martes, 21 de junio de 2011

EDITORIAL: Uranio empobrecido: para los civiles libios

“Los misiles que llevan puntas dotadas de uranio empobrecido se ajustan a la perfección a la descripción de bomba sucia… es el arma perfecta para asesinar a montones de gente”, dice Marion Falk, experta en física química, del Laboratorio Lawrence Livermore, California, EEUU.

En las primeras veinticuatro horas del ataque contra Libia, los B-2 de EEUU arrojaron 45 bombas de casi una tonelada de peso cada una. Estas enormes bombas, junto con los misiles Cruise lanzados desde aviones y barcos británicos y franceses, contenían ojivas de uranio empobrecido.

El uranio empobrecido es el producto de desecho del proceso de enriquecimiento de uranio. Se utiliza en las armas y reactores nucleares. Debido a que es una sustancia muy pesada, 1.7 veces más densa que el plomo, es muy valorada en el ejército por su capacidad para atravesar vehículos blindados y edificios. Cuando un arma que lleva una punta de uranio empobrecido golpea un objeto sólido, como una parte de un tanque, penetra a través de él y después explota formando una nube candente de vapor. El vapor se asienta como polvo en forma de tres óxidos altamente tóxicos, incluido el óxido de uranio, un polvo que no sólo es venenoso, también radiactivo.

Este polvo negro permanece suspendido en el aire, y dependiendo del viento y de la climatología, puede viajar grandes distancias. Resulta muy fácil inhalar partículas de menos de 5 micras de diámetro, que pueden permanecer en los pulmones o en otros órganos durante años. Ese uranio empobrecido inhalado puede causar daños renales, cánceres de pulmón y huesos, trastornos en la piel, trastornos neurocognitivos, daños cromosómicos, síndromes de inmunodeficiencia y extrañas enfermedades renales e intestinales. Las mujeres embarazadas que se ven expuestas al uranio empobrecido pueden dar a luz a bebés con defectos genéticos. Como emisor de partículas alfa, el uranio empobrecido tiene una vida media de 4 mil 500 millones de años.

William Hague (Secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico) dijo que iban a Libia “a proteger a los civiles y a las zonas habitadas por civiles”. A la distancia, podemos ver a quién y qué se está “protegiendo”.

(Texto de David Wilson, cubadebate, 27/III/11).

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