1. En la población común y corriente la miopía es una enfermedad muy frecuente. En los animales políticos también lo es. Los miopes tienen dificultades para enfocar bien los objetos lejanos (aparecen borrosos); ven bien los objetos cercanos, sobre todo cuando se trata de rasguñar algunos billetes, ahí no hay nada que les impida ver con claridad, ni las cataratas. Quienes padecen astigmatismo tienen dificultades para enfocar tanto los objetos cercanos como los lejanos. Los miopes y los “astigmatas” políticos sufren males irreversibles imposibles de corregir, no así la población común y corriente, pues el uso de lentes corrige tales males. Sus defectos ópticos les impiden avizorar el futuro, ya que el presente inmediato, el que enriquece sus bolsillos, es invisible. No hay presente. No está. Para los políticos, ¿qué caso tiene preocuparse por los cambios climáticos si el futuro es asunto lejano? Aquí en San Francisco, ¿para qué preocuparse por el agua, que se acabará en menos de veinte años; o por la radiación solar cuyos índices son tan altos que ya empieza a afectar la salud de mucha gente; o por la cantidad de partículas menores a diez micras por centímetro cúbico de aire respirable cuyos índices ya están en niveles críticos; o por las aguas negras –con alto contenido de metales pesados– que son usadas desde hace buen tiempo para regar verduras y legumbres en esta región? Lo anterior, sin mencionar el nuevo contaminante: el nitrógeno reactivo, que está presente en el medio ambiente en varias formas o compuestos: el amoniaco, el óxido nitroso, el óxido de nitrógeno y los nitratos; los cuales impactan en la atmósfera, la calidad del aire, la formación de partículas en suspensión, el aumento del ozono troposférico, etc. ¿Y la radiactividad que se esparce por el hemisferio norte a partir del desastre nuclear en Fukushima, que ya ha sido detectada en las costas de Canadá y Estados Unidos y en productos como la leche en el estado de Washington? ¿Por qué de esto nada informa ninguna autoridad?
2. “Es más fácil lo sencillo”, dice con sabiduría el filósofo de El Llano. Y a esto se atiene nuestro querido amigo Jaime Verdín, quien, para conmemorar el natalicio de Benito Juárez, en la pequeña explanada que lleva su nombre, se lanzó con esta puntada: “Si Juárez viviera, sería panista”, “Es más, andaría haciendo campaña a favor de Juan Manuel Oliva para la Presidencia de la República”. Para dar mayor énfasis a sus palabras, dijo que él, como alcalde y ciudadano, sigue al pie de la letra una de las máximas juaristas: “Nada por la fuerza”, bueno, “nomás poquito”, corrigió, al recordar la manera en que impuso al inútil de Marcelo Salas como “líder” del panismo local. Luego, recordó que como diputado federal, siguiendo el ejemplo de Juárez, “siempre” luchó por “la defensa de las garantías y libertades de los mexicanos”. ¿Por qué creen que siempre estoy rodeado de guaruras?, preguntó a los niños que fueron llevados a la fuerza al “magno evento”; pues porque esa es una forma de garantizar mi libertad y mi seguridad, respondió.
3. Para tranquilidad nuestra, el Patronato de la Feria 2011 ya afina la puntería, y prepara tanto el esquema como la ruta a seguir para obtener los mayores beneficios, en lo que será la “mejor organización jamás vista en el municipio”, según palabras del director de Casa de la Cultura, quien se ha visto muy activo en todo aquello que tenga que ver con jugosos presupuestos. No piense mal usted, no es que al señor Carlos Hernández le gusten los centavos, la idea es evitar que se caiga otra vez en lo que ha pasado cada año: que la feria sea un desangelado y patético evento. Pero, a final de cuentas, ¿qué importa que cada año se reporten pérdidas con motivo de la feria si nadie es responsable de las mismas, ni de la desorganización, ni del nepotismo que hay en tal patronato? Por lo pronto, y para abrir boca, su presidente, que es cuñado de la tesorera municipal y del secretario de ayuntamiento, va a recibir poco más de dos millones de pesos; ¿por qué tanto dinero?, podría preguntar cualquier ciudadano de a pie, pues porque “lo bueno cuesta”, nos dicen ellos, ya que hay que repartir esa cantidad en contrataciones de espectáculos, en sueldos, en mantenimiento, en “regalitos” y en “gastos imprevistos”. Además, “este año la feria estará al nivel de la de León”, presumen los aduladores del “licenciado”.
4. Como San Francisco es uno de los paraísos del narco, y para hacer la finta de que esta administración sostiene una “lucha frontal y decidida” en contra de ese “cáncer”, es que más de 150 elementos de Seguridad Pública se sometieron a la prueba del antidoping, con el fin de detectar si alguno de ellos es adicto a alguna de las sustancias de cuyo consumo supuestamente combaten. Durante la toma de muestras de orina, estuvieron presentes no sólo el director de la corporación, sino Robolfo Aguirre, “el brazo derecho del alcalde”, así como su fiel escudero y leal tapadera, el contralor municipal, quien, muy solícito, preparaba los recipientes para las dichosas muestras, yendo con su vasito vacío y regresando con el mismo casi lleno de líquido renal en mano. Feliz, le pedía con voz melodiosa a cada elemento: ¡el que sigue por favor!
5. Y para estar a tono con el resto de nuestro ensangrentado país, esta administración cargará con una muerte más. Y lo peor: sucedió (¡otra vez!) en donde nunca debería ocurrir: los separos de Seguridad Pública. ¿Quién fue la víctima ahora? Una mujer de 21 años, quien el 31 de marzo había sido detenida a altas horas de la noche por “una falta administrativa” y que, a petición de los familiares de la joven, ésta fue reingresada a los separos, a sabiendas de que padecía esquizofrenia. A pesar de esto último, la joven fue dejada sin supervisión alguna, siendo encontrada muerta cuatro horas después de haber ingresado, por supuesta sobredosis del medicamento que le fue prescrito. Fue una salida fácil para todos: nadie tuvo que dar explicación alguna, así como nadie fue señalado de haber actuado con irresponsabilidad.
6. Usando la vieja táctica de ir forjando una mala impresión en la población acerca de la ineficiencia de cualquier servicio público, es que el alcalde se esfuerza por privatizar el servicio de limpia, bajo el eufemismo de que sería una concesión a 15 o 20 años. La idea es que a finales de la presente administración ya se tenga planchado el proyecto con la empresa Proyecto Ambiental, la cual se encargaría de la recolección de basura, del pepene y su procesamiento. Con esto, el alcalde y su camarilla, como buenos burócratas neoliberales, piensan llevarse una buena tajada a partir de esa “negociación”. La basura, aunque no se crea, es un buen negocio en manos de particulares, pero también es una mala jugada en contra de la población y del medio ambiente, que el tiempo, y sólo el tiempo, se encargará de demostrarlo.
7. Otro tropezón de esta administración lo representa el hecho de que el INEGI haya divulgado resultados que no satisfacen las pretensiones y planes de las autoridades de San Francisco, pues no tuvieron la precaución de dejar bien definidos los límites territoriales entre San Francisco y Purísima, que ahora, vuelve a surgir como un problema cuyo fondo no sólo es económico, sino también social. Tampoco tuvieron nuestras autoridades, a sabiendas de que el problema limítrofe es añejo y complicado, la atingencia de darle seguimiento y estar en cercano contacto con el personal del INEGI, para ver el desarrollo y el progreso que tal censo iba teniendo, “en tiempo real”, de manera que la autoridad, que ahora se dice “frustrada” por los resultados obtenidos, tuviera “el pulso” de primera mano y al momento en que se estaba haciendo, y saber con mucha anticipación si los resultados se apegarían “a la realidad” o no. Pero como a nadie nos gusta reconocer nuestros errores, lo fácil es aventarle la papa caliente a otro, siendo el villano en esta ocasión, el subdirector de Estadística del INEGI. Y fíjese usted, es tal el enredo limítrofe, que el IFE se basa en la información del INEGI para ubicar a la población con credencial de elector para tal o cual municipio. Si esto lo sabía la autoridad municipal, ¿por qué no actuaron en consecuencia? Por una sencilla razón: porque no hay compromiso, nuestro amigo Jaime Verdín prefiere hacer sus berrinches mediáticos ante hechos ya consumados; porque lo que predomina en este gobierno es la flojera, puritita flojera. No por nada, los regidores priistas dicen que esta es una administración que se caracteriza por su “intrascendencia”.
8. Jaime Verdín, presidente municipal, ha hecho el anuncio de que en breve su gobierno se dispone a implementar el “código de ética y buen gobierno”.
“Había una vez… un circo que alegraba siempre el corazón…”
“El código de ética estará basado en los principios de honestidad, transparencia, participación, responsabilidad y voluntad”.
“… lleno de color, un mundo de ilusión, pleno de alegría y emoción”.
“Es la intención por parte de todos los integrantes de la administración 2009-2012, de un gobierno alejado de la corrupción, del fraude, de la arbitrariedad, del despilfarro, de la ineficacia y de la ineficiencia”.
“Había una vez… un circo que alegraba siempre el corazón, sin temer jamás, al frío o al calor, el circo daba siempre su función”.
“Lo hacemos para que el proceso de toma de decisiones responda a reglas como la participación democrática, la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto a las leyes”.
“Siempre viajar, siempre cambiar, pasen a ver el circo… otro país, otra ciudad, pasen a ver el circo…”.
Jaime Verdín también dijo que se creará una “comisión de vigilancia” dotada de “transparencia y libertad de acceso” para garantizar la “plena eficacia del código de ética”.
“… es magistral, sensacional, pasen a ver el circo”.
El presidente municipal ha insistido en que, de esta manera, su gobierno apuesta, y lo hace con hechos, por la “transparencia, poniendo herramientas y códigos para hacer una gestión limpia y controlada”.
“Había una vez... un circo que alegraba siempre el corazón, lleno de color, un mundo de ilusión, pleno de alegría y emoción el circo daba siempre su función”. Tan- tán.
(Basado en: Arnoldo Kraus, La Jornada, 30/III/11; a.m., marzo 22, 25, 29, 30, 31 y abril 2, 5, 18, 2011; rebelión, 17/IV/11; La Jornada, marzo 29, 30, 2011; Koldo Campos Sagaseta, rebelión, 17/IV/11).
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