Introducción. Una de las más lamentables expresiones de los políticos “modernos” es creer que con la formulación de documentos sobre determinada materia ésta será abordada y solucionada eficazmente. Si esto fuera cierto, se podría decir que todo se ha resuelto desde que aparecieron los planes, programas, estrategias, objetivos, metas, acciones, estudios y demás. El “Plan Municipal de Desarrollo al año 2025”, formulado durante la administración de Eduardo Arroyo, es el ejemplo más acabado de lo que significa derrochar recursos en pagar asesores con el fin de obtener un documento idílico. La finalidad de dicho plan es de éxtasis, ¿qué avance se tiene a diez años de haberse publicado? No se sabe, porque, como en todo, no hay seguimiento de nada. Tal documento aspira a que hacia el año 2025, el municipio se caracterice por “a) su armonía social; b) niños y jóvenes con nivel de escolaridad de bachillerato o carrera técnica; c) familias integradas; d) un ambiente natural restaurado y en constante conservación; e) dotación de agua garantizada; f) una ciudad con un crecimiento equilibrado; g) sus límites territoriales claros y definidos; h) su rastro Tipo Inspección Federal (TIF); i) su sistema de transporte moderno, ecológico; j) sus zonas industrial, comercial y de servicios, con empresas que disponen de fuentes de empleo para toda persona que lo requiere a cambio de una retribución al trabajador en promedio de 10 mil dólares anuales; k) sus empresarios locales que han ensayado exitosamente la asociación para la integración de cadenas productivas en variados y significativos giros económicos; l) promedio de escolaridad al menos de doce años, y una población analfabeta que no rebasa el 2%; m) la promoción de la cultura, de la identidad y el orgullo francorrinconés; etc.” (pp 223-229).
Dicho Plan Municipal cumplió con el rigor de la ley que ordena planificar hasta lo imposible y curiosamente fueron muy atinados en el diagnóstico, lo sorprendente es que de tal juicio las distintas administraciones no han podido concretar nada como respuesta. El documento abunda en florilegios jurídicos y reglamentarios para dar sustento a absurdas teorías en materia de decisiones, asesorías y consultas, planeación y análisis, vinculaciones, objetivos específicos y líneas de acción. En concreto nada que alejándose de esa presunción aterrizara en la realidad. Tecnocracia y demagogia puras.
A casi diez años de haber visto la luz, la realidad a la que se aspira en el documento de marras, está muy lejos de llegar a concretarse. Sin embargo, somos optimistas, hemos de esperar con dolor y paciencia a que el actual desastre no acabe con la pobre esperanza de que haya un futuro razonablemente mejor.
1. Alucinado por su reciente viaje de placer a Francia, el alcalde llegó a la ciudad cargado con un baúl de ocurrencias. Lo primero que soltó fue que “allá”, “el proceso de tratamiento de la basura es quemándola, pero almacenando el humo para generar energía eléctrica –bueno, aquí almacenamos el humo en la atmósfera, el cual, mediante un complicado proceso fotoquímico, proporciona energía a los ciudadanos que habitan en las zonas contaminadas, como San Francisco, por ejemplo–; el tranvía lo emplean todos, ricos y pobres; el gobierno dispone de bicicletas que la gente puede tomar y dejar en otros puntos para terminar de llegar a sus lugares; el tratamiento de aguas está en grado 100% ecológico, etc.” (a.m., 19/X/11). Lo anterior, dijo el alcalde, es una muestra palpable de que “es posible transformar la actividad en las ciudades, así como darle adelante al desarrollo en la convivencia armónica con el ambiente”. Sólo hay un inconveniente: “en Francia para su zona metropolitana manejan miles de millones de euros, mientras en México son apenas 7 mil millones de pesos”. Hay, además, otros inconvenientes: en cuanto a Índice de Desarrollo Humano, Francia ocupa la posición 20, y México, la 57; en educación, Francia tiene un índice de 0.870 y México de 0.726 (http://hdrstats.undp.org/es/paises/perfiles/FRA.html); es decir, Verdín quiere comparar peras con manzanas; entonces, toda esa verborrea del alcalde acerca de la construcción de “una planta de tratamiento de basura para la región” es una mera ocurrencia que no tiene un sustento fáctico en el presente.
2. La presente administración se ha caracterizado por hacer inversiones en diseños y planes sobre macroproyectos de dudosa rentabilidad social y enorme gasto económico; un claro ejemplo es el llamado Complejo Administrativo, como antes fue el nuevo edificio del SAPAF, que, por cierto, ahora pretenden cargarle a los usuarios la mala administración en ese organismo descentralizado con aumentos a las tarifas de consumo de agua potable. Esa política de gasto indiscriminado lleva siendo denunciada desde hace años por diversos agentes políticos y sociales, pero esa política, promovida por aquellos que durante mucho tiempo han manejado el entramado institucional de este municipio, resulta especialmente sangrante en un contexto económico marcado por la crisis. Los cientos de miles de pesos dilapidados en obras con gran contestación social, como el Complejo Administrativo, o que van en contra del sentido común, se cuentan por decenas, y lo más preocupante es constatar que los responsables no tienen intención alguna de parar esta sangría. Aun cuando no les queda más remedio que admitir que el costo real de esos proyectos superará con creces lo presupuestado, como sucedió con el nuevo edificio del SAPAF. La consigna es mantener una apuesta que enriquecerá a unos pocos, los adjudicatarios de las obras, pero que endeudará al municipio y, por consiguiente, al conjunto de la sociedad.
3. Los capitalistas se quejan por la asfixia que les está propinando el sistema que les dio vida: el capitalismo. La crisis global del capitalismo condiciona que los mercados recurran a mercancías ilegales que producen ganancias rápidas y sustantivas en circulante: contrabando de calzado, ropa y enseres domésticos, así como tráfico de armas, personas y estupefacientes. “La lógica del capital arroja a los gobiernos y empresas a vincularse con el crimen. El Estado mexicano es parte del crimen organizado, lo incentiva y profundiza… Así, los negocios y el desastre nacional se engarzan con el crimen, llevando al ascenso de los grandes cárteles del narco, a la penetración del narcotráfico en las instancias gubernamentales, a la existencia de narcogobernadores y narcomunicipios… La guerra que se desarrolla ahora en nuestro país obedece a una tendencia monopólica de los negocios ilegales, además de su crecimiento desmesurado, donde existe una vinculación de los negocios legales e ilegales, propiciada por las facilidades en el lavado de dinero… Detrás de la guerra en contra del narcotráfico y la delincuencia organizada existe toda una propuesta del gobierno para la generación del miedo e inmovilizar a la sociedad. La economía nacional esta narcotizada: 40% del PIB en México tiene que ver con la dinámica del narco. El despojo, la extorsión, el secuestro, la explotación y la esclavitud están dañando gravemente a la nación, afectando sobre todo a los campesinos, las mujeres y los jóvenes” (Diagnóstico de la emergencia nacional, México, D.F., 22/X/11).
El citado diagnóstico cubre también a los propios pueblos, comunidades y movimientos sociales que enfrentan la crisis nacional con múltiples y ejemplares resistencias. Se reconoce la necesidad de buscar la unidad de todos los sectores afectados por la política de Felipe Calderón, en el contexto de una recomposición de los distintos sectores golpeados por un Estado contrainsurgente que ha provocado desgaste y frustración. En San Francisco, por ejemplo, los empresarios del calzado están desesperados ante lo inevitable: los grandes tiburones del calzado están haciendo pedazos a los pequeños productores. Los ganones de siempre se ríen de la estrategia que los empresarios locales, agrupados en la Asociación de Empresarios del Rincón (AER) quisieron adoptar como plan de resistencia: marcha, campaña de consumo local emparejada con lo nacional y simulacro de paro de labores (a.m., 11/XI/11). Los empresarios más combativos fueron apaciguados por Ysmael López, quien es parte de la directiva de la CICEG, y que ha sido acusado de actuar como mercenario al servicio de los introductores de calzado chino. ¿Es de sorprender que no haya solidaridad entre quienes integran esta asociación?
Pocos días después, la noche del 14 de noviembre, el senador Ricardo Torres Origel les dio la puntilla: “déjense de marchas y manifestaciones, exíjanle a la CICEG que venga y les presente detalles de los trámites, gestiones y logros. Inviten al delegado de la Secretaría de Economía, Pepe Mendoza, que venga aquí a platicar con ustedes” (a.m., 16/XI/11). Sabedores de que les dieron atole con el dedo, los empresarios intuyen que muchas empresas van a tronar, otras entrarán en crisis de pagos y despidos laborales y, las menos, subsistirán a costa de las más pequeñas, éstas, en función de maquiladoras.
4. En San Francisco, como en la mayor parte de las urbes del país, e incluso en entornos rurales y semirrurales, se han vuelto parte del paisaje las unidades de transporte colectivo que circulan en pésimas condiciones de seguridad y comodidad, humeantes carcachas en su mayoría, conducidas por individuos sin capacitación, desconocedores de los reglamentos de tránsito y vialidad, y aguijoneados por la competencia despiadada con otras unidades. Con frecuencia, tales conductores están expuestos a condiciones de trabajo que debieran ser inadmisibles, con ingresos paupérrimos, largas jornadas, escaso descanso y ausencia de prestaciones.
No es raro que muchos de esos choferes de microbuses realicen sus labores bajo el efecto del alcohol o de drogas ilícitas, y, lo peor, se sabe de complicidades entre conductores y grupos dedicados al asalto de pasajeros y a las agresiones sexuales. La descontrolada proliferación de microbuses y autobuses privados en este y otros municipios, es factor de inseguridad, de insalubridad, de problemas viales y de corrupción. Todo ello se traduce en la existencia de negocios inconfesables entre mafias del transporte público y funcionarios del transporte municipal, los cuales han permitido la circulación de unidades sin ninguna verificación o control, y su operación por conductores que no cubren los requisitos mínimos de capacitación, salud y civilidad que debieran exigirse a quienes tienen en sus manos la vida y la seguridad de decenas de pasajeros, automovilistas y peatones. En Celaya, por ejemplo, 18 choferes dieron positivo en el uso de alguna droga en las revisiones que realizó la Dirección de Transporte y Vialidad de ese municipio; las sustancias encontradas en su organismo fueron anfetaminas, mariguana y cocaína (a.m., 19/XI/11). ¿Quién será en San Francisco el guapo que ponga fin a la situación caótica y mortífera relacionada con ruteros y microbuseros; más aun, después de que han anunciado un aumento al pasaje del 20%, para pasar de cinco a seis pesos por usuario (a.m., 17/XI/11)?
5. En estos días, a toda confrontación se le considera una competencia; con lo cual se contribuye a opacar y desfigurar las luchas legítimas con auténtico sentido y razón de ser. La visión de la vida social como una suma necesaria y deseable de rivalidades pretende su justificación en el dogma económico según el cual sólo con la competencia se logra eficiencia y buena calidad, y en la concepción de los hombres como seres que únicamente piensan en sí mismos. La consideración de la competencia como algo necesario, y de la competitividad como la mayor virtud, pasa por alto el egoísmo radical implícito y la perversa concepción de los demás como contrincantes, como enemigos contra quienes es imperativo luchar (en las actividades productivas, en la política, en el deporte); las expresiones usadas en las agresivas campañas de ventas, guerras de precios, lucha por el poder, juegos con garra, no son inocentes metáforas.
La exaltación de la competitividad pasa por alto el efecto que tiene este modo de conducta en el aumento de la agresividad y la violencia, fenómeno analizado en varias investigaciones. Un estudio experimental realizado en la Universidad de Brock (Ontario), llegó a esta notable conclusión: los juegos más competitivos provocaban niveles de conducta agresiva más elevados que los juegos menos competitivos, independientemente de su violencia. La competitividad se presenta como virtud personal, cuando en realidad significa la actitud enferma, arrogante, de quien basa la seguridad en sí mismo en sentirse superior a los demás.
La escuela tradicional, dominante, es el lugar donde se inicia el adoctrinamiento en la ideología de la competencia y la competitividad y uno de los espacios en los que la competencia está más institucionalizada: concursos, torneos, rankings, cuadros de honor, diplomas, medallas, primeros lugares, competencias deportivas, competencias entre maestros para obtener premios y apoyos, etc. Ahora se impulsa la competencia entre escuelas para obtener recursos con los cuales operar. No puede extrañar entonces, que la escuela sea un espacio de violencia física, verbal o simbólica entre estudiantes (el llamado bullying) pues es común una violencia institucionalizada, orgánica: rigidez reglamentaria irracional, mecanismos de exclusión, autoritarismos, humillaciones, injusticias disfrazadas de meritocracia, incluso violación a elementales derechos humanos.
6. Lejos de los sueños ilustrados de hacer de la democracia una competencia entre visiones del mundo o, por lo menos, de la realidad, nos despeñamos hacia el reino de la inmediatez, de la mercadotecnia, del golpe bajo y de la glorificación de la imagen como punto de venta de la política. El gran problema de nuestra vida política es la evaporación de las cuestiones de fondo, su enmascaramiento, el énfasis en la inmediatez y el abandono del sentido de responsabilidad de los distintos funcionarios que únicamente entienden la vida pública como recurso para su autorreproducción.
Resulta lamentable que el alcalde se cuelgue de cualquier suceso para hacer gala de su servilismo y, aproveche cualquier resquicio para engañar a la opinión pública y de paso, quedar lo mejor alineado posible con su partido. En voz de su titiritero Rodolfo Aguirre, dijo respecto de la muerte del secretario de Gobernación: “Doblemente lamentable para el PAN es la muerte de Francisco Blake Mora, porque en principio se pierde un importante ser humano, y en segundo lugar, si estuviera la delincuencia detrás de esto son ‘chifladeras’ (sic) que se ponga en riesgo ‘el sistema de Nación’ que afecta a todos” (a.m., 12/XI/11). Ocho días atrás, ambos estaban “consternados” por el asesinato del alcalde de La Piedad: “No se trata de asunto político o partidista, si bien el alcalde asesinado estaba en un acto de campaña política del PAN, es ahí donde aprovechan para cometer el crimen, por eso se justifica y se defiende el por qué quienes son alcaldes o gobernadores deben permanecer con el apoyo de los escoltas o seguridad a su alrededor” (a.m., 4/XI/11). ¡Cuánta congruencia caballeros!
Semanas antes, Marcelo Salas Miguel, titular de ese ente llamado Atención Ciudadana, de cuya dirección no se sabe lo que hace, o para lo que sirve, a excepción de que es la que recibe “peticiones ciudadanas”, individuo que dice ser presidente del PAN en San Francisco, reconoció que el partido en el gobierno ha perdido parte de sus valores y doctrina; y, con chistorete de por medio, dijo que ahora tiene “la intención de recobrar esos ideales y valores extraviados, y para lograrlo, es que ya comenzó con la organización de su equipo de militantes, simpatizantes y adherentes rumbo a la contienda electoral de 2012” (a.m., 20/X/11).
Pero, la vida democrática en el municipio goza de buena salud. Diga usted si no: en la tercera semana de octubre, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, por mandato de Calderón, decidió designar por dedazo a candidatos a diputados en 141 de los 300 distritos de mayoría relativa, así como aspirantes a senadores en 24 de las 32 entidades del país, entre ellos Guanajuato. Nuestro buen amigo Marcelo Salas Miguel y el “hombre fuerte” de esta administración, Rodolfo Aguirre, dijeron a coro: “esta decisión, en efecto, causa ruido, porque se esperaba un proceso distinto, sin embargo, no se puede perder de la realidad que es parte de un proceso de tolerancia a la democracia conforme a las necesidades electorales” (a.m., 21/X/11); ¿se puede pedir que sean más rastreros y lamebotas? Un mes después, de manera unánime, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó la decisión del PAN: no al dedazo (a.m., 17/XI/11). Y, otra vez, institucionales, por un lado, Jaime Verdín dijo al respecto: “Esta decisión va a ser bien recibida por toda la gente, puesto que muchos militantes se sentirán escuchados y podrán así ejercer ellos su voto”, y por otro, Salas Miguel expresó: “Nosotros tenemos que acoplarnos a como se den las cosas, pero sí es importante que los militantes tengan a su candidato o puedan en su caso dar su voto” (a.m., 18/XI/11). ¡Oh, sí, que viva la santa democracia! ¡Aleluya, aleluya, cantemos loas al Señor, porque es sabio y generoso!
7. ¿Por qué hay tanta corrupción en el estado y en nuestro municipio? ¿Por qué, si tenemos leyes, sistema judicial, policías y medios de comunicación, prevalece la impunidad, que es la madre de los corruptos? La pregunta parece ociosa, porque pareciera que la corrupción es parte de la información genética que cada ser humano llevamos cargando durante nuestra existencia. La corrupción política es el mal uso público (gubernamental) de la gente que ocupa un puesto de poder para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta y privada. El término opuesto a corrupción política es transparencia.
El corrupto no se considera a sí mismo como tal. Como experto, actúa movido por la ambición del dinero. No es propiamente un ladrón, porque se apropia de lo ajeno al amparo de las vaguedades de la ley. Se trata más bien de un refinado chantajista, de ésos de conversación agradable, sonrisa amable, gentiles zalamerías. Anzuelo sin cebo, no pican los peces.
El corrupto no se expone; extorsiona. Considera un derecho el recibir comisión; el porcentaje como pago por servicios; el desvío, una forma de apropiarse de lo que le pertenece; la caja dos, una inversión electoral. Son tontos los que hacen tráfico de influencias sin sacar provecho.
Hay varios grados de corruptos. El corrupto oficial se vale de la función pública para obtener ventajas para sí, su familia y sus amigos. Le costea viajes a su mujer a cargo del erario, utiliza tarjeta de crédito con cargo al presupuesto del Estado, hace gastos y obliga al contribuyente a pagar. Considera natural la sobrefacturación, la ausencia de licitación, la competencia con cartas marcadas.
Su lógica es corrupta: “Si no aprovecho ahora, otro va a lucrar en mi lugar”. Su único temor es el ser atrapado in fraganti. No se avergüenza de mirarse al espejo, y casi ni teme ver su nombre citado en los periódicos o que aparezca su rostro en la TV.
El corrupto no sonríe, agrada; no cumplimenta, extiende la mano; no elogia, inciensa; no posee valores sino saldo bancario. Se corrompe de tal manera que ni se da cuenta de que es un corrupto. Se considera muy inteligente, también un negociante exitoso.
Melifluo, el corrupto está lleno de dedos, se arrima a los honestos para aprovechar su sombra, trata a los subalternos con una dureza que le hace parecer el más íntegro de los seres humanos.
Van varios ejemplos que tienen que ver con la falta de transparencia en nuestro municipio: a) “¿Por qué –se pregunta Samantha Dávalos– la Coordinación de la Mujer en la localidad sigue sin dar resultados? Desafortunadamente en el municipio estamos muy atrasados. La Coordinación de la Mujer debería de existir desde hace años y no se hizo nada” (El Heraldo de León, 15/X/11) Su pregunta nunca le fue contestada públicamente; b) La Titular de la Unidad de Acceso a la Información Pública (UAIP), Alma Leticia Ochoa, denunció hostigamiento sexual y extorsiones de parte del contralor municipal, quien, se ha destapado como un “Don Juan”, un verdadero terror de las lindas secretarias de las distintas direcciones de Presidencia Municipal. Apodado “El Garañón”, por su costumbre de acercarse sigilosamente a cuanta secretaria le gusta con “su cosa” apenas rozando la espalda de su víctima, Jiménez Longoria (a quien sus compas le llaman José Salvador “Fierro”) se defendió diciendo que los señalamientos son invenciones de “un corazón dolido, que sufre por mi abandono”. El alcalde, como siempre, los invitó –se vale reír– “a la prudencia, cordura y responsabilidad” (El Heraldo de León, 2/XI/11); sobre el asunto, la fracción priista de regidores no ha podido hacer prosperar que el caso Jiménez Longoria sea tratado en sesión secreta en el Ayuntamiento (El Heraldo de León, 19/XI/11) c) Alberto Cano, en representación de los maestros, difunde “Escuela Segura”, un programa pantalla –cuyo último fin tiene un claro tinte electoral– para dar la impresión de su “preocupación” para salvaguardar la integridad de los niños, niñas y jóvenes dentro de las instituciones escolares de los municipios del Rincón (a.m., 13/X/11). Alberto Cano, representante en la región de Elba Esther Gordillo, calla cuando se le recuerda sobre las nefastas consecuencias para el país que se han derivado de la alianza entre el sindicato y el actual gobierno panista, ni la boca abre cuando se le pide que explique cómo es que el PAN, que veía en el sindicato de maestros un instrumento de control ideológico del Estado, un obstáculo para la libertad de enseñanza, un nido de corrupción y de ineficiencia que le costaba al erario millones de pesos, sea hoy, mediante la alianza PAN-SNTE, que es una propuesta contra natura, aceptada sin mayor recato y sin ninguna repugnancia; d) ¿qué explica que en San Francisco haya más patrullas policiacas en el taller mecánico que las que existen en operación? (El Heraldo de León, 14/X/11); e) ¿por qué no se ha dado con la captura del asesino de un hombre y su hijo que fueran ejecutados la madrugada del viernes 14 de octubre en El Llano? (a.m., 15/X/11) ¿Será porque se presume que el asesino es hermano de una conocida abogada de este municipio y que, para más datos, ocupó un importante cargo público en la administración de Eduardo Arroyo?; f) ¿y los secuestros que han aumentado de manera alarmante en nuestro municipio? ¿Mera casualidad, o es que las dependencias encargadas de la seguridad pública están infiltradas por agentes de la delincuencia?
(Basado en Jorge Carrillo Olea, La Jornada, 15/X/11; editorial de gara, 25/X/11; Gilberto López y Rivas, La Jornada, 11/XI/11; Editorial de La Jornada, 25/X/11; Manuel Pérez Rocha, La Jornada, 20/X/11; Adolfo Sánchez Rebolledo, La Jornada, 20/X/11; Frei Betto, rebelión, 16/XI/11; Soledad Loaeza, La Jornada, 7/VII/11).
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