domingo, 25 de octubre de 2009
Educación sexual en secundarias
La Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), fiel a su ideario fascista, pretendió dar un giro a la educación sexual que se imparte en las escuelas secundarias de todo el estado. Escandalizada, la SEG modificó los libros de texto que la Federación había aprobado para ser distribuidos gratuitamente a los alumnos. Fueron eliminadas las imágenes de los órganos sexuales masculino y femenino, así como sus respectivos nombres. En opinión de muchos maestros que imparten Biología en primero de secundaria, el contenido del libro que editó la SEG se enfoca más en difundir aspectos sentimentales que en informar a los alumnos sobre aspectos científicos de la sexualidad humana: “No es una clase de valores, los principios del matrimonio vienen de casa y no se tienen que estar señalando en un libro de texto público… la realidad que vemos hoy es otra, muchos alumnos vienen de familias disfuncionales”. La sexóloga Ruth Vázquez opinó que el hecho de omitir el nombre de los órganos sexuales sólo provoca un mayor retraso en el conocimiento: “Quien redactó el libro o quien dio su consentimiento, sólo están aportando a que la sociedad sea retrógrada, a que se mal informe a los estudiantes. Ven el sexo como un tabú, y por ser prohibido es más interesante para los jóvenes que están creciendo bajo un concepto totalmente equivocado de lo que es el sexo”. Eusebio Rubio, director de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A. C., calificó de “terribles” las consecuencias que se pueden dar en adolescentes si se omite información: “Una educación sexual no científicamente fundamentada, incompleta o con imprecisiones y errores sale peor que no hacer nada, porque desorienta y genera temores y miedos”. Alberto Diosdado, secretario de Educación de Guanajuato, experto en el arte de dar atole con el dedo, justificó la censura de los aparatos reproductores: “(Por) una sencilla y simple razón: porque esto se les enseña en el quinto grado de primaria. Ya no tiene caso volverlos a presentar. Esta parte ya fue superada, académicamente, por lo tanto en sexto grado se da otro enfoque”. El giro en la educación sexual en Guanajuato, cuyo gobierno promueve el matrimonio y la abstinencia para prevenir embarazos y enfermedades venéreas, “puede empeorar lo que trata de evitar”, advirtieron profesores de secundaria: “Cuando los adolescentes no tienen buena educación sexual buscan en Internet, en la calle o la televisión, y si el nuevo libro elimina los conocimientos científicos que están acordes a normas internacionales, corren el riesgo de procrear o contraer enfermedades venéreas”. Hilarino Díaz Serna, presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, consideró que los textos distribuidos por la SEP contienen “información anticipada que despierta en los niños de primero de secundaria, porque todavía son niños, el deseo sexual y esa es una tarea que debemos hacer nosotros en casa… ese es un tema que se debe abordar en la familia, y no en primero de secundaria”.
Lo cierto es que el libro de texto de la SEG desaconseja el uso de otros métodos anticonceptivos porque pueden provocar consecuencias en la salud, en particular los abortivos, que interrumpen la vida en gestación. En el texto se insiste en que las relaciones sexuales no deben basarse en una mera utilización de la otra persona, sino en “un amor pleno y comprometido que proteja a la pareja y al bebé que pudiera nacer de ese amor”. Para muchas personas la virginidad es un tesoro que desean entregar a la persona más importante de su vida. Por eso, insiste el texto, la sexualidad sólo puede desarrollarse adecuadamente en el matrimonio, entendido como expresión natural del amor comprometido, mientras la unión entre personas del mismo sexo es biológicamente infecunda y por ende la familia y el matrimonio son una realidad ajena a la homosexualidad. El libro destaca que la Constitución de Guanajuato define a la persona como todo ser humano desde su concepción hasta la muerte natural. El libro de la SEP, editado por el grupo Macmillan, en cambio, aborda la equidad entre hombres y mujeres, advierte sobre los sistemas patriarcales y el machismo, e ilustra los órganos reproductivos masculino y femenino, además de hacer énfasis en el uso del condón y otros anticonceptivos para prevenir embarazos y enfermedades venéreas. Además, advierte que los mitos y tabúes dificultan el sano desarrollo sexual. En el libro avalado por la SEP, el capítulo de sexualidad humana inicia con ilustraciones de los órganos sexuales masculinos y femeninos, con sus respectivos nombres científicos. La masturbación la señala como “una práctica común que la mayoría de las personas han experimentado alguna vez en su vida. No es dañina porque a través de ella se puede conocer el propio cuerpo, tener sensaciones agradables y obtener experiencias que servirán para cuando se decida tener un contacto sexual con otra persona”. El erotismo –palabra pecaminosa a los oídos puros de nuestros santos pastores– la define como “la capacidad que tenemos los seres humanos para sentir placer o goce. El erotismo no sólo se refiere al placer que se puede tener con otra persona: también existe el autoerotismo el cual consiste en las caricias y estimulaciones que uno puede darse sobre todo en el área de los genitales”. A la familia se le concibe como “el núcleo de nuestra sociedad y las interacciones entre sus miembros juegan un papel importante en el desarrollo de sus integrantes sobre todo de los hijos”. Con respecto al SIDA, dice: “Aunque se le ha considerado una infección de transmisión sexual, lo cierto es que también puede adquirirse por recibir sangre o plasma de una persona infectada y transmitirse de una madre con VIH a su hijo a través de la placenta”. El libro de la SEG pretendió regresar a la época medieval eliminando las imágenes de los órganos reproductores. En su lugar incluyó un pensamiento del siquiatra Víctor Frankl: “La salvación del hombre está en el amor y a través del amor”. Sobre la masturbación, dice: “Aunque no tiene ninguna consecuencia física negativa, la masturbación se limita a la procuración del placer individual: un goce egoísta que prescinde de la otra persona”. La definición de erotismo parece ser recogida de los archivos de la moralina más despiadada: “No todo afecto lleva al amor sensual, pero cualquier manifestación de erotismo que se haga al margen del amor integral y comprometido, tenderá a reducirse hasta no ser sino una expresión de egoísmo: se utilizará al otro”. En el mismo sentido, la familia se la define muy de acuerdo a los textos del más rancio conservadurismo católico: “(Que) la procreación sea el resultado de una sexualidad plenamente desarrollada que favorezca el crecimiento armónico del nuevo ser y que sólo puede tener un marco adecuado en el matrimonio, entendido como expresión natural del amor comprometido, estable y firme de cara a la sociedad”. Con respecto al SIDA dice: “El único medio garantizado al 100% para evitar el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual es esperar hasta el matrimonio (tener una pareja estable y comprometida) para tener relaciones sexuales y luego mantener la fidelidad dentro de la pareja”.
Después de varios días de escándalo a nivel nacional, la SEG determinó el pasado 21 de septiembre, retirar de inmediato los libros de texto de Biología para primer grado de secundaria pues “debido a una falla administrativa se llevó a cabo la distribución”. Ello a pesar de que tres días antes, el titular de la SEG, Alberto Diosdado, defendió el texto por contener “una visión más humanista, más pedagógica y más didáctica” que los editados por la SEP. Los sectores más delirantes de la ultraderecha, ligados a la jerarquía eclesiástica, reaccionaron de inmediato. Hilarino Díaz Serna, quien habló de forma conjunta con Beatriz Rodríguez Moreno, presidenta de la Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida (Cofavi), lamentó el retiro de los libros de texto que editó el gobierno estatal pues dijo que si le dieron su aval fue porque en el tema de educación sexual encontraron que el estado promovió una instrucción “para fortalecer la institución familiar, la familia como pilar fundamental de la construcción de una sociedad sana y sólida”. Argumentó que “los adolescentes de secundaria son específicamente sensibles, por los cambios propios de su edad físicos y psicológicos, a toda clase de ilustraciones y contenidos sexuales, donde debe de cuidarse de manera especial su explicación, para lograr una visión integral de su sexualidad”. Díaz Serna reprochó al gobierno federal la disposición de retirar el texto publicado en Guanajuato pues “a nosotros se nos consultó, yo vi el borrador y me pareció bien el libro, no se si esté actualizado, y maneja el tema sin ninguna cuestión ideologizante (sic) como los otros libros de texto que, oficialmente inducen a las prácticas sexuales a nuestros hijos, entonces es algo que no podemos permitir”. Las agrupaciones que participaron en la consulta previa a la edición del cuestionado libro lograron acuerdos para obviar partes sobre la educación sexual “que no corresponden a la idiosincrasia de nosotros como guanajuatenses”.
(Fuentes: a.m., septiembre 14, 15, 16, 18 de 2009; La Jornada, 21/IX/09; correo, septiembre 22 y 24 de 2009).
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