Aquí estamos, no nos hemos ido.
No nos asusta la amenaza.
El desafío es el mismo de siempre: O comanda la gran burguesía para sus intereses o gobierna el pueblo para su bienestar.
A la plutocracia hay que clavarle un puñal hasta que se acabe.
Con la verdad, la ética y la palabra justa podemos ayudar a derrotar la necrofilia. Desde los Juan Manuel Oliva, pasando por los Miguel Márquez hasta Jaime Verdín son necrófilos. “El individuo necrófilo puede realizarse con un objeto –una flor o una persona– únicamente si lo posee; en consecuencia, una amenaza a su posesión es una amenaza a él mismo; si pierde la posesión, pierde el contacto con el mundo… El necrófilo ama el control y, en el acto de controlar, mata la vida” sostiene Erich Fromm.
Plutocracia significa necrofilia, amor a la muerte y desprecio por el hombre.
Y por los arrabales adentro, San Francisco se percibe diferente. A pesar de la llamada “libertad de expresión”, los medios electrónicos (sobre todo radio y TV) actúan como portavoces del gobierno en turno, mientras que los medios de comunicación escrita repiten las mismas alienantes noticias e imágenes: el morbo bailando alrededor de la muerte, fruslerías de vedette y animadores, entuertos políticos encubridores… y nada de lo que realmente ocurre en los arrabales y adentro de San Francisco.
Tal vez León Felipe tenía razón: “¡Smile, smile, smile!/ Polvo es el aire,/ polvo de carbón apagado…/ y el mercader y el gobernante/ pregonando sonrisas/ para esconder la sombra/ y la miseria”.
La pregunta: ¿Qué está pasando en las escuelas que están produciendo ciudadanos de dudosa calidad cívica y moral?
Ignacio Lewkowicz es contundente: “…la escuela no es más el soporte de la subjetividad oficial, sino que es una empresa más en el mundo de las empresas, es un servicio más en el mundo de los servicios”.
Más claro y sencillo: actualmente las escuelas son depósitos y la educación un servicio y no un derecho.
Es urgente e imprescindible discutir sobre políticas educativas en este “Bicentenario”.
Paulo Freire lo expuso así: “¿A quién está sirviendo la educación? ¿A favor de quién y a favor de qué?”.
Es imprescindible reflexionar sobre políticas educativas… Y los líderes del sindicato magisterial sólo reclaman más salario, cargos docentes y presupuesto a cargo del erario. El ejemplo más claro lo proporciona
Por ello, es preciso que al discutir sobre políticas educativas se piense en las acciones u omisiones del Estado al definir la dirección, el sentido, la organización y los contenidos del sistema educativo nacional.
Con todo, habrá quienes sinteticen la labor educativa de antaño, y que bien podría escucharse en este Bicentenario: “La escuela pública creada conforme a su imagen ha fijado
Es imprescindible reflexionar sobre las políticas educativas que hoy se encuentran en franco deterioro…
Un dato:
Cabe insistir: parafraseando a Lewkowicz: actualmente las escuelas son depósitos y la educación un servicio.
“FLACSO ha hecho (y hará) un buen trabajo…”. Es parte de los discursos “progresistas” apostando por la necrofilia. Maestros de la retórica en provecho de la plutocracia.
En definitiva, el desafío es el de siempre: parir la democracia.
Y como diría Esteban de
Acompáñenos pues, una vez más, en una nueva edición de génesis.
(Basado en un texto de Andrés Sarlengo, argenpress, 11/II/10; a.m., febrero 27 y 28, 2010).
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