domingo, 21 de febrero de 2010

EDITORIAL: Década perdida


Delirante, el calderonato hace hasta lo impensable por hundir en la miseria al mayor número posible de mexicanos (6 millones adicionales sólo en su primer bienio de estancia en Los Pinos), y con el panismo clerical se aferra a no dejar ir el galardón como el peor gobierno, junto con el de Fox, en 80 años, incluido el de Miguel de la Madrid. Es la segunda década perdida para el país (la del arranque del siglo XXI), mucho más profunda que la primera (la de los 80, con una tasa anual promedio de crecimiento de 1.9%, en plena crisis de la deuda externa y el arribo del neoliberalismo). El panismo llega a su décimo año consecutivo en la residencia oficial, y más allá de rosarios, crucifijos y buenas conciencias nada ha procurado en favor de los mexicanos. El peor resultado, producto de los peores gobiernos, entre los peores. A punto de montarse en el Ipiranga, Porfirio Díaz dejó tras de sí una década, la primera del siglo XX, con una tasa anual promedio de crecimiento económico de 3.31%. Cómo estará la cosa, que la dupla Fox-Calderón apenas si libra 1% anualizado.

El cambio (Fox) con continuidad (Calderón), presumido por el panismo, ha sido un estrepitoso fracaso en lo político, lo económico y lo social. Por abajo del infausto resultado blanquiazul, sólo se registran los resultados históricos en la segunda y tercera décadas del siglo XX, con el país convulsionado por el movimiento revolucionario, la guerra cristera –de la que se ufana ser heredero el actual inquilino de Los Pinos– y la hecatombe económica de 1929: en el periodo 1911-1920 la tasa anual promedio de crecimiento económico a duras penas alcanzó 0.21%, mientras en 1921-1930 el indicador se redujo a 0.20%, lo que resume 20 años de convulsión política, económica y social, de reacomodos, de guerra y crisis externa (Calderón dixit), carentes de bonanza petrolera, histórica inversión extranjera, boyante planta productiva, exportaciones sin límite, finanzas públicas sanas y demás bellezas presumidas por los neoliberales.

La dupla Fox-Calderón, el panismo institucionalizado, prometió todo e incumplió todo, y decididamente va por más. En el periodo 2001-2009 el resultado económico es desastroso: el crecimiento anual promedio va de 1.03 a 1.13% (depende de si la economía mexicana se hunde 7 u 8% en 2009), algo no registrado en 80 años. Ahora que si el balance se limita al primer trienio calderonista en Los Pinos, entonces el desplome va de 0.83 a 1.17 (ambas, cifras negativas).

En el repaso histórico, y superada la convulsión 1911-1930 (con su 0.2% de avance), la tasa anual promedio de crecimiento económico mexicano se registró así: 1931-1940, 3.36%; 1941-1950, 5.98%; 1951-1960, 6.14%; 1961-1970, 6.48%, y 1971-1980, 6.71%. A partir de ese año todo ha sido escalera para abajo, con un creciente costo social.

Bienvenidos pues, a este 2010, el año de la recuperación de la crisis externa. Sigue la feria de precios en bienes y servicios del sector público. Agreguen el incremento en tarifas eléctricas al ya de por sí voluminoso inventario. Como van las cosas y para vivir mejor, el gobierno calderonista insiste en que los mexicanos se alumbren con velas y guisen con leña, recurran al trueque, recolecten frutos de la madre natura y cacen con piedras, porque el arco y las flechas también subieron de precio.

(Texto de Carlos Fernández-Vega, La Jornada, 4/I/10).

No hay comentarios:

Publicar un comentario