viernes, 28 de agosto de 2009

El enredo


Vicente Fox, sigue acumulando puntos para seguir ascendiendo en la categoría de Rey de la Impunidad, debido a que le fue condonada una multa por la Dirección de Desarrollo Urbano de este municipio, por carecer de los permisos respectivos para remodelar la casona de la exhacienda San Cristóbal, donde construye un hotel. No sólo eso, sino que la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que el de las botas también estaría incurriendo en violaciones a la Ley Federal de Monumentos y Sitios, al no haber tramitado ante el organismo la autorización correspondiente para realizar modificaciones al inmueble. Según el INAH, la familia Fox Quesada no ha efectuado a la fecha ningún trámite o solicitud para remodelar la casona o habilitarla como hotel; sin embargo, el pasado 20 de julio el Centro Fox confirmó en un comunicado que ya había realizado dicho trámite. La noticia sobre la remodelación se conoció el viernes 17 de julio, un día después de que se celebró la boda religiosa entre Bisonte Fox y Marta Sahagún, cuando supuestamente la familia Fox se “despidió” de la casa familiar. En su comunicado, el Centro Fox dio a conocer que “efectivamente los hermanos Fox están de acuerdo en transformar la hacienda en un hotel, cuyo propósito es que llegue a ser patrimonio del Centro Fox y, por tanto, una fuente de ingresos para su operación”. En su escrito, admitió que ya se está trabajando en la remodelación. No obstante, sabido es que los Fox no hicieron los trámites correspondientes para modificar la casona de la exhacienda, un inmueble que data del siglo XVII y es considerado un monumento histórico, por lo que el responsable se haría acreedor a una multa de cien a 10 mil pesos y una pena corporal de uno a diez años, previstas en el artículo 52 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Por su parte, el director de Desarrollo Urbano de San Francisco, Gabriel Rentería, confirmó que “los Fox nunca tramitaron el permiso de construcción o remodelación de la finca, y tampoco hay conocimiento en el gobierno municipal de que exista un proyecto para convertirla en hotel, por lo que los responsables deberán regularizar esta situación y pagar una multa”. En la misma sintonía, el área de Comunicación Social del gobierno municipal precisó que “(tenemos) conocimiento de que se están construyendo ocho habitaciones o cabañas y, efectivamente, no se pidió la licencia”. Toño Salvador, alcalde de este municipio, abogado y notario público, que sabe de Derecho lo que nosotros de ruso, conocido y afamado por su fácil secreción de líquido biliar cuando uno de sus cómplices es exhibido como tramposo, como en esta ocasión es el caso de Fox, trató de salir al quite con esta perla: “para empezar, no comparto la idea de multar a ese gran demócrata que es Fox, por haber comenzado sin licencias de uso de suelo, la construcción de un hotel”. Enojado, Toñín se enredó en sus propias palabras: “Claro, el Reglamento de Construcción prevé una multa… pero hay que ser parejos; claro, aplicando la ley; pero hay que analizar lo que como autoridad aplicaremos siendo justos”. ¿Se entiende lo que quiso decir? Sencillo: a los amigos se les aplica la justicia, y a los adversarios la ley; es decir, que siga reinando la impunidad, que viva el doble discurso. Ya encarrerado, Toño se dio tiempo de regañar al director de Desarrollo Urbano: “habría que preguntarse como autoridad en qué es en lo que se ha fallado… Porque varios permisos han llegado a tramitarse ante Ayuntamiento, cuando las obras ya están en proceso, y no ha habido multas. Habría que revisar por qué en la misma área de Desarrollo Urbano, se les está pasando el que se pongan en marcha construcciones sin antes tener permisos”. A su vez, la regidora priísta Ma. de Jesús Vázquez, también abogada, le entró al batidillo de declaraciones para justificar lo injustificable: coincidió en la condonación de multas, porque, “en el supuesto de que se vayan a empezar a aplicar sanciones, entonces habría que definir cómo van a ser, y a partir de cuándo, porque de lo contrario, vamos a estar afectando el estilo de vida de los ciudadanos”; en otras palabras, el estilo de vida de los ciudadanos está basado en el ¿favoritismo, señores abogados? Entonces, ¿para qué están los Reglamentos, si no se van a aplicar? Nótese cómo la propia autoridad es la que propicia que vivamos en un régimen en el que la Ley es letra muerta. Más aun, cuando quienes opinan como autoridad son supuestos estudiosos del Derecho, y, dejan entrever ignorancia o cinismo, o las dos cosas al mismo tiempo. Para cerrar el circuito del enredo, Fox emitió un comunicado la tarde del 22 de julio en el que aseguró que “no se le puede imponer ninguna multa por el hotel, porque no ha iniciado la construcción”. Lo anterior, pese a que personal de Desarrollo Urbano había ido ese mismo día a San Cristóbal a verificar el avance de la obra. Para justificarse, Gabriel Rentería declaró que todo el enredo fue a partir de “malos entendidos y una mala información a la ciudadanía”. Lo que quedó claro en este enredo es que Toño Salvador no tolera que sus amigos sean exhibidos como tramposos, al ser acusados públicamente de ser beneficiados por el favoritismo de autoridades municipales a las que les tiemblan las corvas a la hora de querer aplicar la normatividad respectiva.
(Fuentes: Verónica Espinosa, apro, 21/VII/09; a.m., julio 22 y 23, 2009).

No hay comentarios:

Publicar un comentario