domingo, 14 de junio de 2009

¿Votar? ¿No votar? ¿Anular el voto?

La guerra electoral en San Francisco se centra en dos “partidos”: PRI y PAN. ¿Cuál es la diferencia entre ambos? Ninguna, los dos están siendo apoyados por los caciques de la región, los dos plantean las mismas “propuestas”, los dos prometen la continuidad, los dos son apoyados por el poder del dinero –tanto el que viene de las prerrogativas del IEEG como el de procedencia “ilícita”–, los dos ya han demostrado su insensibilidad a los problemas sociales en que está hundida la mayoría de la población. Los dos partidos presentan malos candidatos, lo cual ya ha sido suficientemente demostrado. José Velázquez, en el trienio 2003-2006 (¿recuerda aquello de “Tus ideas serán gobierno?), actuó de manera indolente ante los actos de corrupción de varios de sus colaboradores, la obra pública fue casi nula, fomentó el divisionismo entre los integrantes de su camarilla al tolerar los dimes y diretes entre ellos, y, lo peor: profundizó la zanja que divide a los distintos grupos al interior del PRI. En pocas palabras, es un individuo que se caracteriza por su estrechez de miras y por sus prejuicios de corte medieval. Votar por José Velázquez es volver a rodar la pésima película que ya vimos. Jaime Verdín, actual diputado federal, estuvo muy activo durante el trienio 2003-2006 al frente de Apoyando a San Francisco, membrete usado para sus fines personales con el propósito de colocarse ante la militancia panista como un individuo “incluyente”, “sensible” a los problemas del municipio, y proclive al diálogo con personas de distinto “signo ideológico”. Sin embargo, su actuación como diputado ha sido mediocre, por decir lo menos: ha repetido los mismos vicios de quienes han ocupado cargos de elección popular, pues en su borrachera por su coto de poder alcanzado, se olvidó de sus electores, sus promesas las convirtió en despensas, sus inquietudes trasmutaron en limosnas como becas o ayudas para medicamentos, su “calidad humana” se reflejó en cinismo y, su gusto por la cultura la plasmó en publicidad en revistas “sociales”. Votar por Jaime Verdín, es votar por la contradicción y el oportunismo, característica de varios que lo acompañan. ¿Qué hacer entonces? Ante la falta de debate entre los candidatos –por lo demás, no hay nada qué debatir, ¿de qué van a debatir dos individuos que representan lo mismo? ¿De qué van a convencer a los electores, si uno ofrece mayor y mejor seguridad y el otro mejor armamento y equipo a los elementos policiacos, es decir, las propuestas no son de fondo y no llevan ninguna carga de autocrítica?–, ante la pobreza de sus propuestas, ante la carencia de ideas frescas que estimulen las conciencias de los votantes, lo mejor es anular el voto. Ejerzamos nuestro derecho a votar, yendo a votar, pero anulemos el voto cruzando toda la boleta o escribiendo alguna frase de repudio al sistema político electoral vigente. Esta elección la va a definir a) el llamado “voto duro” de cada partido, es decir, los que se definen como priístas o como panistas, sin importarles a quien les pongan como candidato; b) los votantes dispuestos a vender su conciencia al mejor postor; c) los eternos “agradecidos” por las bondades de quienes los mantienen encadenados a su condición de pobres; d) los que creen que por haber recibido una “ayuda” del gobierno, los compromete a la hora de corresponder con su voto. En el papel, debe ganar el candidato del partido en el Poder, si es que quienes integran la presente administración trabajan a su favor. ¿Por qué lo decimos? Porque tienen un voto cautivo en los empleados al servicio del municipio y sus familias, porque son los que manejan los dineros públicos que atienden los “programas sociales”, porque simple y sencillamente son los que tienen el Poder político y todo lo que ello significa, tanto estatal como municipal. Pero, quien llegue, seguirá administrando la crisis en que se encuentra sumido el municipio. Nada cambiará, seguirá el desempleo por un largo periodo de tiempo, continuarán las violaciones a los derechos humanos de la población más vulnerable, se mantendrán “los programas sociales” consistentes en becas, despensas, ayudas monetarias a personas de la tercera edad y en situación de pobreza extrema, se profundizará la militarización de la vida pública, se abrirán nuevas vías viales como reflejo del “progreso” y “el avance” de los pueblos del Rincón, etc. Por todo lo anterior, se calcula que el abstencionismo superará el 60%, o sea que, la votación del restante 40% será repartida entre las distintas “preferencias electorales”. Consiguientemente, el triunfador llegará con una débil legitimidad, eso ex-plica que la lucha entre panistas y priístas sea encarnizada, pelearán como perros rabiosos cada metro cuadrado de la zona urbana, que es donde se definirá la contienda. Y, por cierto, la disputa por las bardas y los postes para colgar los pendones con los rostros retocados de los candidatos está muy reñida. La “civilidad democrática” de los seguidores de los distintos candidatos ya produjo los primeros resultados: riñas a puñetazos, heridos con arma blanca y, lo que no se había visto: grupos de choque, de corte paramilitar para intimidar a los contrarios. La campaña va a subir de tono: a) ahí están los líderes –es un decir– del PRI y PRD que se quejan ante la prensa –periodicazo mata a demanda ante el órgano electoral competente– de la inequidad electoral por la actuación de la esposa del alcalde, quien funge como presidenta del DIF y es, al mismo tiempo, candidata a primera regidora por el PAN; b) la respuesta del alcalde acerca de la desmemoria del PRI fue acertada: hace tres años Gerardo López Montoya, hoy candidato a primer regidor, integró la planilla de la entonces candidata Miriam Moreno y siguió ocupando su puesto de director de Predial y Catastro; c) también, la mujer de El Güero le entró al quite: “Si los del PRI consideran que soy ventajosa porque tengo experiencia y conozco los programas y forma de trabajo del gobierno, cuando su candidato alega que ‘también tiene experiencia’, entonces estamos en igualdad de condiciones, a menos que ya hayan olvidado la experiencia, si es así, no es mi culpa”. ¡Órale! ¿Quieren más o con eso tienen?; d) en la contra réplica, el dirigente del PRI se quedó sin argumentos, lea usted esta perla de ingenuidad: “Llamo al alcalde a que se ponga a trabajar en lo que le toca y que entienda que no puede mezclar un proceso electoral de hace tres años con el actual, porque antes era otra la reglamentación electoral y hoy se trabaja con una distinta”, ¡cuánta ternura hay en esa respuesta! Y, para bajar los ánimos, después de que el gran patrocinador caciquil se lo ordenara, Toño le llama la atención al personal de la administración municipal para que “no hagan proselitismo ni porten propaganda a favor de ningún candidato”. Mientras esto se da en el plano de la realidad objetiva, en la realidad subjetiva el mundo es otra cosa. Un ejemplo, el dueño de la franquicia municipal del Partido de la Recolección de Desechos (PRD), aceptó de una manera clara y contundente su fracaso: apoyan la candidatura de José Velázquez, pero van con planilla de regidores distinta, en la que, curiosamente, el Doktor de la Muerte va ¡en primer lugar! Como no se pudo ir en coalición, entonces el PRD se le pega al PRI, así, como si nada, a lo fácil. Claro, si no hay trabajo político en el municipio, si no hay formación de cuadros, si no hay discusión y debate al interior del partido, pues el resultado es por demás obvio: el PRD se pega como sanguijuela al candidato que vaya más acorde con “su ideología”. Imagine usted la pobreza del pensamiento ideológico del Doktor de la Muerte que justifica como buen malabarista, su apoyo al PRI. Lo curioso es que en su mente febril espera elevar la votación histórica de “su partido”. De la misma manera, el Partido Verde, que también lleva como candidato a José Velázquez, expresa que “van juntos pero no revueltos”, en clara referencia al oportunismo del PRD. De ahí que, va a estar interesante la pelea por la regiduría por parte de los partidos bonsái, incluido el PSD, que, podrían colar un regidor en el Ayuntamiento 2009-2012, ya que dicho partido tiene candidato propio y, de alguna manera, una estructura que Wintilo Vega, candidato a diputado local, se dedicó a forjar durante su militancia en el PRI. (Fuentes: a.m., abril 23 y 30, 2009; a.m., mayo 7, 8, 9 y 15, 2009).

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