Tras la polémica suscitada en las últimas semanas por las acusaciones de abusos sexuales y violencia contra niños en escuelas e internados religiosos en la década de los años ’70 y ’80, que puso en el centro de la disputa a
Hans Küng, uno de los teólogos más importantes de Europa, acusó al Papa de encubrir a los curas pederastas. Lo hizo mediante un polémico artículo publicado el 12 de marzo en el periódico Süddeutsche Zeitung, donde culpa a Benedicto XVI de tapar los abusos sexuales que se han cometido en las dos últimas décadas y que ahora están minando la autoridad de
Küng –quien ha escrito medio centenar de libros y recibido más de una docena de doctorados honoris causa– causa inquietud y recelo en el Vaticano a causa de un libro que publicó hace 40 años y donde puso en duda la infalibilidad del Papa. Su “blasfemia” y su posterior lucha a favor de una Iglesia más moderna y abierta a las mujeres despertaron las iras de
Küng volvió a las andadas. “La veracidad exige que el hombre que es responsable del encubrimiento a nivel mundial (de los casos de pederastia), concretamente Joseph Ratzinger, admita su propia mea culpa”, dice el teólogo en su artículo titulado “La responsabilidad de Ratzinger”. “Ninguna otra persona en
Hans Küng, que no hace mucho se atrevió a pedir la renuncia del Papa por su decisión de levantar la excomunión al obispo Richard Williamson, un famoso negacionista del Holocausto, basa ahora su ataque en la función que desempeñó Benedicto XVI durante 24 años al frente de
Por ello, el teólogo reprocha a Benedicto XVI que, pese a estar al corriente de los abusos ocurridos durante casi un cuarto de siglo, “los intentó encubrir para no dañar la imagen de
Práctica funesta. Los cinco años de pontificado de Benedicto XVI constituye “una práctica funesta”, a juicio de Küng, quien recomienda al Pontífice que asuma su propia responsabilidad en lugar de lamentar una campaña contra su persona. Las acusaciones del teólogo, quien conoce al actual Papa desde que ambos participaron en el Concilio Vaticano II, no fueron comentadas por la jerarquía católica alemana, pero añadieron combustible al escándalo que está sacudiendo al país y que cada vez más apunta como principal responsable a la orden de Ratzinger de silenciar los abusos.
Este aspecto también fue abordado por el obispo de Tréveris, Stephan Ackermann, quien admitió que
(Fuentes: página 12, 13/III/10; Enrique Müller, ideal.es, 18/III/10).
No hay comentarios:
Publicar un comentario