
Roberto
Velázquez Nieto, investigador y especialista, asegura: “Entre estas libertades
el acuerdo incluirá la instrucción religiosa en las escuelas públicas, la creación
de una partida presupuestal para apoyar económicamente al clero, la creación de
una diócesis exclusiva para las Fuerzas Armadas mexicanas y, por último, el
permiso para que la Iglesia pueda poseer medios de comunicación masiva” (a.m., 13/III/12).
Para
el escritor Francisco Martín Moreno (Reforma,
4/III/12) la incorporación del concepto de “libertad religiosa” al artículo 24
constitucional, tiene objetivos perversos… el clero católico, voraz e
insaciable históricamente, pretende desmantelar el Estado laico.
EDITORIAL: Desaparecidos: documentar la barbarie
La
aprobación unánime en el Senado de la República de la Ley de Registro Nacional
de Datos, Personas Extraviadas o Desaparecidas, responde parcialmente al clamor
nacional e internacional por un drama nacional que ha sido tan persistente como
su negación o minimización por los sucesivos gobiernos federales, desde el de
Luis Echeverría (1970-1976) hasta el presente.
Dentro
del contexto de la ley recién aprobada está la presentación del informe del
Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias, en el
que se esboza un panorama aterrador sobre la fragilidad y vulnerabilidad en que
se encuentran, en México, los derechos a la vida y a la libertad, a
consecuencia de la estrategia de seguridad aplicada desde finales de 2006 por
el actual gobierno.
En
el contexto de esa guerra, declarada por Calderón, se desarrolla otra, a la que
el organismo internacional califica de guerra
sucia por las pautas regulares de violación a los derechos humanos por las
dependencias involucradas, en especial “desapariciones forzadas llevadas a cabo
por autoridades o por grupos criminales o particulares, actuando con el apoyo
directo o indirecto de algunos funcionarios públicos”.
En
otras palabras, el país ha experimentado, durante la administración
calderonista, una regresión a los años 70 y 80 del siglo pasado. Cuando en ese
entonces las desapariciones fueron operadas por dependencias civiles y
militares y las víctimas fueron, en su mayoría, opositores políticos,
activistas sindicales y agrarios e integrantes de organizaciones armadas. El
documento del grupo de trabajo de la ONU señala que entre los sectores de
“particular vulnerabilidad” se encuentran hoy día “mujeres, migrantes,
defensores de derechos humanos y periodistas”.
Lo
anterior no sólo contradice a la inverosímil versión oficial según la cual casi
todas las víctimas de esta guerra son “delincuentes que se matan entre ellos”,
sino que pone de manifiesto el paradójico y exasperante marco de ilegalidad que
reviste, con frecuencia, el pretendido empeño oficial por restaurar el estado
de derecho.
Nada
de lo señalado en el documento de la ONU es, en estricto sentido, una
revelación o una novedad; lo nuevo es, simplemente, que una institución
internacional retome y suscriba los señalamientos que diversos organismos
civiles de derechos humanos, tanto nacionales como extranjeros, han venido
realizando en torno a la guerra sucia perpetrada por Calderón a través de “su”
política antidelictiva.
La
actual “estrategia de seguridad pública”, por su propia naturaleza, genera
márgenes para el atropello y la barbarie por parte de las fuerzas públicas,
tanto civiles como militares; por lo que urge instituir mecanismos que permitan
atenuar en alguna medida el sufrimiento de la población en las zonas afectadas
por las confrontaciones armadas, y que el Registro Nacional de Datos, Personas
Extraviadas o Desaparecidas es dolorosamente necesario, no sólo para auxiliar a
las víctimas y a sus familias, así sea por la vía de la documentación, sino
también para registrar excesos y crímenes perpetrados desde el poder público o
con complicidad de alguna de sus instancias. Porque, más temprano que tarde,
las violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco de la actual guerra
contra la delincuencia deberán ser investigadas y sancionadas conforme a
derecho.
(Basado
en Editorial de La Jornada,
7/III/12).
EDITORIAL: Multitudes
Cada
año la población mundial urbana agrega 60 millones de personas. La gente se
hacina y las ciudades estallan especialmente en Asia y África. Dejan el campo
para apilarse y compartir el hambre. De a pellizcos, como pan.
El
60% de los 60 millones que engordan todos los años la panza de las ciudades,
son niños.
Cerca
de un tercio de la población urbana del mundo vive en tugurios. En África son
dos tercios. Unos mil 400 millones vivirán entre láminas, cartones, lonas y
puentes en 2020.
En
el tercer trimestre de 2011 Coca Cola celebró una ganancia neta de dos mil 220
millones de dólares. Sus ingresos subieron un 45%: doce mil 250 millones de
dólares en ese trimestre. Todo -casi todo- va mejor.
Casi
8 millones de niños murieron en 2010 antes de cumplir 5 años. Los arrebataron
de los ocasos y las alboradas la neumonía, la diarrea y las complicaciones durante
el parto.
En
2011, el mexicano Carlos Slim se consagró en el pináculo de la riqueza del
mundo. Acumuló 74 mil millones de dólares. Bill Gates es el segundo. El
ideólogo de las ventanitas aún no sabe qué hacer con 56 mil millones.
Todos
los años el aire contaminado en el interior de las viviendas mata a dos
millones de niños menores de cinco años. La vida urbana también envenena a los
niños cuando salen a la calle.
La
Fiat brindó en 2011 por un balance dorado: mil 700 millones de euros de
ganancia en el año.
El
agua insalubre, el saneamiento deficiente y las condiciones de vida inhumanas
le roban al mundo un millón 200 mil niños que mueren de diarrea.
Dos
bancos son las empresas más poderosas del planeta. El norteamericano JP Morgan
Chase. Y el inglés HSBC Holdings.
Un
grupo de niños negros sacude las hilachas de una pelota en un suburbio de
Ruanda. Dos niños escriben basta en un paredón de Florencio Varela.
La
vida sigue insistiendo en los sumideros del mundo. Amanece en los desagües y en
los albañales del planeta. La vida es terca y no la pueden.
Las
mayorías despertarán un día. Y saldrán en multitud de escalofrío a recuperar la
historia.
(Tomado
de argenpress, 2/III/12).
EDITORIAL: Mujeres: discurso y realidad contrapuestos
Al
conmemorarse el Día Internacional de la Mujer, los más altos funcionarios del
país y la clase política en general recurrieron a los formulismos tradicionales
para elogiar a las mujeres y expresar indignación por la discriminación de
género, la violencia y la opresión que aún padecen millones de mexicanas.
Felipe Calderón, por ejemplo, encomió, en Chiapas, la fuerza transformadora del
futuro del país” que poseen las mujeres y opinó que mientras no haya equidad de
género no habrá democracia.
En
realidad, la circunstancia de desigualdad y de peligro que padecen las
mexicanas no sólo invalida la pretensión de normalidad democrática de que hacen
alarde los gobernantes de los tres niveles, sino también del pregonado estado
de derecho en el país. Para no ir más lejos, basta señalar la inequidad
salarial que afecta al género femenino –al que pertenece la mayoría de la
fuerza laboral– y que contraviene diversos ordenamientos constitucionales y
legales; el hecho de que la gran mayoría de quienes realizan trabajos no
remunerados sean mujeres, o el pavoroso incremento de los feminicidios en
diversas entidades de la República, empezando por el estado de México y
Chihuahua.
Los
propósitos “feministas” que expresan los gobernantes de manera ritual cada 8 de
marzo suenan huecos y demagógicos porque son ellos, precisamente, quienes
tienen a cargo el cumplimiento de las normativas legales orientadas a erradicar
la desigualdad de género y la violencia contra las mujeres en todas sus
expresiones.
Para
tener una idea de la irresponsabilidad gubernamental es pertinente recordar que
los feminicidios en Ciudad Juárez han sido un escándalo internacional desde
hace más de 15 años, y que en ese lapso han nacido, crecido y muerto nuevas
víctimas de este delito, sin que las autoridades municipales, estatales y
federales hayan tenido la capacidad o la voluntad para controlarlo.
Por
el contrario, en ese periodo, y con particular agudeza en el pasado lustro, la
violencia de género ha sido desplazada de la atención pública por otra
violencia, mucho más generalizada, producida por la confrontación entre las
fuerzas públicas y diversos grupos delictivos, en el marco de la estrategia de
seguridad impuesta por la administración calderonista.
Esa
nueva violencia se ha cebado por igual contra hombres y mujeres, pero, así como
ha llevado la barbarie más allá de todo límite, ha creado condiciones para una
profundización de la saña, la crueldad y la barbarie de las agresiones que se
perpetran específicamente por causas de género.
Si
bien las mujeres de cualquier condición económica y social están más expuestas
que los hombres a la discriminación, la opresión y la agresión, las víctimas de
tales actos se ubican principalmente en los sectores de menores recursos, y
ello ocurre por una razón simple: resulta más probable la impunidad para los
agresores si la agredida es una trabajadora de un sector urbano marginado o
habitante de una comunidad agraria que si pertenece a las clases media o alta.
Ante
los hechos arriba expuestos, los discursos oficiales y los actos de propaganda
partidista con motivo del 8 de marzo no sólo no atenúan, sino profundizan los
agravios que el Estado mexicano tolera o comete contra ese 51.2% de la
población al que se describe como “la mitad del cielo”, por más que la
condición de mujer en el México contemporáneo siga siendo, para muchas, un
infierno.
(Editorial
de La Jornada, 9/III/12).
EDITORIAL: Gobierno de traidores
El
gobierno de Vicente Fox se caracterizó por su gran corrupción e ignorancia
supina, pero el de Felipe Calderón ha sido, sin duda, el de los traidores.
¿Qué
puede esperarse de quien traiciona a su padre político?: podredumbre; Felipe de
Jesús Calderón Hinojosa fue más allá cuando asumió por la puerta de atrás, con
trampas y descalificaciones, en un mar de ilegitimidad, la Presidencia de la
República: traicionó a la patria y a su gente.
Inundó
de sangre el país, sumió en la desesperación a millones de mexicanos, en la
angustia a padres de familia, entregándoles la muerte de 50 mil hijos.
Fox
desdeñó la figura presidencial. Cayó en la ignorancia, enriqueció a su plebe y
se mofó de los valores de la República. Sin embargo, Calderón lo rebasó:
desdeñó lo único que puede salvar a este país: el respeto al ser humano en su
totalidad.
Ya
fuera por compromisos con el sector empresarial, por su ansia inagotable de
cumplir con su ego, por soberbio o por su afección a la bebida, pero cayó en lo
mas bajo. Y su mezquindad y desprecio por la vida y dignidad de los mexicanos
han cerrado el círculo para que el crimen organizado se imponga en todos los
aspectos.
No
es una exageración señalar lo anterior, cuando el crimen organizado, ya sea de
cárteles de la droga o de funcionarios federales para cometer actos ilícitos,
ha penetrado al corazón del país.
El
crimen organizado no sólo otorga “seguridad” y “tranquilidad” en donde quiere y
a la hora que quiere a lo largo y ancho del país, también maneja grandes
presupuestos que se mezclan con el dinero lícito. Se sirve de la licitud para
‘blanquearse’.
Una
muestra es Petróleos Mexicanos. La empresa que durante décadas ha sostenido al
país, pues la economía se petrolizó con el PRI en el poder, y que ahora es
manejada por el “crimen organizado”. A simple vista se pueden documentar hechos
en que Los Zetas, cártel del Golfo, el de Sinaloa o el del Golfo han participado
en el robo multimillonario de gasolina y lo peor… de crudo.
Y
si funcionarios de primer nivel no están vinculados con ello, entonces habría
que encontrar una respuesta veraz que nos haga entender cómo logran vender el
combustible a refinerías de otros países, cómo logran sacar de México millones
de barriles de petróleo crudo. Sin la connivencia y corrupción del otro “crimen
organizado”, el de los funcionarios, es difícil que esa situación ocurra.
Pemex
cuenta con aviones no tripulados de luz infrarroja, sistemas de medición,
monitoreo con GPS, en fin, tecnología de punta que se utiliza en países de
primer mundo para evitar el robo de hidrocarburos, y no le sirve de mucho.
El
robo es a gran escala. La novedad con Felipe Calderón es que, si con Vicente
Fox se robaban la gasolina, con el actual presidente panista la sustracción
tomó la vertiente del crudo.
Sólo
en los cuatro primeros años de Calderón el robo ascendió a 19 mil 706 millones
de pesos. Una cantidad exorbitante que únicamente el crimen organizado puede
hurtar.
El
traidor, Felipe Calderón, le ha dado a México no sólo dolor y muerte, también
le ha robado el patrimonio a millones de mexicanos y lo ha puesto en manos del
crimen organizado, de los cárteles de la droga, pero más que eso, ha dejado que
éstos penetren más allá de las pandillas… los ha instalado en el gobierno.
(Texto
de Jesusa Cervantes, proceso.com,
9/III/12).
MUNICIPAL: San Francisco: democráticos topes
Hace
algunas semanas, el científico René Drucker publicó en el diario La Jornada (21 de febrero) una
interesante reflexión sobre los incómodos topes. En San Francisco, como en
cualquier otra ciudad, las calles compiten por tener la mayor cantidad de topes
o de baches. Parecería un asunto sin importancia sino es porque nos afecta a
toda la población en general. Dice Drucker: “Lo primero que habría que decir es
que el número de topes es inversamente proporcional al nivel educativo
de los ciudadanos. Es decir, más topes, menos educación, y en este caso se
habla de la educación vial, la cual es prácticamente inexistente en el país”.
Es de resaltar que los gobiernos locales, en lo que respecta al asunto de la
vialidad, han decidido combatir la mala educación vial con la colocación de
topes por doquier, muchos totalmente inútiles. Debido a la ausencia de
autoridad vial, se coloca topes para evitar accidentes. Así, mientras las
distintas autoridades se lavan las manos, los ciudadanos seguimos con cero
educación vial y con un alarmante nivel de impunidad que alimenta la ley de la
selva.
¿Para
qué se colocan los topes? Lamentablemente, para cuidarnos de las bestias que
manejan vehículos sin ningún cuidado y sin consideración alguna. Para muchos,
poner topes parece la solución perfecta, sin que importe si se afecta el
vehículo, si afecta la movilidad y sobre todo, si daña el ambiente.
En
2010, en San Francisco había más de 29 mil vehículos en el padrón vehicular (El Sol de León, 2/IX/10); se cree que a
la fecha tal cifra esté rondando los 32 mil automotores. Ahora, un cálculo
conservador en cuanto a la cantidad de topes en la ciudad y caminos de acceso,
la ubica en cerca de quinientos topes. Dice Drucker: “Veamos qué sucede cada
vez que un coche frena frente a un tope y luego arranca… cuando un auto arranca
desde una velocidad cero, se incurre en un pico de emisiones (de CO2),
ya que el motor trabaja contra la inercia por el peso del auto. Cuando un auto
llega a una velocidad de crucero, sólo trabaja contra la fricción de la llanta,
el motor y la transmisión, etcétera, por lo que se reducen las emisiones de CO2.
Si la velocidad fuera constante se llegaría al mínimo de fuerza requerida para
mantener la velocidad contra la fricción”. Imaginemos lo que ocurre en la
ciudad cuando cientos de automotores se tienen que detener y arrancar
nuevamente n veces en las calles al enfrentarse a las decenas de topes
que hay por todos lados. En otras palabras, dice Drucker, cada vez que
arrancamos a partir de un tope, un vehículo emite de 50 a 80 microgramos de CO2
cada 10 segundos. Pensemos en los cientos de coches que circulan y las decenas
de topes que enfrentan en San Francisco y Purísima, ciudades conurbadas.
La
pregunta es: ¿habrá alguien en el gobierno, ya no digamos municipal, sino del
estado, que piense en el daño que genera en el medio ambiente tener este exceso
de CO2 en nuestra atmósfera? Para el año 2006, según datos tomados
del documento Inventario de Emisiones del Estado de Guanajuato –el cual es
consultable en la página oficial del gobierno del estado–, se estimaba que un
millón 425 mil 766 toneladas de contaminantes fueron arrojados al medio
ambiente en ese año, correspondiendo el 71.8% al sector transporte. Hoy, las
cifras son mayores, al grado que la página oficial no ha actualizado los datos.
En relación con lo anterior, ¿por qué en lugar de tanto discurso sobre la
preocupación de las autoridades por el calentamiento global y la contaminación,
no se implementa una estrategia sencilla, poco costosa y quizás muy eficaz en
reducir la contaminación si los responsables de las direcciones
correspondientes se pusieran a trabajar y quitaran todos los topes
innecesarios, que seguro son cientos; que se hiciera una campaña de educación
vial en la población y se castigara realmente a los infractores que no cumplen
con las mínimas reglas de civilidad? ¿De qué sirve tener un padrón vehicular y
un calendario de verificación si no hay castigo alguno a los propietarios de
autos humeantes y autobuses chatarra, convertidas en chimeneas con ruedas?
¿Para qué queremos gente en Ecología si, parece una dirección de ornato sin
interés por trabajar en favor de los ciudadanos? ¿Será que sólo quieren estar
en la nómina, a falta de otra cosa?
MUNICIPAL: San Francisco: inseguridad a galope
En
Guanajuato, la llamada delincuencia organizada dispersó sus células por los 46
municipios dejando huellas de sangre principalmente en 29 localidades en los
últimos cuatro años, con un repunte en los delitos de alto impacto como el
secuestro, que creció 900% (El Universal,
23/III/11). Datos de la Procuraduría de Justicia muestran que en el gobierno de
Oliva, 2009 ha sido el año más violento. Asimismo, según cifras oficiales, en
2011 fueron denunciados 27 secuestros en Guanajuato, por lo que las denuncias
crecieron 50% entre octubre y diciembre de 2011, en comparación con el primer
semestre del mismo año (a.m.,
16/III/12).
Dos
procuradores de Justicia y tres secretarios de Seguridad Pública, en lo que va
de este gobierno, han dado cuenta de la violencia creciente atribuida a la
disputa territorial entre los distintos cárteles: La Familia Michoacana, Los
Zetas, el Cártel Jalisco Nueva Generación y La Línea. Tales niveles de
violencia, de la que no existía registro en los archivos policiales hasta 2006,
abarca municipios con alta concentración poblacional y desarrollo industrial:
Celaya, León, Irapuato, Salamanca, San Francisco del Rincón, Silao, Guanajuato,
Moroleón, Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, los cuales se encuentran
entre la treintena de territorios disputados por los distintos cárteles. Las tres
mantas que fueron
acreditadas al Cártel Jalisco Nueva Generación –en las que amenaza acabar con
Los Zetas y La Familia Michoacana– y que aparecieron en León la mañana del 15
de marzo (correo, 15/III/12), son la
muestra más reciente de que la cosa va en serio.
Ni
la incursión del Ejército en acciones de patrullaje, ni las policías estatales
y los operativos interestatales han logrado mermar las acciones ni la expansión
de las células criminales. Las escenas sanguinarias, ataques a cuarteles
policiales, balaceras callejeras, ejecuciones, ajustes de cuentas, levantones,
secuestros y extorsiones, han sido tan cotidianos que han reducido la capacidad
de asombro de los guanajuatenses.
Según
el investigador Luis Felipe Guerrero Agripino, del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad de Guanajuato, al gobierno le ha faltado
“anticiparse al fenómeno criminológico con labores de inteligencia y el diseño
de políticas públicas más integradas”.
Las
cifras son alarmantes: por cada 100 mil habitantes, en Guanajuato hay 20 mil
890 víctimas de delitos del fuero común. Esta cifra, coloca al estado en el
lugar número 13 de víctimas de delitos a nivel nacional (Milenio León, 21/IX/11). En septiembre pasado, el INEGI dio a
conocer la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad
Pública 2011, en la que nuestro estado figura en la media nacional. No sólo
eso, sino que el INEGI reveló también que la percepción de inseguridad creció
en el primer semestre de 2011, ya que en 2005 tuvo un registro de 54.2% de
desaprobación, en 2010 de 65% y al primer semestre de 2011, 69.5%.
Lo
anterior contrasta con el discurso triunfalista del gobernador, pues según
Oliva: “Guanajuato es un estado con gente responsable, trabajadora y preparada,
que ha avanzado notablemente en su desarrollo económico y social… Hoy sus
familias, tienen acceso a mejores oportunidades de progreso, porque le hemos
apostado a invertir en la educación como nuestra gran plataforma de despegue”.
Palabras que han sido tomadas del folleto “Nuestra empresa es Guanajuato”, el
cual fue distribuido de manera masiva por todo el estado a finales del año
pasado.
En
San Francisco, la inseguridad, como consecuencia del desgarramiento del tejido
social, ha llegado a límites peligrosos, de tal suerte que cada vez es más
frecuente que menores de edad se vean involucrados en hechos de sangre. Los
diarios locales nos han mostrado una mínima parte del rostro de este problema:
a) desde menores que han sido atrapados al intentar robar una bicicleta (a.m., 23/II/12); hasta el que ha sido
sorprendido cometiendo delitos; como “El Topaz”, quien se ha convertido en toda
una leyenda en la ciudad, personaje que no se anda con rodeos: le gusta robar
principalmente a transeúntes a los que despoja de teléfonos celulares y dinero
en efectivo –“a ver güey, dame todo el cash que traigas” dicen que les suelta a
bocajarro a sus víctimas–, para después pasar algunas horas en los separos
policiacos, antes de ser liberado ante la ausencia de denuncias y volver a la
calle a delinquir (a.m., 24/II/12);
b) en las comunidades la violencia está a flor de piel: hace apenas unos días,
un joven de 21 años disfrutaba de la festividad en Centro del Mezquitillo,
cuando se topó con otras personas en aparente estado de intoxicación, éstas le
reclamaron con un airado “qué nos ves cabrón; ¿quieres una foto, hijo de la
chingada?”, y que se arman los golpes, perdiendo la vida el primero como
resultado de varias puñaladas en el pecho (a.m.,
13/III/12); c) el primer fin de semana de marzo, dos jóvenes fueron detenidos
en distintos lugares de la mancha urbana, el primero de tan sólo 14 años con
mariguana y, el segundo por escandalizar en la vía pública y por portación de
cocaína (a.m., 5/III/12). Estamos
hablando de jóvenes que a su corta edad ya son víctimas o victimarios, de
jóvenes sin “un proyecto de vida” –como gustan los panistas decir ahora–,
jóvenes excretados por un sistema social diseñado para expulsar y rechazar lo
que para la tecnocracia es inservible.
Es
un hecho evidente que las relaciones interpersonales se han tornado cada vez
más críticas. Lejos quedó el San Francisco quieto, risueño y tranquilo de hace
todavía treinta años. Los de hoy son tiempos de canallas, de ruindades y
desvergüenza: adultos contra jóvenes, jóvenes contra adultos, abuelos contra
nietos, padres contra hijos, pleitos entre cónyuges, bebés golpeados o
ultrajados por sus propios padres, violaciones y “tocamientos eróticos” entre
unos y otros, feminicidios, distanciamiento entre miembros de muchas familias
–aun en aquellas consideradas como apegadas a la tradición y las “buenas
costumbres”–, falta de respeto en la relación maestro-alumno y alumno-maestro,
profesionistas de la medicina o del derecho o ingenieros que buscan engordar la
cartera con base en subterfugios y engaños, abusos incontenidos de parte de
quienes detentan un cargo de autoridad –como el
vergonzoso condi cionamiento para que los beneficiarios de becas de
parte del gobierno estatal, asistieran a la presentación del informe regional
de Juan Manuel Oliva en Purísima (a.m.,
6/III/12)–, falta de sentido común de parte de la autoridad hacia personas que
viven en la marginación y que se piensa que con pláticas de orientación se
podrá “habilitar a la mujer campesina, acabar con el hambre y la pobreza” (a.m., 8/III/12), y un largo etcétera.
En
suma, se trata del desprecio por la vida humana que se desprende del modelo
neoliberal vigente, el cual concibe a los seres humanos como objetos
susceptibles de ser explotados y desechados. Y por si fuera poco, con la disolución
del estado de derecho que se vive en amplias zonas del país, que en el caso de
las mujeres se magnifica por los persistentes asesinatos en contra de ellas,
los casos de explotación sexual, la violencia doméstica y los abusos y otras
expresiones de violencia de género se acaban por diluir en la violencia a
secas, y ello merma todavía más las perspectivas de justicia para las víctimas
(Editorial de La Jornada, 16/III/12).
La
autoridad en el municipio poco puede hacer para poner freno al caos; el problema
es mayúsculo y no se va resolver con campañas diseñadas para el consumo
mediático y pasajero, como las campañas de intercambio de artículos bélicos por
juguetes en escuelas primarias, calificadas por los expertos como inútiles,
costosas y demagógicas, pues es falso que con ese tipo de acciones se “fomenten
los valores y se evite la comisión de conductas antisociales y delictivas”,
como lo expresara la regidora Patricia Hernández en la escuela primaria
“General Gildardo Magaña” (a.m.,
8/III/12). A ninguna autoridad le preocupa investigar sobre las causas del
delito o de por qué varía de un lugar a otro. Su estrategia se reduce a: “Vamos
a controlarlo usando técnicas de vigilancia y prisiones pobladas, ampliando los
presupuestos destinados a la prisión, la militarización de la policía, mediante
técnicas dirigidas a controlar la situación”. Es decir, se observa un aumento
en términos de contrología, que es el estudio del control de la población de
parte de quienes tienen el poder (Keith Hayward, rebelión, 16/III/12). Además, no hay quien crea en los discursos de
autoestima, de superación personal o en los castigos por venir de parte de una
divinidad cada vez más difícil de aceptar. Hoy se privilegia lo absurdo, lo
banal, lo caricaturesco y lo superficial; ahí está como ejemplo el boom de las
nuevas publicaciones de “sociales”, chorreando comentarios para resaltar tal o
cual acontecimiento, destilando tonterías para satisfacer egos y vanidades. O
el cómodo y gratuito medio electrónico Facebook, el cual se está convirtiendo
en una herramienta ágil y versátil mediante la que se comparten no sólo fotos y
comentarios chuscos, sino intimidades que, por lo fugaz del tiempo, pocos se
detienen a pensar en las consecuencias que en el futuro les acarrearán.
A
pesar de todo, somos optimistas: seamos testigos o no de ello: el tiempo
permitirá parir un nuevo mundo.
ESTATAL: Carta abierta a Benedicto XVI
El
siguiente texto es de la autoría de Andrés Devesa, y fue tomado del sitio rebelión.org (15/VI/06).
Benedicto
XVI:
Te
escribo desde la atalaya del desencanto para exponerte mis razones, las razones
que me lle van a acudir a ti, en mi desesperación, como último recurso.
Oficialmente
pertenezco a tu rebaño, aunque personalmente nunca me ha interesado formar
parte de ninguno. Oficialmente soy católico, pero realmente nunca lo he sido.
Soy consciente de que lo real y lo aparente a menudo están en contradicción en
este mundo en el que vivimos –qué te voy a contar que tú no sepas–, pero siendo
este un hecho que afecta tan directamente a mi persona, a mi forma de vida, a
mis pensamientos e ideas, a mi dignidad como ser humano, no tengo por menos que
indignarme.
Poco
después de asomar por primera vez la cabeza al mundo, hace ya unos cuantos
años, mis padres, sin contar conmigo y sin pensar en mí, atendiendo sólo a
razones que no logro entender, decidieron bautizarme. La opinión que pudiese
tener yo al cabo de los años, pareció no importarles. No se los recrimino,
simplemente se dejaron llevar por una tradición secular.
Estoy
bautizado, por lo que para la Iglesia soy un católico más, pero se da la
circunstancia de que yo no me siento católico, nunca me he sentido como tal. No
creo en tu dios ni en ningún otro. El único dios al que respondo soy yo mismo.
Por si fuera poco, mi forma de vida está muy alejada de las normas de conducta
que dicta tu Iglesia –no entraré en detalles porque mi vida es sólo mía y de
quienes me rodean–. No creo en tu moral farisea, creo en el amor y en la
libertad más allá de las reglas absurdas que tratas de imponer, no sólo a
quienes se declaran cristianos, sino –lo que es más grave– a todos los seres
humanos. A eso creo que se le llama totalitarismo, algo de lo que dicen las
malas lenguas tú sabes mucho.
Son
muchas las razones por las que no quiero seguir formando parte, aunque sólo sea
nominalmente, de tu Iglesia, pero todos los intentos para dejar de pertenecer a
la misma han sido infructuosos. He tratado de apostatar por diversos medios,
pero jamás he recibido ni tan siquiera una contestación. Si yo formase parte de
alguna organización y uno de sus miembros manifestase su intención de darse de
baja porque disiente de la misma, no dudaría en hacer todo lo posible para que
esa persona pudiese hacerlo, por su bien y por el de la propia organización.
Parece lógico, ¿no? Entonces, ¿por qué ese interés en que yo siga perteneciendo
a la Iglesia a pesar de que me manifiesto públicamente en contra de la misma y
reniego de todos sus dogmas? Creo haber encontrado una respuesta.
Siglos
atrás, a la gente que pensaba y actuaba como yo se la quemaba en una hoguera en
el centro de alguna plaza para dar ejemplo a las masas. Y no hace muchos años,
en España, me hubiesen pegado un tiro en la nuca y me hubiesen arrojado a una
fosa por pensar lo que pienso y atreverme a expresarlo en público. Los tiempos
cambian, afortunadamente. Hoy puedo criticar todo lo que quiera a la Iglesia,
nadie me lo impide, pero no puedo abandonar su seno. ¿Por qué? Ustedes han
descubierto que en una época de retroceso de la influencia y poder de la Iglesia
es mucho más útil mantenernos en su seno, aún a costa de nuestra voluntad.
La
Iglesia se apoya en las cifras que hablan de los millones de católicos que hay
en cada país –de personas bautizadas deberíamos decir– para tratar de conservar
una situación privilegiada en relación con el Poder, seguir imponiendo sus
ideas a toda la sociedad y, sobre todo, continuar recibiendo dinero del Estado,
como en España. Esas son las razones por las que es útil que gente como yo –y
son muchas las personas que se ven en mi caso– siga perteneciendo a la Iglesia,
aunque pensemos y actuemos de forma radicalmente distinta a los preceptos de la
misma. La moralidad nunca ha sido el fuerte de la Iglesia Católica. Es mejor
mantener a todas estas personas en el seno de la Iglesia que dejar que la
abandonen y perder una fuerza numérica considerable. De ahí las trabas para
conseguir apostatar. Una estrategia muy inteligente, pero bastante rastrera en
mi opinión. La libertad de elección y de acción siempre ha chocado con los intereses
de la Iglesia.
Te
escribo a ti, Benedicto, porque sé que tú puedes si no ayudarme, al menos
comprenderme. Sé que tú también formaste parte en tu juventud de una
organización que, con buen criterio, finalmente abandonaste. No se puede decir
que sean casos iguales porque a mí nadie me dio a elegir, mientras que tú sí
pudiste elegir. Decidiste unirte a esa organización con todas sus
consecuencias, pero después las circunstancias o tus ideas cambiaron y dejaste
de pertenecer a la misma. Me alegro de que así fuese. Por ello te escribo, tú
puedes comprenderme, puedes entender que no quiera seguir formando parte de la
organización que diriges.
Apelo
a ti como último recurso. Como máximo representante de la Iglesia tú puedes
concederme lo que pido. Te exhorto públicamente a que atiendas mi demanda.
Quiero dejar de pertenecer a la Iglesia católica. Lo dejo en tus manos.
Pero
como mi fe en lo relativo a la dignidad de la Iglesia es muy pequeña temo que
mi llamada no obtenga respuesta. En ese caso, sé que existe un atajo para
conseguir lo que pido: la excomunión. Pero creo que este atajo resultaría
desagradable tanto para la Iglesia como para mí. No me gustaría tener que
recurrir a esa estrategia, pero la paciencia tiene un límite y hace ya tiempo
que fue rebasado. Cuidado, porque sabemos odiar tan intensamente como amamos…
ESTATAL: La desvergüenza
Por
cada peso que el gobierno del estado invierte en obras, gasta otros diez en
pagar sueldos de burócratas, revela la Cuenta Pública 2011 (a.m., 5/III/12). El reporte detalla que
de 2006 a 2011, el gobierno de Oliva elevó 46% el gasto de nómina y recortó 6%
la inversión en obra pública. En 5 años, el gobierno de Guanajuato elevó en más
de 5 mil 900 millones de pesos el gasto anual en burocracia, lo que representa
un crecimiento de 46%. Esa es una de las razones por las que el desarrollo del
estado está estancado: la población tiene que sostener a una casta de parásitos
que, de pilón, nos tiene sumidos en la degradación social.
Lo
anterior tiene que ver con la falta de avance en la metropolización de la
región Laja-Bajío, por ejemplo, pues los alcaldes de los municipios que la
integran se quejan de lo complicado de los trámites y del nulo interés de parte
del gobernador Oliva (a.m.,
11/III/12). Los proyectos son los siguientes: a) Bulevar
metropolitano, b) Anillo metropolitano, c) Modernización de la carretera
alterna Celaya a Villagrán, d) Ampliación de la carretera Villagrán - Juventino Rosas a
cuatro carriles; e) Bulevar alterno de Cortazar a Celaya, f) Carretera estatal
de Jaral del Progreso, g) Camino de Apaseo el Alto a Jerécuaro, h) Libramiento
de Cortazar y su camino alterno, i) Puente vehicular y peatonal a través del
Río Laja en Cortazar, j) Rastros regionales, k) Saneamiento del Río Laja, l)
Relleno sanitario regional de Jaral del Progreso, m) Parque ecológico del Cerro
de Culiacán y n) Impulso de programas ecoturísticos. Hasta ahora, han sido
proyectos de saliva.
NACIONAL: El PAN y la decadencia moral
Manuel
Clouthier, Rogelio Sada Zambrano, Javier Corral y Manuel Espino tienen razón:
Los días en que el PAN defendía valores democráticos y enarbolaba una propuesta
de renovación moral han concluido. Felipe Calderón consolidó el cambio
histórico, iniciado en 1988 a partir del pacto con Carlos Salinas de Gortari,
que ha convertido a este partido en una simple mafia política basada en
intereses personales y redes de complicidad. La inclusión tanto de Fernando
Larrazabal como de la hermana del presidente de la República en las listas
plurinominales para el Congreso es solamente el indicador más reciente de esta
decadencia moral. El caso de Florence Cassez también nos recuerda que la
falsificación y la impunidad han sido el sello del gobierno federal
calderonista desde su inicio.
El
actual cisma en el PAN no es menor, sino que recuerda la desbandada histórica
de 1992, cuando renunciaron al partido destacados dirigentes agrupados en el
Foro Democrático y Doctrinario. En ese momento, Bernando Bátiz, Jesús González
Schmal y Pablo Emilio Madero encabezaron un amplio movimiento de denuncia de la
colusión del PAN con las medidas antidemocráticas y represivas del gobierno de
Salinas, así como de la “burocratización” del partido y la “intransigencia con
los grupos y opiniones divergentes”. En su carta, destinada a la dirección del
blanquiazul, estos dirigentes señalaron que el PAN ya no era “el partido de
inspiración humanista que defendía los derechos humanos contra los abusos de la
autoridad y que buscaba una justa distribución de la riqueza, que se oponía con
valor y con espíritu de libertad e independencia al régimen y que movía
voluntades con ideas, con principios y con programas propios, inspirados en su
doctrina. Hoy el PAN es prosalinista, proliberal y pragmático”.
Ahora,
sin embargo, la situación del PAN es aún peor. Los 12 años al mando del
gobierno federal han terminado por corromper los escasos restos de ética que le
quedaban. La actitud evasiva, descalificadora y despreciativa del nuevo
secretario de la Función Pública (SFP), Rafael Morgan Ríos, en su comparecencia
en la Cámara de Diputados el 7 de marzo, revela que el tema de la renovación
moral y el combate a la corrupción ya fueron abandonados hace mucho por este
grupo político. Los informes de la Auditoría Superior de la Federación y de
Transparencia Internacional también revelan anualmente el nulo avance en la
materia bajo las administraciones panistas.
Recordemos
que en 2009 Calderón llegó al extremo de presentar una iniciativa que
desaparecería a la Secretaría de la Función Pública (SFP). El cinismo y la
insolencia de altos funcionarios como Juan Molinar Horcasitas, Ernesto Cordero,
Alonso Lujambio y Luis Téllez son otros claros botones de muestra del abandono
de cualquier principio democrático a favor del más puro pragmatismo.
El
PRI tampoco ofrece nada nuevo en esta materia. Los enormes boquetes en las
finanzas del Estado de México y Coahuila, las maletas de dinero del gobierno de
Veracruz y las acusaciones de complicidad con el narcotráfico que pesan sobre
exgobernadores de Tamaulipas son apenas unos cuantos ejemplos que demuestran
que el “nuevo” PRI es el mismo PRI de siempre. Este partido también se exhibe
con la inclusión en sus listas plurinominales al Congreso de tan cuestionables
figuras como los líderes petroleros Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana,
los ejecutivos de TV Azteca Jorge Mendoza y Tristán Canales, así como la esposa
de Jorge Hank Rohn, María Elvia Amaya, y “el rey de la basura”, Cuauhtémoc
Gutiérrez de la Torre.
Llama
poderosamente la atención que ni un solo intelectual, académico o periodista
letrado se haya atrevido a apoyar públicamente las aspiraciones presidenciales
de Enrique Peña Nieto. Existen, desde luego, numerosas figuras en los medios,
las universidades y las instituciones públicas que en los hechos trabajan
arduamente para que los dinosaurios regresen al poder, pero curiosamente les da
vergüenza hacerlo abiertamente.
Asimismo,
las listas plurinominales del PRD, el PT y el MC tampoco destacan por la
pulcritud y el nivel intelectual de las figuras propuestas. La determinación de
candidaturas por la vía de encuestas también ha dejado a la izquierda electoral
con un candidato para el gobierno del Distrito Federal carente de propuestas
claras y convicciones progresistas.
Tristemente,
cada día existen menos espacios en radio y televisión que incluyan debates
plurales y profundos sobre la realidad nacional. Una vez más tendrá que ser la
ciudadanía, y en particular los universitarios, quienes lleven la voz para
elevar el nivel de debate y obligar a los candidatos a comprometerse con una
verdadera renovación moral de la política en el país.
(Texto
de John M. Ackerman, proceso.com,
12/III/12).
NACIONAL: Mexicanos ricos consumen 56.7% de bienes
Expresión
de la desigualdad que prevalece en la sociedad mexicana, 22.6 millones de
personas que se ubican en la parte baja de la pirámide de ingreso, que
representan una quinta parte de la población total del país, participan sólo
con 3.8% del consumo nacional de bienes, reveló un nuevo informe del Banco
Mundial publicado el 29 de febrero.
En
el otro extremo, 20% de la población de mayor ingreso en el país realiza un
gasto en bienes que equivale a 56.7% del consumo total en la economía, añadió
el reporte.
Las
cifras divulgadas mostraron los dos extremos en que se mueve la desigualdad en
el país, una relación que hace de México una de las naciones más desiguales de
América Latina, que es, por sí misma, la región más desigual en cuanto a
distribución del ingreso en el mundo.
La
proporción en que los distintos estratos de ingreso participan en el consumo de
una nación “ilustra el grado de desigualdad dentro de cada país”, expuso el
organismo multilateral, al dar a conocer una actualización de sus cifras sobre pobreza, elaboradas a partir de encuestas en 135 países.
Para
la presentación de los datos sobre ingreso y consumo, el organismo dividió el
total de habitantes del país, que calcula en 113.4 millones para finales de
2010, en diez grupos iguales. Esto es, 11.3 millones de individuos en cada
grupo, desde los que captan la menor proporción del ingreso nacional hasta el
último grupo, de los que concentran la mayor proporción del total.
En
México, mientras el 20% más pobre de la población sólo realiza 3.8% del
consumo, el segundo grupo de 20% de personas que se ubica en la siguiente
escala de la pirámide realiza 9% del gasto; el grupo posterior, también en
dirección ascendente, aporta 12.54% del consumo; el cuarto grupo, 19.48%, y el
último, el de mayor ingreso, 56.17% del total.
La
concentración que se observa en México en el estrato de población de mayor
ingreso es comparable con la que se observa en países de la región, donde la
quinta parte de los habitantes de Guatemala en la punta de la pirámide realizan
58% del consumo, mientras que en Nicaragua, Panamá o Paraguay, la punta de la
pirámide realiza el 57% del consumo.
Mientras
la desigualdad se ha mantenido elevada, el número de personas que viven en
pobreza en la región ha disminuido en los últimos años, según la información
divulgada por el Banco Mundial. En América Latina y el Caribe, 28.2 millones de
personas vivían en extrema pobreza, con un ingreso hasta de un dólar por día,
en 2008 (último año para el que hay datos disponibles de todos los países, pero
que no considera los efectos de la crisis de 2008-2009). Ese universo era
equivalente a 5% de los habitantes de la región. Al comienzo de la década, en
2002, el número de latinoamericanos en esta condición era de 47 millones, 8.9%
de la población.
(Nota
de Roberto González Amador, La Jornada,
1/III/12).
NACIONAL: México: ocupación y empleo 2011
En
cifras estimadas por el Inegi para la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo
(ENOE), la población del país a mediados de 2011 ascendió a 113.7 millones de
personas, de las cuales 83.9 millones tenían 14 años o más de edad. De éstos
–según nuestra Clasificación de Desocupación– 55.4 millones constituían la
Población Económicamente Activa (PEA), y 28.5 millones la Población No
Económicamente Activa en el mercado de trabajo (ver gráfico).
De
la PEA, 84.2% (46.6 millones) eran personas ocupadas en el mercado laboral, y
15.8% (8.8 millones) eran personas en desocupación, cifra integrada por 2.6
millones de personas buscando activamente trabajar (desocupación abierta), y
por 6.2 millones de personas aptas, en disponibilidad y con deseos de trabajar,
pero que han desistido en su búsqueda de empleo (desocupación pasiva).
En
el quinquenio 2006-2010, la PEA aumentó en 1.4 millones de personas al año en
promedio y en 2011 en 1.3 millones, cifras que indican el mínimo de empleos
formales (con prestaciones) que debería estar generando la economía y de los
cuales no se crean ni la cuarta parte (en el lustro dic. 2006-dic. 2011 los
trabajadores asegurados en el IMSS sólo aumentaron en 334 mil al año en
promedio). Esta es una falla máxima y la más clara evidencia de la
disfuncionalidad social del modelo económico vigente.
De
los 46.6 millones de población ocupada en 2011, 28.8 millones (61.8%) eran
asalariados; 10.5 millones (22.6%) trabajadores por cuenta propia; 3.0 millones
(6.5%) trabajadores no remunerados (negocios familiares); 2.2 millones (4.8%)
empleadores, y 2.0 millones (4.4%) eran trabajadores subordinados a un patrón
pero sin salario (comisionistas, honorarios, propi neros).
De
los 46.6 millones de ocupados, 28.8 millones (61.8%) está en los servicios,
11.0 millones (23.8%) en la industria y 6.4 millones (13.7%) en el campo y la
pesca.
De
los 46.6 millones de ocupados, 3.9 millones (8.3%) no reciben ingresos; 6.0
millones (12.9%) perciben hasta un salario mínimo; 10.6 millones (22.7%) de uno
a dos salarios mínimos; 10.0 millones (21.4%) de dos a tres salarios mínimos,
7.6 millones (16.3%) de tres a cinco salarios mínimos y sólo 3.9 millones
(8.4%) perciben más de cinco salarios mínimos. Los 4.6 millones de ocupados
restantes (9.8%) no especificaron su nivel de ingreso.
De
los 46.6 millones de ocupados, únicamente 16.3 millones, 35.0% (56.6% de los
asalariados) tienen un empleo formal con prestación de acceso a instituciones
de salud.
Como
se ve, la situación del empleo en el país es, en una palabra, catastrófica.
(Texto
de David Márquez Ayala, La Jornada,
12/III/12).
NACIONAL: Fortunas e infortunios de nuestros millonarios
De
los 15 millonarios mexicanos que aparecieron en la lista de los más acaudalados
del mundo, publicada por la revista Forbes en el año 2006, ya sólo sobreviven
siete. Subió el valor de la entrada. En aquel año 100 millones de dólares eran
suficientes para incluirlos; ahora se necesitan 1000 millones. Carlos, el
heredero de Alejo Peralta, quien fue el hombre más rico de México; Alfonso Romo
(ahora anda en la política con López Obrador); Lorenzo Zambrano y la familia
Autrey perdieron parte de sus fortunas; ya no llegan a la marca. Otros
fallecieron –la muerte es muy democrática–: Eugenio Garza Lagüera, Isaac Saba y
Bernardo Garza Sada. La única mujer, Marisún Aramburuzavala, casó con el ex
embajador Tony Garza; se divorció, ya no aparece. En cambio, entraron nuevos
personajes: Roberto Hernández y Alfredo Harp ganaron
mucho
en el Fobaproa; Carlos Hank Rhon, del Banco
Interacciones, uno de los principales financieros de los gobernadores,
y El Chapo Guzmán, sobresaliente exportador del ramo agroindustrial. Entre 1996
y este día, Carlos Slim multiplicó por 10 su fortuna. Era ricachón, ahora es el
número uno del planeta. Todos hicieron su fortuna en los tiempos del PRI,
excepto uno: El Chapo. Es el primer multimillonario del panismo.
(Texto
de Enrique Galván Ochoa, La Jornada,
8/III/12).
INTERNACIONAL: Todos somos griegos
Atenas
en llamas. Llamas de rabia. ¡Qué horror! ¡Qué gusto!
No
me gusta la violencia. No creo que se gane mucho quemando bancos y rompiendo
vitrinas. Sin embargo, siento un gran placer cuando veo la reacción en Atenas y
las otras ciudades de Grecia ante la aceptación por el parlamento griego de las
medidas impuestas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Si
no se hubiera dado una explosión de rabia, me habría sentido a la deriva en un
mar de depresión.
El
gusto es el gusto de ver al gusano tantas veces pisado voltearse a rugir. El
gusto de ver a aquellos que han sido abofeteados mil veces devolver el golpe.
¿Cómo podemos pedir a la gente que acepte dócilmente los recortes feroces en su
nivel de vida que implican las medidas de austeridad? ¿Queremos que expresen su
acuerdo cuando se elimina el potencial creativo de tanta gente joven, atrapando
sus talentos en una vida de desempleo? Todo eso solamente para que los bancos
tengan su ganancia, para hacer a los ricos más ricos. Todo eso para mantener un
sistema capitalista que pasó desde hace mucho su fecha de caducidad y que ahora
ofrece nada más destrucción al mundo. Si los griegos aceptaban mansamente estas
medidas, sería multiplicar depresión por depresión, la depresión de un sistema
fracasado multiplicada por la depresión de la dignidad perdida.
La
violencia de la reacción en Grecia es un grito que se lanza al mundo. ¿Cuánto
tiempo nos vamos a quedar sentados viendo al mundo desgarrado por esos
bárbaros, los ricos, los bancos? ¿Cuánto tiempo nos vamos a quedar parados
observando la intensificación de las injusticias, la destrucción de lo que
queda de los servicios de bienestar, la reducción de la educación a un
aprendizaje acrítico y sin sentido, la privatización de las aguas del mundo, la
eliminación de las comunidades y el desgarramiento de la tierra para el
beneficio de las compañías mineras?
Este
asalto que es tan agudo en Grecia se está llevando a cabo en el mundo entero.
Por todos lados el dinero está subordinando la vida humana y no humana a su lógica,
la lógica de la ganancia. Esto no es nuevo, pero la intensidad y la amplitud
del ataque es nueva, y nueva también la conciencia generalizada de que la
dinámica actual es la dinámica de la muerte, que es muy posible que todos
estamos encaminados hacia el aniquilamiento de la vida humana en este planeta.
Cuando los comentaristas eruditos explican los detalles de las últimas
negociaciones sobre el futuro de la eurozona, olvidan mencionar que lo que se
está negociando tan ligeramente es el futuro de la humanidad.
Todos
somos griegos. Todos somos sujetos que vemos cómo nuestra subjetividad está
siendo aplastada por la aplanadora de una historia determinada por el
movimiento de los mercados de dinero. Millones de italianos se manifestaron una
y otra vez contra Berlusconi, pero fueron los mercados de dinero los que lo
derrumbaron. Lo mismo en Grecia: protesta tras protesta contra Papandreou, pero
finalmente fueron los mercados de dinero los que lo despidieron. En ambos
casos
fueron leales y comprobados sirvientes del dinero que fueron designados para
tomar el lugar de los políticos caídos, sin el más mínimo simulacro de una
consulta popular. Ésta no es siquiera una historia hecha por los ricos y
poderosos, aunque de seguro se benefician de ella; es la historia hecha por una
dinámica que nadie controla.
Las
llamas en Atenas son llamas de rabia y nos alegran. Sin embargo, la rabia es
peligrosa. Si se personaliza o si se voltea contra grupos particulares (los
alemanes en este caso), se puede muy fácilmente convertir en algo puramente
destructivo. No es una coincidencia que el primer líder de la clase política en
protestar contra la última ola de medidas de austeridad en Grecia fue un líder
del Laos, el partido de la extrema derecha. La rabia se puede tan fácilmente
volver una rabia nacionalista, incluso fascista, una rabia que no aporta nada a
la creación de un mundo mejor. Es importante entonces tener claro que nuestra
rabia no es una rabia contra los alemanes, ni incluso contra Merkel o Sarkozy,
o Calderón. Estos políticos son nada más los símbolos arrogantes y miserables
del objeto real de nuestra rabia, el dominio del dinero, la subordinación de
toda vida a la lógica de la ganancia.
Amor
y rabia, rabia y amor. El amor ha sido un tema importante de las luchas que han
redefinido el significado de la política en el último año (ver los artículos
recientes de Luis Hernández Navarro, Ángel Luis Lara, entre otros). El amor ha
sido un tema constante de los movimientos Ocupa, un sentimiento profundo
incluso en el corazón de los choques violentos en muchas partes del mundo. Pero
el amor camina de la mano con la rabia, la rabia de ¿cómo se atreven a robarnos
la vida, cómo se atrevan tratarnos como objetos? La rabia de un mundo diferente
creando su camino a empujones a través de la obscenidad del mundo que nos
rodea. Tal vez.
Esta
irrupción de un mundo distinto no es solamente cuestión de rabia, aunque la
rabia es parte de ella. Necesariamente implica la construcción paciente de otra
forma de hacer las cosas, la creación de diferentes formas de cohesión social y
de apoyo mutuo. Detrás del espectáculo de los bancos en llamas se enuentra un
proceso más profundo en Grecia, un movimiento más silencioso, de la gente que
se niega a pagar el transporte público, los recibos de luz, las casetas en las
autopistas, las deudas bancarias; un movimiento nacido de la necesidad y de la
convicción de la gente organizando su vida de otra forma, creando comunidades
de apoyo mutuo y cocinas populares, ocupando edificios y terrenos vacíos,
creando jardines comunitarios, regresando al campo, dando la espalda a los
políticos (que ya no se atreven a mostrarse en las calles) para crear formas de
democracia directa para tomar decisiones sociales. Todavía insuficiente,
todavía experimental, pero crucial. Detrás de las llamas espectaculares está la
búsqueda y la creación de otra forma de vivir que determinará el futuro de
Grecia y del mundo. Todos somos griegos.
(Texto
de John Holloway, La Jornada,
29/II/12).
OPINIÓN: La visita de Benedicto XVI a México
El
Papa vendrá a México no sólo a orar, ofrecer consuelo y esperanza a un pueblo
herido por la violencia y la inseguridad cotidiana. Sin duda, hay una innegable
dimensión política que los actores involucrados en la visita quieren
enmascarar. Presentamos de manera esquemática algunas claves básicas de la
primera y probablemente única visita de Benedicto XVI a México.
1. Será una visita
pastoral y política. El
Papa viene justo en medio del proceso electoral; no es un accidente y menos una
inocente coincidencia. Se engarzan intereses con la intención de que todos
ganen; el gobierno de Felipe Calderón busca la bendición y la legitimidad
pontifical a su impugnada estrategia de combate al crimen, que atempere los
cuestionamientos justo cuando su mandato llega a término; quedar menos
vulnerable a los posicionamientos y discursos electorales. La jerarquía
católica, por su parte, se favorece naturalmente con la visita: verá
fortalecida la intención de politizar su agenda moral no sólo contra el aborto,
nuevas parejas, defensa de la familia, sino ante la debatida libertad
religiosa; aquí pretende un mayor espacio para la intervención institucional en
la sociedad. Tampoco son accidentes las celeridades y procedimientos hasta
atropellados de los legisladores para aprobar el artículo 24 constitucional.
Dicha precipitación legislativa pone en evidencia arreglos. ¿Por qué la prisa y
cuáles son las condiciones de dicha concertación?
2. Disputa electoral por
el capital político católico.
Aparentemente, Josefina Vázquez Mota y el PAN se verían beneficiados por los
discursos ideológicamente cercanos del Papa. Sin embargo, ante el pragmatismo
de la clase política, uno puede esperar todo. El PRI de Peña Nieto se ha
mostrado en materia religiosa tan conservador como el PAN. Impera el cálculo
político y los candidatos se apresuran para salir en la foto. En ese tenor,
hasta López Obrador, desde su “república amorosa”, ha levantado la mano para
buscar un encuentro con Benedicto XVI. ¿Existe el voto católico, y qué tanto
peso tiene la jerarquía para incidir en la intención del voto?
3. Benedicto XVI corrige
su estrategia hacia América Latina. Después
de casi siete años de pontificado, México es el primer país de la América
hispanoparlante que Benedicto XVI visita. Con cierto reproche, el cardenal Juan
Sandoval Íñiguez cuestiona el eurocentrismo del Papa y afirma que viene a
“pagar una deuda”. El llamado continente de la esperanza, la región con el
mayor número de católicos, se va cayendo a pedazos. Todavía en la década de 1970
la mayor parte de las naciones latinoamericanas tenían arriba de 90% de
católicos. Esta proporción se ha derrumbado estrepitosamente en los dos países
con mayor número de católicos en el mundo: Brasil baja a 68% y México a 83%.
Centroamérica presenta la mutación religiosa radical, en la que en países como
Nicaragua y El Salvador los católicos apenas rebasan la mitad de la población.
En términos geopolíticos, o eclesiósfera, el Vaticano podría estar
reorganizando su estrategia frente a la región, sin duda relegada por la
estrategia del Papa.
4. Ratzinger recoge sus
frutos latinoamericanos. En
el contexto de la celebración del bicentenario de la Independencia de varios
países de América Latina, Benedicto XVI cosecha los frutos que sembró hace más
de 20 años en la región. Recordemos que el cardenal Ratzinger, prefecto de la
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, sometió con aspereza las
opciones de los católicos progresistas en América Latina que tenían presencia
en los sectores sociales populares: campesinos, indígenas, obreros, mujeres,
pobladores de barriadas, etcétera. Las sanciones a Leonardo Boff son uno de
tantos ejemplos. Bajo el espíritu de la guerra fría, en los pasados años 80
dicha corriente fue inhibida, triturada y reducida a su mínima expresión. El
mayor pecado de la teología de la liberación, según el propio Ratzinger, fue
dejarse contaminar por las ideologías marxistas. Ese espacio social popular fue
abandonado sin una hipótesis pastoral alternativa. El hueco fue rápidamente
cubierto por los nuevos movimientos religiosos, especialmente por los de
carácter pentecostal o parabíblicos, como los Testigos de Jehová. Sin que sea
el factor determinante, el propio Ratzinger ha contribuido a la debacle
católica en la región. Tiene una responsabilidad indiscutible y ahora enfrenta
su propia paradoja.
Su
limitado carisma mediático y la sombra de Juan Pablo II; su salud y ancianidad;
su soledad en Roma, enfrentado no sólo a filtraciones de información, sino la
reconfiguración de fuerzas en una atmósfera cercana al precónclave o fin de
ciclo pontifical y, sobre todo, la incomprensible ausencia en su agenda de un
encuentro con víctimas de abuso sexual, que incluyen las de Marcial Maciel.
Concluyo retomando un artículo muy lúcido de monseñor Abelardo Alvarado
Alcántara, obispo auxiliar de México, quien resalta las “circunstancias
especiales” de la visita, en particular “la crisis de fe que se vive en la
Iglesia, los escándalos por los casos de pederastia que han provocado fuertes
ataques a la Iglesia y a la persona del pontífice; el proceso de secularización
que se da a escala mundial, pero especialmente notable en países de raigambre
católica”. Coincido con él: el continente latinoamericano avanza, a la vez que
se advierte su nuevo protagonismo emergente en un contexto más complejo, plural
y diversificado. En términos sociológicos queda claro que todo discurso
religioso, por piadoso y espiritual que parezca, conlleva un modelo societal y
un proyecto histórico. El Papa en México hablará no sólo de espiritualidad,
pero tampoco sólo de política.
(Texto
de Bernardo Barranco V., La Jornada,
14/III/12).
INTERNACIONAL: Aniversarios de la “nohistoria”
George
Orwell acuñó el útil término de nogente
para criaturas a quienes se les negaba la condición de personas porque no se
ceñían a la doctrina estatal. Nosotros podríamos añadir el término nohistoria para referirnos al destino de
las nogente, eliminadas de la
historia por causas similares.
La
nohistoria de la nogente se ilumina por la suerte que corren los aniversarios. Los
importantes son usualmente conmemorados, con la debida solemnidad, cuando
corresponde: Pearl Harbor, por ejemplo. Algunos no lo son, y podemos aprender
mucho acerca de nosotros al extraerlos de la nohistoria.
En
estos días estamos dejando de conmemorar un suceso que tiene un gran
significado: el 50 aniversario de la decisión tomada por el presidente Kennedy
de lanzar una invasión directa sobre Vietnam del Sur, lo que pronto se convertiría
en el crimen más extremo de agresión desde la Segunda Guerra Mundial.
Kennedy
ordenó a la fuerza aérea de Estados Unidos que bombardeara Vietnam del Sur
(para febrero de 1962, se habían realizado cientos de misiones aéreas); la
guerra química autorizada para destruir los cultivos de alimento y así someter
a la población rebelde; y poner en vigor programas que, en última instancia,
obligaron a millones de aldeanos a refugiarse en viviendas improvisadas en la
periferia urbana y en campos de concentración virtuales, llamados aldeas
estratégicas. Allí, los aldeanos serían protegidos de las guerrillas nativas a
las que, como bien sabía la administración estadunidense, apoyaban
voluntariamente.
Los
esfuerzos oficiales para justificar los ataques fueron mínimos y, en su mayor
parte, mera fantasía.
Fue
típico el apasionado discurso del presidente a la Asociación Americana de
Editores de Periódicos, el 27 de abril de 1961, cuando advirtió que estamos
enfrentando en todo el mundo una conspiración monolítica e implacable que
depende principalmente de medios encubiertos para expandir su esfera de
influencia. En Naciones Unidas, el 25 de septiembre de 1961, Kennedy afirmó que
si esa conspiración lograba alcanzar sus fines en Laos y Vietnam, las puertas
quedarán abiertas de par en par. Los efectos a corto plazo de esto fueron
reportados por Bernard Fall, respetado especialista e historiador de Indochina
–no un pacifista, pero sí uno de quienes se preocupaban por la suerte de los
pueblos de esos atormentados países–.
A
principios de 1965 calculó que aproximadamente 66 mil sudvietnamitas habían
sido abatidos entre 1957 y 1961; y otros 89 mil entre 1961 y abril de 1965, en
su mayoría víctimas del régimen cliente de Estados Unidos o del aplastante peso
de las fuerzas armadas estadunidenses, el napalm, los bombarderos a reacción y,
finalmente, gases que causan vómitos.
Las
decisiones se mantuvieron en la oscuridad, como lo fueron las consecuencias que
todavía persisten. Para mencionar tan solo un caso: Tierra quemada, por
Fred Wilcox, el primer estudio profundo del impacto terrible y aún en proceso
de la guerra química sobre los vietnamitas, se publicó hace unos meses –y
seguramente se unirá a otros materiales de la nohistoria–. El núcleo de la historia es lo que ocurrió. El núcleo
de la nohistoria es desaparecer lo
que ocurrió.
Para
1967, la oposición a los crímenes en Vietnam del Sur había adquirido una escala
sustancial. Cientos de miles de tropas estadunidenses asolaban Vietnam del Sur,
y las áreas con mayor población eran sometidas a intensos bombardeos. La
invasión se había extendido al resto de Indochina.
Las
consecuencias se habían tornado tan horrendas que Bernard Fall pronosticó que
Vietnam, como entidad cultural e histórica ... se ve amenazada con la extinción
... (a medida) .... que la campiña literalmente muere bajo los impactos de la
mayor máquina de guerra que se haya lanzado contra un área de este tamaño.
Cuando
la guerra terminó, ocho devastadores años después, la opinión general estaba
dividida entre los que la llamaban una causa noble que pudo haberse ganado de
haber habido mayor dedicación; y, en el extremo opuesto, los críticos, para
quienes fue un error que resultó demasiado costoso.
Aún
estaba por ocurrir el bombardeo de la remota sociedad campesina del norte de
Laos, que fue de tal magnitud que las víctimas siguieron viviendo durante años
en cuevas para tratar de sobrevivir; y poco después el bombardeo de la rural
Camboya, que superó el nivel de todo el bombardeo de los aliados en el teatro
de guerra del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.
En
1970, el asesor nacional de Seguridad Henry Kissinger había ordenado una
campaña de bombardeo masivo en Camboya. Cualquier cosa que vuele o cualquier
cosa que se mueva –un llamado para un genocidio de un tipo que rara vez se
encuentra en los registros archivados.
Las
de Laos y Camboya fueron guerras secretas en cuanto a que el reportaje de ellas
fue escaso y los hechos son muy poco conocidos por el público en general o
incluso por elites educadas que, sin embargo, recitan de memoria todos los
crímenes reales o imaginarios de enemigos oficiales.
Otro
capítulo en los abundantes anales de la nohistoria.
Dentro
de tres años podremos –o quizá no– conmemorar otro suceso de gran relevancia
contemporánea: el aniversario 900 de la Carta Magna.
Este
documento es el cimiento de lo que la historiadora Margaret E. McGuiness,
refiriéndose a los juicios de Nuremberg, proclama como una forma
particularmente estadunidense de legalismo: castigo sólo para aquellos que se
pueda demostrar que son culpables mediante un juicio justo con una miríada de
protecciones de procedimiento.
Esta
Gran Carta declara que ningún hombre libre será privado de sus derechos excepto
por juicio legal de sus pares y por la ley de la tierra. Estos principios
fueron posteriormente ampliados para su aplicación a todos los hombres en
general. Cruzaron el Atlántico e ingresa- ron a la Constitución de Estados
Unidos y a la Carta de Derechos, que declararon que ninguna persona puede ser
privada de sus derechos sin un proceso debido y un juicio rápido.
Por
supuesto, los fundadores no tenían la intención de que persona se aplicara a
todas las personas. Los nativos americanos no eran personas. Ni lo eran los
esclavos. Las mujeres apenas calificaban como personas. Mantengámonos, no
obstante, apegados a la noción núcleo de la presunción de inocencia, que ha
sido arrojada al olvido de la nohistoria.
Un
paso adicional en cuanto a socavar los principios de la Carta Magna se dio
cuando el presidente Barack Obama firmó la Ley Nacional de Autorización de
Defensa, que codifica la práctica de Bush y Obama de detención indefinida sin
juicio bajo custodia militar.
Tal
trato es ahora obligatorio en el caso de aquellos acusados de ayudar a las
fuerzas enemigas durante la guerra contra el terrorismo u opcional si los
acusados son ciudadanos estadunidenses.
Su
alcance es ilustrado por el primer caso de Guantánamo que llegó a los
tribunales bajo el presidente Obama: el de Omar Khadr, ex soldado niño acusado
del terrible crimen de tratar de defender a su aldea afgana cuando era atacada
por fuerzas de Estados Unidos. Capturado a los 15 años de edad, Khadr fue
encarcelado durante ocho años en Bagram y Guantánamo, y luego llevado ante una
corte militar en octubre de 2010, donde se le dio a elegir entre declararse no
culpable y permanecer para siempre en Guantánamo, o declararse culpable y
cumplir sólo ocho años más de condena. Khadr eligió esto último.
Muchos
otros ejemplos iluminan el concepto de terrorista. Uno es Nelson Mandela, sólo
eliminado de la lista de terroristas en 2008. Otro fue Saddam Hussein. En 1982,
Irak fue eliminado de la lista de estados que apoyan a los terroristas para que
la administración Reagan pudiera proporcionar ayuda a Hussein después de que
los iraquíes invadieron Irán.
La
acusación es caprichosa, sin revisión o recurso para invalidarla, y usualmente
refleja objetivos de política. En el caso de Mandela para justificar el apoyo
del presidente Reagan a los crímenes del Estado de apartheid cometidos
para defenderse de uno de los más notorios grupos terroristas del mundo: el
Congreso Nacional Africano de Mandela. Todo esto mejor consignado a la nohistoria.
(Texto
de Noam Chomsky, La Jornada,
11/II/12).
OPINIÓN: Eloy Alfaro (1842-1912)
“Y así estaba, recogido, los nervios
finos por saber, cuando su puerta se abrió de golpe. Él se incorporó, tieso y
veraz.
“–¡Silencio! ¿Qué quieren de mí?
“Un tiro en la cabeza le hizo caer
suavemente, como un desvanecer de piel y huesos… Desnudo ya, descolgado de su aventura,
le llevaron hasta el filo del corredor, alto, alto, alto y de allí le aventaron
contra el patio” (La hoguera bárbara, Alfredo Pareja Diez-Canseco, 1944).
Hace cien años, el 12 de enero de
1912, la vida de Eloy Alfaro, prócer del Ecuador moderno, llegó a su fin. En la
abyección y el ultraje digitado por los liberales de levita y conservadores
chupacirios que hoy continúan acechando, como buitres de la historia, la
revolución ciudadana del presidente bolivariano Rafael Correa.
Alfaro nació en Montecristi, pueblo
caliente ubicado en la combativa provincia de Manabí, cuna del
"liberalismo machetero". Desde los 24 años, en la fragua militar
contra los gobiernos conservadores llegó a general en jefe de la revolución
liberal (1895), siendo elegido dos veces presidente de la república
(1896-1901/1907-11).
Las derrotas del Viejo Luchador fueron
amargas cuanto fructíferos sus muchos exilios en Panamá, donde fue acogido por
el líder liberal Belisario Porras y en Nicaragua por el presidente José Santos
Zelaya, quien le confirió el grado de general.
Melodía que Alfaro conocía por los
relatos de las luchas independentistas que de niño le contaban su madre, y de
joven Francisco Calderón, viejo cubano vinculado al primer grito emancipador de
América Latina (Quito, 1809). Calderón había emigrado a la ciudad ecuatoriana
de Cuenca y fue padre del capitán Abdón Calderón, muerto a los 18 años a causa
de las heridas recibidas en la batalla de Pichincha (1822).
Según el historiador cubano Regino
Sánchez Landrián, sería en Panamá donde Alfaro amplió sus horizontes. Allí
entabló amistad con el colombiano Vargas Vila, el dominicano Máximo Gómez, José
María Merchán, Antonio Maceo y otros ilustres patriotas antillanos y jefes
mambises que se hallaban exiliados en el istmo cuando en la manigua cubana
concluyeron las primeras acciones bélicas contra España, a finales de 1870.
En octubre de 1890 se entrevistó en
Buenos Aires con el director del diario La Nación, Bartolomé Mitre, quien
enterado de su inminente partida a Estados Unidos le entregó una suma
importante para su corresponsal en Nueva York, José Martí. Alfaro andaba sin un
peso, pero el dinero llegó intacto a manos del destinatario. En carta al
ideólogo alfarista José Peralta le confiesa: "Recuerdo que la fortuna premió
mis desdichas cuando conocí a Martí en aquel frío octubre por encomienda del
señor Bartolomé Mitre".
En Vida y muerte de Eloy Alfaro, el
biógrafo Roberto Andrade asegura que fue en Lima donde Máximo Gómez y Eloy
Alfaro sostuvieron varias entrevistas, acordando la solidaridad y fraternidad
cuando nada predecía el triunfo político de ambos. Alfaro cumplió, y así lo
expresa Maceo, El Titán de Bronce, en carta fechada en Pinar del Río el 12 de
junio de 1896:
"Por la prensa española he sabido
que usted, en cumplimiento de lo que un día me ofreció, ha trazado en pro de la
causa cubana. Reciba, por tan señalada prueba de amistad y de consecuencia, mis
más expresivas gracias y las de este ejército." En efecto, no bien Alfaro
alcanzó el poder, se dirigió a la reina de España y le solicitó la
independencia de Cuba.
En ese mismo año de 1896, el gobierno
alfarista convocó a un Congreso Nacional Americano, que debía reunirse en
México para discutir la doctrina Monroe. Encuentro que fue boicoteado por el
Departamento de Estado. Apoyándose en una circular de Miguel Covarrubias
(encargado de negocios mexicano en Washington), el historiador ecuatoriano Juan
Paz y Miño recuerda que para el secretario Richard Olney “…el Ecuador no tenía
el prestigio bastante para acometer ni para llevar a cabo una empresa de la
importancia que debía tener un Congreso americano”.
El guión de los enemigos de América
Latina no ha variado. En 1900, durante la agresión y boicot de Alemania y
Francia a los puertos de Venezuela por deudas impagas, el periódico británico
Herald atribuía a “un diplomático europeo” lo siguiente:
“Hay muchas razones para creer que
Cipriano Castro ha entrado en una conspiración con los presidentes del Ecuador
y Nicaragua y los jefes revolucionarios de Colombia, animados por el propósito
de unir cuatro países en una sola confederación… el presidente Castro ha estado
fraguando aquel plan y que ha dado poderosos y frecuentes auxilios a los
revolucionarios de Colombia, con absoluto menosprecio de todo principio de
neutralidad, y aún de decencia…”
No satisfechos, quienes asesinaron a
Alfaro en el penal García Moreno de Quito (donde el prócer se hallaba preso
junto con sus lugartenientes), descuartizaron su cadáver.
¡Mueran los masones! ¡Mueran los
herejes! ¡Viva la religión! Arrastrados por las calles céntricas, los pedazos
del Viejo Luchador y el resto de las víctimas fueron quemados en el parque El
Ejido.
Pareja Diez-Canseco evoca: “En la
punta de una bayoneta, la barba de don Eloy viajaba iluminada por las llamas”.
(Texto de José Steinsleger, La Jornada, 18/I/12).
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